Una buena manera de aproximarse al sentido del quehacer docente es usar analogías. He mostrado con anterioridad un repertorio de ellas para tratar de entender el ser y actuar del maestro. Porque en muchas cosas se asemeja el educador con un partero, un agricultor, un pastor o un escultor; y, en otras tantas, con una estrella polar, un ladrón del fuego o con el anfitrión que ofrece un banquete. En esta misma perspectiva, y con el propósito adicional de aprender a argumentar con analogías, les he propuesto a los estudiantes del primer semestre de la Maestría en Docencia, elaborar una analogía en la que logren presentar la esencia del oficio de ser maestro.
No sobra recordar que al elaborar la analogía deben tenerse en cuenta por lo menos tres requisitos. El primero, es buscar para la realidad que deseamos analogar una semejante a partir de la cual logremos hacer comprensible la primera que nos convoca. No es cuestión de aventurarse con cualquier comparación, sino de hallar meditativamente esas posibles realidades que tienen una adecuada y pertinente correspondencia con el tema base de la analogía. Eso es lo primero. Lo segundo, que opera en paralelo con el punto anterior, es encontrar el mayor número de rasgos equivalentes entre el objeto fuente y el objeto diana. Es decir, inquirir con cuidado en el más alto grado de detalles semejantes. Por eso, no es bueno contentarse con los parecidos de superficie; lo mejor es indagar en semejanzas de fondo, en asuntos sustanciales de las dos realidades puestas en equivalencia. Aquí es conveniente repetir una condición de calidad de las buenas comparaciones: entre mayores sean los rasgos parecidos más fuerte será la validez o el alcance de la analogía. El último de los requisitos es apropiar el vocabulario propio de la realidad analogada. Esos términos de la segunda realidad son los que dan consistencia y amarre; son los que posibilitan una transferencia cabal; sin ellos los puntos de encuentro quedarían como ruedas sueltas. El dominio de ese vocabulario es la soldadura o amalgama de la analogía.
En consecuencia, es bueno, antes de lanzarse a escribir la analogía, hacer un cuadro comparativo en el que se aprecien las dos realidades y un listado de los diferentes aspectos con las respectivas relaciones en cada columna. Habrá rasgos que nos parecerán obvios y otros para los cuales necesitaremos investigar o empaparnos más de la realidad analogada. Dicho cuadro comparativo servirá, además, como ruta o lista de chequeo sobre aspectos significativos al momento de redactar el ejercicio. Pero no debe perderse de vista jamás la apuesta argumentativa que está en juego. Se busca la analogía para avalar una tesis, una idea o un punto de vista. La analogía está al servicio de un planteamiento y, en esa medida, el desarrollo de la misma debe ir acumulando razones para hacer más convincente una proposición determinada. Digo esto para no confundir la elaboración de la analogía con un catálogo de comparaciones o una descripción expositiva de similitudes.
Con estas recomendaciones en mente bien se puede comenzar a escribir. Confío en que la primera realidad, el objeto fuente (me refiero en esta ocasión al maestro) sea lo suficientemente conocida como para no perder las especificidades, las características y los pormenores de dicha profesión. Lo que sigue, en consecuencia, es meditar en otras realidades semejantes para descubrir qué tanto evidencian, permiten profundizar o ponen al descubierto lo particular de ser docente. Espero, de igual modo, que al redactar estas analogías los estudiantes de posgrado tomen un tiempo para reflexionar sobre su práctica y revaloren la dignidad de ser maestro.
Ruby dijo:
EL MAESTRO COMO COMO ALFARERO
Maestro que tienes la misión de formar individuos como el alfarero forma su vasija con ahínco y responsabilidad.
El maestro desde que amanece tiene en su mente el afán de prepararse para dar respuesta a las exigencias de la sociedad; en un mundo que cambia paralelamente con el tiempo y la tecnología, su formación debe responder a las exigencias de un pensamiento crítico pero con propuestas al servicio de la comunidad; al igual que el alfarero desde que amenace piensa en prepararse en su técnica de barro o arcilla, oficio que ha permitido crear toda clase de enseres y artilugios domésticos a lo largo de la historia, han dado respuesta a las necesidades de elementos decorativos.
El alfarero se asume como una persona en constante aprendizaje, porque comprende el contexto histórico que vive en la actualidad y la dinámica le permite tomar decisiones con autonomía y profesionalismo en su arte; como el maestro que asume en su práctica docente, la responsabilidad de actualizarse en convicción plena de su vocación, profundiza en sus currículos e innovaciones pedagógicas en su formación como profesional día a día.
Ruby Basto
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ruby, gracias por tu comentario. Puede tener buenos resultados tu propuesta. Falta completarla. Ve rasgo por rasgo haciendo las relaciones respectivas. Incluye otras características del alfarero. Apropia el vocabulario propio de este oficio.
Rocio Barrera León dijo:
Buenas tardes apreciado maestro.
Es un gusto presentar mi analogía: Computadora Vs. Maestro
Una computadora es un sistema digital con tecnología electrónica capaz de procesar datos a partir de un grupo de instrucciones por medio de programas, El maestro gran ser humano complejo con un sistema cerebral capaz de procesar información a partir de una capacitación, formación profesional y empírica. La estructura básica de una computadora incluye microprocesador (CPU) y él un gran ser con un cerebro dotado de neuronas que dan órdenes a toda su capacidad natural humana y ejecuta actividades coherentes. memoria y dispositivos de entrada/salida (puertos de internas ), junto a los buses que permiten la comunicación entre ellos, en su memoria existen conocimientos, experiencias que puede compartir con sus estudiantes que de acuerdo a su habilidad y destreza es bien recibida, El maestro desde que nace recibe información la almacena, la procesa y se especializa para pensar y ejecutar estrategias que contribuyen a la formación de seres humanos que serán los ciudadanos de un mundo mejor. La característica principal que la distingue de otros dispositivos similares, como una calculadora no programable, es que puede realizar tareas muy diversas cargando distintos programas en la memoria para que los ejecute el procesador, es un profesional que por su formación humana para formar otros humanos tiene unas características que lo hacen diferente adaptable a necesidades especificas, sensible hacia los problemas de otros personajes ajenos a su entorno o su mundo y trabajar para la gente untarse de la vida de personas que acuden a su ayuda y su conocimiento.
Muchas gracias por motivarnos a escribir.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rocío, gracias por tu comentario. Puede haber elementos interesantes en tu propuesta. Analiza: ¿qué sería el alumno en esta relación que propones?
