Son recurrentes las quejas o las dificultades de estudiantes de pregrado y posgrado al momento de responder a las tareas de escritura académica. Los ensayos no son valorados positivamente, las reseñas no corresponden a la tipología textual indicada, los resúmenes se confunden con comentarios, la falta de cohesión y coherencia en un texto son evidentes. ¿Qué puedo hacer?, preguntan los estudiantes. ¿Dónde aprendo a escribir?, exclaman preocupados y ansiosos por hallar una respuesta.
Una primera contestación a estos interrogantes parte de reconocer el ser mismo de la escritura. Es fundamental evidenciarles a los aprendices de la palabra escrita las propiedades de esta técnica de la mente. No me canso de sugerir el texto Oralidad y escritura, de Walter Ong, en el que el autor muestra las características de este proceso superior del pensamiento. Lo abstracto, lo subordinado, lo lógico, además del lento aprendizaje de dicha técnica, constituyen lo propio de las culturas escritas. Escribir no es algo natural ni inmediato; más bien es el fruto de una evolución de las civilizaciones o, para ponerlo en términos cognitivos, es el resultado de una maduración del pensamiento. Digo lo anterior porque apenas se comienza a escribir se confía demasiado en el golpe de suerte o la romántica inspiración. O lo que es más grave para los estudiantes universitarios, se abandona el encuentro con la escritura arguyendo que no se tiene talento o buscando a alguien que redacte la tarea encomendada.
Otro asunto que puede contribuir a explicar la dificultad de escribir es el poco contacto con la lectura, la ausencia de un hábito lector. Lo he constatado con mi experiencia: la lectura frecuente es el carburante de la escritura. Leer alimenta el pensar, sirve de referente intelectual, provee de lenguaje nuestra memoria, coadyuva a mantener vivo y alerta el trato con las palabras. Considero que esa es una de las causas de los desastrosos resultados en los productos escritos de las nuevas generaciones. Al estar huérfanos de la lectura no tienen una conciencia vigilante para la ortografía de determinados términos ni poseen una reserva lingüística que les permita encontrar un vocablo preciso para formular sus ideas. Deberíamos tener presente, de una vez, el consejo de escritores consagrados al oficio: la lectura habitual, la lectura de grandes obras, es el mejor estímulo y la mejor guía cuando se anhela aprender a escribir.
Pero no es solo el mínimo contacto con la lectura el que influye en el poco rendimiento escritural. También está la eventual o esporádica relación con la palabra escrita. A no ser que se empiece una carrera académica o se comience un posgrado, la mayoría de personas poco escriben. Apenas se usa una escritura funcional, muy de llenar formularios o atender solicitudes financieras. Al no frecuentar esta técnica de la mente el resultado es apenas obvio: extrañeza ante una tipología textual, confusión entre los géneros, escasez en la generación de ideas, desconocimiento de minucias y trucos del escribir. Por tener un trato ocasional con la escritura cada vez resulta más difícil desentrañar sus pormenores y entrar en sus dominios con alguna familiaridad.
Pienso que de igual modo ha influido la falta oportuna de corrección en los años de escolaridad básica. Al afirmar esto me refiero a una corrección que supere la escueta calificación. Es decir, al acto de sentarse con cada estudiante –hombro a hombro– a leer y revisar con él sus productos escritos. Y hecho esto, solicitarle una nueva versión en la que se haya corregido y enriquecido el texto presentado. Sé que para los maestros es un trabajo arduo y dispendioso pero de eso depende, en gran medida, la suerte posterior de los aprendices de escritura. Digámoslo fuerte: si la escritura no se corrige con cuidado, si no le señalamos al estudiante el error, y si no le mostramos alternativas de salvación o ejemplos en los que pueda ayudarse, seguiremos idealizando el escribir, dejando tal labor para genios o personas extraordinarias. Aquí vale la pena advertir que escribir no se reduce a la escritura literaria; el escribir abarca los textos expositivos, argumentativos y esos otros centrados en el describir, informar, manifestar un deseo o exigir un derecho.
Se me ocurre otra razón de esta dificultad con la escritura: la falta de persistencia, de lucha constante por un mejor logro. A veces se cuenta con el talento pero no se tiene la disciplina. Tal vez sea un asunto de crianza o de época. Hoy queremos “todo ya” y sin el menor esfuerzo. Nos dejamos influir por las recetas de lo instantáneo y descomplicado. Sin embargo, escribir comporta una paciencia artesanal, una tarea de desbaste y pulimento permanente. No es una labor de acierto sino de continuos tanteos y reelaboraciones. En consecuencia, si no hay disciplina, si se pierde la batalla al primer enfrentamiento con las palabras, será muy difícil evolucionar o mejorar en la elaboración de un ensayo, una reseña o un informe de investigación.
