La mayoría de autores que han reflexionado sobre el ser y las características de la reseña coinciden en que es un tipo de texto híbrido. O bien es el resultado de conjugar el resumen y el comentario[1] o es la suma de aunar elementos de los textos expositivos con lo medular de los argumentativos. También coinciden en que la reseña tiene como fin hacer un juicio valorativo; en este sentido, su finalidad rebasa la mera descripción del contenido o la simple enumeración de las partes de un texto o una obra cultural[2].
Y si se trata del campo de la investigación la reseña debe cumplir la función de dar cuenta del contenido de determinado texto pero en función de la pertinencia, calidad o utilidad para una problemática específica. Cuando así se procede, el reseñista no puede olvidar que su tarea está al servicio de los objetivos de la pesquisa y que el juicio que emita dependerá de qué tanto aporta al proyecto investigativo bien sea en la fundamentación teórica o metodológica.
De otra parte se encuentran algunas indicaciones para elaborar las reseñas. Las hay demasiado genéricas y tan específicas que parecen un protocolo de estricto cumplimiento. Pero para no caer en un simplismo o en una minucia en su construcción, podemos decir que la reseña debe atender a tres grandes partes o momentos: referencia, resumen y juicio crítico[3]. Sobra decir, de una vez, que estas fases operan como una carta de navegación que dependiendo de la pericia y la experiencia del reseñista lograrán un resultado afortunado u obtener grandes beneficios.
La primera fase de la reseña, que a veces se coloca al inicio como un epígrafe o en un recuadro, corresponde a los aspectos de la referencia bibliográfica (título, autor, editorial, ciudad, fecha, número de páginas) y algunos datos de la edición del texto (formato, tipo de publicación, filiación institucional). Si lo que se está reseñando es un hecho cultural pues se incluirá aquí lo que se llama la ficha técnica, el reparto o los datos identificativos del espectáculo.
El segundo momento de la reseña tiene que ver con el resumen del texto o la sinopsis del evento. Esta fase demanda una lectura juiciosa, atenta y, por lo general, acompañada de notas y esquemas del texto. Si la reseña es de un hecho cultural (demos por caso una película) lo recomendable es poder apreciarlo por lo menos dos veces. Sea como fuere, elaborar el resumen requiere atender a ciertas operaciones de pensamiento que, a diferencia de lo que se comúnmente se cree, van más allá de producir un texto reducido o resultado de una mirada superficial.
Para elaborar el resumen se pueden seguir las cuatro macrorreglas propuestas por Teun A. van Dijk[4]. Esas cuatro operaciones del pensamiento son: a) Omitir, que consiste en eliminar las informaciones menos importantes. Los datos omitidos deben ser elementos adheridos a las estructuras pertinentes que no tienen una función significativa dentro de la estructura del conjunto. Esta información es irrecuperable. b) Seleccionar, que es una operación en la que se suprimen datos del texto original, pero que pueden ser recuperables por implicación, presuposición o redundancia. Es decir, podemos seleccionar aquellos enunciados que implican a otros por inferencias o deducciones. c) Reconstruir, entendida como una operación mental para agrupar o integrar toda una serie de informaciones en torno a un esquema o un guión. Implica operaciones de interpretación, transformación y recombinación de las unidades lingüísticas. En suma, comprende las relaciones entre datos dispersos. d) Generalizar o abstraer, en la que se substituye el texto original por otro más conciso que ignora ciertos detalles.
Si la reseña omite este apartado del resumen muy fácilmente desembocará en el comentario gratuito o dejará al lector sin saber bien de qué se trata el texto o hecho cultural tomado como motivo. El resumen, siguiendo a Nietzsche o a Estanislao Zuleta, es la etapa en la que el reseñista debe asumir como “camello” el texto: rumiarlo, dar cuenta de él, desentrañar su estructura y la médula de su contenido.
El tercer momento, que es lo esencial de la reseña, es el juicio sobre la obra o hecho cultural objeto de nuestro interés. Es el momento para la lectura crítica. Esta apartado puede hacerse de diversa manera: 1) Analizando cada uno de los capítulos o grandes apartados del texto o hecho cultural; digamos que es una lectura consecuente con la organización secuencial de la obra o hecho, de principio a fin. 2) Haciendo una lectura transversal del texto o hecho cultural; cuando se toma esta vía, el reseñista podrá elegir un camino que según su entender está explícito o implícito en la obra. Lo importante es que tal lectura crítica en verdad evidencie ese tópico que cual si fuera un meridiano atraviesa cabalmente el conjunto. 3) Siguiendo determinados indicios o huellas, desperdigas a lo largo del texto o hecho cultural motivo de nuestra reseña. La lectura crítica, en este caso, corresponde a un trabajo de pesquisa en la que se van hilando indicios como quien arma un rompecabezas o descubre un enigma.