Hedilza Yanet Delgado Delgado dijo:
Profe Fernando buen dia, que pena, 2 palabras quedaraon mal escritas “la paciencia” y “bondadosos” era lo que quería decir. Me imagino que si ahora lo lee lo entenderá mejor
Dicculpas. SEGUIRE PENSANDO QUE SERA LA EVALUACION PARA EL PASTOR.
El maestro como pastor
El pastor cuida de un rebaño pacientemente durante largas jornadas, al maestro se le ha confiado un grupo de personas a quienes deberá acompañar diariamente y algunas veces por largos años. El pastor guía a sus ovejas hasta el redil para protegerlas de la inclemencia del tiempo, el prisco del maestro es su escuela, su salón de clase, en donde diariamente ocurren infinidad de situaciones que hay que solventar. Al trabajo del pastor se le conoce como pastoreo porque justamente debe quedarse observando a sus animales mientras pastan. El buen maestro siempre está vigilante, silencioso y alerta a cualquier adversidad. El pastor o mejor dicho, un buen pastor, se caracterizan por tratar a sus ovejas de buena manera y conseguir que ellas le escuchen y le sigan sin dificultad. El maestro por su parte cada día se esfuerza por conseguir ser escuchado, que sus enseñanzas trasciendan y lograr que sus estudiantes transiten por el mejor camino. El pastor se pone en la puerta con una vara y cuando la oveja va pasando y el pastor ve que hay una con marañas en el pelo o espinas o herida entonces la detiene con la vara y la aparta para curarla, antes lo hacían con aceite y vino, una mezcla muy buena para sanar heridas. Tanto pastor como maestro son igual de bondadosos. El maestro siempre atento al dolor y angustia de sus estudiantes, el vino son sus fuertes brazos y el aceite, sus cálidas palabras. La varita que usa el pastor es larga y curva en su parte superior y la usa para guiar a su rebaño hasta su corral sin dejar que ninguna se aparte del camino y evitarles el peligro y en caso de que lo haya tendrá que defenderlas. Las enseñanzas, el amor y la paciencia hacen parte de la varita del maestro, porque maestro y pastor aman a sus ovejas, a todas por igual y si una se va los dos la buscarán en la noche oscura para traerla nuevamente a casa.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Hedilza, gracias por tu comentario. Muy bien.
Patricia Daza dijo:
MAESTRO COMO BAILARIN
El maestro como bailarín, el que con su expresión quinésica es capaz de transmitir sensaciones inspiradoras y admiración de quienes lo siguen practicando una y otra vez los movimientos de su danza para obtener deleite de su público. El maestro bailarín debe mantener su postura agradando con cada paso que da, para lograr cautivar la atención de su audiencia, generar asombro y a la vez permitir gestar construcción cultural con sus desplazamientos y los ritmos melodiosos de su voz; él crea, inventa e integra sus habilidades para adaptarse a los contextos entregándolo todo en el escenario.
Para que el maestro bailarín pueda hacer su trabajo más atractivo, debe contar con implementos que se vuelven para te de su cuerpo, como aquel utensilio extensivo de sus manos y su mente: libro, marcador, cintas y talleres de expresión corporal, complementados al unísono, y sincronizados con sus pensamientos nos transporta a la creación de conceptos produciendo el aprendizaje.
El producto del maestro bailarín será inspirar en su público toda una gama de sensaciones que le permitan experimentar creaciones diarias, a él le debemos la sensibilización por el arte, la reconstrucción cultural a lo largo de la historia y la belleza de las profesiones: enseñar y bailar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Patricia, gracias por tu comentario. Tienes elementos valiosos para obtener una buena analogía. Ve paso rasgo por rasgo haciendo las relaciones. Incorpora otros elementos: ¿qué sería la evaluación para el bailarín?
Diego Luis Cucaita dijo:
Profesor Fernando: Buen día:
Aquí va mi intento de analogía.
EL MAESTRO COMO EL AVIADOR
En este mundo de bellos oficios hay dos que guardan gran similitud maestro y el aviador. Ambos, maestro y aviador, tienen como misión llevar una inmensa e indescifrable nave a su destino. Si el aviador no sabe conducir su nave, esta se estrellará si el maestro no sabe guiar su clase, su estudiante fracasará. Tanto maestro como aviador deben preparar su viaje, mientras que el uno alista su clase, lecciones, materiales, prácticas; el otro hace lo mismo con su plan de vuelo, su traje y su bitácora. El aviador dirige su nave por el cielo, para el maestro su cielo es su salón de clase. En ocasiones para los dos el cielo se presenta claro y despejado. Todos los pasajeros del viaje son muy distintos, y los dos, maestro y aviador, deben aprender a conocerlos, a comprenderlos y a llevarlos a pesar de que el viaje, a veces, sea largo y tomentoso. Así como el maestro tiene viajes difíciles en su salón de clase, por aquellos estudiantes que se portan mal, que tienen dificultades, que no entienden o que presentan problemas; así mismo el aviador los tiene, cuando es atacado por tormentas, los pasajeros entran en pánico o cuando el avión sufre algún percance. De la misma manera como el maestro debe dejar fuera de su salón todas sus preocupaciones, sus problemas económicos y familiares antes de iniciar la clase también lo hace el piloto antes de iniciar el vuelo. El aviador aprende muchos idiomas para poder navegar a distintos países así como el maestro aprende muchas cosas para entender a sus pupilos. Que bella es la vida de los dos, maestro y aviador. Lo importante es que final logren llevar su pasajero a buen destino porque siempre habrá alguien esperando con los brazos abiertos.
DIEGO CUCAITA
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego, gracias por tu comentario. Muy bien. ¿Qué sería el tópico de la evaluación para el aviador?
DIANA JEANNETTE GOMEZ TORRENTE dijo:
Buenas noches Maestro Fernando, escribo mi intento de analogía.
El maestro como agricultor.
El maestro de la misma manera que el agricultor, busca con un trabajo comprometido, arduo y responsable cosechar los frutos de su labor.
El agricultor prepara el terreno para que su siembra sea exitosa, de la misma forma el maestro se prepara y forma para cualificar su enseñanza. Así como el agricultor cuida diligentemente la siembra por meses, el maestro anhela que la siembra del conocimiento aflore en sus estudiantes. Al igual que el agricultor recoge los frutos de su trabajo con alegría y entusiasmo, el maestro observa con pasión las metas alcanzadas y los logros obtenidos por sus discípulos. Del mismo modo que la semilla abonada y en condiciones favorables culmina su proceso como fruta exponiendo lo mejor de sí, gracias a los cuidados del agricultor, así mismo los estudiantes debidamente motivados, orientados y con una formación adecuada proporcionada por sus maestros, serán unos ciudadanos ejemplares y competentes reflejando sus excelsas cualidades.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana Jeannette, gracias por tu comentario. Bien por tu intento de analogía. Incluye otros rasgos de las dos realidades.
