Un problema frecuente de los estudiantes de posgrado, en particular cuando redactan el marco teórico de su investigación, es el de hilar de manera coherente las voces referenciadas o que avalan su pesquisa. Casi siempre el resultado es una colcha de retazos o una entrecortada citación de fuentes sin ningún norte en el discurso. Buena parte de esa dificultad está en el poco conocimiento de los conectores lógicos y de su importancia para darle cohesión y coherencia a las ideas.
Por ello, he invitado a los estudiantes de primer semestre de la Maestría en Docencia a que tejan u organicen dos párrafos tomando como referencia seis citas de diferentes autores sobre el tema de la felicidad. La idea es que incorporen esas frases dentro de un texto de corte argumentativo, muy en el tono ensayístico, y que al hacerlo aprendan a usar los conectores lógicos según cada necesidad y puedan descubrir las posibilidades de emplear uno u otro marcador textual.
Para animar a los maestrantes, he hecho primero la tarea. Las citas elegidas, desde luego, no son sobre la felicidad sino sobre el tema de la lectura. No obstante, espero que el ejemplo sea un buen incentivo para aprender esta habilidad de escritura que consiste en imbricar el pensamiento de otros con la propia voz.
Las citas elegidas
“Una lectura amena es más útil para la salud que el ejercicio corporal”. (Kant)
“El arte de leer es, en gran parte, el arte de volver a encontrar la vida en los libros, y gracias a ellos, de comprenderla mejor”. (André Maurois)
“Seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”. (Mario Vargas Llosa)
“No debemos leer sino para ejercitarnos en pensar”. (Gibbon)
“Jamás tuve un pesar que no olvidara después de una hora de lectura”. (Montesquieu)
“La lectura es una conversación con los hombres más ilustres de los siglos pasados”. (Descartes)
Las citas conectadas
Son muchos y variados los beneficios de la lectura. En principio, y esa parece ser su mayor bondad, leer nos permite entrar en relación con la tradición, con una herencia del pensamiento. En este sentido, Descartes afirmaba que “la lectura es una conversación con los hombres más ilustres de los siglos pasados”. Pero no es un diálogo pasivo; más bien se trata de “leer para ejercitarnos en pensar”, como esperaba el historiador británico Edward Gibbon. En otras palabras, con la lectura nos hacemos partícipes del pasado y activamos nuestra inteligencia.
De otra parte, la lectura alberga o tiene un poder curativo. El leer puede ayudarnos a mermar nuestras preocupaciones o nuestros males del alma. Bien decía Kant que “una lectura amena es más útil para la salud que el ejercicio corporal”, y Montesquieu, el político de la Ilustración, nos compartió una confesión semejante: “jamás tuve un pesar que no olvidara después de una hora de lectura”. Cuando leemos, entonces, apaciguamos nuestras heridas interiores, reflexionamos sobre nuestra existencia o, parafraseando a André Maurois, al leer volvemos “a encontrar la vida en los libros, y gracias a ellos, la comprendemos mejor”.
Cabe mencionar un beneficio adicional: la lectura contribuye enormemente a socavar prejuicios e ignorancias esclavizantes. Leer es adquirir un medio de liberación. Mario Vargas Llosa lo dijo de manera contundente en el discurso de recepción del premio nobel: “seríamos peores de lo que somos sin los buenos libros que leímos, más conformistas, menos insumisos y el espíritu crítico, motor del progreso, ni siquiera existiría”. Por eso, aprender a leer es apropiar también un útil con el cual podemos transformar lo establecido.
Como puede observarse en el ejemplo, he procurado básicamente hacer dos cosas: la primera, buscar un eje de articulación a las diferentes citas y, después, armonizar las distintas voces con mi propia tesis. Esa parece ser una buena indicación cuando se trabaja este tipo de escritura: empezar ubicando algún criterio o aspecto que permita aglutinar lo disperso (que de paso nos podrá dar una orientación para saber cuántos párrafos necesitamos) y luego proceder a tejer las referencias en cuestión.
Es evidente que en el caso expuesto las citas ya estaban escogidas. Lo más común y difícil es buscar a esos autores, conseguir las citas adecuadas y pertinentes para un proyecto de investigación o un texto argumentativo. No siempre estarán a la mano y habrá que invertir largas horas de lectura para encontrar “esos pequeños textos precisos” que sirvan a nuestros propósitos y que, al incluirse, no desentonen con el conjunto.
Precisamente, el otro asunto es el ensamblaje de las citas de autoridad. No basta con ponerlas unas delante de otras; hay que entretejer lo que dicen esas citas con nuestras propias ideas. En algunas ocasiones es necesario “prepararles” un espacio en el desarrollo de nuestro texto y, en otras, retomar lo que afirman para no dejarlas truncas o huérfanas de argumentación. Dicho de otra forma: las citas hay que apropiarlas. Y si notamos que las palabras dichas por el autor no encajan exactamente en nuestra disquisición lo mejor es “editar” una parte de ellas o “parafrasearlas”, retomando lo que afirman pero no haciéndolo de manera literal sino adaptándolas a nuestro interés comunicativo.
Por supuesto, no siempre retomamos las citas de autoridad porque estamos de acuerdo con lo que dicen. En muchas ocasiones esas referencias están ahí para ser confrontadas o puestas en discusión. Sea como fuere, no tendremos buenos resultados en el marco teórico de una investigación o en un ensayo sin el hábito de construir esta modalidad de textos. Es el ejercicio frecuente con las voces intelectuales de la tradición el que nos permitirá saber cómo hallar un lugar adecuado para expresar nuestras ideas. Saber citar, en consecuencia, es una tarea de escucha atenta; un ejercicio de lectura crítica al pasado con el fin de descubrir aquellas ideas que merecen conservarse o esas otras que necesitan una seria reelaboración.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando
Mi primer cuarto intento.
Agradezco sus sugerencias.
Los seres humanos frecuentemente nos detenemos en la senda que nos trazamos y en una juiciosa actitud de revisión, hacemos un balance de los pros y los contras de nuestras acciones; esas que inevitablemente nos han conducido a moldear nuestra vida. Ejercitamos, de esta manera la posibilidad que nos presenta Roman Rolland, de “… conocer y amar nuestros propios límites”. Necesariamente, nos preguntamos acerca de cuál es el propósito de nuestra vida. La respuesta la tenemos frente a nosotros: Hemos nacido para ser felices. Y es precisamente en esos momentos, en que pensamos, acerca de cómo lograrlo. Según sea el resultado de nuestra reflexión; algunos deciden perseguir la felicidad, otros en cambio, la creamos y conquistamos. Los primeros piensan que la felicidad no es un estado permanente porque la ven como una sensación pasajera, ausente de eternidad. Como lo expresa Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad”. Viven, sin valorar pequeños, significativos y simples logros. Por el contrario, otros creemos, que la felicidad va más allá de ese sentimiento de fugacidad. Como Benjamín Franklin, descubrimos que “… se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como por pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En otras palabras, vivimos atesorando esos instantes del día a día; fruto del esfuerzo, coraje y valentía en un intento por prolongar esa ansiada sensación de bienestar.
Los que persiguen la felicidad reflejan lo expresado por Cervantes Saavedra, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Se evidencia así, en su actuar, la constante queja, haciendo de su vida una tortura. Ellos no advierten que la felicidad está ahí, no la reconocen para luego añorarla. Los que optamos por crear, por conquistar la felicidad, por dar valor a lo que tenemos sin desear lo que nos falta; actuamos distinto. Hacemos, como lo dice Jackson Pollok, “… una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Esto implica valorar nuestra cotidianidad, sin perder de la mira nuestro objetivo final. Entender que la felicidad no se hace realidad en dependencia de la cantidad, sino de la plenitud con la que vivamos. Y aún, a pesar de las dificultades, intentamos siempre ver el lado positivo en todo, sin “… prometerse una felicidad demasiado grande”, como diría Fontenelle. Actuamos en aras de buscar un equilibrio entre “lo que tenemos y lo que deseamos”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Muy bien.
Patricia Daza dijo:
Mi tercer intento profe. No sé si estoy mal interpretando la cita de Pollock o no me hice entender, complementé mi idea después. Un abrazo.
Hay quienes abren los ojos en las mañanas, escuchan gotas de lluvia emanadas del cielo que acompañadas con el calor de hogar significa felicidad y al acortarse con las letras, al ritmo de un buen vino y con metas por cumplir, sienten gozo. Tal vez aquí tengamos un buen ejemplo cuando Franklin dice que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” ; otros se quejan si llueve o hace sol, si sienten frío o calor, si se encuentran acompañados o no lo están, además reniegan de su trabajo, sin detenerse a pensar que hay cientos buscando en qué ocuparse, se hacen la vida amarga en vez de ser feliz con lo que tienen porque como dice Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Todos hemos tenido momentos de adversidad porque aunque no nos guste aceptarlo, son necesarios: ellos dibujan nuestra vida de cicatrices y caminos cual mapa geográfico llenos de ríos y montañas, son éstos los que invitan a demostrar que somos capaces de hacer lo imposible por perseguir nuestros sueños, por levantarnos y proponernos llegar a lo más alto de la cima, contrario a lo que dice: Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” entendido éste argumento como el conocido dicho popular: “ni mucho que queme al santo, ni poco que no lo alumbre” .Entre más altas sean las aspiraciones, mayores serán los alcances.
En resumen, aprendamos de las bondades que nos deja la felicidad y la adversidad, dicotomías que permanecen inmersas en nosotros, disfrutemos cada respiro y el día a día dejando las predicciones y preocupaciones al lado del camino porque como afirma Buck: “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras guardan la felicidad”. Es posible ser feliz a pesar de encontrarnos en desdicha, las situaciones dolorosas también nos hacen madurar, si queremos hallar la felicidad eterna, difícilmente viviremos en plenitud, como plantea Fontenelle: “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”
fernandovasquezrodriguez dijo:
Patricia, gracias por tu comentario. Muy bien. La cita de Pollock apunta a mostrar que la felicidad es un punto intermedio, “una estación de parada” entre lo poco y lo demasiado. Revisa.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando
Mi tercer intento.
Gracias
Los seres humanos frecuentemente nos detenemos en la senda que nos trazamos y en una juiciosa actitud de revisión, hacemos un balance de los pros y los contras de nuestras acciones; esas que inevitablemente nos han conducido a moldear nuestra vida. Ejercitamos, de esta manera la posibilidad que nos presenta Roman Rolland, de “… conocer y amar nuestros propios límites”. Necesariamente, nos preguntamos acerca de cuál es el propósito de nuestra vida. La respuesta la tenemos frente a nosotros: Hemos nacido para ser felices. Y es precisamente en esos momentos, en que pensamos, acerca de cómo lograrlo. Según sea el resultado de nuestra reflexión; algunos deciden perseguir la felicidad, otros en cambio, la creamos y conquistamos. Los primeros piensan que la felicidad no es un estado permanente porque la ven como una sensación pasajera, ausente de eternidad. Como lo expresa Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad”. Viven, sin valorar pequeños, significativos y simples logros. Por el contrario, otros creemos, que la felicidad va más allá de ese sentimiento de fugacidad. Como Benjamín Franklin, descubrimos que “… se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como por pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En otras palabras, vivimos atesorando esos instantes del día a día; fruto del esfuerzo, coraje y valentía en un intento por prolongar esa ansiada sensación de bienestar.
Los que persiguen la felicidad reflejan lo expresado por Cervantes Saavedra, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Simplemente, no advierten que está ahí, no la reconocen para luego añorarla. Los que optamos por crear, por conquistar la felicidad, por dar valor a lo que tenemos sin desear lo que nos falta; actuamos distinto. Hacemos, como lo dice Jackson Pollok, “… una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Entendemos que la felicidad no se hace realidad en dependencia de la cantidad, sino de la plenitud con la que vivamos. Y aún, a pesar de las dificultades, intentamos siempre ver el lado positivo en todo, sin “… prometerse una felicidad demasiado grande”, como diría Fontenelle. Actuamos en aras de buscar un equilibrio entre “lo que tenemos y lo que deseamos”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Celebro tu tercer intento. Muy bien. Suena forzada la manera como incorporas la cita de Cervantes. Otro tanto sucede con la cita de Pollock. Analiza y ajusta.
Patricia Daza dijo:
Mi segundo tardío intento profe,
Hay quienes abren los ojos en las mañanas, escuchan gotas de lluvia que emanan del cielo que acompañadas con el calor de hogar significa felicidad y al acortarse con las letras, al ritmo de un buen vino y con metas por cumplir, sienten gozo. Tal vez aquí tengamos un buen ejemplo cuando Franklin dice que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” ; otros se quejan si llueve o hace sol, si sienten frio o calor, si se encuentra acompañados o no lo están, además reniegan de su trabajo, sin detenerse a pensar que hay cientos buscando en qué ocuparse, se hacen la vida amarga en vez de ser feliz con lo que se tiene porque como dice Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Todos hemos tenido momentos de adversidad aunque son necesarios porque ellos dibujan nuestra vida de cicatrices y caminos cual mapa geográfico llenos de ríos y montañas, son ellos los que invitan a demostrar que somos capaces de hacer lo imposible por levantarnos y proponernos llegar a lo más alto de la cima, contrario a lo que dice: Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” o Fontenelle: “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande” porque entre más altas sean las aspiraciones, mayores serán nuestros alcances. En resumen, aprendamos de las bondades que nos deja la felicidad y la adversidad, dicotomías que permanecen inmersas en nosotros, disfrutemos cada respiro y el día a día dejando las predicciones y preocupaciones al lado del camino porque como afirma Buck: “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras guardan la felicidad”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Patricia, gracias por tu comentario. Valoro tu segundo intento. Buen avance. La manera con incorporas la cita de Pollock no corresponde al sentido de la cita. Revisa. No aglomeres citas; armonízalas con tus planteamientos (analiza lo de Fontenelle).
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando. Cordial saludo. Envió mi segundo intento.
Citas a enlazar:
“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. (Pearl Buck)
“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. (Fontenelle)
“La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. (Romain Rolland)
“La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock)
“La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. (Benjamin Franklin)
“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. (Miguel de Cervantes Saavedra)
Citas enlazadas.
La felicidad no aparece como un golpe de suerte, es más bien un continuo de pequeños goces. Ya lo decía Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Como se advierte entonces para encontrar la felicidad es necesario estar atento a cualquier manifestación de ella por pequeña que sea. Como opina Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. En ese mismo sentido opinaba el gran inventor Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Sería tanto como atesorar pequeñas felicidades día a día, hasta formar un gran caudal de felicidad, todo esto parece confirmar las palabras de Jackson Pollock cuando dijo: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
De otro lado, cuando pasamos la vida añorando o envidiando la felicidad de otro, debe ser porque no nos conocemos, no sabemos entendernos, no nos reconocemos. Desde esta perspectiva afirma Romain Rollan: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Nos debemos preparar para recibir la felicidad, reconocer que nos hace felices, debemos abonar el terreno para disfrutarla en todo su esplendor, es decir tener siempre presente la recomendación del el gran maestro Miguel de Cervantes Saavedra: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. La felicidad es fugaz y efímera, ese es el secreto de la insistencia en su búsqueda.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Aún tienes las citas aglomeradas. Procura apropiarlas y no solo adicionarlas en tu disertación.
Doris Cabrera dijo:
Buenas tardes profesor Fernando, Agradezco anticipadamente sus observaciones a mi tercer intento.
La búsqueda de la felicidad es, a decir de muchos, el motor principal de la vida de todo ser humano, no obstante, el pensar en ella como una meta, la convierte en mera utopía, en un espejismo. Quienes así piensan, viven anhelando el mañana sin disfrutar el hoy. En este sentido son muy acertadas las palabras de Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Siendo consecuentes con esta idea, la felicidad es posible en la medida en que seamos conscientes que se la puede encontrar en las situaciones cotidianas y en los pequeños detalles que acontecen en nuestro día a día, tal como lo expresó Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Por lo tanto ser feliz es encontrar gusto en nuestra diaria labor, en el compartir con quienes nos rodean y hacer de cada instante un momento especial, parafraseando al ilustre de las letras españolas Miguel de Cervantes Saavedra, saber “gozar de la ventura” cuando nos llega para no quejarnos de dejarla pasar sin disfrutarla.
Cabe aquí anticipar que, es tan complicado conseguir la felicidad plena como definirla, pues esta es un concepto y un estado mental y espiritual subjetivo; los motivos por los cuales somos felices se van moldeando por el contexto o la cultura, forjando unos criterios muy personalizados que nos guían para conquistarla. Muchas personas, bajo el influjo de las presiones sociales viven frustradas al no poseer las habilidades que destacan a otros, sin apreciar y desarrollar todo su potencial, desdeñando las oportunidades para ser feliz. De manera similar reflexionaba Romain Rolland al declarar: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Y es que no es más feliz quien más posee, o más éxito alcanza, sino aquel cuyos logros satisfacen sus deseos, en la medida en que son tenazmente conquistados; sirva para ilustrar aquí la frase de Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. En este orden de ideas conviene aclarar que no se trata de ser conformistas o poner metas demasiado bajas a nuestros propósitos, sino de entender que la esencia de la felicidad está en encontrar el equilibrio entre lo que soy, lo que poseo y lo que deseo. Para concluir mi disertación, acudo a la frase de Jackson Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” Una estación para apreciar y disfrutar del panorama y el acontecer del momento aun cuando no se alcance la cima.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Doris, gracias por tu comentario. Valoro tu tercer intento. Muy buen logro. Revisa la concordancia entre “muchas personas” y “para ser feliz”. Excelente el uso de .los conectores. Destaco también el uso de la puntuación.
NIDIA JANNETH CASTRO dijo:
Buenos días Profesor. Pido excusas por no haber podido realizar la tarea antes.
La felicidad es la esencia de nosotros mismos y cuando descubramos que está en nuestro interior, en nuestra alma, la dejaremos de buscar y nos ocuparemos de disfrutarla, de disfrutar de los pequeños momentos que vivimos día a día y nos hace sentir bien, de disfrutar de una sonrisa, de un bello atardecer, de compartir; porque como diría Benjamin Franklin “La felicidad se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En consecuencia nos pasamos el tiempo esperando en lo que vendrá dejando correr el presente, que en realidad es lo único que tenemos, es por ello que debemos vivir cada instante de la vida con pasión; esto significa que “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”( Pearl Buck). Desde esta perspectiva como expone Fontanelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Las pequeñas cosas son las que nos conducen a la felicidad y al éxito y las que nos hacen verdaderamente grandes, somos los artífices de nuestra propia vida, de la construcción de nuestros sueños que podemos ir cimentando día a día.