Vistas así las cosas, bien podríamos ofrecerles a los estudiantes universitarios, ansiosos por hallar una respuesta a las dificultades con la escritura, tres consejos. El primero: acostumbrarse a leer pero, al mismo tiempo, ir escribiendo algo sobre lo leído. Se trata de redactar frases cortas en las que se dé cuenta de una reacción o del impacto de cierto aspecto de la lectura. He llamado a esa estrategia, contrapunto. Lo valioso acá es no contentarse con pasar los ojos por las páginas sino en poner a trabajar a nuestra mente, usando el arma potente de la escritura. Si esto se convierte en un hábito más fácil resultará dialogar con la tradición y sentirnos partícipes de una cultura.
El segundo consejo es éste: mirar con detalle, con ojo de relojero, cómo otros escritores expertos confeccionan sus textos. García Márquez asociaba esta actividad con la del mecánico que desarma el objeto para ver las tuercas y los tornillos con que está ensamblado. El objetivo es claro: tomar un tiempo y detenerse para ver en un texto de calidad cómo es su macroestructura, cómo se engarzan sus partes, cómo se distribuye la información, de qué manera se emplea la puntuación, qué tipo de lenguaje utiliza. Ser conscientes de las formas de elaboración de las producciones ajenas no solo sirve para desmitificar la escritura sino, además, puede proveer al novato escritor de un repertorio de ejemplos, útiles al momento de presentar o darle forma a su pensamiento.
El último consejo, que bien podría ser asumido por un maestro comprometido con su quehacer, es el de tener lectores acuciosos para los textos que producimos. Siendo sinceros, no ayudan mucho los colegas o amigos que apenas ojean nuestros textos, nos felicitan, pero sin percatarse en verdad de lo que expresamos en esas hojas. Lo mejor –y eso puede ser difícil– es hallar a alguien que se tome el tiempo suficiente para detectar en nuestros textos una inconsistencia, señalar un descuido en la digitación, percatarse de una repetición innecesaria, advertirnos de una flagrante equivocación o, sencillamente, señalarnos apartados que no se entienden o carecen de claridad. Si se quiere aprender a escribir es necesario pensar en los lectores. No es huyendo de ellos, de sus impresiones o críticas, como mejoraremos nuestros productos escritos. Son los lectores los que vigorizan la palabra escrita; son ellos los que robustecen y dan vida a los grafismos inertes puestos en una página.
Sobra decir que todo lo anterior resultará inútil si no se tiene la motivación o la pasión suficiente por descubrir el ser y proceder de la escritura. Tal apasionamiento es el que posibilita entrever en cada borrador o en cada intento fallido un pequeño avance o ir descubriendo, con asombro, que el trato frecuente con la palabra escrita afina nuestra forma de pensar y nos va convirtiendo en ciudadanos hábiles para participar en el mundo de la ideas.
Stefanny Alarcon dijo:
Buen noches Maestro.
Estoy de acuerdo contigo y partiendo de lo anterior, es importante que la producción de textos escritos y la composición escrita tenga una intención comunicativa, porque cuando se escribe ya sea una palabra o una oración se está expresando en ello un sentimiento, una idea y un conocimiento.
Escribir es lo más difícil que nos puede parecer a la mayoría, pero no imposible. En un salón de clase encontramos muchas dificultades, primero la metodología que se aplica, ya que no generan una motivación de un buen hábito hacia la lectura y escritura, para el niño significa un castigo el escribir mucho o ven al profesor como el aburrido y el cansón, otro factor que encontramos son los grupos numerosos, ya que hay mucho déficit de escucha y de disciplina, y por último están las falencias de los estudiantes con la parte de estructura y gramática de sus escritos.
Por eso es importante que nosotros como maestros encontremos estrategias y recursos para fomentar la lectura, ya que a partir de eso podemos solucionar muchos problemas, favorecer el desarrollo del lenguaje, comprender un texto, ampliar el vocabulario, permitir el desarrollo de la creatividad y fortalecer las relaciones interpersonales.