Aleyda Navarro dijo:
El maestro como montañista…
El maestro al igual que el montañista, busca metas elevadas, para el primero, será la cima de un monte, para el otro, el obtener un título. El montañista asciende grandes alturas con su morral cargado de los elementos que requiere para su travesía: lazos, carpa de nómada, linterna, cantimplora, piquetas, botas; un maestro alista todos los días su morral cargado de sueños para su jornada y lleva dentro los elementos que necesita para su viaje por la montaña del saber: libros, mapas, diccionarios, hojas sueltas, cuadernos de notas, esferográficos, mapamundis. Al montañista lo inspira el esfuerzo, la dedicación, el paso a paso para alcanzar en su peregrinaje los picos más elevados. El maestro igualmente se enfoca en el trabajo dedicado de cada jornada con el único propósito de alcanzar la alta montaña, que será los mejores resultados para sus estudiantes. Cuando un montañista va tras un pico elevado ensaya, deambula por múltiples caminos, va y vuelve, tal vez se extravía, pero encuentra el camino sólo o en compañía de otros montañistas. El maestro también cuando planea sus itinerarios didácticos, ensaya, busca materiales, revisa, busca mejores caminos, se equivoca, replantea; a veces se pierde pero busca el sendero que lo conduce al camino, a veces lo hace sólo otras veces lo logra acompañado de otros maestros.
Un montañista sabe que los largos caminos exigen largas fidelidades; al igual que el maestro sabe que su oficio requiere de preparación constante, de estar actuante y siempre dispuesto para enseñar. El montañista se fatiga, suda, hace pausas a lo largo de su travesía, el maestro también se cansa, se estresa, por eso necesita ciertos recesos a lo largo del recorrido de un año de labores. Un montañista cuando ve la cima cerca acelera al paso a pesar del cansancio y anima a sus acompañantes los otros montañistas; el maestro así esté agotado, cuando ve cerca el final del año, avanza con rapidez sin descuidar a sus estudiantes, los anima a alcanzar la altura. Por último, un salón de clases se parece a la carpa de un montañista, allí ingresa acompañado de otros montañistas aprendices con el fin de prepararse para ascender a la gran montaña del conocimiento que se asemeja al Monte Everest.
ACLARACION: Profesor Fernando: No, en ningún mpomento comparo el estudiante con la montaña; es el maestro y el montañista.
¡Muchas gracias por sus enseñanzas!.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Aleyda, gracias por tu comentario. El tono de la analogía está muy bien. Digo lo de la montaña porque la relación de fondo del maestro es con un alumno; entonces, ¿con qué se relaciona el montañista?
Aleyda Navarro dijo:
¡Gracias Maestro por sus enseñanzas! Las tendré en cuenta.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Aleyda, gracias por tu comentario.
NIDIA JANNETH CASTRO dijo:
Buenas tardes Profesor: Envió mi primer intento de analogía. Pido excusas por no haber realizado antes la tarea, debido a las dificultades de salud que he tenido. Gracias por su compresión.
EL MAESTRO COMO ESCULTOR.
El maestro y el escultor, ambos moldean, perfeccionan hasta obtener su mejor obra de arte. El escultor escoge la mejor piedra, el maestro toma a sus estudiantes, el escultor empieza a esculpir, tallar y elaborar con el cincel y el martillo, le pone su chispa de imaginación y creatividad para que ese ser inerte se convierta en una obra de arte animada con valor, el maestro toma como sus herramientas: su conocimiento, su pedagogía y su didáctica y empieza a moldear en sus pupilos sus pensamientos, a pulir sus valores y a desarrollar sus habilidades y la capacidad de amar, para formas seres humanos con grandes virtudes. Cada uno tiene que buscar su propio estilo y reconocimiento, para lograrlo tienen que afrontar retos: el escultor debe luchar contra la crisis y la falta de inversión en cultura, el maestro debe luchar contra los cuestionamientos de la sociedad que lo juzgan y lo culpan de la mala educación, contra las políticas educativas que van cambiando y que debe ir asimilando, contra la falta de apoyo y capacitación, contra la subvalorización de su profesión. Pero a pesar de todas aquellas dificultades, es la vocación, el tesón y el entusiasmo lo que le permite, al escultor que sus acabados sean perfectos que hacen que parezca mentira que sus esculturas parten de una pieza de piedra basta, irregular y rugosa; creando así esculturas maravillosas que dan ganas de tocarlas, de descubrir cada uno de sus secretos y de desmontarlas porque, aunque todas sean una única pieza parecen compuestas por otras muchas e incluso por partes de diferentes tipos de piedra. Así mismo el maestro es un artesano de su oficio, comprometido, que trabaja día a día para brindar una mejor educación a los niños y las niñas, donde cada uno de ellos es diferente, como una única pieza de arte esculpida y creada; el maestro va formando a cada uno de estos discípulos siempre basado en el afecto, el respeto y la tolerancia, donde la felicidad y los sueños son la esperanza de un mejor futuro. Tanto el escultor como el maestro al fin han logrado su más grande obra de arte: única, irrepetible, sintiéndose satisfechos y felices de lo que han alcanzado.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Nidia Janneth, gracias por tu comentario. Tienes elementos valiosos para lograr una buena analogía. Organízalos mejor. Ve rasgo por rasgo. Te invito a revisar la puntuación (algunas comas podrían cambiarse por puntos seguidos).Corrige: “para formas”. Confío en tu salud mejore.
Nelson González Chisco dijo:
Profesor buenas tardes,
Pongo a su disposición mi analogía sobre el maestro.
Quedo atento a su retroalimentación.
Aunque parezca poco convencional, quisiera comparar al maestro con el director de orquesta. Nuestra sociedad reconoce la existencia de ambos personajes pero pocas personas tienen pleno conocimiento de su labor específica, muchos creen saber a qué se dedican pero pocos llegan a entender la importancia de su labor.