Lo importante de cualesquiera de estas formas es la de superar la fugaz impresión o quedarse por fuera del texto o hecho que nos interesa reseñar. La reseña, hay que repetirlo, es un ejercicio de escritura en el que se da cuenta de una lectura en profundidad de un texto. Lo contrario es caer o confundir las diferencias de la reseña con el comentario casual, la columna de opinión o la sinopsis descriptiva. Si el reseñista se confía en la información sacada de afán o en acudir a esos resúmenes que proliferan en la web, sin enfrentar el texto o hecho en cuestión, lo más seguro es que el resultado no sea de calidad o no se cumpla el propósito académico.
Precisamente, esta última parte de la reseña es la que ha hecho que se la relacione con los textos argumentativos, en cuanto buscar persuadir al lector de una valoración específica. El reseñista como el que escribe un ensayo, desea persuadir o disuadir a los posibles lectores o espectadores de que lean, vean o escuchen determinado producto cultural. De ser esto así, la reseña pertenece a los textos epidícticos: esos discursos que buscan alabar, censurar, admirar; convencer a otros de las bondades o defectos de un texto u obra. El autor de una reseña, vistas así las cosas, pretende influir en otros para que piensen o actúen positiva o negativamente sobre lo que es el objetivo de su tarea.
Notas y referencias
[1] Así lo entiende, por ejemplo Marina Parra, en su libro Cómo se produce el texto escrito. Teoría y práctica, Magisterio, Bogotá, s.f., pp. 147-149..
[2] Una lectura provechosa para el neófito en hacer esta modalidad textual es el capítulo 4: “La reseña” del libro Lectura, metacognición y evaluación de Álvaro William Santiago, Myriam Cecilia Castillo y Jaime Ruiz Vega, Alejandría, Bogotá, 2006, pp,151-188,
[3] La profesora Neyssa Palmer Bermúdez de la Universidad de Puerto Rico denomina a estas tres partes: identificación, resumen y crítica. Puede consultarse en internet su excelente módulo “Los elementos fundamentales de una reseña”, http://www1.uprh.edu/cruzmigu/ESPA_LEFDUR.pdf
[4] En La ciencia del texto, Paidós, Barcelona, pp. 59-63.
EDWARD ZULETA ALONSO dijo:
Buenas tardes maestro Fernando, espero que se encuentre muy bien de salud. Acudo a usted porque tal vez me puede ayudar a encontrar o me pueda sugerir bibliografía sobre la reseña descriptiva y la reseña critica.
Muchas gracias, un saludo.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Edward, gracias por tu comentario y por tus palabras de mejoría. En este mismo blog encontrarás material al respecto. Por lo general, el resumen (que es una descripción) hace parte de la primera parte de la reseña. El segundo momento es la valoración (que correspondería al aspecto crítico).
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Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Profejesusolivo, gracias por tu comentario.
Jairo Alonso Ramírez C. dijo:
RESEÑA DE LA OBRA “EL OJO Y EL ESPÍRITU”
Maurice Merleau-Ponty, filósofo fenomenólogo francés, en la obra “El ojo y el Espíritu” presenta al lector una reflexión crítica mirada desde la indagación de los problemas concernientes a la conciencia y al cuerpo, a lo visible y lo invisible sobre la forma, la relación y la percepción que el pintor tiene con la ciencia, el movimiento, la dióptrica, la dimensionalidad de los objetos.
Tomando referentes de pensamientos de otros filósofos, hombres de ciencia y pintores como Cézanne, Giacometti, max Ernst, Descartes, entre otros y sus propias reflexiones, escribe sobre lo operacional del pensamiento en las creaciones humanas, donde la concibe conforme al modelo de la” máquina humana”. Ilustra la función del ojo en la manera de ver y de mirar el mundo, pero también, para los ciegos, como el bastón se convierte en la vía para tal fin; hace una análisis de la imagen vista a través del espejo o plasmada en el cuadro o pintura que el pintor busca irradiar de lo visible con los “nombres de la profundidad, espacio y color” como él mismo lo expresa.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Jairo Alonso, gracias por tu comentario.
Noruan dijo:
Buenas Noches profe. Teniendo en cuenta tus sugerencias, volví a leer el capítulo 1 y 3. Cambié las ideas que tenía en mi resumen respecto a los capítulos en mención. Como no eran muchas las correcciones me lancé a escribir la tercera parte de mi reseña, la parte de la valoración. Me sentí temerosa al asumir este reto, pero en fin…
Esta reseña pretende mostrar los postulados de la obra El Ojo y El Espíritu de Maurice Merleau – Ponty 1 de 70 páginas, cuyo título original es L’Oeil et l’esprit., publicado en francés por Editions Gallimard, París 1964, con la traducción de Jorge Romero Brest. La edición trabajada es de Ediciones Paidós Ibérica, S.A que fue impresa en España en 1986. La idea central del texto consiste en establecer la ciencia que subyace al arte de pintar valiéndose de su experiencia y de algunas teorías que existen en la filosofía en cuanto al ser.