Para complementar lo dicho anteriormente se dice que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”(Romain Rolland). Cada día, al despertar nuestros primeros deseos y pensamientos de felicidad deberán ser para aquellos seres queridos, esto nos llenara de regocijo y nos dará fuerzas para comenzar una nueva jornada con alegría y optimismo; la felicidad que necesitamos nos la proporciona nuestra propia capacidad de generosidad, de amor y de entrega a los demás; el amor es el sentimiento más grande y generoso que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas y la de otros, de tal forma que si amamos sin límites seremos felices y haremos felices a otros sin límites, la felicidad está dentro de uno y no tiene otros límites que los que uno mismo le ponga. Agregando a lo anterior “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” si tenemos mucho o poco eso no nos hace sentirnos más o menos felices, a veces creemos que la felicidad está en el dinero y en el poder y que sin esto no somos nada, pero no nos damos cuenta que la felicidad realmente no depende de lo que tengamos sino de lo que somos como seres humanos. Para concluir, se puede decir que a veces nos quedamos esperando un futuro maravilloso y perdemos de vista el ahora, dejamos pasar la barca de la felicidad por estar preocupados por nuestros problemas, enfermedades y banalidades, es ahí cuando reflexionamos y nos lamentamos por lo ocurrido. Sin embargo hay que seguir adelante, aprender de estas experiencias, el tiempo corre y la vida es muy corta, debemos ser inteligentes y convencernos que nuestra vida está aquí y que hay que disfrutarla ya; como diría Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Nidia Janneth, gracias por tu comentario. Muy bien el primer párrafo. Revisa la inclusión de la primera cita del segundo párrafo. Ajusta el segundo párrafo para que sea de la misma calidad que el primero. Tamiza tus ideas paras que no sean tan redundantes.
BLANCA C. dijo:
Se dice, que el hombre pasa la mayor parte de su vida buscando la felicidad, pero, ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo encontrarla? Según Benjamín Franklin “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” entonces, si la felicidad no es indeleble, porque no disfrutar de esos instantes de la vida, en los que se siente pleno y se quisieran fueran interminables, en este sentido Pearl Buck dice, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Quizás porque vivimos en un mundo donde nos invade el consumismo, estar a la par con los semejantes, tener y tener cada vez más que nunca se está satisfecho con lo que se tiene.
Jackson Pollock, afirma que “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” quizás, es disfrutar de cada segundo, de esas majestuosidades que están ahí, al frente de nosotros, que nos cosquillean, pero, que se es imposible visualizarlas, porque “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle); ya que creerse infortunado, porque todo no es perfecto, lo único que está construyendo es cada día desvanecer poco a poco momentos en los que se podría sentir la perfección de la vida, de ese modo, “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites” (Romain Rolland), así mismo cuando se está al tanto y hay control de las bretes, se disfruta y se le saca el mejor provecho a los momentos que hacen que nuestra vida recobre y afiance el sentido que tiene.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Blanca, gracias por tu comentario. Ten cuidado con el uso de la puntuación. No se trata de hacer una perífrasis a cada cita sino de incorporarlas a tus propios planteamientos. ¿Cuál es la cita de fondo que servirá de soporte?
Sofia Rivera dijo:
Buenas noches. Adjunto segundo intento.
Felicidad: Palabra que resume uno de los anhelos más preciados del ser humano. A menudo, y en su afán de conseguir la satisfacción a cualquier costo, el hombre olvida su real significado, estableciendo metas, que al volverse inalcanzables, le hacen perder el sentido de la vida. Entonces, ¿Cómo definir la felicidad sin que llegue a generar sentimientos de frustración o amargura? En este sentido, Jackson Pollock afirma que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Para esto, se hace necesario ir paso a paso sin ser ambicioso en este proceso, como bien dice Romain Rolland que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. El saber establecer adecuadamente éstos límites es una cuestión de sabiduría y tacto; pues, definiendo sobre parámetros realistas, es posible dar cuenta que día a día, la felicidad se construye con la satisfacción de pequeños logros que permiten estar más cerca del objetivo trazado; así lo da a entender Fontenelle, cuando reconoce que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Dicho de otra manera y citando a Miguel de Cervantes Saavedra: “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
La fortuna y el éxito, son dos factores asociados erróneamente a la felicidad. Se tiene la concepción que las personas con dinero y una condición social favorable, logran alcanzar este estado de una manera más rápida y duradera; esto a menudo conforma un estereotipo errado acerca del logro de la felicidad; acertadamente comenta Benjamín Franklin que “la felicidad humana se forman no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Esta pequeña reflexión invita a abrir los ojos, tener una mirada crítica y positiva a la vez, frente a cada suceso diario, pues en cada uno de ellos, se encuentra la clave para la construcción de esa felicidad tan deseada por todos y cada uno de los seres humanos; pues, como dice Pearl Buck, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sofía, gracias por tu comentario. Celebro tu segundo intento. Buen avance. Fíjate el buen inicio de tu primer párrafo y la forma atropellada como lo cierras. Analiza. Ten presente que sin una tesis de fondo los párrafos quedarán desarticulados.
noruan dijo:
Después de analizar mi primer intento y teniendo en cuenta tus apreciaciones, aparece una versión, espero, mejorada…muchas gracias mi profe.
La dualidad es una constante que define el fenómeno de la felicidad. La búsqueda de ésta pone a prueba la capacidad de raciocinio del ser humano, es decir la habilidad de descubrir el verdadero sentido de las cosas. Ahondemos más. Con la afirmación de Jacson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, es inevitable pensar al individuo en una actitud reflexiva tratando de encontrar el punto intermedio, entre dos extremos, antagónicos por naturaleza, para alcanzar la tan anhelada presea. Aunque hasta aquí podría encontrarse un aspecto clave, en términos de decisión, Romain Rolland adiciona un elemento importante a la afirmación que hace el pintor, la actitud; por eso menciona que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Actitud y decisión conjugadas de la misma manera en el pensamiento de la nobel de literatura Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” y de Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad, es el prometerse una felicidad demasiado grande”, enfatizando de nuevo ese estar entre lo pequeño casi insignificante y lo épico o casi sublime. En suma, parece que tales dicotomías dan lugar a la deliberación y a la disertación cuyo producto se traduce en el alcance de lo que se ha denominado felicidad.
Continuando por estos caminos impregnados de razonamiento, no está por demás citar a Benjamín Franklin quien con sapiencia nos dice que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que puedan lograrse todos los días” en conclusión, la felicidad es un constructo esporádico o cotidiano, aunque para el científico este último es mejor. Después de todo la invitación es a pensar, a analizar con el fin de develar el sentido oculto de la felicidad para “gozar de esta ventura cuando a uno le viene y así no quejarse si le pasa”, tal y como lo plantea el célebre escritor Miguel de Cervantes Saavedra.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Muy bien la tesis de la dualidad. Inicias de manera apropiada pero se rompe la unidad de tus planteamientos cuando aparece Pearl Buck y Fontenelle. Revisa. Te invito a replantearte el segundo párrafo.
Laura Cruz dijo:
Buenas noches doctor Fernando,
Envío mis párrafos,
Muchas gracias!
El sueño de todo ser humano es ser feliz. Las personas viven en esa constante búsqueda de satisfacer sus necesidades y así estar en un gozo absoluto. Cada día nace un nuevo reto, un nuevo sueño, un camino para llegar a ese estado tan anhelado, ser felices. Pero entonces, ¿Por qué es tan difícil mantenerse alegres?, ¿será que la felicidad se nos convirtió en algo lejano porque queremos satisfacer lo que nos pide la sociedad más que nuestros propios sueños?, Para Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, es decir, viven en una constante lucha por proyectarse en el futuro, donde supuestamente, estaría la felicidad, y dejan de lado lo cotidiano, el día a día que trae tantas satisfacciones, emociones y alegrías, que no vivimos plenamente por estar mentalmente enfocados en el futuro.
Miguel de Cervantes Saavedra decía: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” en otras palabras, el que deja pasar momentos maravillosos de su vida en el ahora, no debe quejarse cuando se de cuenta que nunca ha sido feliz. Muchas veces vivimos en una actitud de espera y creemos que la felicidad es algo del futuro, pensamos que vendrá cuando terminemos una carrera, cuando compremos una casa o cuando tengamos dinero, pero a decir verdad, la felicidad está aquí y en el ahora, en los detalles, en las sonrisas, en esas cosas que creemos pequeñas pero que le dan significado a la vida. De modo similar, Fontenelle, gran escritor y filósofo francés, sostenía que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” o sea, dejar de lado las cosas pequeñas pero significativas por esperar esa gran felicidad, que a la larga, no es lo que necesitamos para ser felices.
En conclusión, debemos reconocer nuestras experiencias diarias, nuestros aprendizajes de cada jornada como el verdadero goce de nuestra vida y entender que, como afirmaba Benjamin Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Laura, gracias por tu comentario. Bien el primer párrafo. Revisa y ajusta el segundo párrafo para que sea de la misma calidad que el primero. Si no tienes una tesis de fondo las citas te quedarán desarticuladas o terminarás haciendo perífrasis de las mismas.
Julieta Romero dijo:
Buenas noches Profe. Fernando.
Que es la felicidad?
Preguntarnos esto parece tan sencillo, pero ya deteniéndonos un poco encontramos que la felicidad puede tener un sinnúmero de respuestas por ejemplo para (Benjamín Franklin) “ La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” por eso la felicidad puede ser una sensación, un logro, un acontecimiento, un deseo cumplido un sueño realizado para cada persona es diferente la felicidad y es por esto que “Muchas personas se pierden en las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” opina (Pearl Buck).
La felicidad es un estado de ánimo que se produce por una meta alcanzada, una alegría sin embargo no dura para siempre, todos tenemos momentos de felicidad que con el pasar de los días va bajando su entusiasmo como diría (Miguel de Cervantes Saavedra) “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Otra idea de felicidad es la que sienten las personas por los logros de los demás, ser felices por los triunfos ajenos, cuando somos capaces de compartir las alegrías y los momentos de felicidad de nuestros amigos o familiares realmente se es feliz porque hemos sido capaces de ver que “la felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites” lo dice (Romain Rolland). Hablar de felicidad definitivamente es muy complicado hay tantas cosas que decir de lo que puede ser la felicidad pero para encontrarla se presentan muchas dificultades a lo largo del camino como diría (Fontenelle) “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”. Hoy vemos una búsqueda incesante por lograr la felicidad los que tienen buscan lo que no tienen, los que saben buscan lo que no saben, y en últimas no entienden porque no tienen felicidad por eso “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” asegura (Jackson Pollock)”.
Julieta Romero C.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Julieta, gracias por tu comentario. Ten cuidado con el uso de los signos de puntuación. Pon un punto y aparte para diferenciar el primero del segundo párrafo. Todavía las citas no fluyen en concordancia con el planteamiento de tus ideas. Revisa. Lo fundamental es tener una tesis y, con base en ella, articular las citas.
FLOR LAGUADO dijo:
Buenas Noches Profesor Fernando: Mi primer intento.
Pasamos mucho tiempo de nuestra vida, preguntándonos ¿qué es la felicidad? buscamos alguna clase de respuesta en nuestras satisfacciones , en nuestros anhelos en la realización de nuestros sueños, en obtener lo que deseamos, pero obviamente, eso no es felicidad!. Muchos de nosotros no disfrutamos verdaderamente de nada, por estar persiguiéndola, por que la felicidad no es tener todo lo que se quiere, no es satisfacer cada una de nuestras necesidades, humanas. De acuerdo con Franklin ” La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” De ahí que ” muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” como lo afirma Pearl Buck.
Probablemente, la mayoría de nosotros busca una cierta clase de felicidad, cierta clase de paz, un lugar quizás especial y mágico y asì proseguimos la vida colgando de un hilo nuestra efímera y frágil felicidad, por consiguiente según Rolland ” La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios limites”.
Algunos dirán que la felicidad consiste en obtener todo lo que deseamos, el logro, el éxito, llegar a ser virtuosos… y si lo conseguimos somos felices y si no las conseguimos somos desdichados. Así, lo que muchos llaman felicidad es obtener lo que desean, por consiguiente afirma Pollok ” La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” En síntesis ” La felicidad es aventurarse a vivir cada instante de la vida del mismo modo como lo dice Cervantes ” El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”,
En otras palabras Felicidad es a atreverse a vivir!
fernandovasquezrodriguez dijo:
Flor, gracias por tu comentario. Empiezas con un buen planteamiento pero la cita no armoniza con tus ideas. Revisa. Te recomiendo tener una tesis como base y, desde allí, incorporar las diversas citas. El cierre presenta las citas de manera aglomerada, sin apropiación.
Doris Cabrera dijo:
Buenas noches profesor Fernando, con algunas modificaciones coloco a su consideración los dos párrafos que elaboré.
La búsqueda de la felicidad es, a decir de muchos, el motor principal de la vida de todo ser humano, no obstante, el pensar en ella como una meta, la convierte en mera utopía, en un espejismo. Quienes así piensan, viven anhelando el mañana sin disfrutar el hoy. En este sentido son muy acertadas las palabras de Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Siendo consecuentes con esta idea, la felicidad es posible en la medida en que seamos conscientes que se la puede encontrar en las situaciones cotidianas y en los pequeños detalles que acontecen en nuestro día a día, tal como lo expresó Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En sintonía con estas reflexiones, sabio es tomar en cuenta la advertencia del ilustre de las letras españolas Miguel de Cervantes Saavedra: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”
Cabe aquí anticipar que, es tan complicado conseguir la felicidad plena como definirla, pues esta es un concepto y un estado mental y espiritual subjetivo; los motivos por los cuales somos felices se van moldeando por el contexto o la cultura, forjando unos criterios muy personalizados que nos guían para conquistarla. Cabe aquí citar a Romain Rolland quien apunta: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Y es que no es más feliz quien más posee, o más éxito alcanza, sino aquel cuyos logros satisfacen sus deseos, en la medida en que son tenazmente conquistados; sirva para ilustrar aquí la frase de Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. En este orden de ideas conviene aclarar que no se trata de ser conformistas o poner metas demasiado bajas a nuestros propósitos, sino de entender que la esencia de la felicidad está en encontrar el equilibrio entre lo que soy, lo que poseo y lo que deseo. Para concluir mi disertación, acudo a la frase de Jackson Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”
fernandovasquezrodriguez dijo:
Doris, gracias por tu comentario. Muy bien el primer párrafo. Ajusta la incorporación de la última cita. No es clara la inclusión de la cita de Romain Rolland. Celebro la variedad de conectores empleados. Ajusta el cierre de tu segundo párrafo.
Patricia Daza dijo:
Mi primer intento profe,
Hay quienes abren los ojos en las mañanas, escuchan gotas de lluvia que emanan del cielo que acompañadas con el calor de hogar significa felicidad y al acortarse con las letras, al ritmo de un buen vino y con metas por cumplir, sienten gozo. Tal vez aquí tengamos un buen ejemplo cuando Franklin dice que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” ; otros se quejan si llueve o hace sol, si sienten frio o calor, si se encuentra acompañados o no lo están, además reniegan de su trabajo, sin detenerse a pensar que hay cientos buscando en qué ocuparse, se hacen la vida amarga en vez de ser feliz con lo que se tiene porque como dice Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
No se trata de conformarnos con lo que bien o mal nos ha de llegar, nuestras aspiraciones deben ser altas para mejorar nuestra calidad de vida, contrariamente a los que nos dice Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Aprender a perdonarnos, luchar por lo que queremos demostrando que somos capaces de hacer brotar una sonrisa del que sufre porque a pesar de lo que dice Fontenelle: “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”, debemos buscar la felicidad desde el interior para contagiar un poquito de ella a los demás y salir de la negatividad en la que permanecemos.
Volviendo al punto de partida; disfrutemos cada respiro, no esperemos, porque como dice Buck: “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras guardan la felicidad”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Patricia, gracias por tu comentario. Muy bien el primer párrafo. Revisa y ajusta el segundo párrafo para que sea de la misma calidad que el primero. Cuida que las citas no aparezcan “forzadas” o desarticuladas de tus planteamientos.
lmurillasgarcia dijo:
Buenas días profesor, envío mi otro intento:
La felicidad puede ser interpretada de muchas maneras y todas las personas según su experiencia vivida, tienen un significado diferente de lo que es o puede ser la felicidad. La felicidad puede ser aceptarnos tal y como somos, tener amor propio a pesar de nuestros defectos y cualidades, así como lo expresa Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Asimismo, la felicidad es algo temporal, que no dura para siempre, ya que la vida está compuesta de altibajos, y es por esta razón que cuando somos felices debemos disfrutarlo mientras perdure y cuando estamos tristes debemos aprender de esas lecciones. Así como lo dice Jackson Pollock; “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, por eso al ser una estación cuando estamos en ese estado, debemos aprovecharla, disfrutarla porque no todo es para siempre. La felicidad al ser algo temporal, debemos gozar de ella cuando está a nuestro alcance, cuando llega a nosotros, debemos con ella ser agradecidos por lo que nos llega y tenemos, la felicidad está en todo lo que vivimos cada día, así como lo manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Por esta razón, todos los días debemos buscar la felicidad en lo cotidiano, en nuestro diario vivir porque si no lo hacemos nunca encontraremos como lo dice Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son, pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, felicidad no está en cosas grandes, en nuestro mundo ideal, sino que en la cotidianidad la encontramos, en cada cosa que hacemos en el día a día, en la sonrisa de alguien extraño en la calle, el buen clima, la gratitud por hacer algo sin que nos lo hayan solicitado, son pequeñas cosas que forman parte de nuestra felicidad, por esto como dice Pearl Buck: “Muchas personas se pierden en las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, porque la felicidad no es solamente algo muy grande, sino que la vida misma se encarga de darnos felicidad en pequeños detalles, que quizá muchas veces desvaloramos. Por eso para llegar a esa felicidad enorme que tanto anhelamos, debemos aprender a disfrutar de lo poco que lleguemos a tener, aprender de nuestro diario vivir, porque: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” Fontenelle.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Lmurillas, gracias por tu comentario. Lo básico es tener una tesis a la cual puedas incorporarle las citas. Todavía las citas no armonizan con tus planteamientos. Analiza, por ejemplo, la manera forzada como entra la cita de Benjamín Franklin en tu discurso.
GERMAN GARCIA dijo:
PROFESOR FERNANDO
CORDIAL SALUDO
ENVIO MI ESCRITO
FELICIDAD ¿SIEMPRE?