Maestros y directores de orquesta deben ser muy hábiles en la escucha, requisito indispensable para conocer la población con la que trabajan. Esa escucha supera la simple percepción de ondas sonoras, más bien se trata de tener la capacidad de identificar y comprender la manera en la que cada uno de sus músicos (estudiantes) se relacionan, reconociendo la necesidad de tener en cuenta el desarrollo socioafectivo de sus pupilos a la hora de llevar a cabo las prácticas docentes.
Se espera de un director de orquesta una excelente ejecución de algún instrumento como solista de la misma manera que la labor docente exige al maestro idoneidad al menos en un campo específico sin perder, por supuesto, una visión de conjunto de cara a la vastedad del conocimiento.
El maestro – director de orquesta conoce la técnica de la orquestación a tal punto que es capaz de dar orden al “caos” que representa la notoria diferencia entre cada instrumento y el músico ejecutante. Esa habilidad de reconocer la riqueza y las bondades de la diversidad en sus protegidos, es la que le permite armonizar esa posible “anarquía” de sonidos y convertirla en una polifonía armónica y melódica que redunda en el placer de todos aquellos que, como público, se deleitan y benefician de su labor.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Nelson, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Incluye otros elementos de las dos realidades.
claudiapg dijo:
Buenas tardes Maestro, acá, mi primer intento:
El maestro en analogías.
Describir el maestro con analogías es un trabajo dedicado y apasionante, porque los maestros colombianos, en su gran mayoría, reúnen características que los hacen especiales. Podría iniciar diciendo que el maestro es trabajador, como una ardilla que recolecta el alimento para la época de invierno; las tareas del maestro no se limitan a su jornada laboral, el maestro trabaja de sol a sol porque se esfuerza por sus estudiantes, para brindarles cada día lo mejor. Cada vez que se dedica a enseñar, es paciente como un pingüino, que espera sentado brindando calor hasta que sus polluelos nazcan; así el maestro tiene la virtud de esperar pacientemente hasta que sus estudiantes alcanzan el aprendizaje, en tanto que él los guía, los orienta, los acompaña. Cuando de proteger a sus estudiantes se trata, el maestro es como una gallina que acoge bajo sus alas a todos sus pollitos; en cuántas ocasiones debe acoger a alguno, brindarle un abrazo, una caricia, una voz de aliento, secar con sus manos las lágrimas de aquellos que lloran, así su alma esté agobiada. En su quehacer diario es creativo como un castor, que teje y teje sueños para que ninguno desfallezca ante la tormenta de lo imposible. Así mismo es dedicado, como una abeja que va de flor en flor recolectando el néctar para producir la miel; para el maestro cada uno de sus alumnos es como una flor, de cada uno el maestro toma lo mejor y lo peor, para convertirlo en una oportunidad de aprendizaje. Por otro lado, cuando se enfrenta a las adversidades de la vida, de su profesión, es obstinado como un búfalo, cuando pretende derribar las barreras que lo frenan; el maestro lucha incansable cada día por alcanzar sus metas. Y qué diremos del cetáceo, el más ágil y valiente de los mares, el maestro como el cetáceo, se convierte en el que limpia caritas, ata cordones, organiza uniformes, suena la nariz de los más pequeños, fortalece sus manos y hace que esos ojitos visualicen el futuro con más claridad, pues el camino ya está trazado y aunque no todo esté escrito, la sociedad se convierte en ese mar turbio y sucio que quiere atrapar a los más débiles; y ahí sale a flote el maestro cetáceo que con sus palabras y sus abrazos aparta esa suciedad para ofrecer una corriente limpia y clara por donde sus estudiantes puedan nadar tranquilos en el mar de la vida. Y por si fuera poco, hay situaciones difíciles a las que el maestro se tiene que enfrentar cada día, situaciones tristes, agobiantes, ¡cuántas cosas tiene que escuchar un maestro de sus estudiantes!, el rechazo de sus padres, las angustias que viven en sus casas, sus tristezas; el maestro entonces, es fuerte como una hormiga arriera, que es capaz de llevar sobre sus lomos hasta siete veces su propio peso, así el maestro lleva sobre sí el peso de sus alumnos sobre sus hombros. Este maestro, por muchos amado, por otros, odiado, en ocasiones incomprendido, pocas veces condecorado, así como las arañas tejedoras, el maestro cada día con su voz y con su esfuerzo se encarga de tejer la historia.
Quedo atenta a sus comentarios.
Ramiro Rico Martínez dijo:
buen día maestro Fernando. trate de desarrollar un poco más la analogía. gracias por sus comentarios.
El maestro como libertador
El maestro como libertador es un pragmático consumado que se preocupa por emancipar la conciencia. El maestro goza del placer de la acción y ahí centra su vida. Al igual que este, el libertador hace otro tanto. Los dos, son humanistas en esencia y luchadores incansables por los derechos civiles. El maestro como libertador tiene la capacidad de visionar el futuro, y para ese momento ulterior trabaja con las armas de la razón. Por momentos son directivos, pues, las multitudes licenciadas confunden la libertad con los excesos. Entonces, necesitan del llamado al orden, un recordatorio desde su capacidad humana y comunicativa. Razón por la cual se les suele confundir con tiranos. Los maestros libertadores tienen un gran manejo discursivo, de ahí su capacidad de persuadir y motivar rebaños. Y ligado a esto, se evidencia su absoluto compromiso para con la causa atendida, una formidable armadura sostenida por la abnegación, por la renuncia de la inmediatez, por lo que ha de ser más adelante.
Johana Aldana dijo:
Buenas noches profesor Fernando, de acuerdo a su observación envió mi tercer intento de analogía el maestro como carpintero:
El maestro como carpintero, el que con sus manos y habilidades es capaz de transformar y entregar un buen producto. El maestro carpintero capaz de plasmar, interpretar y desarrollar diseños o dibujos como aquel que preparar cada una de sus clases, como un acto de respeto en el cumplimiento de lo que se va a ensamblar. Ese maestro carpintero debe mantener en orden y aseo sus recursos, así como su aula, generando un ambiente grato para llevar a sus alumnos a desarrollar de forma precisa cada una de las tareas en beneficio de la obtención y apropiación de diversos saberes. Es por esto que cuenta para realizar su trabajo con un grupo de herramientas manuales y eléctricas que harán de su didáctica en el taller una expresión de formas y colores en beneficio del aprendizaje, del trabajo colaborativo y aprovechando las bondades de cada uno. El maestro carpintero es creativo, pues le da forma a los materiales de acuerdo con las necesidades del contexto, es decir, su creatividad le permite ajustar y sincronizar al máximo los ritmos de aprendizaje de sus educandos, porque esos alumnos son como los diferentes tipos de materiales en los cuales moldeara sus diseños, unos frágiles que solo permitirán desarrollar formas sencillas y otros de una calidad inmejorable que permitirán representar la belleza de un tallado excepcional en beneficio de la comunidad y su progreso. El desarrollo cada clase son como los pasos para obtener y poder entregar cada obra u objeto que son solicitados para el bien de otros, es por esto que al finalizar cada año académico entregamos grupos de estudiantes que se promoverán de grado, así como el término de cada obra. En cada momento de la labor se hacen anotaciones o calificaciones a los trabajos con el fin de poder ir evaluando los procesos que se llevan a cabo y así poder realizar los ajustes pertinentes y apropiados,
mil gracias por su atención.