El libro, organizado en cinco capítulos, establece la función del pintor y el proceso que realiza para crear su obra. El primero presenta aquello que ha perdido la ciencia al no posesionarse en el mundo sensible, y cómo ese mundo es aprovechado por el pintor para exteriorizar urgencias particulares. El segundo introduce el concepto de visión en relación al cuerpo, el espíritu y el movimiento. En el siguiente capítulo se hace énfasis, desde la metafísica de la profundidad, en el pensamiento cartesiano del espacio como ser mediador entre el alma y el cuerpo. Continúa en el penúltimo capítulo relacionando los elementos que juegan un papel importante para que el pintor cree, con la esencia misma del ser, abordada desde algunos momentos históricos de la pintura. Cierra su libro ilustrando cómo es que el artista comunica los elementos de la pintura que nunca se agotan en sí mismos.
A primera vista se podría pensar que el ensayo de Merleau es una metáfora entre alguna teoría científica en torno al ser y la pintura como expresión artística. Pero esto no sólo es una apreciación pobre sino parcializada de la exquisitez con que el autor plantea una visión de mundo a la vez que invita al reconocimiento del interior del artista que rompe las barreras de la lógica del pensamiento y del sentir. Para reflexionar aquello que subyace al trabajo del pintor, en Merleau, se requiere contar con el manejo de conceptos filosóficos que van desde la base de la fenomenología hasta la concepción metafísica de Descartes, de manera que el lector cuente con las herramientas que le permitan entender a profundidad esas nociones de espacio, visión, pensamiento, cuerpo, entre otras, y no perder el norte cuando se apropia de ese hilo que lo lleva a adentrarse en su humanidad buscando tocar ese espíritu para que se acerque a la realidad de otra manera y pasee por las cosas viendo en ellas lo que comúnmente no se ve.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Revisa mi respuesta del 4 de septiembre.
ROCIO BARRERA LEON dijo:
Merleau-Ponty, folósofo
El Ojo y El Espíritu, un libro pequeño traducido por Jorge Romero Brest, su tituló origina fue, L’Oeil et l’esprit., publicado en francés por Editions Gallimard en París.
La presente reseña basada en esta obra, indica cómo toma cuerpo en el pensamiento de Descartes la diferencia básica entre filosofía y ciencia; lo simultáneo que trascurre la ciencia y la naturaleza del cuerpo, ellos dos que trascienden al estado del alma. Las artes, pero lo primordial de esta obra, la pintura, a través de la visión muestra todos los aspectos del ser; el ojo un espejo de lo real comunicado a un tercero quien percibe lo irreal del primero. La forma nos da la esencia de las cosas. Pero este esencia no pertenece a un mundo de ideas separado, sino que está en la misma substancia, esto dicho en metafísica; así que la ponencia de este ilustre filósofo es mostrar la desocultación del Ser, dando origen a las obras de arte mostradas a través de lienzos llenos de imaginación y creatividad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rocío, gracias por tu comentario. Revisa la redacción del texto. Tienes elementos pero están desorganizados. Menciona de qué trata cada uno de los capítulos. Ajusta la extensión de tu resumen (tienes 163 palabras;el límite es 150).
Noruan dijo:
Hola profe, te envío mi primer intento de reseña pero sólo la parte de introducción y resumen para ver cómo voy. La parte de valoración irá luego de corregir y configurar las dos primeras. Gracias mil
Esta reseña pretende mostrar los postulados de la obra El Ojo y El Espíritu de Maurice Merleau – Ponty 1 de 70 páginas, cuyo título original es L’Oeil et l’esprit., publicado en francés por Editions Gallimard, París 1964, con la traducción de Jorge Romero Brest. La edición trabajada es de Ediciones Paidós Ibérica, S.A que fue impresa en España en 1986. La idea central del texto consiste en establecer la ciencia que subyace al arte de pintar valiéndose de su experiencia y de algunas teorías que existen en la filosofía en cuanto al ser.