La felicidad es uno de los sentimientos más importantes para la integridad humana; aquél que no pueda ser en vida, sencillamente no habrá vivido. Como lo dice Pearl Buck “muchas personas se pierden en las pequeñas alegrías mientras guardan la gran felicidad” aunque la felicidad es relativa de acuerdo al punto de vista del ser humano si podemos generalizar algunos aspectos que en este mundo se torna agradable, por ejemplo: un abrazo de esa persona esperada, una palabra en su momento adecuado de un hijo o hija son esos instantes de gran emotividad “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” (Benjamín Franklin). Es de observar que los aspectos materiales no siempre son satisfacción, la felicidad la encontramos en múltiples aspectos de nuestra vida, y muchas veces despreciamos el verdadero valor de ser felices. Sin embargo, muchas personas se olvidan de que la felicidad debe tomar un lugar importante en sus vidas, y finalmente terminan por dejarla de lado considerando que para ellos simplemente ha sido negada. Como lo diría Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites” uno de los errores que más se cometen es decir “no hay felicidad completa” esto con el objetivo de excusarse por el hecho de que ellos no han podido ser felices. La felicidad no debe esperarse a que llegue, debe crearse, debe proyectarse pero no debemos caer en la ambición, en la avaricia de tener y no disfrutar esas momentos que nos brinda la vida, el destino, por lo tanto, puede decirse que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle) Todas las decisiones que tomamos día a día, contribuyen positiva o negativamente con nuestra felicidad, así que es bastante interesante analizar a partir de hoy qué tan feliz puedes ser en un futuro, con las acciones que lleves a cabo en el presente “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa (Miguel de Cervantes Saavedra) cuando somos realmente felices no importa lo que pase, no importa si pasamos por un momento difícil porque igual encontraremos momentos para sonreír, no importa si fallamos por que volveremos a intentarlo. “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Germán, gracias por tu comentario. Todavía no fluyen las citas dentro de tus planteamientos; a veces quedan desarticuladas o aparecen “forzadas”. Revisa. ¿Cuál es la tesis de base de tu escrito? Usa el punto y aparte para diferenciar los dos párrafos.
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando. Cordial saludo. Envió mi primer intento.
Citas a enlazar:
“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. (Pearl Buck)
“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. (Fontenelle)
“La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. (Romain Rolland)
“La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock)
“La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. (Benjamin Franklin)
“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. (Miguel de Cervantes Saavedra)
Citas enlazadas
Cuando levantamos la mirada y miramos hacia el hermoso horizonte y disfrutamos de su belleza quizás nos estamos perdiendo de bellezas más cercanas y no tan efímeras que están ahí a nuestro lado. Algo similar puede suceder con la felicidad como lo advirtió Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. También en el mismo sentido decía Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Cuando pasamos la vida añorando o envidiando la felicidad de otro, debe ser porque no nos conocemos, no sabemos entendernos, no nos reconocemos; desde esta perspectiva afirma Romain Rollan: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”.
Del mismo modo, cuando esperemos que la fortuna y con ella la felicidad aparezca a borbotones lo más probable es que ésta espera se convierta en eterna. No en vano afirmaba el gran inventor Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. No se debe dejar de lado lo que expresó Jackson Pollock cuando dijo: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Sería algo análogo a la gota que cae constantemente hasta que logra agrietar la roca, o como dice el dicho popular el que persevera alcanza su objetivo. Pero en definitiva hay que estar atento y pendiente para cuando la felicidad llegué como lo recomendaba el gran maestro Miguel de Cervantes Saavedra: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Lo básico del ejercicio es tener una tesis y, con base en ella, articular las diferentes citas. No se trata de hacer perífrasis a cada cita. Analiza que muchas citas quedan desarticuladas.
williamjarias dijo:
Comencemos por decir que, seguramente, no ha existido, existe, ni existirá un ser humano que no tenga entre sus más altos logros de realización personal la búsqueda, y posterior consecución, de la felicidad. Describirla se convierte en una labor inacabable pues, sin duda, lo que quizás para algunos es motivo de felicidad, para otros no lo es así. A pesar de ello, cabe retomar lo que Romain Rolland dice al respecto: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. La contundencia de esta frase, sin embargo, cobra certeza para toda la humanidad, ya que, muchas de las veces, nuestras frustraciones y amarguras existenciales se dan por considerarnos omnipotentes, incluso Benjamín Franklin lo confirma “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Así es, obstinarse por alcances más allá de nuestras aptitudes es poner en manos de la suerte nuestra felicidad, de manera que, parafraseando a Jackson Pollock, alcanzar la felicidad es como anclar “entre lo poco y lo demasiado”. En todo caso, no hay que desechar del todo la casualidad pues bien lo dice, nada más y nada menos que Cervantes, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
En consecuencia, debemos estar prestos a disfrutar de las satisfacciones que nos brindan el día a día; hacer de los pequeños retos un motivo para mejorar es labrar nuestro bienestar, en otras palabras, como lo expresa Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. En suma, Fontenelle lo afirma de modo concluyente: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
William, gracias por tu comentario. Todavía no logras incorporar bien las citas con el fluir de tus planteamientos (revisa la manera como apropias, por ejemplo, la cita de Benjamín Franklin o la de Pearl Buck). Es de mejor calidad el primer párrafo que el segundo. Valoro el manejo de la puntuación.
Martha Ruth Cruz Contreras dijo:
Buenas noches Profesor Fernando.
Si preguntamos acerca de la felicidad muy seguramente tendríamos diversos conceptos, para unos podría entenderse como el tener, poseer bienes materiales, para otros posiblemente una satisfacción de su propio ser. La buscamos incansablemente olvidando que vive en nuestro corazón y no en los recuerdos de un pasado que ya no existe y en los anhelos de un futuro incierto, además, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” como lo revela la escritora estadounidense. (Pearl Buck), o esperamos que baje como un rayo de luz e ilumine nuestro ser, en este sentido Benjamín Franklin es quien señala “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. A sí mismo, nuestro bien más preciados no es, ser rico ni pobre, ni rey ni vagabundo, ni amo ni esclavo, “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. (Jackson Pollock).
Vivir cada momento intensamente sin dejar nada al azar es una forma de acércanos a la felicidad, bien dice Romain Rolland. “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, es darlo todo hasta el cansancio, jugar no con la certeza de quien va a ganar, sino con la convicción de entregarlo todo, sin pensar en las dificultades que trae consigo este camino, Fontenelle nos propone “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, cuando la felicidad se convierte en un sueño irrealizable la falta de límites es el obstáculo que nos impide disfrutar de sus caricias y Miguel de Cervantes Saavedra, nos comparte “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. En este trasegar por encontrarla son muchas las cosas que pasaron desapercibidas, de que sirven los lamentos para quien yace en una tumba fría.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Martha Ruth, gracias por tu comentario. Tienes momentos en tu escrito en los cuales las citas fluyen en relación con tus planteamientos; en otros, aparecen desarticuladas (analiza, por ejemplo, el cierre del primer párrafo o la cita de Romain Rolland). Te recomiendo tener una tesis y, con base en ella, articular las citas. Revisa el uso de la puntuación.
Esperanza Fonseca dijo:
Buenas noches profesor Fernando
Primer intento
Esperanza Fonseca López.
La felicidad es un estado de conciencia humana, es el resultado, de pequeñas acciones que pueden convertirse en grandes alegrías, si estas no se traducen en acumulación de cosas materiales , en este caso Pearl Buck tendría la razón cuando afirma que “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardad la gran felicidad” afirmar que una gran alegría depende de la suma de pequeñas alegrías, es desconocer la gran felicidad de un niño africano al recibir un pequeño vaso con agua, lo que para nosotros sería apenas un breve satisfacción “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”(Fontenelle). El gran obstáculo para la felicidad es no saber que es la felicidad, para la mayoría ser feliz depende de dios, entonces se aferran a esa idea hasta dejarse esclavizar por uno o unos que dicen ser enviados por el padre; otros en cambio ven la felicidad en el hombre o la mujer de sus sueños, error grave no existe otro igual a usted; si buscamos la felicidad, grande o pequeña no la vamos alcanzar, la felicidad es vivir el ahora con lo que venga. Es decir que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. (Romain Rolland), la mayoría de los seres humanos somos infelices porque no conocemos nuestras limitaciones y por eso compramos todo aquello que nos ofrece la fórmula mágica para ser felices.
Si esperamos ser felices cuando nos ganemos la lotería, u obtengamos una herencia, no solo somos infelices somos fracasados, los acontecimientos de buena suerte solo se da en proporción de uno en un millón. La naturaleza nos ofrece acontecimientos extraordinarios que nos pueden dar una gran felicidad, nada más asombroso que ver el nacimiento de un ser, una estrella fugaz, el cambio de colores de un camaleón, las flores del desierto, o la bellísima flor de loto que nace en el pantano, son muchos los acontecimientos que maravillan pero que la rutina nos priva de ellos; por eso Benjamín Franklin nos regala una sabia reflexión “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”; una estación de felicidad seria el asombro, parar un momento para ver los pequeños- grandes acontecimientos de la vida “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”(Jackson Pollock). Quizá lo poco traiga dentro el regalo de la felicidad, con el empaque equivocado y por eso no lo recibamos porque creemos que es poca cosa. “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” Miguel de Cervantes Saavedra) .
GRACIAS
fernandovasquezrodriguez dijo:
Esperanza, gracias por tu comentario. Las citas no entran fluidamente dentro de tus planteamientos; aparecen fracturadas. Te recomiendo tener una tesis de base a partir de la cual tejas las diferentes citas. Ten cuidado en el uso de los signos de puntuación.
oscar perez dijo:
Cordial saludo maestro Frenando, espero superar ese circunloquio que construí en el pasado intento.
La felicidad es incierta, en la medida que depende de las emociones positivas de cada ser humano. Esto equivale a decir que la felicidad está sujeta al grado de satisfacción de cada persona frente a los circunstancias de la vida.
Cuando una persona es feliz, bien podríamos preguntáramos ¿porque está feliz?, y tal vez encontremos que es gracias a la satisfacción que le produjo el alcanzar un logro, un placer corporal, la alegría del orgullo u otra causa semejante, por lo tanto, podemos asumir que cada ser humano es consciente de sus posibilidades o limitaciones para llegar a este estado de ánimo “la felicidad”, y es que tal como lo asegura el Nobel de Literatura Romain Rolland. “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, solo así proyectaremos un suelo firme, pavimentado con una conciencia realista de nuestra vida. Por estas razones, es bueno que no pretendamos poseer bienes materiales lujosos y hasta mundanos o queramos vivir situaciones casi utópicas para sentirnos satisfechos y palpar así felicidad, pues claramente no será fácil llegar cumplir tales metas, aún mejor lo diría Bernard Le Bovier de Fontenelle escritor y filósofo francés “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Ahora bien, esas personas que viven en busca de esa “gran” felicidad, asumen un accionar cotidiano insensible a los detalles de su alrededor, esclavizados por ese fin, caminando con antojeras, sometidos a trabajos agotadores y rutinas aburridas, todo para empeñar la vida entera por un capricho disfrazado de felicidad, entonces, logran privarse de esplendidos momentos que seguramente llenos de cierta locura e incertidumbre, brindarían magnas alegrías, en otras palabras “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck).
De estas circunstancias nace la aserción de que “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” esta afirmación hecha por el político, científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin en su autobiografía, nos da claras luces para alumbrar el sendero que nos llevaría a ser felices, pues es que como dice la filosofía budista la felicidad está en no desear, pero no seamos tan radicales, tal vez bastaría con despojarnos de tantas pretensiones y dejar fluir nuestro provenir junto a sus frustraciones y alegrías, no pecando de ignorancia creyendo que todo en la vida será ganancia, pues cabe la posibilidad de las pérdidas de las cuales también debemos alegrarnos, ya que nos enseñan y nos dan fortaleza para seguir adelante, es como apropiarnos de nuestros actos con pasión, sabiendo que sus consecuencias pueden ser inciertas, tal como Jackson Pollock que siendo pintor, no pintaba sobre el lienzo sino metido en él, creando obras únicas que pudieron ser un fracaso pero fueron un hito en la historia del arte, él decía: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Concibo, pues, que la felicidad está allí, donde permitas que esté, a lo mejor pasando en estos momentos por tu frente, porque como manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, en cada quien se hallaran las razones y momentos para decir que es feliz.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Bien tu nuevo intento. Revisa la cita de cierre del primer párrafo. El hilo argumentativo que traías al inicio se desdibuja en el segundo párrafo. Analiza y ajusta. Las últimas citas están puestas de manera aglomerada. Procura usar el punto seguido.
SAIRA E. FLOREZ ZAMBRANO dijo:
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN DOCENCIA – NIVELATORIO
QUINTA SESIÓN ACERCA DE LOS CONECTORES
MAESTRANTE: SAIRA FLÓREZ ZAMBRANO GRUPO 01
Aunque con bastante inseguridad, va mi primer intento de contrapunto. Gracias por su atención
Felicidad palabra que encierra grandes sueños, ilusiones y anhelos, búsqueda de ese estado ideal del ser humano, armonía entre el ser y el tener y como ya dijo Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Sin embargo, vivimos diariamente en pro de la consecución de estado ideal y olvidamos esos pequeños momentos que nos proporcionan grandes placeres y satisfacciones. Reflexiono, entonces, en torno a algo dicho por Miguel de Cervantes Saavedra “El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Surge en mí un interrogarme acerca de ¿Cuántas veces dejamos de disfrutar instantes que nunca van a volver a repetirse? Es aquí donde como dijo Fontenelle “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”; se trata pues de vivir intensamente cada instante de la vida pues ésta pende de un hilo por su fragilidad.
Existen muchas personas que siendo consecuentes al planteamiento de Benjamín Franklin acerca de “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”; disfrutan y viven diariamente, esos pequeños logros que son el motor, el aliciente, para seguir adelante, para enfrentarse a nuevas situaciones; sabiendo que como decía Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, por la cual se plantean metas acordes a sí mismos, a sus capacidades y las van replanteando en la medida que llegan a ellas. Muy de acuerdo entonces con Jackson Pollock sobre “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”; es decir para ellos las sumas de esas pequeñas felicidades es lo que conllevan a una gran felicidad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Saira, gracias por tu comentario. Aún no es fluida la incorporación de las citas al cauce de tus ideas. Hay que trabajar más en ello. No se trata de aglomerar las citas sino de ponerlas al servicio de tus planteamientos.
CLAUDIA LÓPEZ MURCIA dijo:
Profe…. Mi primer intento:
ELUCUBRAR ACERCA DE LA FELICIDAD
Estamos inmersos en el mundo. Somos hijos del tiempo que nos ha traído hasta aquí. Somos todo lo que las tradiciones y las costumbres nos han configurado. Somos un cúmulo de creencias, de marcadas normas; para las cuales se relacionan con todo nuestro sistema representativo; las ideas y las actitudes individuales se constituyen de acuerdo con lo que vivencian los individuos y a partir de allí construyen su sistema de valores. Bajo esta perspectiva, cuando un ser humano se encuentra “feliz”, es porque padece un estado mental que lo sitúa a partir de unas formas de pensar y sentir de acuerdo a esa escala de valores que ha ido configurando a través de las experiencias de su vida. A esto me interesa llegar porque, pensar la felicidad me propone un ejercicio en perspectiva de mi humanidad a través de la etapa de la adultez, pues no es lo mismo pensar la felicidad en los distintos periodos o etapas de la vida. Planteada así la cuestión, propongo pues, repensar la felicidad como un estado proporcional a la forma de educar nuestras emociones. Cuando Benjamín Franklin dice que “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, está dando muestras de que la felicidad es una formación de creencia, que además se va dando con pequeñas dádivas; devienen logros con el discurrir de los días, pero estos son una búsqueda que nos mantiene vivos. Comprendemos los seres humanos de este tiempo actual, la dificultad que se tiene para obtener “bienes” o “cosas” que nos puedan hacer feliz; sobre todo porque estamos en un mundo en desequilibrio, que ha dado relevancia a la materia por encima de la esencia de las cosas. Dadas las circunstancias económicas, políticas y socio-culturales, los bienes materiales están por encima del ser mismo. Ahora bien, cuando Romain Rolland dice que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites” está considerando la felicidad como condición de posibilidad, pues reconocernos en nuestra conciencia de lo “feliz” nos permite observarnos qué tan ambiciosos o codiciosos somos al desear el placer de la felicidad, pues difícil es encontrar qué es lo que nos hace realmente felices; a veces nos engañamos al creer que la felicidad es lo que estamos vivenciando y resultamos presas de nuestros inventos de lo que realmente es la felicidad. Bien, pareciera por todo lo anterior que tal como lo expresa Fontenelle “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, porque sin duda, el problema de los seres humanos es que tenemos por fines sobrepasarnos a nosotros mismos y vencernos en la batalla de la dicha, porque buscamos casi siempre ir más allá sin importar que la felicidad nos desborde, así mismo, prodigarnos felicidades enormes que nos den la garantía de abastecernos durante un tiempo en el regocijo de nuestras peticiones, porque el obstáculo de lo pequeño ya no está en el repertorio de nuestros altivos deseos.
Volvamos ahora la mirada hacia el pasado más cercano; cuando pienso en la felicidad de mis primeros años, creía que lo importante pertenecía a ese estado de júbilo y que no había nada que lo pudiera opacar. La felicidad era mía y yo era su dueña. Con el tiempo y las dificultades propias de nuestras familias, los esfuerzos personales que debía iniciar para conseguir lo que a bien tuviera por satisfacer y sobre todo, hallarme huérfana en mi felicidad porque no todos se reconocían en mí placer, aprendí que la felicidad era propia de cada uno; que habían muchos objetos de felicidad y que de mayor a menor grado todos causaban la dicha. Buen ejemplo de ello lo presenta Pearl Buck quien dice que “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, este fino detalle de observar se fue refinando con el tiempo y con la paradójica manera de no conseguir lo que quería; al dejar de resistirme, al dejar las cosas a su tiempo, mi percepción se fue configurando, el tiempo y las circunstancias me enseñaron que podía regocijarme en lo pequeño y que podía seguir deleitándome con los esfuerzos si perseguía un fin mayor. Sea otro ejemplo el de Miguel de Cervantes Saavedra, quien dice que “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, es esto, lo que precisamente pasa cuando nos asalta la realización de la felicidad y nos toma desprevenidos. En la lucha por conseguir, por llegar a nuestra meta se nos olvida cuando llega, que era la felicidad nuestro fin último y no el bien asegurado, a fin de que cuando pase vagamente la felicidad no cometamos el agravio de quejarnos, ya que poco importan los bienes si no sirven para intercambiar el placer de lo vivido. Después de todo como nos lo plantea Jackson Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, es esta una de las mejores percepciones que se tienen de la felicidad para saber comprender que la felicidad es relativa e individual; comprende dádivas en el viaje de nuestra vida, también descubrimientos, pero para ello debemos tener como herramienta nuevos ojos, que nos permitan ver el espíritu que tienen las cosas. Pues con el tiempo y las vicisitudes de la vida, vamos cambiando nuestra actitud frente a ese estado mental que nos produce la felicidad, pues como casi todas las cosas de la vida que tienen que ver con nuestras emociones, vamos perfilando saberes a través de nuestras experiencias. Y es allí, donde convergen las muchas formas que adquiere la virtud, en observarnos, recomponernos y modificar nuestro modo de entender, para que seamos nosotros mismos que vayamos educando nuestras emociones, a fin de que no sean los bienes, los objetos o las cosas exteriores que determinen nuestro estado interno.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Claudia, gracias por tu comentario. Recuerda que las citas deben estar al servicio de tus ideas. No se trata de glosar las citas sino de incorporarlas a tus propios planteamientos. Analiza y ajusta. Revisa el uso del punto y coma.