Nuvia Lancheros V. dijo:
Profesor Fernando, buenas noches, aunque tarde envio mi primer intento.
El maestro es como el artista
Ambos en su profesión moldean, proyectan y dan forma; el maestro las vidas de sus estudiantes y el artista la arcilla con la cual genera nuevas formas y nuevos mundos, los dos colocan su sello, el maestro a través de su su forma de ser y su ejemplo y el artísta el reconocimiento a su labor, el maestro es modelador de vidas y el artista modelador de formas, ambos son pacientes y flexibles ante su obra, proyectan para el futuro pero disfrutan el momento, el hoy, pero visionando un futuro, ambos tienen una misión bien difícil el maestro al trabajar con personas le implica tener en cuenta actitudes, sentimientos y emociones propias del ser humano y aunque el artista trabaja con arcilla una sustancia inanimada su tarea también es compleja porque requiere que su obra genere sentimientos y emociones a lo que no tiene vida le debe imprimir sentimiento emoción. Dedicados y creativos ambos son hábiles para la construcción de mundos posibles donde se pone en perspectiva la vocación y el talento de cada uno en su quehacer.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Nuvia, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Aclara si es el artista, en general, o el escultor. ¿Será el artesano? Revisa. Incluye otros rasgos.
ludivia montero dijo:
Maestro: Filósofo de la sociedad
Los filósofos de la antigua Grecia cumplían el papel de ser maestros en su sociedad. Se encargaban de aproximarse a la verdad a través de múltiples escuelas y teorías filosóficas. La mayéutica, que consiste en interrogar a una persona para hacer que llegue al conocimiento a través de sus propias conclusiones; el maestro de hoy, también promueve el aprendizaje por medio de preguntas inteligentes y abiertas, y además ánima a los estudiantes a que se pregunten entre ellos, y que logren romper paradigmas para descubrir y analizar realidades.
Las escuelas socráticas empleaban el diálogo como instrumento dialéctico para llegar al conocimiento, como el maestro de hoy, que estimula a los alumnos a entrar en diálogo tanto con el maestro como entre ellos y a trabajar colaborativa mente, y donde se expresen libremente los conocimientos de sus estudiantes. Así como el filósofo es aquel que se sumerja en el estudio del pensamiento y de la justificación de las creencias, que conlleva a pensar y razonar acerca del mundo que nos rodea; el maestro de hoy en día, se entrega por completo a despertar en sus estudiantes la expresión creativa y el conocimiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ludivia, gracias por tu comentario. Puedes llegar a buenos resultados. Te invito a incorporar otras rasgos tanto del maestro como del filósofo. ¿Cómo sería, por ejemplo, el tópico de la evaluación para el filósofo?
César Humberto Bernal Muñoz dijo:
Buen día maestro, espero sus comentarios
EL MAESTRO COMO EL MAGO MERLÍN.
En este caso, la analogía se fundamenta en la época medieval, específicamente en el mago Merlín, el mago más poderoso de la epopeya artúrica. El maestro al igual que Merlín, es aquel capaz de cambiar de forma, de hacerse invisible si es necesario, de controlar los diferentes temperamentos; es aquel que conoce la esencia de las cosas junto con su transformación y renovación; se atreve a conocer y trata de controlar cada uno de los demonios que habitan en el interior de otros individuos e incluso los de sí mismo; es capaz de transformarse en un momento dado en el mejor de los poetas o en el más creativo e imaginativo escritor; es capaz de predecir las cosas que luego sucederán, también se logra convertir en el más altruista de los seres, en el mejor amigo que alguien pueda imaginar; además, en el confidente y guardián de los más preciados secretos, pero si así se requiere, puede llegar a ser un cómplice incondicional sin dejar de ser en ningún momento el guía espiritual de sus alumnos.
Por eso, se considera que el “Maestro Merlín”, es capaz de ganarse el amor, admiración y respeto de los estudiantes, no sólo por su bondad y sabiduría, sino también por sus dotes de artista.
fernandovasquezrodriguez dijo:
César Humberto, gracias por tu comentario. Tienes muy buenos elementos de una parte de la analogía. Te invito a evidenciar las relaciones con la otra parte de la relación.
Ramiro Rico Martínez dijo:
Buenos días maestro Fernando, espero sus comentarios.
EL MAESTRO COMO PSICÓLOGO.
El maestro como psicólogo es una guía para el alumno. El maestro dirige al alumno hacia un camino que debe construir y descubrir por sí mismo, de manera muy parecida al psicólogo, que orienta por medio de preguntas la aparición de un darse cuenta. Es decir, los dos alientan procesos metacognitivos y metaemocionales. Aunque maestro y psicólogo por lo general saben hacia donde se dirige su intervención con alumno y paciente, el resultado depende únicamente del alumno y del paciente. O sea, del ritmo de aprendizaje de cada quién y de un no hacer, o lo que es lo mismo, una nueva forma de hacer las cosas. El maestro como el psicólogo basan su obrar en la comunicación, por eso cuidan sus gestos y palabras, los dos deben escoger con sumo cuidado lo que dicen y como lo dicen, deben operar con precisión. Tanto maestro como psicólogo saben que deben producir un cambio, eso en el fondo, es lo más importante en la interacción con el alumno y con el paciente. Para que el alumno cure su ignorancia y el paciente cure su enfermedad, deben ser guiados hacia el autoconocimiento.
Profe, cambie dos “hacer” pues en los que quedan, creo necesitarlos. quiero expresar la idea de trascender lo viejo por miradas diferentes y más amplias. creo que es una idea que maneja Carlos Castaneda con su personaje “Don Juan”. “un no hacer” “una nueva forma de hacer las cosas”
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Muy bien.
Hedilza Yanet Delgado Delgado dijo:
profesor Fernando,buenos dias. Envío mi analogía y espero atenta sus comentarios. Gracias por su tiempo.