El libro está organizado en cinco capítulos a través de los cuales se establece la función del pintor y el proceso que realiza para crear su obra. El primero da cuenta de la manera cómo el pensamiento científico se posa sobre las cosas y de la visión que se tiene del mundo en cuanto a los objetos. El segundo introduce el concepto de visión en relación con el cuerpo, el espíritu y el movimiento. En el siguiente capítulo se hace énfasis en el pensamiento artístico del arte de pintar desde la profundidad y el espacio. Continúa en el penúltimo capítulo con la relación entre los elementos que juegan un papel importante para que el pintor cree, con la esencia misma del ser, abordada desde algunos momentos históricos de la pintura. Cierra su libro ilustrando cómo es que el artista comunica los elementos de la pintura que nunca se agotan en sí mismos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Esa es la secuencia indicada: primero el resumen y luego la valoración. Muy bien la extensión (152 palabras) y el manejo de la puntuación. Ajusta lo que afirmas del primero y el tercer capítulo. Un consejo: relee de nuevo esos apartados.
Ana Betulia Pachón Espinosa dijo:
Ana Pachón . La reseña.
El libro el ojo y el espíritu, del escritor Maurice Merleau.Ponty, tiene cinco capítulos, escrito en setenta páginas.Editorial Paidos. Buenos Aires.1977.
A lo largo del libro, el autor toca elementos y la relación entre estos (cuerpo, el movimiento, la visión, el alma) y la manera como los usa para mostrar como ve el mundo.
En el capitulo un habla de la ciencia como un pensamiento activo; sin embargo el arte y la pintura no quieren saber de ese activismo.
En el capitulo dos,Trata de lo visible y vidente que es el ser; características propia del cuerpo que tiene movimiento y visión.
El capitulo tres,menciona a varios filósofos, pero privilegia a Descartes,quien piensa que, el cuerpo es el lugar donde habita el alma, Pero destaca el acto de la visión dentro del cuerpo y que es pensamiento. Y son estos elementos: visión,cuerpo, pensamiento, alma, los que nos permiten ver la profundidad que plasma el pintor.
en el capitulo cuarto , el autor nos anuncia que.”Hay que comprender al ojo como la ventana del alma” (Merleau-Ponty,1977, p. 61) . El pintor acepta el mito de las ventanas del alma:”Lo que es sin lugar sea sujeto a un cuerpo;aún más que sea iniciado por él y todos los demás cuerpos y a la naturaleza.
En el capitulo quinto, cierra diciendo que en la pintura no hay problemas separados, ni caminos opuestos, ni soluciones parciales.”Aun cuando tenga el aire de ser parcial, su investigación siempre es total” (Merleau-Ponty. 1977 .p. 68). Destaca que la ciencia aprende a reconocer una zona de lo fundamental. Y concluye diciendo que toda la historia humana en cierto sentido es estacionaria.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana Betulia, gracias por tu comentario. Tienes buenos elementos para hacer el resumen. Organízalos de mejor manera. Ten presente la extensión máxima: 150 palabras.
Luz Esperanza López Welfar dijo:
MAURICE MERLEAU-PONTY
EL OJO Y EL ESPÍRITU
El escrito relaciona el tema de la conciencia y el cuerpo, lo que se puede ver y lo oculto. Expresa cómo el pintor se acerca a la realidad y se deleita de ella a través de sus ojos para ver y sus manos para pintar.
El pintor, observa las cosas, las adapta a su vivencia y disfruta de ellas, las goza y las proyecta a través de sus trazos; convirtiendo la realidad en un ardid maravilloso, ideal e ilusorio. El ojo es el que percibe el mundo y sus carencias, mientras que el cuerpo y alma se articulan en la obra del autor para transferirlo a la creación pictórica conjugando visión y movimiento lo que le permite acercarse al contexto.
El arte y en especial la pintura es libre de interpretar la realidad. Todo lo que se ve, se piensa y se dice, llega al alma y desde allí es plasmado en las figuras secretas de la pintura. La visión integra todos los aspectos del ser humano y el artista los adorna de profundidad, color, forma, línea y movimiento. Se puede dimensionar hacia lo invisible, que lo hace presente desde lo ausente y lo convierte en realidad.
El autor del libro demuestra una actitud materialista en la forma de ver y transformar la realidad, manifiesta que la ciencia se debe ubicar en un mundo sensible, real y en contexto.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Esperanza, gracias por tu comentario. Tienes elementos valiosos para tu reseña. No obstante aún no tienes un buen resumen. Una ayuda: ¿cuántas partes tiene el texto?, ¿de qué habla cada una de ellas? Ten presente la extensión: entre 120 y 150 palabras.