Milena Pulido Cardozo dijo:
Buen día, maestro
Aquí va un intento =)
Las citas a relacionar:
•“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck)
•“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle)
•“La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites” (Romain Rolland).
•“La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock).
•“La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” (Benjamín Franklin).
•“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” (Miguel de Cervantes Saavedra).
Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las definiciones más controvertidas y complicadas. El ser humano ha tendido siempre a perseguir la felicidad como una meta o un fin, como un estado de bienestar ideal y permanente al que hay que llegar, sin embargo, parece ser que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles vividos en el día a día, como diría Benjamin Franklin “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, quizá su principal característica sea la futilidad, su capacidad de aparecer y desaparecer de forma constante a lo largo de nuestras vidas, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” afirmaría Pearl Buck; solemos relacionar esta con grandes aconteceres que implican lo material y le restamos valor a situaciones mas sencillas, situaciones que posteriormente hacen las veces de amortiguador para superar los momentos adversos, ya lo dijo Fontenelle “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, si enfocamos nuestra energía en el bienestar material seguramente tendremos espacios físicos bellos y confortables, en nuestro recuerdo quedará guardado el momento en el que los adquirimos y la agradable sensación que tuvimos, no obstante cuando estamos tristes, desanimados o en situaciones difíciles nuestra memoria no se remite al momento de la última o la mejor compra sino a esas palabras reconfortantes, a aquel abrazo, beso, saludo, a esa mano amiga que nos anima, que nos alienta a seguir adelante llámense padres, abuelos, hijos, amigos… no quiero decir con esto que no necesitemos de un bienestar material, pero este no lo es todo para ser feliz, de acuerdo estoy con Jackson Pollock cuando dice que “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
Darnos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos e identificar nuestras fortalezas y debilidades, de darle valor a nuestros aciertos y desaciertos parece ser un camino indicado hacia la felicidad como bien dijera Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, Si la felicidad vital viene determinada, a cualquier nivel, por ciertas características de nuestra personalidad, de una elección o de una actitud susceptibles de ser modificadas mediante el aprendizaje, resulta entonces razonable pensar que la felicidad se puede aprender ,es esa introspección, el autoconocimiento, el amor propio lo que finalmente nos dejará gozar de los detalles esenciales, de la grandeza de lo pequeño… Así pues “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” maravillosas palabras de don Miguel de Cervantes Saavedra, ya que no es momento de quejarse, ¡es el tiempo de la acción! ¡Es tiempo de ser feliz!
Milena Pulido Cardozo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Milena, gracias por tu comentario. Empiezas bien pero luego las citas se aglomeran sin mantenerse incorporadas a tus ideas. Revisa el uso de la puntuación.
Sofia Rivera dijo:
Buenas noches. Adjunto ejercicio.
Por siglos hemos concebido la felicidad como una receta mágica que muy pocos logran obtener. En el mundo actual, donde los estereotipos de felicidad están regidos por la superficialidad y vanidad, se hace necesario establecer un rumbo que nos permita construir paso a paso este estado inherente al ser humano. Romain Rolland afirma que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”; reconocer esos límites es muy importante, ya que según Pearl Buck, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.
“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad, es el prometerse una felicidad demasiado grande”; afirmación sostenida por Fontenelle que deja en evidencia la ambición que posee el ser humano a la hora de buscar la felicidad; con esto no estamos afirmando que esté mal ambicionar, lo que está mal es no comprender que hay que ir paso a paso, tal como lo dice Benjamin Franklin, quien expresa que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”; mientras que Jackson Pollock sostiene que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Estos enunciados dan cuenta del afán del ser humano por alcanzar la totalidad de la felicidad en el primer intento; por tal razón es primordial establecer y cumplir objetivos paso a paso para que la felicidad no se convierta en una frustración, pues como lo manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra, “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sofía, gracias por tu comentario. No es clara aún la relación de las citas con tus planteamientos. Revisa. Recuerda que las citas deben estar articuladas con tus ideas; no es cuestión de hacer perífrasis a cada una de las citas.
Ayen dijo:
Buenas noches profesor Fernando.
Definir el concepto de felicidad es más complejo de lo que parece. Por eso, para mí, la idea de felicidad es concordante a la noción del pintor estadounidense Jackson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Se trata desde luego de atesorar los grandes momentos de la vida, para que cuando lleguen las zozobras del presente, podamos recrearnos en las remembranzas del pasado. Como diría Benjamín Franklin “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Es oportuno ahora expresar, que la felicidad es también, la sumatoria de distintos agentes, como pueden ser; la salud, tanto emocional, como física, la economía, las relaciones interpersonales, etcétera. No debemos esperar, que estos elementos estén finamente conexos para empezar a vivir, ya lo anunciaba la ilustre Nobel de literatura Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.
Pienso, por eso, que como seres racionales y sensatos, debemos estar atentos a cada ocasión de bienestar que se nos presente, no subvalorando ninguna de ellas. Es más, lo dijo Cervantes: “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Es así como; tenemos el compromiso vital de conocernos a nosotros mismos, sabiendo las restricciones con las que contamos en esta gran empresa, que es el lograr ser felices. Del mismo modo lo decía, Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, y el gran novelista Romain Rolland nos comunico algo afín “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ayen, gracias por tu comentario. No es fluida aún la incorporación de las citas al cauce de tus ideas. Aglomeras pero no incorporas. Revisa y ajusta. ¿Cuál es la tesis de tu escrito?
Hedilza Yanet Delgado Delgado dijo:
Buenas noches profesor Fernando: le envío mi escrito sobre la felicidad. agradeciendo de antemano sus sugerencias.
La felicidad.
El peor de los errores es no atreverse a ser feliz, negarse la oportunidad de vivir aquellos momentos de la vida, reírse de todo y alegrarse con la felicidad del otro porque como diría Benjamín franklin “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que puedan lograrse todos los días”. No es exagerado decir que muchas personas piensan que la felicidad depende de cuánto se tiene, del poder económico, ya que para muchos el dinero puede resolverlo todo, y olvidándose así de los verdaderos placeres de la vida “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad” (Pearl Buck).
No hay que olvidar que hay épocas de tristeza, de ira, de desesperanza y que en la vida de las personas hay inviernos y primaveras; pero es verdad que se pueden dar pasos adelante y cuando se lucha por ser feliz las tormentas más fuertes pueden parecer pequeñas brisas así como manifiesta el famoso pintor Jackson Pollock: “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. No podemos dejar pasar el tiempo en vanos lamentos por el pasado, más vale esforzarse al máximo por vivir y actuar en el presente porque hay que vivir todas las otras mañanas que vendrán, así escribió el mundialmente conocido Miguel de Cervantes Saavedra “El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse sí se le pasa”. Ahora bien, la vida es corta, por lo tanto hay que vivirla completa y pensando cada día que la felicidad es la consecuencia de cómo vivimos y de lo que nos proponemos ser, aceptando nuestras propias limitaciones, al fin y al cabo y como lo expreso el escritor francés, Romain Rolland “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Basta ahora decir, que para ser feliz sólo hace falta tener razones, ganas e ilusiones, sin pensar que requerimos demasiado para lograrlo, porque “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontanelle)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Hedilza, gracias por tu comentario. Aún no es fluida la incorporación de las citas al cauce de tu escrito. Revisa. Relee bien las citas para que no pierdas el sentido original de las mismas. Hablas de muchas cosas a la vez. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu escrito?
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenas noches! Estoy un poco preocupada por su ausencia, no sólo porque deseo mejorar mi conexión de citas sino porque es la primera vez que noto que ha pasado mucho tiempo sin sus apreciadas y acertadas observaciones.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Revisa la respuesta del día 14.
Aleyda Navarro dijo:
Profesor Fernando
¡Buenas noches cordiales!
Mi primer intento
A PROPÓSITO DE LA FELICIDAD
La felicidad nos conduce hacia una senda repleta de sensaciones y de sentimientos en los que se dan cita la alegría, la calidez, la bondad y la confianza. Para seguir por este camino, lo único que hay que hacer es dejar atrás ciertas banalidades y acercarnos a todo lo bello y sencillo de la vida que pueda depararnos ese estado. Baste lo anterior para concederle relevancia a las palabras que sobre este tema, destacó Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En consonancia con lo anterior, un aliado de la felicidad será nuestra propia actitud para disfrutar las pequeñas grandes cosas o situaciones que nos trae el día a día, bien lo expresa, Jackson Pollock, “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Cabe señalar en este punto, que la invitación es dejarnos atrapar de aquello que nos da felicidad a cada instante: una sonrisa, una mirada, un saludo, un silencio, una puesta del sol, un café; la existencia humana determinada en lo cotidiano, se reafirma en la cita de Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”.
Todo esto nos revela que, la felicidad es una forma de caminar por la vida y nos conduce hacia la riqueza espiritual, aquella que está dentro de cada uno; la ruta de esta travesía en busca de la felicidad no está en recurrir al exterior, sino reconocerla en la suma de todos esos instantes que nos interpelan en nuestro diario acontecer, sin distraernos de lo esencial y sin esperar mucho; en otras palabras bien lo expresa, el escritor Romain Rolland, “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Enfatizando a este respecto y en sencillas palabras la felicidad está dentro de cada uno y nosotros somos los que la limitamos, por eso debemos concederle sentido a Fontenelle, cuando señala: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Para concluir, en este gran viaje que es la vida, la felicidad está y la disfrutaremos en la medida que la reconozcamos en los pequeños-grandes momentos de nuestra existencia, bien lo decía el Príncipe de los ingenios, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Aleyda, gracias por tu comentario. Empiezas bien. Luego las citas se aglomeran sin incorporarse al cauce de tus ideas. Relee las citas para que no pierdan su sentido original. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu escrito?
Alexandra dijo:
Buenas noches Profesor Fernando, envío mi primer intento.
La felicidad es como un sentimiento que se da en determinados momentos. Esto sucede, cuando se obtiene un buen resultado o un propósito que se ha buscado. En palabras de Benjamín Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Sin embargo, después de ese momento aparecerán otros, por los que se recorrerán largos caminos con el fin de volver a conquistar la felicidad. En concordancia, se puede asegurar que quien lucha y es persistente, puede beber del vaso de la felicidad en repetidas ocasiones.
Por otra parte, quien en el transcurso de su camino sólo vive pensando en la gran felicidad que encontrará al final del recorrido, puede estar perdiendo la oportunidad de gozar de esos pequeños momentos, que aunque fugaces pueden traer instantes llenos de felicidad. Aquí he de referirme a, Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” , pues en esos momentos que a veces parecen insignificantes pueden venir muchas alegrías. Pero la felicidad, también, puede escaparse de nuestra mirada debido a las múltiples ocupaciones o a los obstáculos que se puedan presentar a lo largo del recorrido. Dicho de otra manera, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. (Miguel de Cervantes Saavedra), por lo que es importante estar con los ojos bien abiertos siempre. Por esta razón, es fundamental planear muy bien nuestros objetivos, y en especial en tiempos cortos, porque como dice el adagio popular, “paso, a paso se llega lejos” y mirar hasta donde podemos llegar. Apreciar en las paradas las oportunidades. De esta manera, reconocer que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. (Romain Rolland). De lo contrario, solo podríamos ser felices en la abundancia, donde la vida deja de tener sentido en algún momento, pues sólo se experimenta felicidad, entonces el ser se sentirá atrapado en la monotonía y cabrá preguntarse si se es feliz y en esta pausa es pertinente abordar el pensamiento de: Jackson Pollock “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Todavía no logras incorporar las citas al flujo de tus ideas. Revisa. Relee las citas para no perder el sentido original de las mismas. Ajusta los signos de puntuación.
Diego Mauricio Farfàn dijo:
Buenas tardes profesor Fernando, este es mi primer intento.
Gracias!
La felicidad es un estado de ánimo que permite la satisfacción y el gozo de disfrutar plenamente de algo que se quiere, como lo dice Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, por ejemplo si alguien se satisface con un simple paseo a pie por el campo, esto es más fácil de alcanzar que ponerse como meta comprarse un automóvil último modelo, en este sentido alcanzaría la satisfacción más rápido, entonces “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” como lo afirma Jackson Pollock.
Los seres humanos somos seres inconformes que cada vez queremos más, pero en este afán de conseguir mejores cosas nos olvidadamos de disfrutar lo que tenemos y ser felices con ello, por eso estoy de acuerdo con el planteamiento de Miguel de Cervantes Saavedra cuando dice que: “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, o lo planteado por Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande” en este sentido,la satisfacción estará cuando se llegue a la meta, pero en muchas ocasiones a lo largo de este proceso se pueden encontrar obstáculos que llevan a la frustración y al querer abandonar el objetivo, se experimenta la tristeza y la infelicidad, es allí donde se deja pasar los pequeños detalles, pero es a su vez “la manera de conocer y amar nuestros propios límites” como lo esboza Romain Rolland ; teniendo en cuenta lo anterior, el secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere sino en querer siempre lo que se hace como lo afirma León Tolstoi.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego Mauricio, gracias por tu comentario. Aún no están bien incorporadas las citas. Relee los textos. ¿Cuál es la tesis que sirve de telón de fondo a las citas? Revisa.
Jairo Alonso Ramírez C. dijo:
Profesor Fernando, un saludo muy especial.
Le estoy enviando mi primer intento de ensayista.
LA FELICIDAD
Todos los seres humanos buscamos estar en un estado de felicidad, pero realmente sabemos ¿qué es la felicidad? Para tratar de dilucidar esta cuestión acudo a algunos autores que hablan del tema, Jackson Pollock, la define como “una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Definición compleja a mi manera de ver. A la luz de esta cita, me cuestiono, qué se podría afirmar de una persona que dice: soy feliz porque tengo suficiente dinero, pero infeliz porque mi salud no es la mejor. Aquí hay dos variables que determinan felicidad y cada una de ellas está entre los límites de lo poco y lo demasiado. ¿Se podría determinar la felicidad total de ésta persona, al grado de amor a una de las variables (dinero, salud) o a las dos juntas? Me parece que si la felicidad se toma en función de una sola variable la cita es acertada, pero como la vida se desarrolla dentro de una maraña de variables, unas que proporcionan felicidad, otras infelicidades, dar el juicio de valor es difícil, yo diría imposible. Otros autores hacen referencia a personas que supeditan la felicidad, al logro de alcanzar cosas ambiciosas; Pearl buck dice, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, o Fontinelle quien considera que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el proponerse una felicidad demasiado grande”; con estas dos expresiones se colige que este tipo de personas van a ser infelices hasta tanto logren alcanzar ese objetivo que les proporcionaría la felicidad, ejemplo, ganarse el baloto. Probabilidad ínfima.
A diferencia de lo anterior, autores como Benjamín Franklin quien expresa que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” y Romain Rolland, quien afirma que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros límites”. Posturas más esperanzadoras sobre la felicidad, en cuanto cualquier detalle puede ser generador de alegría, de felicidad; además, que conocer las limitaciones personales no genera ilusiones falsas. En este mismo tipo de pensamiento se puede identificar Miguel de Cervantes Saavedra al decir que “el que no sabe gozar de la ventura cuando viene, no debe quejarse si se le pasa”, interpretando que la ventura o felicidad es pasajera y que hay que aprovecharla y disfrutarla en el momento. En este sentido y para concluir este escrito, me atrevo a decir, que uno es el resultado del promedio de los momentos de felicidad y de infelicidad, momentos que los hemos vivido como seres humanos, o simplemente, o por lo menos, me hace seguir pensando “que la felicidad no es completa”, aún más, “es esquiva” como se dice popularmente.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Jairo Alonso, gracias por tu comentario. Aglomeras citas pero sin articularlas a tus planteamientos. Te invito a apropiarlas pero desde la columna vertebral de tu tesis. Revisa y ajusta.
ludivia montero dijo:
Buenas noches profesor
Un cordial saludo
Le envió mi texto sobre la felicidad
Es difícil escribir sobre una palabra tan sencilla como la anhelada felicidad, este sentimiento es tan buscado que lo buscamos en otras personas o cosas y no nos damos cuenta que está en nosotros mismo como dice Pear Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” está que nunca llega, cuando nos damos cuenta que la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites como lo cita Romain Rolland. Que requiere de mucho esfuerzo para lograr la felicidad. es una sensación tierna que sale del corazón.
Según Benjamin Franklin la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buenas suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que puedan lograrse todas los días” de ahí como decía Fontenelle “que es un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el presentarse una felicidad demasiado grande” es una sensación latente dentro del ser humano, que da sentido y finalidad es un deseo que todos queremos alcanzar. Recordemos a Miguel Cervantes Saavedra “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” por esta razón cada vez que tengamos la oportunidad o momento de ser felices debemos aprovecharlo. Por eso debemos recordar las palabras de Jacson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ludivia, gracias por tu comentario. No se trata de aglomerar las citas sino de incorporarlas al cauce de tus ideas. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu texto?
Martha Lucía dijo:
Maestro buenas tardes este es mi primer intento.
La felicidad es un término difícil de definir. Comenzare dando algún ejemplo del pintor americano Jackson Pollock quien afirma que “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, Conviene subrayar que también es difícil de encontrar y su ubicación es inexacta. En mi concepto existen momentos en los cuales nos sentimos felices, pero no existe felicidad absoluta. En este punto se pueden destacar las palabras de la escritora estadounidense Pearl Buck, quien afirma que “Muchas personas pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad”. Agregando a lo anterior y con base en mi experiencia de vida, considero que la felicidad es intrínseca y habita en nuestro interior, Así por ejemplo el escritor francés Romain Rolland afirma que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, después de todo ello no necesitamos buscarla en otras personas, está en nosotros y debemos aprender a aceptar nuestra realidad.