El maestro como pastor
El pastor cuida de un rebaño pacientemente durante largas jornadas, al maestro se le ha confiado un grupo de personas a quienes deberá acompañar diariamente y algunas veces por largos años. El pastor guía a sus ovejas hasta el redil para protegerlas de la inclemencia del tiempo, el prisco del maestro es su escuela, su salón de clase, en donde diariamente ocurren infinidad de situaciones que hay que solventar. Al trabajo del pastor se le conoce como pastoreo porque justamente debe quedarse observando a sus animales mientras pastan. El buen maestro siempre está vigilante, silencioso y alerta a cualquier adversidad. El pastor o mejor dicho, un buen pastor, se caracterizan por tratar a sus ovejas de buena manera y conseguir que ellas le escuchen y le sigan sin dificultad. El maestro por su parte cada día se esfuerza por conseguir ser escuchado, que sus enseñanzas trasciendan y lograr que sus estudiantes transiten por el mejor camino. El pastor se pone en la puerta con una vara y cuando la oveja va pasando y el pastor ve que hay una con marañas en el pelo o espinas o herida entonces la detiene con la vara y la aparta para curarla, antes lo hacían con aceite y vino, una mezcla muy buena para sanar heridas. Tanto pastor como maestro son igual de bosados. El maestro siempre atento al dolor y angustia de sus estudiantes, el vino son sus fuertes brazos y el aceite, sus cálidas palabras. La varita que usa el pastor es larga y curva en su parte superior y la usa para guiar a su rebaño hasta su corral sin dejar que ninguna se aparte del camino y evitarles el peligro y en caso de que lo haya tendrá que defenderlas. Las enseñanzas, el amor y al paciencias hacen parte de la varita del maestro, porque maestro y pastor aman a sus ovejas, a todas por igual y si una se va los dos la buscarán en la noche oscura para traerla nuevamente a casa.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Hedilza Yaneth, gracias por tu comentario. Muy bien tu primer intento. Has apropiado el vocabulario propio del objeto diana de la analogía. Revisa la escritura de algunas palabras: “bosados”, “al paciencias”. ¿Qué sería la evaluación para el pastor?
Aleyda Navarro dijo:
El maestro como montañista…
El maestro al igual que el montañista, busca metas elevadas, para el primero, será la cima de un monte, para el otro, el obtener un título. El montañista asciende grandes alturas con su morral cargado de los elementos que requiere para su travesía: lazos, carpa de nómada, linterna, cantimplora, piquetas, botas; un maestro alista todos los días su morral cargado de sueños para su jornada y lleva dentro los elementos que necesita para su viaje por la montaña del saber: libros, mapas, diccionarios, hojas sueltas, cuadernos de notas, esferográficos, mapamundis. Al montañista lo inspira el esfuerzo, la dedicación, el paso a paso para alcanzar en su peregrinaje los picos más elevados. El maestro igualmente se enfoca en el trabajo dedicado de cada jornada con el único propósito de alcanzar la alta montaña, que será los mejores resultados para sus estudiantes. Cuando un montañista va tras un pico elevado ensaya, deambula por múltiples caminos, va y vuelve, tal vez se extravía, pero encuentra el camino sólo en compañía de otros montañistas. El maestro también cuando planea sus itinerarios didácticos, ensaya, busca materiales, revisa, busca mejores caminos, se equivoca, replantea; a veces se pierde pero busca el sendero que lo conduce al camino, a veces lo hace sólo otras veces lo logra acompañado de otros maestros.
Un montañista sabe que los largos caminos exigen largas fidelidades; al igual que el maestro sabe que su oficio requiere de preparación constante, de estar actuante y siempre dispuesto para enseñar. El montañista se fatiga, suda, hace pausas a lo largo de su travesía, el maestro también se cansa, se estresa, por eso necesita ciertos recesos a lo largo del recorrido de un año de labores. Un montañista cuando ve la cima cerca acelera al paso a pesar del cansancio y anima a sus acompañantes los otros montañistas.; el maestro así esté agotado, cuando ve cerca el final del año, avanza con rapidez sin descuidar a sus estudiantes, los anima a alcanzar la altura. Por último, un salón de clases se parece a la carpa de un montañista, allí ingresa acompañado de otros montañistas aprendices con el fin de prepararse para ascender a la gran montaña del conocimiento que se asemeja al Monte Everest.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Aleyda, gracias por tu comentario. Tienes ideas que son interesantes. Me queda la duda de si la montaña es comparable al estudiante… Revisa.
Ana Betulia Pachón Espinosa dijo:
Ana Pachón.
El jornal del campesino y el maestro.
Para ambos su días despierta con los primeros rayos del sol,
el campesino planifica sus labores y el maestro también,
el campesino emprende largas caminatas revisando sus semillas,las nutre, las alimenta, las hidrata, como el maestro recorre su escuela, su salón,
observa sus alumnos, los motiva, los cuestiona.
El campesino limpia, desparasita, deshierba, en fila y una a una las semillas que algún día darán fruto.
El maestro ve, susurra, corrige, consiente, al niño que espera no lo olvide.
el campesino prepara la noche, en complicidad con la luna,protege con calor las fuertes heladas y posibles tormentas a aquella semilla que crece erguida buscando el sol. El maestro solo mira al cielo y pide que las violencias y los desamores no aplasten a sus alumnos.
Jornal tras jornal, llega el día en que el campesino recoge sus frutos y deja descansar el terreno, para las nuevas semillas. El maestro espera jornales más largos, muchas veces jornales eternos, y con la mirada en el horizonte pide a Dios que sus semillas sean buenas cosechas. Y su descanso, su preparación para las nuevas semillas aunque corto y rápido es esperado con anhelo siempre de cosechar lo mejor.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana, gracias por tu comentario. Bien. Ordena mejor el texto. Usa conectores de relación o similitud. Piensa en otros rasgos compartidos por las dos realidades. ¿Qué sería el tema de la evaluación para el campesino?
Ramiro Rico Martínez dijo:
Buenas noches maestro, mientras medito y corrijo el maestro como psicólogo, escribí otro, ¿a ver que tal?
El maestro como libertador
El maestro como libertador es un pragmático consumado que se preocupa por emancipar la conciencia. El maestro goza del placer de la acción y ahí centra su vida. Al igual que éste, el libertador hace otro tanto. Los dos, son humanistas en esencia y luchadores incansables por los derechos civiles. El maestro como libertador tiene la capacidad de visionar el futuro, y para ese momento ulterior trabaja con las armas de la razón. Son seres prospectivos, creativos, divergentes, persuasivos, integradores e independientes.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Bien. Me parece que has comprendido cómo hacer analogías. Por supuesto, tendrías que desarrollar y ampliar lo que aquí esbozas.