SAIRA E. FLOREZ ZAMBRANO dijo:
RESEÑA EL OJO Y EL ESPÍRITU
EL RESUMEN
Autor: Maurice Merleau Ponty Editorial: Paidos
MAESTRANTE: SAIRA FLÓREZ ZAMBRANO
El libro es una percepción del autor acerca del pintor, la corporalidad, el espíritu y la visión. El pintor, ese ser que utiliza su cuerpo como instrumento para plasmar en sus obras lo que su espíritu quiere transmitir, comunicar; pues su esencia se encuentra en su interior y es el espíritu, el que cambia el mundo con su pintura. Por otro lado la visión hecha pensamiento, que tiene el don de lo visible y que capta más allá de lo que puede ver los ojos. Se aprecia además un recorrido por la historia moderna de la pintura. Las obras que nacieron de los momentos de la vida misma, que dan cuenta de la visión del pintor, que han tenido numerosas interpretaciones, que las han hecho permanecer a través de la historia misma.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Saira, gracias por tu comentario. Bien por el manejo de la extensión. Sin embargo, es fundamental en el resumen decir de qué trata el texto. ¿Cuántas parte tiene?, ¿cuál es el contenido esencial de cada una de ellas?
Jessica Tatiana dijo:
MAURICE MERLEAU PONTY (1908- 1961)
Importante filosofo, fenomenológico francés, cuya época abarca la estructura del comportamiento y fenomenología de la percepción, quería demostrar que la percepción no es el resultado casual de las sensaciones, por el contrario soportaba el estudio lógico de las cosas tal cual aparecen.
En su escrito “El ojo y el Espíritu” PONTY da una breve introducción a lo que será la temática central de su texto “lo que intento traducir para ustedes es más misterioso, se enreda con la raíces mismas del ser, en la fuente impalpable de las sensaciones”.
Escrito de 70 páginas, realizado en el año 1977 por la Editorial Paidos, en Buenos Aires, Argentina.
El presente texto esta designado en cinco capítulos donde se menciona la concepción del autor sobre la visión y su inclusión desde su interior y exterior; la concepción de la ciencia desde el punto de vista de PONTY, es considerado como un pensamiento admirablemente activo, ingenioso, desenvuelto, esa concepción de tratar a todo ser como “objeto en general” a la vez como si no fuera nada; pensar en ensayar, operar, transformar, con la única reserva de un control experimental en el que intervienen sino los fenómenos altamente “trabajados” y que nuestros aparatos más bien producen que registran. Nunca como hoy la ciencia ha sido tan sensible a los modos intelectuales. Nuestra embriología, biología, están llenas de gradientes, El gradiente es una red que se tira al mar sin saber que recogerá. O también la delgada rama en la que se harán cristalizaciones imprevisibles. Esta libertad de operación esta ciertamente en camino de superar muchos dilemas vanos, preguntándose por que la herramienta funciona aquí y fracasa allí.
Sólo el pintor tiene derecho de mirar todas las cosas sin algún deber de apreciación. Se diría que para él las palabras de orden del conocimiento y de la acción pierden su virtud, según Valéry el pintor es quien “aporta su cuerpo”. Basta que vea una cosa para saber unirme a ella y alcanzarla, aunque no sepa cómo se hace en la maquina nerviosa, no se ve sino lo que se mira. ¿Qué sería la visión sin el movimiento de los ojos, pero cómo ese movimiento confundiría las cosas si él mismo fuese reflejo o ciego, si no tuviera sus antenas, su clarividencia, si la visión no se precediera en él? El mundo visible y el de mis proyectos motores son partes totales del mismo ser.
El enigma reside en que mi cuerpo es a la vez vidente y visible. El, que mira todas las cosas, también se puede mirar, y reconocer entonces en lo que ve el “otro lado” de su potencia vidente. Estas inversiones, estas antinomias, son diversas maneras de decir que la visión está presa o se hace en el medio de las cosas.
Entonces el papel del pintor es rodear y proyectar lo que se ve en él, vive en la fascinación, sus acciones más características, esos gestos, esos trazos de los que sólo él es capaz, es un nacimiento continuado.
La visión consiste en saber “cómo se hace” no se razonará tanto sobre la luz que vemos, más sobre la que entra desde afuera en nuestros ojos y ordena la visión, y se limitará a “dos o tres comparaciones que ayuden a concebirla” según descartes los ciegos “ven las manos” el modelo cartesiano de la visión es el tacto, en seguida él nos desembaraza de la acción a distancia y de esa ubicuidad que es toda la dificultad de la visión. Si el reflejo se parece a la cosa misma es porque obra sobre los ojos casi como una cosa, la semejanza de la cosa y su imagen especular no es más que una denominación exterior que pertenece al pensamiento.
Según la redacción anterior se puede inferir como el autor Maurice Merleau Ponty describe de manera filosófica y algo fenomenológica la función de la visión, considerándola como importante para la creación del arte y la pintura, propone desde diferentes puntos de vista la concepción de la visión, considerándola como un poco más allá de lo que el ojo logra ver a simple vista, tomando como referencia la concepción del pintor, refiere que esté es quién considera la pintura en su máxima expresión, es la manera cómo interpreta el mundo desde una concepción interna y externa.