Examinemos brevemente ahora el planteamiento del filósofo francés Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” señalemos en pocas palabras que siempre esperamos más de quienes nos rodean y no disfrutamos los momentos felices. Es posible que muchas personas pasen la vida esperando la felicidad completa simplemente porque a veces no la vemos ni aunque la tengamos enfrente o será que como afirma el político Benjamin Franklin “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que puedan lograrse todos los días” hay cosas que simplemente nos traen felicidad y no hemos aprendido a vivir de lo que Dios nos brinda quizá como dijo Cervates “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Martha Lucía, gracias por tu comentario. Hay citas que no fluyen con tus propios planteamientos. Aún se sienten desarticuladas. Relee las citas para no perder su sentido original. No se trata de hacer una perífrasis a las citas sino de convertirlas en soporte a tus propias ideas. Revisa.
Nuvia Lancheros V. dijo:
Buenas tarde profesor, ahí va mi primer intento.
La felicidad es el encanto de la vida simple: respirar, caminar, observar, son tan sólo una muestra de ello, tal como lo anota Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, y es que “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, como lo cita Benjamín Franklin, el aire es gratis, la vista un don, caminar un milagro, es por todo ello que se requiere reconocer todas esas cosas que nos hacen felices ya que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites” como lo dice Romain Rolland. Si no conocemos nuestros límites siempre andaremos frustrados en búsqueda de aquello que no encontraremos.
Sin embargo, es posible sabotear el camino a la felicidad, como bien lo señala Fontenelle “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. En otras palabras, aspirar al ideal mientras se nos escapa lo real, lo tangible, lo presente, que como su nombre lo indica es un regalo. Regalo que se puede esfumar porque el futuro y el pasado se encargan de sabotear el presente, de ahí que como decía Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, o como diría Jesús de Nazaret “tienen ojos y no ven, tienen oídos y no oyen”. Se requiere disfrutar de esas pequeñas cosas que nos hacen felices para poder ser felices y no estar añorando aquello que nunca llegará, como lo dice Jackson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Nuvia, gracias por tu comentario. No aglomeres las citas sin apropiarlas. Son tus ideas las que deben servir de motivo y columna vertebral del escrito. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu texto?
LEONARDO “TEOCAOS” BARRANTES dijo:
Buenas tardes
LA FELICIDAD EN UNA ÉPOCA DE CRISIS
La transformación del hombre afecta todos los aspectos de su ser. A estas mutaciones que socaban el espíritu no podría ser ajena la felicidad, hoy nos enfrentamos al poder del dinero donde las adquisiciones se reducen a bienes materiales que brindan efímeros momentos de felicidad cuando tenemos; un carro nuevo, un computador, una mejor casa. Incluso las posesiones pretende alcanzar hasta los sentimientos, el amor a cambio de unos pesos, pareciera que en la idea de Benjamín Franklin, “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, las adquisiciones se redujeron a los bienes y el deseo de poseer. De igual manera, el ego se apodera de la condición humana y el reconocimiento del ser se pierde, en consecuencia la felicidad alimenta el egoísmo y los límites se desvanecen en medio del afán de triunfo, la competencia y la búsqueda del estatus social, en oposición a Romain Rolland quien nos enseñó que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Al llegar a este punto, retomando el adagio popular “ni tanto que queme la santo, ni tan poco que no lo alumbre”, “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.(Jackson Pollock), cuando se pierde nos embarga la tristeza y el desaliento, la vida carece de sentido, cosa distinta al aparecer la euforia, nos conduce a una felicidad momentánea, explosiva que al igual que cualquier droga o vicio nos enaltece en un momento dado para después sumergirnos en la angustia y desesperación.
En una sociedad que ofrece un sinnúmero de posibilidades “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. (Pearl Buck), alegrías enmascaradas en otro yo que se esconde en las redes sociales, triunfos efímeros en; juegos de video, futbol, novelas, títulos de profesionales. Proyecciones del ego que confinan las cosas simples que nos hacen humanos, un saludo, un abrazo, un beso, disfrutar de un día soleado o llorar de alegría, los sentimiento son relegados. Emergen entonces las metas como estado para alcanzar la felicidad, cuando: compre, estudie, me jubile. Se transforman en barreras que impiden el ingreso a la felicidad, así lo describe Fontenelle, “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, habría que decir también, peor cuando esta promesa se convirtió en la mercancía para ser felices. Todo esto nos conduce a la incertidumbre como la oportunidad para ser felices, los momentos son efímeros la única oportunidad para ser feliz es ahora, así, ante la proximidad de la muerte no tendremos que arrepentirnos de los momentos perdidos, como lo describiera Cervantes “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. La felicidad es un estado, no una mercancía al mejor postor.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Leonardo, gracias por tu comentario. Hay un tono interesante en tu texto pero le das muchas vueltas a un mismo asunto. Revisa el uso de la puntuación (mira los materiales entregados en el Nivelatorio). Pones punto y coma donde debería ir dos puntos o ningún signo de puntuación. Relee bien cada cita para que no pierdas su sentido original. Por momentos las citas quedan por fuera del cauce de tus ideas.
Carolina Molina Díaz dijo:
Hola Profe:
realmente es muy difícil para mí hacer esto! ahí va mi intento:
Siempre he pensado que la felicidad del ser humano se resume en instantes, esos pequeños momentos en donde experimentamos sensaciones placenteras e invaluables, algunas veces únicas, bajo esta perspectiva, considero que un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande, por eso es que muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad, o sea que, no hay felicidad completa ni duradera, esos pequeños e intensos momentos son decisiones propias, es decir, nosotros construimos nuestra felicidad.
En el tren de la vida la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado, entender esa diferencia entre poco y demasiado y tratar de equilibrarla es un proceso que muchas veces no se lleva a cabo, en ocasiones nos encontramos en el extremo del demasiado y cuando esa parada llega a su fin, nos sentimos frustrados; así que, la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días, esa construcción diaria de pequeños momentos y acontecimientos felices, es lo que permite en nosotros un equilibrio, un límite, estabilidad, como diría Rolland, la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites y afrontar la frustración, continuar la vida.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carolina, gracias por tu comentario. No te desanimes. Valoro tu intento. No es evidente cuáles son las voces incorporadas. Usa las comillas. Mira en esta misma entrada del blog ejemplos de tus compañeros. Revisa y ajusta,
Luz Esperanza López Welfar dijo:
Maestro,
Cordial saludo,
Envío mi segundo intento de acuerdo con tus comentarios, muchas gracias.
A lo largo de mi experiencia de vida me he dado cuenta que la felicidad es comprender el proceso de la vida misma.
Es disfrutar de los pequeños detalles por ínfimos que parezcan: el calor del sol, el exquisito sabor del chocolate oscuro, caminar bajo la lluvia, sonreír, amar; pero es innegable que, cómo expresa Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”; de lo que no hay duda es que la vida es efímera, y si nos detenemos a esperarla, tal vez nos perdamos de esa dicha especial y mágica que invade cada instante de nuestro diario vivir.
Desde esta perspectiva, como expone Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Quizá no sea grande ni pequeña, simplemente es el sentido que se le dé.
En consecuencia, bien decía Romain Rolland “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”; nada formativo es quedarnos añorando lo que no está al alcance de nuestras manos, deseando la felicidad que ni siquiera tenemos claridad de ella. La idea es precisamente deleitarse con lo que se es, con lo que se tiene; pues la felicidad es relativa, es tan única y disímil como el ser humano.
Por otra parte, no es verdad que la felicidad no existe como creen muchos. Lo que hay que lograr es un equilibrio, como manifiesta Jackson Pollock “una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. El tener mucho o poco no hace más o menos felices a los seres humanos. He sido fiel testigo de los niveles de infelicidad de quienes dicen tenerlo “todo” y son, muchas veces, los que le encuentra menos razón a la vida.
Por todo esto creo, que como indica Benjamin Frankiln “la felicidad humana se forma no tanto en acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, de hecho, la felicidad está presente en ti mismo, en los acontecimientos extraordinarios que pueden lograrse todos los días, ella está, hay que sentirla, la felicidad no depende de lo que se tiene o se quiere; sino de lo que se es. ¡Tú eres felicidad!
Sintetizando pues, diré para terminar que la felicidad es hacer de la vida una gran aventura, es vivir rodeado de amor, es tener el don de ser, vivir, amar, pero como expresa el escritor Miguel de Cervantes, “el que no sabe gozar de la ventura
cuando le viene, no deje quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Esperanza, gracias por tu comentario. Muy bien el tono y tejido de tu texto. Revisa la incorporación de la primera cita. Ajusta el uso repetitivo del “como dice, como expresa, como expone”.
Silvia Arias dijo:
Buen día Maestro, envío primer intento. Muchas gracias
Culturalmente, en el contexto en el que nos movamos nos han vendido un prototipo de felicidad que nos aleja de ella, mostrándonos que otros son dueños de nuestra felicidad o que somos responsables de hacer felices a otras personas. Crecemos con la idea de que la felicidad está afuera, en cosas, logros o personas y no dentro de nosotros. Por ello, continuamente enfrentamos dramas pues nada nos llena o satisface. De lo que sea que tengamos siempre queremos más, tal vez pensando que algún día seremos reconocidos por lo que en verdad valemos. Dado lo anterior es necesario reconocer como lo plantea Romain Rolland: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, así, es necesario colocarnos metas sabiendo que en nosotros está la fuerza necesaria para lograr grandes cosas y que esa fuerza es susceptible de ponerse a prueba y por qué no quebrantarse para volver a reponerse; lo importante es reconocer hasta donde podemos o no llegar y trabajar perseverantemente en ello. Claro está que mientras luchamos por alcanzar las metas para ser felices estamos en un continuo aprendizaje, allí pueden darse dificultades, pero podemos verlas como oportunidades, y a veces lo más importante no está al llegar sino al recorrer el camino, en este sentido, Pearl Buck afirma que “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Por ello, es de vital importancia que tomemos las riendas de nuestro destino y la conciencia de vivir cada día y cada prueba a plenitud, para que no nos ocurra que cuando alcancemos nuestra ansiada meta final nos quede un sinsabor si el logro obtenido no es exactamente como lo habíamos previsto bien lo dice Fontenelle “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”.
No podemos Creer que la felicidad es un estado al finalizar un ciclo, un camino o la vida, pensar en la felicidad es reconocer que pueden ser momentos de tranquilidad, de paz, de satisfacción, que debemos aprender a aceptar y a disfrutar la vida como lo expone Pollock “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, en dicho sentido hay que ser concientes de que la felicidad está compuesta momentos transitorios de bienestar. En relación a lo anterior, también Cervantes Saavedra anota “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, podemos entonces afirmar que los seres humanos debemos vivir valorando lo que tenemos, lo que se nos presenta cada día, lo que obtenemos por medio del esfuerzo, lo que nos llega sin ser esperado; como bien lo resume Franklin en su frase “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Silvia, gracias por tu comentario. Hay que trabajar más en la incorporación de las citas al desarrollo de tus ideas. Relee con cuidado cada una de ellas para no perder el sentido original. Ten cuidado con el uso de la puntuación. Revisa y ajusta.
Elizabeth Ruiz dijo:
Buen día, apreciado maestro.
Voy con mi primer intento, agradeciendo de antemano sus valiosos comentarios.
LA FELICIDAD
Empezaré por decir que la felicidad es un estado emocional de todo ser humano que genera paz interior o una sensación de bienestar y satisfacción. Algunas personas no necesitan tener un motivo especial para ser o sentirse felices, aquí he de referirme la afirmación de Benjamín Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Vale la pena que todos los seres humanos abramos la puerta a la felicidad, que reconozcamos su rostro hasta en los mínimos detalles. Las preocupaciones, el estrés, las innumerables excusas que sacamos no nos permiten reconocerla así nos topemos con ella de frente, pasamos de largo, la olvidamos o nos parece insignificante; nada es suficiente para ser felices, en palabras de Pearl Buck, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, o bajo la perspectiva del filósofo Fontenelle, “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”.
Cada día aprendemos nuevas cosas y por ende alcanzamos muchos logros, no solo en beneficio propio, sino de cada persona que se cruza en nuestro camino, eso es felicidad. Cuando con nuestras palabras, actos o con una simple mirada no solo damos, también recibimos felicidad, pero cabe entonces preguntarse ¿qué tan conscientes somos de ello? en cierto sentido, la afirmación de Jackson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” me lleva a pensar en el grado de inconformismo en el cual vivimos y vienen a mi mente frases empleadas por muchos de nosotros: yo sería feliz si fuera… si tuviera… si lograra… y qué pasa con lo que somos, tenemos y hemos logrado, ¿no nos hace felices? Cuando niños valorábamos un simple juguete, una deliciosa chupeta, de cualquier situación lográbamos momentos increíbles y afirmábamos ser felices. Con el paso de los años creemos que el camino para alcanzarla se hace más largo o más difícil, conviene advertir, que según Romain Rolland “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, es esforzarse y no claudicar, mirar a nuestro alrededor y agradecer al creador por las carencias y las abundancias, por las risas y los llantos, por lo ganando y aún por las pérdidas, de aquí la afirmación de Miguel de Cervantes Saavedra, Príncipe de los ingenios: “el que no sabe gozar la ventura cuando se le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Elizabeth, gracias por tu comentario. Varias citas están bien incorporadas, otras se sienten desarticuladas de tus planteamientos (fíjate al final de primer párrafo). Relee las citas para no perder su sentido original. ¿Cuál es la tesis que sirve de fondo de a tus ideas?
Claudia Escamilla. dijo:
Buen día Maestro, espero tenga una buen semana. Le envió mi primer intento a espera de sus comentarios.
La felicidad es el goce continuo y sin descanso de las pequeñeces que ofrece el día a día, sin embargo para algunas personas la felicidad representa el ideal de algo grande, sublime e inusitado, olvidando que tal como afirmaba Benjamin Franklin “La felicidad humana se forma no tanto de acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. De esta manera se observa cómo, muchas personas centran sus esfuerzos en alcanzar su ideal de felicidad, no obstante dicha tarea se ve opacada al no cumplirse las espectativas propuestas, se comprueba de este modo que “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” como anotaba Pearl Buck, por lo anterior se explica como personas que podrían ser consideradas como felices, no se reconocen como tal, por tanto, es necesario retomar las palabras de Cervantes en el sentido que “El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
De lo anterior se desprende que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” como sostiene Fontenelle, sin embargo,no se debe entender como que es conveniente ser conformista e inconstante para alcanzar dicha felicidad, en cambio Romain Rolland defiende la idea de que “La felicidad es la manera de conocer y amar nuestros propios límites”; lo cierto es que la felicidad no puede entenderse como una meta lejana sino por el contrario, como afirma Jackson Pollock “La felicidad es la estación de parada entre lo poco y lo demasiado”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Claudia, gracias por tu comentario. Hay que trabajar más en armonizar el tejido de las citas con tus ideas. No se trata de amontonar las citas sino de incorporarlas a tus planteamientos. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu texto? Revisa.
DIANA ORJUELA dijo:
buenos días profe Fernando.
envío mi primer intento luego de varias relecturas
El ser humano tiene a su alcance un sin número de engranajes en su interior y en su entorno que le son útiles para construir una gran estructura, la felicidad, sin embargo, no solo basta asentir sobre la existencia de esos elementos, es necesario admitir también, como lo dice Romain Rolland, que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites” limites mínimos y máximos que contienen infinitos puntos intermedios prescindibles para ser feliz puesto que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” como lo afirma Jackson Pollock. Es esa conciencia del propio ser, lo que le permitirá al hombre reconocer la felicidad cuando llegue para que no pase desapercibida, punto en común con Miguel de Cervantes Saavedra, una de las máximas figuras de la literatura española y universal, cuando afirma que “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Por otro lado, cabe recalcar que la felicidad no es un estado que se busca, es un estado que llega poco a poco a medida que el ser humano va alcanzando sus objetivos, esos que día tras día se traza, así, como lo advirtió uno de los hombres considerado padre de los Estados Unidos, Benjamín Franklin, “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, eso implica que se deben valorar las minucias , aquellas páginas de un libro a las cuales no se les da mucha importancia pero sin ella la comprensión no es completa, Pearl Buck lo expuso de forma más perentoria “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras guardan la gran felicidad”. Para finalizar, en este punto es importante exponer la idea categóricamente propuesta por Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, es así como toma gran importancia el vivir despacio pero plenamente cada momento que se presente al recorrer el camino de la vida.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana, gracias por tu comentario. Hay momentos en que las citas se incorporan fluidamente y, otros, en que quedan fracturadas de tus ideas. Revisa. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu escrito?
ROCIO BARRERA LEON dijo:
¿Cuál es el objetivo de la vida? Es llegar a ser feliz. Cualquiera que sea el país o la sociedad en la que vivan las personas, todas tenemos el mismo profundo deseo: llegar a ser felices, ” la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” reflexiona Jackson Pollock un pintor del expresionismo abstracto. Sin embargo, existen pocos ideales tan difíciles de comprender como el de la felicidad. En nuestra vida diaria la experimentamos constantemente lo mismo que la infelicidad, pero seguimos ignorando lo que realmente es ella, el escritor francés Romain Rolland en uno de sus libros escribe su significado: ”la felicidad es una manera de conocer y amar nuestro propios límites”.
No es una vida sin problemas, sino la fortaleza para superar lo que se presenten. No existe tal cosa como una vida libre de problemas; las dificultades son inevitables. Pero la manera en la que experimentamos y reaccionamos a nuestros problemas depende de nosotros, bien escribió Miguel de Cervantes Saavedra “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” por esta razón cada vez que tengamos la oportunidad seamos felices, todos esperamos encontrarla sin retar las debilidades, sin cambiar desde adentro, en una oportunidad afirmó Benjamín Franclin: “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte que a veces suceden, como pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” ha de encontrarse en el dinamismo y la energía de nuestra propia vida, mientras luchamos para superar un obstáculo tras otro, así que si alguien es activo y valiente es verdaderamente feliz, un aporte a esta afirmación lo hizo Pearl Buck cuando escribió que “muchas personas se pierden alegrías mientras aguardan la gran felicidad” camina silenciosa pero no pasiva, no hay que prometerse una felicidad demasiado grande, nos motiva Fontenelle, ya que es un obstáculo para alcanzarla.