Jessica Tatiana dijo:
Jessica Tatiana Jimenez
El Maestro como Rol Materno
El maestro, es considerado como aquella persona asignada para la formación del estudiante desde edades tempranas, es entonces como desde la etapa de la niñez favorece el crecimiento tanto personal como ético y de conocimientos en el niño; visualiza y evidencia el proceso por el cual transcurre el estudiante hasta grados mayores, de tal manera que existe una similitud con el proceso de formación y crianza del niño desde su hogar, responsabilidad asigna a los padres, de predominio al rol materno, pues es la mama quien se encarga en la mayoría de las situación de favorecer los procesos de crianza en el niño, hecho que se vivencia desde edades tempranas hasta su Adultez y casi que vejez ; es la mama la responsable en cierta medida de la formación del niño y su desempeño en la sociedad, tal como ocurre en el caso del maestro, quien lleva a sus espaldas la responsabilidad de brindar al niño todas las herramientas y conocimientos necesarios para su desarrollo cognitivo y profesional en un futuro, de esta manera se crea un vinculo y similitud tanto en la formación del estudiante por parte del maestro como de su formación personal por parte de sus padres, de predominio el rol materno
fernandovasquezrodriguez dijo:
Jessica Tatiana, gracias por tu comentario. Tienes elementos pero falta aclararlos. ¿Lo que tienes en mente es analogar al maestro con la madre? Ten presente otros aspectos: la evaluación, la planeación, la motivación, los útiles…
Johana Aldana dijo:
Buenas noches profesor Fernando, voy con mi segundo intento,
El maestro como carpintero, el que con sus manos y habilidades es capaz de transformar y entregar un buen producto. El maestro carpintero capaz de leer e interpretar los planos como aquel que preparar cada una de sus clases, como un acto de respeto en el cumplimiento de lo que se va a ensamblar. Ese maestro carpintero debe mantener en orden y aseo sus recursos, así como su aula, generando un ambiente grato para llevar a sus alumnos a desarrollar de forma precisa cada una de las tareas en beneficio de la obtención y apropiación de diversos saberes. Es por esto que cuenta para realizar su trabajo con un grupo de herramientas manuales y eléctricas que harán de su didáctica en el taller una expresión de formas y colores en beneficio del aprendizaje, del trabajo colaborativo y aprovechando las bondades de cada uno. El maestro carpintero es creativo, pues le da forma a los materiales de acuerdo con las necesidades del contexto, es decir, su creatividad le permite ajustar y sincronizar al máximo los ritmos de aprendizaje de sus educandos, porque esos alumnos son como los diferentes tipos de materiales en los cuales moldeara sus diseños, unos frágiles que solo permitirán desarrollar formas sencillas y otros de una calidad inmejorable que permitirán representar la belleza de un tallado excepcional en beneficio de la comunidad y su progreso. El desarrollo cada clase son como los pasos para obtener y poder entregar cada obra u objeto que son solicitados para el bien de otros, es por esto que al finalizar cada año académico entregamos grupos de estudiantes que se promoverán de grado, así como el término de cada obra. En cada momento de la labor se hacen anotaciones o calificaciones a los trabajos con el fin de poder ir evaluando los procesos que se llevan a cabo y así poder realizar los ajustes pertinentes y apropiados,
Gracias por sus comentarios y atención.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johanna, gracias por tu comentario. Muy bien. ¿Serán “planos” lo que lee el carpintero? Precisa.
Diego Mauricio Farfàn dijo:
Profesor Fernando, perdone la tardanza pero aquí está mi primer intento:
El maestro como artesano
Esta analogía tiene la idea de concebir al maestro como un artesano, ya que los dos están en continua transformación del mundo, son trabajadores que se encargan de una construcción estética, el maestro de seres humanos y el artesano de objetos inanimados. los dos trabajan en armonía para la edificación , si observamos al maestro utiliza como materia prima al estudiante comienza a moldear a pulir su pensamiento y su inteligencia trata de perfilar y proyectar su obra para que la sociedad vea lo que es capaz de hacer gracias a su compromiso y empeño, el artesano por su lado con gran destreza y conocimiento gracias a su experiencia, toma un trozo de piedra, madera o yeso comienza la tarea de tallar elaborar y crear lo que fue en principio un objeto sin forma e inerte se convierte en una pieza llena de vida para aquel que aprecia su arte.
No tiene diferencia el interés final para ambos, el objetivo es el de crear, los artesanos no intentan hacer cosas re-producibles ni mucho menos en serie, cada una de sus creaciones no va a ser igual a otra fragmento siempre van a ser diferentes lo que las hace únicas, lo mismo sucede con el oficio de ser maestro cada uno de los discípulos va a ser diferente, pensará diferente y será sublime su elaboración como la pieza única hecha por el artesano.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego Mauricio, gracias por tu comentario. Bien. Enriquece tu analogía con otros elementos: ¿cómo sería para el artesano el tema de la evaluación o el de la didáctica?
Diego Mauricio Farfan dijo:
Profesor Fernando buenas tardes, ahí va mi segundo intento traté de darle más sentido con otro elemento la evaluación:
El maestro como artesano
Esta analogía tiene la idea de concebir al maestro como un artesano, ya que los dos están en continua transformación del mundo, son trabajadores que se encargan de una construcción estética, el maestro de seres humanos y el artesano de objetos inanimados. los dos trabajan en armonía para la edificación, si observamos al maestro utiliza como materia prima al estudiante comienza a moldear a pulir su pensamiento y su inteligencia trata de perfilar y proyectar su obra para que la sociedad vea lo que es capaz de hacer gracias a su compromiso y empeño, el artesano por su lado con gran destreza y conocimiento gracias a su experiencia, toma un trozo de piedra, madera o yeso comienza la tarea de tallar elaborar y crear lo que fue en principio un objeto sin forma se convierte en una pieza llena de vida para aquel que aprecia su arte, al finalizar su trabajo muchos estarán a la mira y darán una apreciación a su trabajo, como la humanidad juzgará también el trabajo del maestro cuando esa materia prima laborada con ahínco comience a dar sus frutos en la sociedad.