Toma como supuestos la idea de descartes al manifestar que los ciegos “ven las manos” el modelo cartesiano de la visión es el tacto, el nos desembarazara de la acción a distancia y de esa ubicuidad que es toda la dificultad de la visión; con Cézanne establece la parte profunda de la concepción de la visión como algo interno del ser que se halla en todos los espacios y formas. Considero que la concepción de descartes es la aproximación más real a la concepción de lo que para un pintor es la visión, la manera de cómo plasmarla en un trabajo artístico para el caso de la pintura; es así como el autor considera a la visión como la relación de esté como el mundo externo y una ilusión o percepción sin presencia del objeto.
La mirada de Ponty va un poco mas allá de lo que es el objeto, tiene en cuenta el contexto, es decir el ambiente bajo el cual se encuentra y la forma como se crea esta imagen en nuestro interior, de esta manera con una imagen se forma la concepción del pintor sobre lo que desea recrear.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Jessica Tatiana, gracias por tu comentario. Tienes elementos dispersos que podrían servirte. Te recuerdo que primero estamos haciendo el resumen del texto. Ya pasaremos luego a la valoración. Los apellidos del filósofo son Merleau-Ponty. Una ayuda: mira la entrada a mi blog del 1 de septiembre.
SAIRA E. FLOREZ ZAMBRANO dijo:
RESEÑA EL OJO Y EL ESPÍRITU
EL RESUMEN
Autor: Maurice Merleau Ponty Editorial: Paidos
MAESTRANTE: SAIRA FLÓREZ ZAMBRANO
En la primera parte del libro el autor hace un análisis profundo acerca del pintor y su corporalidad; “Sólo el pintor tiene el derecho de mirar todas las cosas sin algún deber de apreciación”, sin condicionamientos. En tanto que el escritor o el filósofo es responsable de su opinión o posición y no puede evadir esa responsabilidad. Se concibe al pintor que “aporta su cuerpo”, lo presta para que el espíritu cambie al mundo con su pintura. Es la corporalidad la que permite a través de los sentidos, la conciencia que experimenta el mundo, el cuerpo como un instrumento; “Mi cuerpo móvil cuenta en el mundo visible, forma parte de él, y por eso puede dirigirlo en lo visible” “El enigma reside en que mi cuerpo es a la vez vidente y visible” No es el pintor visible y vidente quien se expresa, pues su naturaleza está en el interior, en su espíritu; y es ese espíritu el que transmite, el que se comunica.
Por otra parte la visión como computadoras del mundo que tiene el don de lo visible, de lo que está más allá de lo que perciben los ojos. “El ojo ve el mundo y lo que le falta al mundo para ser cuadro, y lo que falta al cuadro para ser el mismo” “La pintura nunca celebra otro enigma que el de la visibilidad”, esto tiene que ver con “el mundo del pintor es un mundo visible; la pregunta es ¿la pintura como tal es realmente visible para todos?; o sólo se percibe artificialmente esas significaciones mudas, dejando de lado el trasfondo de lo que el pintor quiere transmitir, viendo solo lo que es evidente ante los ojos.
El enigma de la visión. No hay visión sin pensamiento. Pero no basta pensar para ver: la visión es un pensamiento condicionado, nace “en ocasión” de lo que sucede en el cuerpo, es excitada a pensar por él. No elige ser o no ser, ni pensar esto o aquello. Con relación a este enigma el pensamiento viene de adentro y no viene por una “intrusión” de afuera; sin embargo esta lo condiciona haciéndolo ver esto o aquello. Es decir la visión hecha pensamiento.
En otro aparte, se concibe al ser como un compuesto de alma y cuerpo, que conlleva un pensamiento acerca de él; aquí ya no es el cuerpo el medio de la visión; no se ve conforme a la envoltura exterior, se ve desde adentro, se percibe el mundo alrededor y no al frente. Es por ello que la visión se manifiesta de ser más que ella misma.
Por otro lado encontramos la historia moderna de la pintura, con sus propias dimensiones, que nacieron de los acontecimientos de la vida misma. El sentido que se les da en otro tiempo nace de ellas. Las reinterpretaciones interminables, de las cuales las obras son legítimamente susceptibles. Es de considerar que la forma en que se conciben ciertos momentos depende de la familiaridad que se tenga con ese momento histórico, con el contexto, pudiendo existir una pluralidad de interpretaciones y que hacen del acontecimiento un tema durable de la vida histórica.