ROCIO BARRERA LEON dijo:
Un acto descortés no saludar. Buenas noches apreciado Profesor Fernando.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rocío, gracias por tu comentario. Aún no logras incorporar las citas con tu ideas. Revisa y ajusta. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu texto?
claudiapg dijo:
Buenas noches Maestro, le presento mi primer intento de conectores con las citas que nos dió
ENSAYO
Tema: LA FELICIDAD
Tesis: La felicidad no es un estado permanente, sino la suma de pequeños momentos de tranquilidad
En cierta ocasión una pareja conversaba acerca de la felicidad, el hombre le preguntaba a la mujer: ¿eres feliz conmigo?, la mujer respondió: la felicidad no existe, existe la tranquilidad. Pienso que en eso la mujer tiene la razón porque analizando la realidad, la felicidad completa no existe, existen momentos en que se siente tranquilidad frente a alguna situación, “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”(Pollock), si se tiene poco se anhela tener mucho, si se tiene mucho se vive en zozobra por la inseguridad; de modo que “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”(Cervantes) así que se debe aprender a vivir y a valorar lo que se tiene, lo que gracias al esfuerzo se consigue, no esperando vivir una felicidad completa, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”(Buck), muchos no disfrutan de las pequeñas bendiciones que reciben a diario por añorar lo que otros tienen, sin tener presente que lo material no da la felicidad, la felicidad es una sensación interna, es una emoción que viene del corazón, del alma, “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”(Rolland) .
“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”(Fontenelle) , cuando se pone la mira en metas exageradamente exigentes, se va a vivir todo el tiempo en aflicción, en angustia y frustración porque tal vez, sólo tal vez, como dicen en el argot popular “le van a faltar cinco centavos para el peso”, entonces es mejor aprender a vivir con lo que se tiene y con lo que se va consiguiendo día a día intelectual, moral y profesionalmente, porque si bien es cierto que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”(Franklin) aprendamos a valorar y a aprovechar los momentos de tranquilidad que nos brinda la vida, tomar el sol, sentir el aire, podernos valer por nosotros mismos, que nuestros hijos y nosotros no pasemos necesidades, todo esto construye la felicidad, la verdadera felicidad.
A modo de cierre, la pareja que conversaba éramos mi esposo y yo.
(el texto original está en Word, con las citas a pie de página, pero acá no aparecen, no sé por qué)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Claudia, gracias por tu comentario. Fíjate que varias de las citas quedan por fuera de tu tesis. Hay que trabajar más en la incorporación de cada una de ellas. Te invito a releer las citas para no perder el sentido de las mismas. La tesis me parece acertada.
claudiapg dijo:
ENSAYO
Tema: LA FELICIDAD
Tesis: La felicidad no es un estado permanente, sino la suma de pequeños momentos de tranquilidad
(Segundo Intento)
En cierta ocasión una pareja conversaba acerca de la felicidad, el hombre le preguntaba a la mujer: ¿eres feliz conmigo?, la mujer respondió: la felicidad no existe, existe la tranquilidad, a tu lado quiero sentir tranquilidad. Pienso que en eso la mujer tiene la razón, analizando la realidad, la felicidad completa no existe, existen momentos en que se siente tranquilidad frente a alguna situación, la verdadera felicidad consiste en encontrar el punto de equilibrio, como dice Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” , si se tiene poco se anhela tener mucho, si se tiene mucho se vive en zozobra por la inseguridad. Se debe aprender a disfrutar de los buenos momentos cuando llegan, refiriendo las palabras de Cervantes “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” , aprendamos a vivir y a valorar lo que tenemos, lo que gracias al esfuerzo de cada día logramos conseguir, no esperando vivir una felicidad completa, no esperando un futuro que tal vez no llegue, como advierte Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” , muchos no disfrutan de las pequeñas bendiciones que reciben a diario por añorar lo que otros tienen o lo que algún día habrán de tener, sin advertir que lo material no da la felicidad, la felicidad es una sensación interna, es una emoción que viene del corazón, del alma.
Ahora bien, Fontenelle afirmaba “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande” , cuando se pone la mira en metas exageradamente exigentes, se va a vivir todo el tiempo en aflicción, en angustia y frustración porque tal vez, sólo tal vez, como dicen en el argot popular “le van a faltar cinco centavos para el peso”, entonces es mejor aprender a vivir con lo que se tiene y con lo que se va consiguiendo día a día intelectual, moral y profesionalmente, porque si bien es cierto que nadie quiere vivir en miseria, esto nos lleva a tomar el pensamiento de Franklin “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” , para ahondar en el tema afirmando que debemos aprender a valorar y a aprovechar los momentos de tranquilidad que nos brinda la vida, tomar el sol, sentir el aire, podernos valer por nosotros mismos, que nuestros hijos y nosotros no pasemos necesidades, todo esto brinda tranquilidad, construye felicidad. Finalmente Rolland planteaba “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites” , reconociendo nuestros límites y aceptándolos lograremos superarlos para así disfrutar cada instante de la vida, al lado de nuestros seres queridos.
Ramiro Rico Martínez dijo:
Saludos maestro Fernando, después de varios borradores y varias revisiones. segundo intento.
La felicidad no es un fin en sí misma aunque se le concedió tal imposible en la vida humana. Por mucho tiempo se pensó que habría un lugar o estado lleno de dicha y felicidad, y, ese pensamiento era la meta del hombre. De acuerdo con lo anterior, quisiera destacar algunos elementos para considerar la felicidad como medio transitorio y no como fin o estado teleológico. La escritora Pearl Buck: premio nobel de literatura, afirma: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad.” Sin embargo, la felicidad se compone de varios factores además de la alegría. Benjamín franklin añade otro elemento, las pequeñas adquisiciones: “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días.” El creador de la novela moderna, Miguel de Cervantes, complementa: “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa.” La pluma de Cervantes advierte la transitoriedad, pero abre el camino a otro elemento.
Cabe destacar que la felicidad, si bien es un estado transitorio, está condicionada por nuestros pensamientos y emociones y su desarrollo (y es aquí donde Cervantes abre camino). Estos determinan la intensidad y el matiz de la felicidad. En consecuencia, se puede afirmar que la felicidad y el modo de vivirla contienen reflexiones acerca del autoconocimiento y de la manera de experimentarla. El historiador Romain Rolland nos da una mano y lo expresa así: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites.” Lo que implica autoconocernos. De igual manera el pintor Norteamericano Jackson Pollock avala el autoconocimiento y la condición transitoria de la felicidad: “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado.” Según lo dicho, Podemos afirmar que la felicidad se compone de pequeños momentos de alegría y por lo menos, de algunas reflexiones. Por lo tanto, es un medio de vida y no un fin.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Empiezas bien pero al momento de incorporar las citas las dejas por fuera del cauce de tus ideas. Revisa. Si no mantienes tu tesis a lo largo de los dos párrafos las citas quedarán como textos ancilares. Analiza.
Denispither Luengas dijo:
Buenas noches Profesor, aquí va mi primer intento.
Para una buena cantidad de personas la felicidad se convierte en una imperiosa necesidad que muchos suelen buscar durante toda su existencia, ya que en sus propias concepciones o definiciones de la misma, la conciben como un estado sublime que suele estar llena de complicaciones y tropiezos para alcanzarla; bien lo menciona Fontenelle al decir que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Es por ello que la felicidad para muchos está lejos de ser alcanzada y mientras esperan que ésta llegue cierran sus ojos a su diario vivir, razón por la cual es evidente que “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck); y ya que esto suele suceder, desgastan su tiempo anhelando un estado sublime compuesto de pequeñas vivencias que dan sentido a la vida y que tal vez no reconocen, tal como lo menciona Miguel de Cervantes Saavedra cuando afirma: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
En cambio, otras personas tienen por Felicidad una concepción más cercana a su diario vivir. Menciona Romain Rolland que “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”; y es esta definición la que reconoce la grandeza emocional que está inmersa en todo aquello que somos capaces de lograr día a día tal como describió Benjamín Franklin al escribir: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Finalmente lo que se entienda por felicidad es tan diverso como interesante para cada persona, mientras unos pasaran su vida consiguiéndola para otros sencillamente “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock).
fernandovasquezrodriguez dijo:
Denispither, gracias por tu comentario. Te invito a seguir trabajando tus dos párrafos para que logres incorporar armoniosamente las citas con tus ideas. Relee bien el texto de cada cita para que no pierdas el sentido de las mismas. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu escrito?
LUZ DARY VALENCIA PINZÓN dijo:
Profe Fernando buenas tardes.
le envio mi primer intento y ahora comprendo mucho más cuando nos dice que para escribir hay que decantar y pensar por muchos tiempo. espero con cariño sus apreciaciones.
Hago una retrospección, para tratar de comprender a partir de mis propias experiencias y lo que he podido ver a través del espejo de otras personas. Y me doy cuenta que la felicidad depende de lo que se quiera o espere de la vida; con esta afirmación quiero decir, que para una madre la felicidad puede estar en los pequeños momentos con sus hijos y no le pasaría lo que nos enuncia la maestra y escritora Pearl Buck la cual nos dice que “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la mayor felicidad”. Cabe oponer a esto que también existen personas que su felicidad está en la aventura, en los deportes extremos; llevándolas al éxtasis; esto nos llevaría a tener en cuenta la relevancia de las palabras de Romain Rollan, escritor Francés cuando asevera que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Límites que nosotros mismos nos colocamos ya que sometemos en muchas ocasiones a la felicidad a proyectos inalcanzables que nos absorben y nos desgastan por largo tiempo y a la final pasa lo que fontenelle con acierto nos dice, que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”.
Al comenzar esta reflexión señale que la felicidad depende de mi perspectiva de vida por eso lo que para mí es felicidad es posible que para otros no lo sea. Si ahondamos en la vida de un Artista; para él será, poco relevante el aspecto material ya que tienen unos niveles de sensibilidad que lo que es importante en sí: es su Arte. Y esto lo sabe el pintor Jackson Pollock cuando afirma que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Por el contrario para muchos; lo anterior, no tendrá ni valor, ni trascendencia por que para ellos lo importante será obtener riquezas, fama y prestigio que también es muy válido; solo es diferente, son estas razones lo que hacen fundamental saber de qué depende mi felicidad, y cuando lo tenga claro debo direccionarme hacia el camino que me lleve a este estado; ya que si no lo hago estaré en peligro de sufrir la que dice nuestro dramaturgo y novelista Miguel de Cervantes Saavedra cuando afirma que “el que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” , en otras palabras sería; si no tenemos claro lo que queremos lo más posible es que cuando lo tengamos no lo veamos y en este momento pienso que es muy fácil ser feliz ya que depende únicamente de mí; para finalizar mi reflexión es muy conveniente tener en cuenta que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” frase célebre que nació del sentir de Benjamín Franklin.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Dary, gracias por tu comentario. Relee bien las citas para que no pierdas el sentido de las mismas. Te invito a mirar con cuidado el uso de la puntuación. Si no le das un tratamiento adecuado, terminarás cortando el hilo de tus ideas (fíjate, por ejemplo: “que es muy fácil ser feliz ya que depende únicamente de mí; para…”).
Diego Luis Cucaita dijo:
Buenas tardes profesor Fernando.
Le estoy enviando mis dos párrafos.Agradezco de antemano sus valiosos comentarios.
La mayoría de la gente cree, equivocadamente, que la verdadera felicidad se encuentra en tener cosas y conseguirlas con facilidad. Esta concepción se da porque solo se aprecian las cosas por su valor y no por lo que representan para su bienestar. Además no se da el significado a las cosas sencillas y bellas de la vida. Cabe agregar aquí lo dicho por Pearl Buck:” muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Muchos por el contrario guardan un equilibrio entre lo que tienen y lo que disfrutan. En esta línea Jackson Pollock aclara que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” A esto se suma otras personas que no se conforman con lo que tienen y quieren poseer mucho más a cualquier precio. Al respecto opina Fontenelle, “un gran obstáculo para obtener la felicidad es prometerse una felicidad demasiado grande”
En otro grupo se encuentran los que para lograr la felicidad acuden a la suerte o a la casualidad. Creen que todo se logra tan fácilmente. Para refutar esto, Benjamín Franklin afirma; “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En concordancia con el autor podemos agregar que la gente se queda esperando ese gran golpe de suerte, ese momento de felicidad sin disfrutar los cosas luchadas que lo pueden engrandecer. Quieren mucho más de lo que se merecen. Para complementar esta idea Roman Rolland enuncia que: “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Sea cual fuere nuestra posición debemos estar atentos ya que la felicidad puede llegar en cualquier momento y no podemos dejarla pasar como lo refiere Cervantes, el gran escritor español “el que no sabe gozar la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasar”.
DIEGO LUIS CUCAITA
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego Luis, gracias por tu comentario. Empiezas bien pero luego las citas no son incorporadas a tus ideas. Son como perífrasis. Revisa. ¿Cuál es la tesis de fondo de tus dos párrafos?
Diana María dijo:
Buenos días Profe, envió el primer intento:
La búsqueda de la felicidad es uno de los grandes dilemas que ha acompañado el desarrollo emocional del ser humano, para el hombre la felicidad se ha convertido en un punto de llegada, un lugar que se debe buscar, un estado que se debe alcanzar, entre otras percepciones. Bajo esta perspectiva, Fontenelle afirma que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. He aquí que el hombre que se prepara en llevar sus sentimientos hacia el interior, que busca la presencia de la felicidad en lugar de huir, ese hombre no se hastía nunca; ese hombre nunca está triste; ese hombre nunca es desdichado, como diría Jackson Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Pero, de lo que no hay duda es que, como pensaba Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”.
No hay que olvidar que, como pensaba Miguel de Cervantes Saavedra, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”; es entonces cuando el ser humano debe entender que la felicidad no es más que ese estado de ánimo positivo; por consiguiente, permite reflexionar como el hombre en su afán de buscar la supuesta placidez, parafraseando a Pearl Buck: “se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Ahora es más fácil comprender el pensamiento de Benjamin Franklin, en el cual enfatizaba “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Por eso, se puede pensar que la felicidad no es más que un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado un fin anhelado.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana María, gracias por tu comentario. Ten cuidado con el uso de los signos de puntuación (mira los materiales entregados en el Nivelatorio). Te falta trabajar más los párrafos para que las citas armonicen con tus ideas. Si no hay una tesis de fondo, las citas quedan sueltas. Revisa.
Cecilia Bustamante dijo:
Apreciado Maestro: cordial saludo
Estas son las citas propuestas:
“Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. (Pearl Buck)
“Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. (Fontenelle)
“La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. (Romain Rolland)
“La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock)
“La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. (Benjamin Franklin)
“El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. (Miguel de Cervantes Saavedra)
Luego de una minuciosa y detallada revisión de las citas para distribuirlas en los dos párrafos y de trabajar arduamente una a una, este es el resultado.
La felicidad es aquella que se experimenta en momentos de satisfacción indescriptibles los cuales, pueden incrementarse o esfumarse dependiendo de la sabiduría con que la persona conduzca su vida. Por consiguiente, como lo afirma Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, de manera que esta depende de cómo en lugar de dar largas, vayamos disfrutando de esas pequeñas y a veces imperceptibles satisfacciones, si tenemos en cuenta que, “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” como lo diria Fontenelle. ”. De todos modos, es apropiado reconocer que la felicidad no sólo dependerá de las grandes aspiraciones que se puedan concretar en una persona, sino de los pequeños logros del día a día. En consecuencia, Benjamin Franklin señaló: “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”.
De otra parte, “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” como bien lo decía Jackson Pollock. Por eso hay que disfrutar de nuestras grandes o pequeñas posesiones, tratar de colocarle un término medio a nuestra vida para que haya un equilibrio, ocuparse en reconocer de lo que somos capaces, ser realistas en cuanto a lo que poseemos y lo que no. Pues, tal como lo expresa Romain Rolland: “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Todavía más, ubiquémonos en la vida conscientes de que viajamos permanentemente en una nave viajera del espacio real, una nave siempre en movimiento, una nave que no volverá a pasar nunca por donde está pasando ahora, por tanto hay que estar seguros de que no volveremos a disfrutar del mismo paisaje nunca más; nunca más volveremos a disfrutar de ese fragante olor de las flores silvestres, ni volveremos a repetir las experiencias que tuvimos ayer en aquélla relación, en aquél empleo, en aquél viaje, con aquéllos compañeros y amigos. Por lo mismo, es muy cierto lo que dice Miguel de Cervantes Saavedra cuando afirma que: “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Lo aconsejable, entonces, es afinar nuestra percepción, puesto que según lo anterior, nosotros mismos obstaculizamos o saboreamos esos momentos de felicidad y nuestra actitud ante la vida es determinante.
Cecilia Bustamante dijo:
Perdón Maestro. Se me fue un punto de más.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Cecilia, gracias por tu comentario. Revisa el uso de los signos de puntuación para que no fracturen tus ideas. En algunas ocasiones las citas armonizan con tus ideas y, en otras, no están del otod incorporadas (por ejemplo, la de Romain Rolland). Ten presente cuál es la tesis que subyace a tus dos párrafos.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando
Envío mi segundo intento.
Mil gracias por sus sugerencias.
Los seres humanos frecuentemente nos detenemos en la senda que nos trazamos y en una juiciosa actitud de revisión, hacemos un balance de los pros y los contras de nuestras acciones, esas que inevitablemente nos han conducido a moldear nuestra vida. Ejercitamos, de esta manera la posibilidad que nos presenta Roman Rolland, de “… conocer y amar nuestros propios límites”. Necesariamente, nos preguntamos acerca de cuál es el propósito de nuestra vida. Por complejo que parezca, la respuesta la tenemos frente a nosotros: Hemos nacido para ser felices. Y es precisamente en esos momentos, en que pensamos, acerca de cómo lograrlo. Según sea el resultado de nuestra reflexión al respecto, algunos deciden perseguir la felicidad, otros en cambio, la creamos y conquistamos. Los primeros piensan que la felicidad no es un estado permanente porque la ven como una sensación pasajera, ausente de eternidad. Por el contrario, otros creemos, que la felicidad va más allá de ese sentimiento de fugacidad. En consecuencia, asumimos la felicidad como una actitud de vida, manifestada en elegir valorar pequeños, significativos y simple logros. Como Benjamín Franklin, descubrimos que “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como por pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En otras palabras, vivimos atesorando esos instantes que hemos construido con esfuerzo, coraje y valentía en un intento por prolongar esa ansiada sensación de bienestar.