Gracias por el escrito, es una lectura productiva porque nos pone a cuestionarnos y ver los diferentes contextos en los que estamos involucrados con eso.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Stefanny, gracias por tu comentario. Me sumo a lo que dices: “es importante que nosotros como maestros encontremos estrategias y recursos para fomentar la lectura, ya que a partir de eso podemos solucionar muchos problemas, favorecer el desarrollo del lenguaje, comprender un texto, ampliar el vocabulario, permitir el desarrollo de la creatividad y fortalecer las relaciones interpersonales”.
Viviana Betancourt dijo:
Buen día maestro,si bien es cierto todo va evolucionando pero si en algo no estoy de acuerdo es en esa competencia que hay en que a más temprana edad el niño aprenda a leer y escribir olvidando que es mejor pasos lentos pero seguros, se está agobiando al niño con deberes académicos y afán de lograr estándares lectoescritores dejando atrás etapas vivenciales que también hacen parte del desarrollo y enriquecen su léxico,aumentan su habilidad comunicativa siendo así parte fundamental para el momento de hacer su uso y poner en práctica de forma escrita,explorar la lectura y aún más la escritura debe ser propiciada por gusto no impuesta,de esta manera es más comprensible y se deleita más el hacer el ejercicio. Como docentes debemos generar esa iniciativa de nuestros niños por la lectura y asi mismo que generen creaciones literarias como forma de expresión.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Viviana, gracias por tu comentario.
Brenda Tatiana Giraldo Leyton dijo:
Buen día, quisiera en unas pocas líneas contar como este asunto ha influenciado en mi labor como docente y como por medio de la experiencia he corroborado que lo que mencionas allí es completamente verídico, este año en la institución donde estoy laborando nos exigen trabajar un proyecto transversal llamado “Lecturizarte”, en este proyecto el docente elige cuál considera el libro más idóneo para sus estudiantes y como llevar a cabo el desarrollo de este, a manera personal lo trabaje por capítulos y es fundamental el acompañamiento del docente en este proceso, tanto en la lectura como en la escritura ya que una buena asesoría y una constante revisión del progreso de los estudiantes y hacer la corrección correspondiente de los errores, hace que ellos sepan como manejar de mejor manera sus textos y a su vez el proceso de lectoescritura y también como el hecho de la puntuación cambia significativamente todo el rumbo de la historia, con este tipo de asesoría y acompañamiento pude evidenciar el progreso de cada uno de ellos y como si es de gran importancia estar al tanto de los procesos educativos de cada uno de los niños, también considero que no debe ser una labor única del docente y se debería contar con el apoyo de acudientes o padres de familia, ya que la iniciación en la educación desde cualquiera de las áreas, requiere de manera indispensable el acompañamiento y apoyo de los padres de familia.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Brenda Tatiana, gracias por tu comentario. Qué buen ejemplo de acompañamiento en las prácticas de lectura y escritura. Me alegra que lo hayas compartido.
Nicolas Soler dijo:
Esta lectura me transporto un poco a la manera en la que yo aprendí a leer y a escribir y para ser sinceros no fue nada agradable. Constantemente me pellizcaban, me regañaban, me castigaban y utilizaban chantaje emocional conmigo para que yo aprendiera mas rápido. Conforme fui creciendo me ponían a leer los libros mas tristes y agobiantes del mundo, que lo único bueno que salia de ahí era el sueño tan rico que me generaba al tratar de leer siquiera una pagina, obvio ese sueño era apocado por una voz regañandome por no estar leyendo lo que me decían.
Hoy en día veo al pasado y también pienso que quizá pudo haber existido un método menos trágico de hacer que yo le cogiera gusto a la literatura, quizá con lecturas de mi agrado, quizá en espacios mas tranquilos, quizá si no hubieran utilizado la lectura como medio de castigo.
Hoy en día puedo decir que no soy el mejor leyendo o escribiendo, pero siento que hay momentos en los que conecto tanto que las palabras salen sólitas, obvio, aun con bastantes errores de redacción y concordancia, pero con 3 lecturas alcanzo a darme cuenta de la mayoría de errores.
Muchas gracias por esa lectura tan exquisita.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Nicolás, gracias por tu comentario. Me uno a ti para señalar el daño que se hace a la lectura y la escritura cuando están asociadas al castigo y no a un encuentro “amoroso” con los textos. Qué bueno que lograste superar esas “marcas desagradables” y puedes hoy “conectarte” de manera más placentera con los textos.