A través de la grandes obras, se describe la visión del pintor ya no como una mirada hacia
afuera relación “Física-óptica”, pues el mundo no está enfrente de él; es más bien el pintor que nace en las cosas como por concentración, venido así mismo de la visible, para demostrar como las cosas se hacen cosas y el mundo se hace mundo.
En el texto encontramos además, alguna percepción acerca de la línea y el color en la pintura. La primera instala cierta manera para la línea del ser y de hacerse línea. Esta ya no es como en la geometría clásica, la aparición de un ser en el vacío sin fondo; es restricción, segregación, modulación de una especialidad previa, como en las geometrías modernas. Es a través de ellas, las líneas latentes que se ha dado un movimiento por desplazamiento, por vibración o irradiación; la relación con ella misma, formará una aventura, una historia, un sentido de la línea. En cuanto al color, se trata de otra dimensión que le da a la pintura identidad, que está más allá del color envoltura.
Se evidencia en el texto la posición de los autores de como la pintura invoca una ciencia pictórica que no habla con palabras, sino con obras que existen en lo visible a manera de las cosas naturales y que se comunica por ellas. Además de ser una ciencia que viene del ojo y se dirige al ojo. De esta manera hay que “comprende el ojo como la ventana del alma”. “El ojo…por el que es revelada a nuestra contemplación la belleza del universo”. “El ojo realiza el prodigio de abrir el alma a lo que no es alma, el bienaventurado de las cosas, y su Dios, el sol”. La visión, por la cual tocamos el sol, las estrellas, estamos al mismo tiempo en todas partes, tan cerca de las cosas lejanas como de las próximas. Para finalmente decir que lo característico de lo visible es tener una duplicación invisible en sentido estricto, que lo vuelve presente como una cierta ausencia. Describe además como el pintor toca por la visión las dos extremidades. Desde lo visible algo ha invadido su cuerpo, y todo lo que él pinta es una respuesta a esa suscitación, convirtiéndose su mano en un instrumento ajeno a su voluntad. Es ese ser mudo que manifiesta su propio sentido.
Finalmente resaltar la importancia del ojo como la ventana del alma, que permite alimentar los sentidos con la contemplación del mundo y el universo. Es por la vista como se contenta al alma presa en el cuerpo.
Además de concluir que la profundidad, el color, la forma, la línea, el movimiento, el contorno, la fisonomía, son ramificaciones del Ser, porque cada obra puede traer todo el ese ramillete de aspectos que hace en cada obra la diferencia.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Saira, gracias por tu comentario. Celebro tu entusiasmo y dedicación con esta tarea. Es un texto demasiado extenso para ser un resumen. Ten presente que Merleau-Ponty es un autor y no dos autores. No sé si revisaste la última entrada del blog en la que doy algunas pistas para la primera parte de la reseña. Si no lo has hecho, te invito a mirarla con atención. Allí, comento, la extensión del resumen (que será nuestro punto de partida). Revisa también los ejemplos sugeridos. Por ahora, entonces, nos ocuparemos más del resumen que de la valoración crítica.
Ramiro Rico Martínez dijo:
El ojo y el espíritu. Reseña. Autor: Maurice Merleau-Ponty año: 1977, Ed. Paidos
El libro se divide en 5 capítulos, su tema central es la relación que establece el pintor con las pinturas que hace, hay establecida una diferenciación entre la manera como la ciencia trata los objetos u objetividad y como los trata el arte.
Según el autor la ciencia trata el objeto visto como algo ajeno al ser humano, en este trato el pensamiento interfiere poderosamente poniendo a prueba sus intrincados mecanismos, la ciencia se sustenta en la abstracción del intelecto, lo que denota el tomar partido, el opinar. Por otro lado, el pintor posee su técnica que se basa en su cuerpo y su ver, su hacer esta cargado de visión sin la necesidad de comprometerse con nada, su trabajo queda libre de ataduras humanas, aunque necesite del mundo como insumo básico.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Lo primero, al hacer la reseña, es elaborar un buen resumen. Relee el texto. Mira mi última entrada en el blog en la que ofrezco algunas pistas para aprender a resumir.
Ramiro Rico martínez dijo:
El ojo y el espíritu. Reseña. Autor Maurice Merleau-Ponty. Año 1977, Ed. Paidos.
El libro se divide en cinco capítulos. El autor se ocupa de la percepción y la pintura, el pintor une su visión y la motricidad de su cuerpo para producir sus pinturas, basado únicamente en el mundo. Es un enigma basado en la visibilidad, libre del pensamiento, objetivo o científico. Según el autor, El espíritu une cuerpo y mundo por medio de la percepción, pues el cuerpo es parte del mundo debido a que se mueve en él. Los siguientes capítulos continúan argumentando esta idea, Descartes sirve de puente explicativo para contrastar sus argumentos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Te recuerdo que estamos trabajando la parte del resumen. Más tarde haremos la valoración del texto. Ten presente la extensión: entre 120 y 150 palabras. Habla de qué trata cada una de las cinco partes del libro.