Los que persiguen la felicidad destinan la mayor parte de sus vidas a cumplir este objetivo; sin embargo, por pensar en encontrarla, no la reconocen y la dejan pasar. Tal como lo expresa Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad”. Algunos la buscan tanto que terminan por no hallarla. Otros, simplemente la esperan, sin siquiera atreverse a salir a su encuentro. También existen aquellos que la acarician y solamente la dejan esfumar. Anhelan dichas mayores, reflejando así, lo expresado por Cervantes Saavedra, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. La felicidad, por lo tanto, es como ese tren que cuando advertimos que está ahí, ya no lo podemos tomar. En muchísimas ocasiones se nos pasa. Los que optamos por crear, por conquistar la felicidad, por dar valor a las personas que siempre nos apoyan y a lo que tenemos sin desear lo que nos falta; actuamos distinto. Hacemos, como lo dice Jackson Pollok, “… una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Apreciamos en los pequeños detalles la plenitud de la vida. Y aún, a pesar de las dificultades, intentamos siempre ver el lado positivo en todo, sin “… prometerse una felicidad demasiado grande”, como diría Fontenelle. En este punto de nuestra reflexión, comprendemos que en esta conquista, como en la del amor; las promesas se convierten en la “jaula de oro” de la felicidad.
Carmen Julia Izquierdo Castro
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Relee con cuidado cada cita para que no pierdas el sentido original de la misma. Hay momentos en que incorporas bien las citas y, en otros, las dejas por fuera de tu línea expositiva. Revisa.
Carlos Montes dijo:
Buenas noches Maestro Fernando, nuevo intento.
El principal propósito para muchas personas es alcanzar la felicidad, cabe entonces preguntarse: ¿qué es la felicidad? Según la real academia española la definen como: “Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”. Así, pues, se podría inferir que somos felices únicamente cuando tenemos unas posesiones, lo cual sería una conclusión errónea ya que no necesariamente se es feliz cuando se tiene demasiado. Asimismo, para el pintor estadounidense Jackson Pollock “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Lo cual nos sugiere que para ser felices no debemos tener más de lo que necesitamos, pero si todo aquello que nos complementa, lo cierto es que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, como lo afirmaba el Premio Nobel de Literatura Romain Rolland. En síntesis, para “alcanzar” la felicidad debemos ser conscientes de nuestros límites para no llegar a ser conformistas pero tampoco insaciables, así que, es preciso evitar firmemente caer en la aseveración hecha por el escritor francés Fontenelle: “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”.
Ahora bien, la felicidad no necesariamente se halla en situaciones complejas o grandes logros de la vida, se puede encontrar en el diario vivir, mejor aún en las situaciones cotidianas que vivimos todos los días, bien lo decía, Benjamin Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. De ello resulta, que las pequeñas satisfacciones que se pueden lograr cada día, forman un conjunto que nos llevan a forjar un equilibrio en forma de bienestar y tranquilidad, que finalmente se traducen en felicidad. Esto nos conduce a que no se deben despreciar esos pequeños gozos cotidianos, como lo avala el premio Nobel de Literatura en 1938 Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Muchas veces nos esperanzamos demasiado en un momento en especial, ignorando situaciones que se nos presentan o, parafraseando a Miguel de Cervantes Saavedra “Si no sabemos gozar de la situaciones cuando nos vienen, no debemos quejarnos cuando se nos pasan”. En conclusión, la felicidad no se busca ni se encuentra, llega a través de pequeñas vivencias y logros que se convierten en grandes alegrías.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos, gracias por tu comentario. Celebro tu nuevo intento. Hay que seguir trabajando para que las citas se incorporen fluidamente al curso de tus ideas. Revisa. Recuerda: las citas deben servir de soporte a tus ideas; no son una lista de perífrasis.
Johana Aldana dijo:
Buenas noches Profesor Fernando, voy con mi tercer intento de hilar las citas.
Para hablar de la felicidad es importante permitirnos establecer una relación entre el sentimiento y la visión de vida que le genera a quienes la experimentan, es por esto que muchas personas se dedican en la vida a construirla pero se complican delimitando esta meta, así pues, la felicidad implica transitar por un camino complejo que tiene obstáculos que se relacionan con anhelos sobredimensionados, con otras palabras Fontenelle nos indica “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Es pertinente señalar como las personas no disfrutan cada momento de su vida por estar esperando esa felicidad soñada, desde este punto de vista es pertinente apropiarnos de la afirmación de Miguel de Cervantes Saavedra al decir que “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, que forma tan clara de mostramos como los seres humanos dejamos pasar por nuestra vida eventos significativos y vivimos quejándonos por lo que no fue, para redondear la idea de cómo no hacemos significativa cada etapa de nuestro vivir, y reconocemos que Jackson Pollock coteja el sentimiento con la experiencia de la felicidad al expresar que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”
Agregando a lo anterior, es claro que la felicidad no tiene un instrumento de medida exacto, tangible y valido, pues cada personas establece su escala de valoración así como su unidad de medida y es allí donde Benjamin Franklin la ilustra la felicidad como un resultado, con esto quiero decir que: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En el sentido de medir un sentimiento tan propio de cada ser humano, es pertinente ver como no le damos valor a esos regocijos que se presentan en forma clara por estar esperando un gran evento que marque nuestras vidas y nos proporcionen esa felicidad tan anhelada, esto nos conduce a situar la afirmación de Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” , y que decir de aquellas personas que en todo momento para expresar la felicidad tienen unos mínimos condicionales, de este modo Romain Rolland: lo ilustra a través de “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites. Es claro que los seres humanos vemos esta palabra desde diversos puntos de vista o de acuerdo con nuestro sentir, no obstante podremos entablar una conexión desde nuestra conveniente percepción o definición
Agradezco sus aportes
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johana, gracias por tu comentario. No es fluida la incorporación de la primera cita (revisa el “con otras palabras”). Busca que las citas sirvan a tus propias ideas; no se trata de hacer perífrasis. En general, aún las citas no cuadran dentro de tus planteamientos (fíjate, por ejemplo: “es allí donde Benjamín Franklin la ilustra la felicidad como un resultado, con esto quiero decir que: “La felicidad humana…”).
Doris Cabrera dijo:
Buenas tardes Profesor
Envío mi primera composición, agradezco de antemano sus valiosos comentarios.
La búsqueda de la felicidad es, a decir de muchos, el motor principal de la vida de todo ser humano, no obstante, el pensar en ella como una meta, la convierte en mera utopía, en un espejismo. Quienes así piensan, viven anhelando el mañana sin disfrutar el hoy. En este sentido son muy acertadas las palabras de Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Siendo consecuentes con esta idea, la felicidad es posible en la medida en que seamos conscientes que se la puede encontrar en las situaciones cotidianas y en los pequeños detalles que acontecen en nuestro día a día, tal como lo expresó Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Aún más contundente para esta reflexión es la sabia frase del ilustre de las letras españolas Miguel de Cervantes Saavedra, quien así se expresa: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”
Tan complicado es conseguir la felicidad como definirla, pues esta es un concepto y un estado mental y espiritual subjetivo; los motivos por los cuales somos felices se van moldeando por el contexto, la cultura, forjando unos criterios muy personalizados que nos guían para conquistarla. Cabe aquí citar a Romain Rolland quien apunta: “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Y es que no es más feliz quien más posee, o más éxito alcanza, sino aquel cuyos logros satisfacen sus deseos; sirva para ilustrar aquí la frase de Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. En este orden de ideas es conviene aclarar que no se trata de ser conformistas o poner metas demasiado bajas a nuestros propósitos, sino en entender que la esencia de la felicidad está en encontrar el equilibrio entre lo que soy, lo que poseo y lo que deseo. Para concluir mi disertación, acudo a la frase de Jackson Pollock: “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”
fernandovasquezrodriguez dijo:
Doris, gracias por tu comentario. Muy bien el primer párrafo, salvo la incorporación de la última cita. Revisa y ajusta. Si no usas un conector apropiado, el segundo párrafo queda desvertebrado del primero. Tu segundo párrafo no es de la misma calidad que el primero. Analiza.
DianaC. Prieto dijo:
Buenas tardes profesor Fernando, mi primer intento:
En ocasiones, la felicidad genera una serie de interrogantes, o en mi caso particular, indagar de qué se trata o cómo se consigue, resulta bastante paradójico como ya lo escribía la nobel Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Pues al tratar de darle significado a veces se pierde de vista lo importante que es vivirla, disfrutarla como bien ya lo decía el príncipe de los ingenios, Miguel de Cervantes Saavedra “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Es en este punto, donde hago una pausa para buscar en las palabras de Benjamín Franklin un equilibrio de lo que experimento desde mi condición humana con respecto a la felicidad y que al parafrasearlo no son “los sucesos extraordinarios de buena fortuna que a veces ocurren los que forman la felicidad, como si las pequeñas adquisiciones que se logran a diario”.
De otro modo, la felicidad si la pienso como un estado transversal, inherente al ser humano, apunta a lo que Rolland, escritor francés, comparte: “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Es así, como en la cotidianidad se evidencia que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontanelle), porque se cae, casi siempre en desgastarse por conseguirla que en vivirla. Y es aquí, que la manera para hallar la felicidad está en conocerse a si mismo y encontrar lo suficiente de la vida como ya lo veía Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, debido a que la falencia nos lesiona y el exceso nos hace indiferentes.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana, gracias por tu comentario. Pones las citas unas detrás de otras pero sin incorporarlas a tus propias ideas. Revisa y ajusta.
Noruan dijo:
Buenas tardes mi profe. Debo confesar que de todos los ejercicios que he desarrollado, éste es el que me ha logrado abstraer de mi realidad, me ha acortado el tiempo (variable tiempo…), en fin y el que aún me grita que le falta; igual lo coloco a tu disposición
La dualidad, entendida como la existencia de dos condiciones diferentes de una misma situación o estado, es una constante que define el fenómeno de la felicidad. Ahondemos más. Con la afirmación de Jacson Pollock “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, es inevitable ubicar al ser humano en un momento en donde debe encontrar el punto intermedio, entre dos extremos, antagónicos por naturaleza, para alcanzar la tan anhelada presea. Aunque hasta aquí podría encontrarse un aspecto clave, en términos de decisión, Romain Rolland adiciona un elemento importante a la afirmación que hace el pintor, la actitud; por eso menciona que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Actitud y decisión conjugadas de la misma manera en el pensamiento de la nobel de literatura Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” y de Fontenelle “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad, es el prometerse una felicidad demasiado grande”, enfatizando de nuevo ese estar entre lo pequeño casi insignificante y lo épico o casi sublime. En suma, parece que en tales dicotomías se encuentra la clave para llegar a lo que se ha denominado felicidad.
Continuando por estos caminos impregnados de dualidad, no está por demás citar a Benjamín Franklin quien con sapiencia nos dice que “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que puedan lograrse todos los días” en conclusión, la felicidad es un constructo esporádico o cotidiano, aunque para el científico es mejor este último. Después de todo la invitación es a decidirse, se trata de no quedarse en los extremos, sino como reza la frase de Miguel de Cervantes la idea es “gozar de la ventura cuando le viene y no quejarse si le pasa”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Aunque tienes una buena forma de incorporar las citas no encuentro aún tu tesis. ¿Cuál es la línea argumental de tu texto? Analiza.
Johana Fúquene dijo:
Buenas tardes profesor. A continuación los párrafos de la felicidad.
La felicidad se entiende como aquel estado emocional del ser humano que proviene de un sentimiento en el interior del alma. Sin embargo, es necesario diferenciar el concepto de alegría para no confundirlo con el de la felicidad. La alegría hace parte de una emoción positiva del hombre, mientras que la felicidad es un estado emocional momentáneo, así como lo presenta Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” ya que la alegría complementa la felicidad pero el hecho de estar alegre no garantiza un estado de felicidad completa. Así mismo, la felicidad se expresa como un estado emocional que no trasciende a largo plazo, simplemente se experimenta en un momento determinado de la vida aunque no es extremista, lo cual no indica que se vaya a vivenciar siempre. En esta medida Pollock propone “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, situándose ésta en un punto medio. De la misma manera, concurren diferentes situaciones que generan un estado de felicidad en el hombre ya que conlleva emociones positivas pero momentáneas, por ejemplo, se siente satisfacción cuando el ser humano logra objetivos planteados o alcanza metas propuestas, pero éstas son situaciones que transcurren en el presente y no acontecen en periodos de tiempo prolongado a pesar de ser situaciones reales. En esta medida, es necesario disfrutar de la felicidad mientras el hombre la viva y la sienta, en lo que Cervantes Saavedra expresa, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Como se ha dicho anteriormente, vivir la felicidad en el momento que se siente, es más satisfactorio que pensar en un futuro incierto de felicidad, en el que se prometa ésta como un objetivo en grande y no como un sentimiento, ya que se convertiría en un obstáculo para la misma felicidad del hombre, en esto, Fontenelle plantea “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Entonces, la felicidad es un estado emocional interno en el que el ser humano debe disfrutar de la vida y de lo positivo que hay en ella, además, ser consciente de lo que se posee a nivel material y sentimental, teniendo presente que se puede ser feliz conociendo las mismas limitaciones que nos imparte la vida para no serlo, en esto Rolland comenta “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. En efecto, se genera un cambio positivo en la vida del ser humano que causa dicha felicidad, así, es imperante que el hombre tenga un plan para mantener su felicidad, y en esto Franklin expone “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Para concluir, se entiende la felicidad como un estado emocional interno y positivo en el hombre pero que es momentáneo, no se experimenta a largo plazo pero mientras dure se debe vivir y disfrutar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johana, gracias por tu comentario. Analiza bien la primera cita para que armonice con tus ideas. Revisa la puntuación: algunas comas son puntos y comas o puntos seguidos. Pule el tejido de las citas; a veces es forzada su inclusión. En general, tus ideas van por una vía y las citas por otra. Ajusta.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenas noches! Le envío el primer intento de conexión de las citas sobre la felicidad, solicitándole el favor de brindarle al escrito su minuciosa mirada para que me otorgue el diagnóstico y poder encontrar el remedio a mi dificultad.
La felicidad es un estado que se consigue únicamente en determinados momentos. Así pues, cuando Fontenelle afirma que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, se evidencia que el logro de la felicidad se encuentra sujeto a lo que el individuo se fije como meta; del mismo modo para Pearl Buck “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, en este sentido la felicidad es importante en cuanto se obtenga de la manera en que sea deseada. De aquí, que “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”, manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra, argumentando que solamente es feliz quien en determinado momento aprovecha la dicha que encuentra.
Contrario a lo expuesto anteriormente, Romain Rolland enuncia que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, es decir, la felicidad se alcanza cuando la persona es consciente de los límites que tiene, de ser así siempre sería feliz; en palabras de Jackson Pollock “es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, y, finalmente, planteado por Bejamín Franklín “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Relee bien la primera cita para que logres tejerla armónicamente con tus ideas. No se trata de poner las ideas unas detrás de otras sino de incorporarlas dentro de tus propios planteamientos. Revisa y ajusta.
Andrea Carvajal dijo:
La felicidad es un estado de ánimo difícil de conseguir, pero, por el que toda persona lucha cada día, por ello “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Romain Rolland); algunos, se imponen metas que difícilmente conseguirán y no valoran esos pequeños momentos que nos llenan de satisfacción. Así, “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck), esta situación, podría verse como una limitación, ya que “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle).
Por lo anterior, “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” (benjamín Franklin); cada momento de la vida, puede generar agrado, la clave está en reconocer esos instantes de deleite; por consiguiente, “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” (Miguel de Cervantes Saavedra). En conclusión, “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock).
fernandovasquezrodriguez dijo:
Andrea, gracias por tu comentario. No es clara aún la forma como tejes la primera cita. Revisa. En general, tienes que apropiar las citas dentro de tus ideas. No es solo cuestión de ponerlas unas detrás de otras. Ajusta.
Lorena Murillas García dijo:
Buenas tardes profesor, envío mi primer intento:
La felicidad ha sido interpretada de muchas maneras y todas las personas la perciben de manera diferente; para algunos como lo expresa Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, es aceptarnos tal y como somos, tener amor propio a pesar de nuestros defectos y cualidades. También, para otros como Jackson Pollock; “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” así pues es algo temporal, que no dura mucho y que quizá debemos disfrutarla mientras perdure. Con esto, así como lo manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra: “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”.
Por otro lado, la felicidad también es interpretada como todo lo que se vive cada día, como lo dice Benjamín Franklin: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son, pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, así que todos los días debemos buscar la felicidad en lo cotidiano, en nuestro diario vivir porque si no lo hacemos nunca encontraremos la felicidad como lo expresa Pearl Buck: “Muchas personas se pierden en las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, la felicidad no es solamente algo muy grande, sino que la vida misma se encarga de darnos felicidad en pequeños detalles, que quizá muchas veces desvaloramos. Por eso según Fontenelle: “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, para llegar a esa felicidad enorme que tanto anhelamos, debemos aprender a disfrutar de lo poco que lleguemos a tener.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Lorena, gracias por tu comentario. No se trata de pegar las citas sino de incorporarlas al flujo de tus propias ideas. Revisa. ¿Cuál es la tesis de fondo de tu escrito?
Oscar Javier Jiménez dijo:
Buena tarde profesor Fernando
A su consideraciòn mi primer intento.
Muchas gracias.
Contrario a lo que afirma Pearl Buck: “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”, muchas otras viven cada día como si fuera el último. En consecuencia valoran cada momento, cada rayo de luz y su actitud hacia la vida se aleja de la interminable espera. La gran felicidad se convierte entonces en la cara feliz que refleja el corazón alegre. ¿Se torna entonces la felicidad en “una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” como afirma Jackson Pollock? Es posible que sea más que tan solo un punto de equilibrio. De hecho los seres felices no se conciben conformes, las pequeñas alegrías son por ellos valoradas.
Por el contrario, en la otra acera los que guardan amargura en su corazón padecen la vida. Hay allí un alto grado de ingratitud. Bien lo sostiene Miguel de Cervantes Saavedra “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Como decía la felicidad no depende del azar de la ventura, más bien está ligada con firmeza a la actitud grata, al corazón gozoso que alegra el rostro. Alto decir de Benjamín Franklin “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. Ciertamente el gozo rutinario reúne sucesos efímeros pero trascendentes para el sujeto feliz.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar Javier, gracias por tu comentario. Relee bien la primera cita y ajusta el conector. No es clara la manera como incorporas la cita de Pollock. Otro tanto sucede con otras citas: no armonizan del todo con tus ideas. Revisa.
oscar perez dijo:
Cordial saludo culto maestro Fernando, primer asalto en este combate amistoso contra los principios del ensayo y bases de los textos argumentativos.
La felicidad es incierta, en la medida que depende de las emociones positivas de cada ser humano. Esto equivale a decir que la felicidad está sujeta al grado de satisfacción de cada persona frente a los circunstancias de la vida.