Hugo Castro dijo:
Hola maestro, en un análisis reflexivo sobre mi relación con la escritura a lo largo del tiempo, he llegado a la conclusión de que las didácticas empleadas por las escuelas para acercar a los niños y niñas a la escritura deben ser constantemente repensadas. Personalmente, estoy convencido de que el acto de escribir no puede desligarse de la capacidad de sentir. Por lo tanto, es crucial que los maestros del presente y del futuro fortalezcamos en los estudiantes su capacidad para percibir el mundo a través de sus sentidos, ya que esto les permite encontrar canales de comunicación con el mundo que les facilita la expresión de su sentir. Sí puedo entender lo que percibo, lo puedo expresar y la escritura es uno de esos canales de expresión.
Las motivaciones que nos llevan a escribir son tan diversas como los escritos mismos, lo que puede influir en el gusto que desarrollamos por esta actividad. En este sentido, es fundamental que los maestros busquen aquellas cuestiones que apasionan a sus estudiantes para que escribir no se convierta en una obligación académica, sino en una forma placentera de comunicar al mundo lo que les apasiona.
Agradezco su aporte a mi reflexión.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Hugo, gracias por tu comentario. Coincido contigo, es necesario repensar las didácticas con los niños y niñas. El componente emocional es clave para la motivación a escribir.
Angie Sierra dijo:
Buenas noches maestro.
Mientras leía cada linea pensaba en cuantas veces me he sentado en ese lugar donde mi imaginación no tiene limites y aunque sé que no los tengo hay momentos donde me siento perdida. Las palabras no conectan, los signos de puntuación no se acomodan y la idea simplemente no fluye, se estanca. He realizado escritos y guiones que han gustado mucho a mis docentes, donde me plantean que debería publicarlos o participar en concursos de escritura. La verdad en ese momento me siento muy alaga pero al final me queda un sin sabor.
Un sin sabor de no tener la suficientes herramientas de lectoescritura para presentar un excelente escrito. Me encanta la idea de escribir pero tal como lo dice su texto; va encaminado con la lectura y la disciplina; el estar en constante aprendizaje para escribir mejor para y por el lector.
Gracias por su texto por que me da claridad sobre como, por que y para que; expresarme en letras conectadas.
Excelente texto.
Feliz noche.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Angie, gracias por tu comentario.
vanesa peña dijo:
Buenas tardes,
Los puntos de vista que se han tomado son constructivos y en mi opinión lo más importante es habituar la lectura individualmente para proseguir a reflexionar escribir y repasar.
Uno como docente debe comenzar con esta disciplina y educarse para adaptar una guía en la cual se puede aplicar en los estudiantes trascendiendo unos a otros para que alfin se adapte como un gusto y no como una obligacion. Es abrir el espacio o la posibilidad de que sea una iniciativa propia
Los consejos que haz propuesto es exactamente por lo que debemos iniciar individualmente
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Vanesa, gracias por tu comentario.
Karen Milena Roa Gomez dijo:
Buenas tardes, es cierto es uno de nuestros mas grandes temores, realizar ensayos u opiniones respecto a alguna lectura o texto, pues en mi casa nunca me incline mucho hacia los textos, o cuentos porque en mi casa realizaban otro tipo de actividades, aunque algunas veces he tenido la oportunidad de leer novelas, que podría decir son mi genero favorito, no he dado con alguna buena para empaparme más de la lectura y así mismo mejorar mi escritura, ya que, aunque ya estoy en mi carrera profesional, aun se cometen muchos errores de escritura.
Los docentes nos facilitan guías, lecturas, y muchos textos, pero se vuelve aburridor cuando desde pequeños no tomamos ese habito por leer., Maestro, ¿Cómo podríamos impartir dicho habito a los mas pequeños?, ¿Es cierto que se logra iniciar con títeres o imágenes ilustradas?, en realidad ¿esto funciona, para volvernos buenos lectores?, porque es cierto cuando mencionas que si no sabemos leer, se nos va a dificultar mucho de escribir ¿Pero como volvemos eso un habito desde pequeños?.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Karen Milena, gracias por tu comentario. Los títeres pueden ser un manera de motivas a leer a los más pequeños. En la incorporación de hábito es clave el papel de la familia. Considero que el libro álbum es otro recurso de gran riqueza, porque articula el texto con la imagen (en este blog hay algunas entradas al respecto).