Martha Lucía Vargas Liévano dijo:
En el texto el ojo y el espíritu el filósofo Francés Maurice Marcel Ponty hace una reflexión entre ciencia y pintura. Inicialmente ubica al lector en el concepto de ciencia, pues hasta el momento, dominaba el conocimiento y se le facultaba de ser la poseedora de la verdad absoluta, sin embargo, la filosofía y la pintura darán cuenta de la belleza. El pintor plasmara libremente el mundo a través de su técnica. La existencia de un tercer ojo, que muestra, lo que no se ve a través de las pupilas, se refiere, a la esencia que impregna el pintor. Finalmente, compara el cuerpo con la carne las imágenes o iconos no son lo más significativo en la pintura, pero a través de ellas evocamos sensaciones.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Martha Lucía, gracias por tu comentario. Presentar el resumen de la obra es la primera parte de la reseña. ¿De qué se trata el libro?, ¿cuántas partes tiene?, ¿cuál es el contenido de cada una de ellas? Te invito a releer el texto y a emplear las cuatro macrorreglas propuestas por Van Dijk.
Alexandra Peña dijo:
RESEÑA
Título: El ojo y el espíritu
Autor: Maurice Merleau-Ponty
Editorial: Ediciones Paidós
Ciudad: Barcelona
Fecha: 1985
Número de páginas: 70
Formato: 12 x 20 cm.
ISBN: 84-7509-365-5
El texto el ojo y el espíritu, del filósofo Maurice Merleau-Ponty hace una mirada desde la ciencia, como el acto de ver con los ojos y la información que recibimos de nuestro alrededor, a través de ellos, pero no basta solo con ver, sino con percibir, porque no hay explicación científica de la manera como ve un pintor y es capaz de transformar lo que vio a través de una pintura, en palabras de Ponty “el pintor cambia el mundo en pintura” (p. 15).
La ciencia está llamada a dar explicación de lo que captamos de nuestro alrededor “solo el pintor tiene derecho de mirar todas las cosas sin algún deber de apreciación (p.13), porque, es quien puede representarlo de la manera que lo piensa: la luz, el color y la profundidad que le quiera dar. Desde esa mirada fenomenológica, el objeto que para este caso es la pintura, no existiría sin el pintor. Mientras que la ciencia o el pensamiento científico, por la manera como opera y puede ser manipulado y experimentado no puede entender el acto perceptivo sobre su relación con la pintura en la historia, ni la subjetividad con la que el ser humano puede ver el mundo. El pintor está ahí, fuerte o débil pero soberano evidentemente en su modo de rumiar el mundo” (p. 14). Y es justamente en este fragmento, donde expresa el enigma de lo que significa la mirada del pintor, su contemplación y creación. Sin embargo, hace una reflexión sobre la visión cartesiana y explica que si desde allí se mirara la pintura, ésta solo sería un artificio para nuestra percepción. Pero el arte no es un artificio sino una creación, en el artista hay un pensamiento inconsciente que logra desentrañar la belleza del universo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Valoro tu interés y tu prontitud en hacer la reseña. Mira hoy, en este mismo blog, unas claves para ir adelantando “la tarea”. Te adelanto, por ahora, la necesidad de diferenciar la etapa del resumen de ese otro apartado centrado en lo valorativo.
ué necesario dijo:
La reseña es una escritura de doble síntesis; de saber identificar lo esencial de un texto, por una parte, y por otra, de poder emitir una valoración sustantiva de ese texto. De todo lo que se lee se indica lo neurálgico; de todo lo que se piensa, se expone lo vertebral.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rodolfo, gracias por tu comentario.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rodolfo, gracias por tu comentario.
ué necesario dijo:
Definitivamente, la Reseña es una escritura -puente: va de lo descriptivo -gobernado por el recorrido, la minucia, el dar razón de un texto- a lo argumentativo -dominado por la tesis, la postura crítica, los argumentos. Así, quien escribe reseñas hace una travesía por el comprender la voz del otro y el conquistar, desde el otro, la propia voz. En cuanto al ámbito educativo, importante resaltar que esta tipología nos permite disciplinar la mente, pues no basta con los lugares comunes; hay que conocer un autor, una obra y apropiárselos para, después, encontrar el lugar propio, con criterio, En una academia a veces tan tachonada de opiniones, la Reseña nos da un escalón para la “mayoría de edad intelectual”.