Cuando una persona es feliz, podríamos asegurar que la felicidad como estado de ánimo se manifestó; ahora, si nos preguntáramos ¿porque está feliz?, seria indagar que situaciones, sensaciones o acontecimientos lograrían poner a esa persona en tal estado. Tal vez gracias a la satisfacción que le dio el alcanzar un logro, un placer corporal, la alegría del orgullo u otra causa semejante, podrían ser los desencadenantes de esa felicidad, solo cada ser humano conoce sus posibilidades y debilidades para alcanzarla, tal como lo asegura el Nobel de Literatura de 1915 Romain Rolland. “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”. Pero aun así, muchas personas anhelan poseer muchos bienes materiales y mundanos o situaciones casi utópicas, denotándolas como el más alto índice de felicidad, se deduce así que no será fácil llegar a tales metas, aún mejor lo diría Bernard Le Bovier de Fontenelle escritor y filósofo francés “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”. Ahora bien, esas personas que viven en busca de esa “gran” felicidad, asumen un accionar cotidiano insensible a los detalles de su alrededor, es como si tuviesen antojeras para solamente visualizar ese punto que se han propuesto alcanzar, pues asimismo se privaran de modestos momentos que seguramente, les bridarían alegrías; en otras palabras “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck).
De estas circunstancias nace el hecho de que “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” esta afirmación hecha por el político, científico e inventor estadounidense Benjamín Franklin en su autobiografía, nos muestra como la felicidad la podemos lograr con momentos que aunque parezcan minúsculos, están pletóricos de bellas sensaciones que enriquecen el espíritu. Creo que uno de los alimentos preferidos por el alma es la felicidad, sin desconocer que la soledad, el sufrimiento y otros estados también nutren la esencia de la misma, pero de todas formas, hay que tratar de suministrar este en el transcurrir de los días, tantas veces como sea posible. Y es que ese equilibrio entre lo agradable y lo desagradable llevara a una sana forma de vivir la vida, de encontrar en ello las esencias que perfuman lo magno y los hedores que persiguen las frustraciones, de ver la felicidad como dice Jackson Pollock, “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, tal como él mismo, que siendo pintor, no pintaba sobre el lienzo sino metido en él, de igual forma, no deberíamos ver la felicidad como un fin que forjar, sino como una parte intrínseca de nuestra condición humana. Después de un largo rodeo, hemos vuelto a nuestro punto de partida: y es que una persona será feliz solo si reconoce la felicidad en los pequeños detalles que satisfacen sus gustos, que no sobrepasan sus límites y que pasan a veces desapercibidos, entonces no pensemos que la felicidad es inalcanzable, mejor disfrutemos las cosas que el destino nos da para ser felices, porque como manifiesta Miguel de Cervantes Saavedra “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. asi tratamos de delinear el concepto de felicidad, pero solo en el interior de cada quien se hallaran las verdaderas razones para decir que somos felices.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Vas por buen camino. Das muchos rodeos. Afina las ideas. Recuerda que las citas deben estar al servicio de tu tesis. En algunos casos, haces perífrasis a las citas. Revisa y ajusta.
Ruby Esperanza dijo:
Cordial saludo
Muchos son los que han escrito acerca del tema de la felicidad. Todos nos preguntamos día a día cómo alcanzarla, cómo encontrarla, cómo vivírla? La felicidad produce paz duradera, gozo interior ante cualquier circunstancia. Thomás Chalmers nos dice: “la dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar”. En otras palabras, según Jean Paul Sartre la verdadera “felicidad, no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace”.
Desde tiempos atrás varios filósofos, que se dieron a la tarea de investigar, encontraron respuestas muy diferentes, Aristóteles dijo “todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias”. Bien decía el filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX Friedrich Nietzsche “el ser humano no fue concebido para la felicidad, sino que está destinado a sufrir”.
El tema de la felicidad fue tratado por varias escuelas filosóficas: el Epicureísmo, los Estoicos, los Racionalistas y los Utilitaristas desde las diferentes escuelas y, sin ir tan lejos podemos decir que existen seres felices e infelices en todas las diversas condiciones , socio-económicas, geográficas, religión, sexo, estados mentales. En este sentido Pablo Neruda afirmaba que “algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”. Pero que cuando el individuo decide aceptar su condición y su pasado, entiende que la “felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace” Jean Paul Sartre; de tal manera que debemos asumir la vida tal como es en ese momento, construirla a partir de aquellos preceptos, y, es entonces que seremos realmente felices.
Ruby Basto
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ruby, gracias por tu comentario. Muy interesante tu texto. El ejercicio que estamos haciendo es con siete citas diferentes a las incluidas.
Elkin Ballesteros dijo:
Primer intento
Elkin Ballesteros
La felicidad no es el resultado de hacer cosas grandes, sino cosas pequeñas pero con amor, que al final se transcriben en felicidad, bajo esta perspectiva, Pearl Buck asegura: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” a mi modo de ver, cada persona debe disfrutar de los diferentes espacios o momentos en la vida por pequeños que sean, pues estos hacen parte de la gran felicidad, bastante similar parece Cervantes Saavedra cuando afirma “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” una vez más se certifica como debe fructificar los diferentes tiempos por pequeños o grandes que lleguen hacer. Sin embargo, a diferencia de lo que pensaba Romain Rolland “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites”, es evidente como uno fácilmente es infeliz porque no conoce sus limitaciones, en otras palabras, desconoce cómo amar lo limitado. Al final la limitación aparece como un obstáculo ante la felicidad.
Conviene observar, sin embargo, que “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle) desde este punto de vista, el autor manifiesta que nunca se podría pensar en cosas demasiado grandes porque están lejos de la realidad. No obstante, se puede decir que “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock). En otras palabras, aquello que llamamos felicidad necesita hacer un alto en el camino y pensarse en sí mismo, es decir, entre lo poco o mucho que se tiene, desde luego esta estación de parada es un auto análisis de lo que se quiere o desea. Por otra parte “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” (Benjamín Franklin). Para condensar lo dicho, la felicidad se constituye no de grandes cosas, sino de pequeñas cosas hechas con amor, cosas o acontecimientos que pueden lograrse todos los días y en ellos encontrar la felicidad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Elkin, gracias por tu comentario. Celebro tu primer intento. Revisa la puntuación de los dos párrafos. Analiza: algunas comas pueden reemplazarse por puntos seguidos. Ten cuidado en no repetir lo mismo que dice la cita. No pierdas el hilo argumental de tus ideas.
Ramiro Rico Martínez dijo:
Saludos profe Fernando, espero sus comentarios.
La felicidad no es un fin en sí misma aunque se le concedió tal imposible en la vida humana. Por mucho tiempo se pensó que habría un lugar o estado lleno de dicha y felicidad, y era la meta del hombre. Sin embargo, la felicidad se compone de pequeños momentos, así lo considera La escritora Pearl Buck, premio nobel de literatura, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Estas pequeñas alegrías representan la felicidad y se encuentran en la cotidianidad, por lo tanto, está depende exclusivamente de la experiencia, “la felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”, así lo afirma un pragmático como Benjamin Franklin, y Cervantes lo complementa “el que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. Así pues, la felicidad no es un lugar o estado más allá de la propia vida.
En consonancia con esto se puede afirmar que la felicidad y el modo de vivirla contiene reflexiones acerca del autoconocimiento y de cómo este determina lo que llamamos felicidad, el historiador Romain Rolland lo expresa de manera simple pero certera “La felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites”, de igual manera el exótico pintor Norteamericano Jackson Pollock avala el autoconocimiento y la condición transitoria de la felicidad “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”, de esta forma, podemos establecer que la felicidad aparece cuando un hilo conductor ata la experiencia reflexiva con el hecho de darse cuenta que podemos ser felices en pequeños momentos de la vida.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Vas por buen camino. Bien tu intento inicial. Mejor el primer párrafo que el segundo. Cambia la coma (…”nobel de literatura”) por dos puntos. Revisa el uso de la puntuación. Algunas comas son, en verdad, puntos seguidos. Busca formas distintas de presentar a los autores.
Luz Esperanza López Welfar dijo:
Maestro,
Cordial saludo!
Luego de dejar reposar mi escrito, envío mi primer intento.
Gracias por tus comentarios.
A lo largo de mi existencia me he dado cuenta que la felicidad es comprender el proceso de la vida misma.
Es disfrutar de los pequeños detalles por ínfimos que parezcan: el calor del sol, el exquisito sabor del chocolate oscuro, caminar bajo la lluvia, sonreír, amar; pero es innegable que muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad; de lo que no hay duda es que la vida es efímera, y si nos detenemos a esperarla, tal vez nos perdamos de esa dicha especial y mágica que invade cada instante de nuestro diario vivir.
Desde esta perspectiva, uno no puede prometerse una felicidad demasiado grande; quizá no sea grande ni pequeña, simplemente es el sentido que se le de.
En consecuencia, la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites; nada formativo es quedarnos añorando lo que no está al alcance de nuestras manos, deseando la felicidad que ni siquiera tenemos claridad de ella. La idea es precisamente deleitarse con lo que se es, con lo que se tiene; pues la felicidad es relativa, es tan única y disímil como el ser humano.
Por otra parte, no es verdad que la felicidad no existe como creen muchos. Lo que hay que lograr es un equilibrio, una estación de parada entre lo poco y lo demasiado. El tener mucho o poco no hace más o menos felices a los seres humanos. He sido fiel testigo de los niveles de infelicidad de quienes dicen tenerlo “todo” y son, muchas veces, los que le encuentra menos razón a la vida.
Por todo esto creo que la felicidad está presente en ti mismo, en los acontecimientos extraordinarios que pueden lograrse todos los días, ella está, hay que sentirla, la felicidad no depende de lo que se tiene o se quiere; sino de lo que se es. ¡Tú eres felicidad!.
Resumiendo, la felicidad es hacer de la vida una gran aventura, es vivir rodeado de amor, es tener el don de ser, vivir, amar, pero aquel que no sabe gozar de la ventura
cuando le viene, no deje quejarse si se le pasa.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Esperanza, gracias por tu comentario. Entiendo que incorporaste las citas pero sin darles crédito a los autores. Tienes que entrecomillarlas y decir de quién son. Revisa y ajusta. Vuelve a mirar el ejemplo que compartí en el blog.
Carlos Montes dijo:
Maestro Fernando, mi primer intento.
El principal propósito para muchas personas es alcanzar la felicidad, cabe entonces preguntarse, ¿qué es la felicidad? Según la real academia española, la definen como: “Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”, así, pues, se podría inferir que somos felices únicamente cuando tenemos unas posesiones, lo cual sería una conclusión errónea, ya que no necesariamente se es feliz cuando se tiene demasiado. Asimismo, para el pintor estadounidense Jackson Pollock “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” lo cual nos sugiere que para ser felices no debemos tener más de lo que necesitamos pero si todo aquello que nos complementa, lo cierto es que “la felicidad es una manera de conocer y amar nuestros propios límites” como lo afirmaba el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1915 Romain Rolland. En síntesis, para “alcanzar” la felicidad debemos ser conscientes de nuestros límites para no llegar a ser conformistas pero tampoco insaciables, así que, es preciso evitar firmemente caer en la afirmación hecha por el escritor francés Fontenelle, “un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”.
Ahondando más, la felicidad se puede encontrar en el diario vivir, en las situaciones cotidianas que vivimos todos los días, como lo dice uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, Benjamin Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como son pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” esto nos lleva a caer en la cuenta de que estas satisfacciones que se pueden lograr cada día en conjunto nos llevan a forjar un equilibrio en forma de bienestar y tranquilidad que se traduce en felicidad y esto nos conduce a que no se deben despreciar esos pequeños gozos cotidianos, como lo avala el premio Nobel de Literatura en 1938 Pearl Buck “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”. Es imposible no estar de acuerdo con Miguel de Cervantes Saavedra cuando declara “El que no sabe gozar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. En conclusión, la felicidad no se busca ni se encuentra, llega a través de pequeñas vivencias y logros que se convierten en grandes alegrías.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos, gracias por tu comentario. Muy bien el primer párrafo. Revisa la puntuación. Fíjate cómo metes atropelladamente las citas hacia el final del segundo párrafo. Dales una respiración. Aprópialas mejor. Usa los signos puntuación para lograr ese aire entre tus ideas. Otra cosa, usa diferentes presentaciones a los diferentes autores. No emplees la misma fórmula de trato.
Johana Aldana dijo:
Buenas noches profesor Fernando voy con mi primer intento:
Citas:
• “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” (Pearl Buck)
• “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” (Fontenelle)
• “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites” (Romain Rolland).
• “La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” (Jackson Pollock).
• “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” (Benjamín Franklin).
• “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” (Miguel de Cervantes Saavedra).
Para hablar de la felicidad es importante permitirnos establecer una relación entre el sentimiento y la visión de vida que le genera a quienes la experimentan, es por esto que muchas personas se dedican en la vida a construirla pero se complican delimitando esta meta, por esto podemos establecer comparaciones importantes entre ciertos escritores que nos aportan a dar entender que la felicidad es un camino complejo es el caso Fontenelle cuando nos indica “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande” , de la misma manera afirma Miguel de Cervantes Saavedra al decir que “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” y si queremos impregnarle una mayor trascendencia, también cabe comparar esta sensación al expresar que, “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado” de Jackson Pollock
Agregando a lo anterior, es claro que la felicidad no tiene un instrumento de medida exacto y es allí donde Benjamin Franklin la ilustra como un resultado, como se ve a continuación: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días” , además hay escritores que en sus afirmaciones ya le dan una medida a la felicidad, como es el caso de Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” y Romain Rolland: “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites. Es claro que los seres humanos vemos esta palabra desde diversos puntos de vista o de acuerdo con nuestro sentir, no obstante podremos entablar una conexión desde nuestra propia percepción o definición.
Gracias por sus comentarios.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johana, gracias por tu comentario. Inicias bien pero luego juntas las citas sin apropiarlas. Ese es el caso del final del primer párrafo. Te falta un conector adecuado enseguida de “resultado”. El segundo párrafo sufre del mismo problema: metes las citas pero sin contextualizarlas o interactuar con ellas. Revisa.
Johana Aldana dijo:
Buenas noches Profesor Fernando, siguiendo sus recomendaciones envió mi segundo intento. Agradezco sus aportes.
Para hablar de la felicidad es importante permitirnos establecer una relación entre el sentimiento y la visión de vida que le genera a quienes la experimentan, es por esto que muchas personas se dedican en la vida a construirla pero se complican delimitando esta meta, es así como podemos establecer comparaciones importantes entre ciertos escritores que nos aportan en entender que la felicidad es un camino complejo es el caso de Fontenelle cuando nos indica “Un gran obstáculo para alcanzar la felicidad es el prometerse una felicidad demasiado grande”, el autor nos lleva a ver que la felicidad no se alcanza de forma inmediata porque en nuestra ser pactamos anhelos sobredimensionados, a esto se añade la afirmación de Miguel de Cervantes Saavedra al decir que “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa” , en esta aseveración el autor nos lleva a reflexionar si lo que vivimos es coherente con lo que sentimos y si queremos impregnarle una mayor trascendencia, observemos como Jackson Pollock coteja el sentimiento con la experiencia de la felicidad al expresar que “la felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”
Agregando a lo anterior, es claro que la felicidad no tiene un instrumento de medida exacto y es allí donde Benjamin Franklin la ilustra como un resultado, con esto quiero decir que: “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como con pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”. En el sentido de medir un sentimiento tan propio de cada ser humano, es pertinente ver como no le damos valor a esos regocijos que se presentan en forma clara por estar esperando un gran evento que marque nuestras vidas y nos proporcionen esa felicidad tan anhelada, es así como vemos una confirmación a este argumentación en la afirmación de Pearl Buck: “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad” , y que decir de aquellas personas que en todo momento para expresar la felicidad tienen unos mínimos condicionales, de este modo Romain Rolland: lo ilustra a través de “La felicidad es una manera de conocer y armar nuestros propios límites. Es claro que los seres humanos vemos esta palabra desde diversos puntos de vista o de acuerdo con nuestro sentir, no obstante podremos entablar una conexión desde nuestra conveniente percepción o definición.
Gracias
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johana, gracias por tu comentario. Hay avance. Ten presente que las citas deben armonizar con tus ideas. No son añadidos deshilvanados de tus planteamientos. Te invito a revisar la puntuación de tu texto. Sugiero replantear “es así como podemos establecer comparaciones importantes entre ciertos escritores que nos aportan en entender que…” Cambia los conectores: “A esto se añade”. “observemos como…” Analiza el uso de los dos puntos.
Carmen Julia Izquierdo Castro. dijo:
Buen día, profesor Fernando.
Este es mi primer intento.
Gracias
Los seres humanos en algún momento de nuestra existencia nos preguntamos acerca de cuál es el propósito de nuestra vida. Por complejo que parezca, la respuesta la tenemos frente a nosotros: Hemos nacido para ser felices. Y es precisamente en esos momentos, en que pensamos también, en cómo lograrlo. Según sea el resultado de nuestra reflexión al respecto, algunos persiguen la felicidad, otros, en cambio, la creamos. Los primeros piensan que la felicidad no es un estado permanente porque es una sensación pasajera, hecha de pequeños momentos. Por el contrario, otros creemos, que la felicidad va más allá de ese sentimiento fugaz, experimentado cuando logramos algo. En consecuencia, la vemos como una actitud de vida, manifestada en elegir valorar pequeños grandes momentos y sencillos logros. En palabras de Benjamín Franklin, “La felicidad humana se forma no tanto con acontecimientos extraordinarios de buena suerte, que raras veces ocurren, como por pequeñas adquisiciones que pueden lograrse todos los días”.
A pesar de esto, los que persiguen la felicidad, la mayor parte de sus vidas la destinan a cumplir este objetivo; sin embargo, por pensar en encontrarla, se ciegan, no la reconocen y la dejan pasar. Tal como lo expresa Pearl Buck, “Muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la felicidad”. Por su parte, Miguel de Cervantes Saavedra agrega, “El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa”. La felicidad, por lo tanto, es como un tren; cuando advertimos que esta ahí, ya no lo podemos tomar. El tren en muchísimas ocasiones se nos pasa. Los que optamos por crear la felicidad, por dar valor a las personas que siempre nos apoyan y a lo que tenemos sin desear lo que nos falta; actuamos distinto. Hacemos, como lo dice Jackson Pollok, “… una estación de parada entre lo poco y lo demasiado”. Y aún, a pesar de las dificultades, intentamos siempre ver el lado positivo en todo, sin “… prometerse una felicidad demasiado grande”, como diría Fontenelle. Somos capaces de, como nos recuerda, Roman Rolland. “…conocer y amar nuestros propios límites”
Carmen Julia Izquierdo Castro.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Bien por el intento. Revisa el segundo párrafo: las citas se acumulan y no hay una apropiación de las mismas. Analiza las pocas citas que usas en el primer párrafo y las muchas hacia el final del segundo.