Sofia Moreno dijo:
Buena tarde maestro, las reflexiones y orientaciones dadas en el texto nos percatan del como los seres humanos podemos ser capaces de desarrollar nuestras habilidades cognitivas de buena manera y del como la escritura nos ayuda a pensar, imaginar, inventar y ser críticos. Siempre se debe estar conscientes tanto en la vida como en la escritura, es que es prueba y error, esto no quiere decir que nos rindamos ante el primer obstáculo, sino seguir practicando hasta que salga de manera adecuada; tal como es mencionado en el artículo necesitamos de una perspectiva diferente para reconocer errores de redacción y mejorarlos.
Muchas gracias por estos grandes consejos. En lo personal con el tiempo he aprendido a como tener una buena redacción y tener motivación de escribir y leer un y mil pensamiento; Gracias a estos consejos comprendo un poco más sobre el arte de la literatura.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Sofía, gracias por tu comentario.
Marcela Quintana dijo:
Buen día maestro, es gratificante poder saber cuáles son las debilidades que tenemos al escribir un texto, porque para mí por ejemplo es complejo, cómo bien lo dice es su texto, necesitamos a alguien que nos haga ver y caer en cuenta los errores, las repeticiones de palabras, el sentido de la lectura, muchas veces se escribe por salir del paso algo muy ligero y otra veces estamos tan inspirados que escribimos y nadie nos Lee y sencillamente ese texto quedó en el olvido, asusta la frase “hagan un ensayo” , por lo general cuando piden ensayos la lectura por más sencilla que parezca resulta
difícil simplemente por el hecho de saber que debes hacer tu propia reflexión acerca del texto. Me ha enriquecido bastante está lectura, he tomado cada uno de los tíos y sé que así me será mucho más fácil la próxima vez, crear y plasmar un escrito. Muchas gracias maestro. Dios lo bendiga
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Marcela, gracias por tu comentario. Me alegra saber que mis reflexiones han servido para mejorar tu escritura.
Paola Carrillo dijo:
Buenas noches maestro, es impactante imaginar qué situación están viviendo nuestros estudiantes en la actualidad, no solamente, por el simple hecho de la nueva tecnología a lo que reconocemos nos da esa autocorrección en las palabras y muchas veces se equivoca, sino que también, desde su lectura, podemos evaluar cada una de las dificultades que se pueden presentar en estudiantes no solo universitarios sino también bachilleres, sobre todo cuando no hay una retroalimentación de los procesos de escritura que se puedan dejar como actividad o trabajar en clase, mucho de esto también se manifiesta, en el simple hecho de la comprensión lectora donde se evidencia que cada estudiante toma ideas de una manera distinta pero en realidad, nunca concreta. Teniendo en cuenta todo lo anterior, su aporte me permite fortalecer mi quehacer como docente y a su vez como estudiante, permitiendo motivar a mis chicos desde los buenos procesos de lectura y escritura, fortaleciendo en ellos y en mí todas estas debilidades que se plantean y dificultades que se pueden evidenciar en la vida diaria. Muchas gracias por esta información maestro y bendiciones.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Paola, gracias por tu comentario.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Marcela, gracias por tu comentario.
Diana Giròn dijo:
Es muy bonito leer estas palabras en estos momentos, màs allà de las inquitudes, estan las reflexiones, aprender a vivir lo leido y poder plasmarlo en un escrito es un arte
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Diana, gracias por tu comentario.
Leonel Fernández dijo:
Muy buenos consejos Doctor Fernando,
Muchas gracias por motivarnos cada día a aprender.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Leonel, gracias por tu comentario.
noruanc dijo:
Pero dar el primer paso es clave, el problema es el cómo hacerlo…q tal si existe el deseo y la motivación pero no la habilidad, o por el contario en qué fuente hallar el impulso. Complejo más nunca imposible.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario.
katerine Bravo Rengifo. dijo:
Hola mi maestro.
Sinceramente no he sido una persona disciplinada y esta es una de las razones por las que no he avanzado en este proceso, sin embargo considero que durante el transcurso de las diferentes etapas académicas no me encontré maestros apasionados por la escritura y mucho menos con quienes trabajar en los borradores, por lo tanto cada vez que leo sus libros y demás materiales siento que son indispensables para avanzar en el proceso. Aprovecho para comentarle que nos encantaría que regrese a Popayán, toda la colonia de Popayán le espera con los brazos abiertos.
Un abrazo
Katerine Bravo R.
Gripitas, Jenny y todos el club de fans….esperamos tener aunque sea otro módulo del diplomado con usted.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Katerine, gracias por tu comentario. Ojalá pronto esté de nuevo con ustedes. Un saludo fuerte a todo el equipo de maestros.