No tiene diferencia el interés final para ambos, el objetivo es el de crear, los artesanos no intentan hacer cosas re-producibles ni mucho menos en serie, cada una de sus creaciones no va a ser igual a otra fragmento siempre van a ser diferentes lo que las hace únicas, lo mismo sucede con el oficio de ser maestro cada uno de los discípulos va a ser diferente, pensará diferente y será sublime su elaboración como la pieza única hecha por el artesano.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego Mauricio, gracias por tu comentario. Muy bien. Cuida el uso de la puntuación. Algunas comas deberían ser puntos seguidos.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Excuseme! En el final del escrito se me fue la palabra presenta y presentan, aquí ya está arreglado.
Gracias.
EL MAESTRO COMO MINERO
El oficio realizado por el minero es difícil, él taladra la roca con picas y palas o con herramientas eléctricas para extraer el mineral, en este sentido, el maestro se prepara, estudia, se actualiza para así llevar a cabo su misión. El minero dentro de su lugar de acción, está privado de la luz del sol, utiliza lámparas acopladas a su casco; la ignorancia, la falta de imaginación, de creatividad, oscurecen la labor del maestro, la lectura, la escritura, el estudio, son elementos que le brindan iluminación; su quehacer requiere observación, análisis y pertinencia. El trabajo de un minero es sucio pues el polvo del mineral impregna la ropa, el cabello, la piel, el estudiante deja su huella en el maestro haciéndolo sensible a su realidad.
Al interior de la mina, el minero excava pozos para facilitar la extracción, realizando un esfuerzo físico y recorriendo largas distancias inclinado de rodillas para alcanzar la veta; de esta forma el maestro indaga, prepara, tiene en cuenta la diversidad. Al alcanzar la veta extrae de ella los más finos y variados minerales: sus estudiantes, los observa, detalla, valora, los revela ante la sociedad para que coloquen a disposición el beneficio que presentan.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Muy bien.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenas noches! Envío nuevamente mi analogía a la luz de su criterio. Gracias.
EL MAESTRO COMO MINERO
El oficio realizado por el minero es difícil, él taladra la roca con picas y palas o con herramientas eléctricas para extraer el mineral, en este sentido, el maestro se prepara, estudia, se actualiza para así llevar a cabo su misión. El minero dentro de su lugar de acción, está privado de la luz del sol, utiliza lámparas acopladas a su casco; la ignorancia, la falta de imaginación, de creatividad, oscurecen la labor del maestro, la lectura, la escritura, el estudio, son elementos que le brindan iluminación; su quehacer requiere observación, análisis y pertinencia. El trabajo de un minero es sucio pues el polvo del mineral impregna la ropa, el cabello, la piel, el estudiante deja su huella en el maestro haciéndolo sensible a su realidad.
Al interior de la mina, el minero excava pozos para facilitar la extracción, realizando un esfuerzo físico y recorriendo largas distancias inclinado de rodillas para alcanzar la veta; de esta forma el maestro indaga, prepara, tiene en cuenta la diversidad. Al alcanzar la veta extrae de ella los más finos y variados minerales: sus estudiantes, los observa, detalla, valora, los presenta a la sociedad para que coloquen a disposición el beneficio que presentan.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Muy bien.
DianaC Prieto dijo:
Buenos tardes (repito de nuevo el segundo intento), completando el ejercicio anterior:
El maestro como un general
El maestro impulsa a sus estudiantes a participar en clase, el general lidera a sus soldados en el campo de batalla. El maestro posibilita espacios para el desarrollo de las capacidades dentro y fuera del aula; el general crea estrategias para que exista el menor número de bajas en combate. El maestro inspira a sus pupilos a aprender cada día más; el general anima a sus tropas frente a la adversidad. El maestro reconoce el desempeño de sus estudiantes, el general felicita a sus soldados frente al éxito en batalla. El maestro sabe que con paciencia y empeño, los logros se verán reflejados en los procesos de cada uno de sus estudiantes. El general por su parte, posee la sabiduría para tomar la decisión correcta con el fin de obtener el triunfo. El maestro evalúa lo aprendido en cada área del conocimiento, teniendo en cuenta fortalezas y dificultades de cada niño. El general inspecciona cómo fue el desempeño en batalla, para hacer los ajustes necesarios, de este modo, refuerza lo positivo, corrige las falencias y genera diferentes estrategias para un nuevo accionar. El campo de batalla del maestro es el aula, el del general donde sea necesario establecer el orden y la seguridad nacional. El maestro velará por sus estudiantes para que no abandonen la ruta del saber, el general estará al pendiente para que sus soldados sigan con vida después de cada enfrentamiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana, gracias por tu comentario. Muy bien.
Ramiro Rico Martínez dijo:
Buena mañana profe Fernando, agregue algo al anterior.
EL MAESTRO COMO PSICÓLOGO.
El maestro como psicólogo es una guía para el alumno. El maestro dirige al alumno hacia un camino que debe construir y descubrir por sí mismo, asemeja al psicólogo que orienta por medio de preguntas la aparición de un darse cuenta. Es decir, los dos alientan procesos metacognitivos y metaemocionales. Aunque maestro y psicólogo por lo general saben hacia donde se dirige su hacer con alumno y paciente, el resultado depende únicamente del alumno Y del paciente. O sea, del ritmo de aprendizaje de cada quién y de un no hacer, o lo que es lo mismo, una nueva forma de hacer las cosas. El maestro como el psicólogo basan su hacer en la comunicación, por eso cuidan sus gestos y palabras, los dos deben escoger con sumo cuidado lo que dicen y como lo dicen, deben operar con precisión. Tanto maestro como psicólogo saben que deben producir un cambio, eso en el fondo, es lo más importante en la interacción con el alumno y con el paciente. Para que el alumno cure su ignorancia y el paciente cure su enfermedad, deben ser guiados hacia el autoconocimiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Muy bien. Revisa la construcción: “asemeja”. Cambia la “Y” mayúscula en la línea que empieza “depende únicamente…” Busca alternativas para el repetitivo “hacer”.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando.
Mi tercer intento
Esta analogía busca establecer la relación que existe entre el navegante y el maestro. Ambos viajeros hipotéticos e inexpertos. Así como el navegante leva sus anclas y enfrenta la mar; el maestro se aventura en su travesía por la Escuela. De esta manera, guiado como el navegante por su carta de navegación, el PEI; define un rumbo usando como brújula el manual de convivencia. Antes de partir, el navegante arrancha para soltar sus amarras y zarpar, dejando parte de sí mismo y llevando algo de aquellos que lo vieron arribar. Por su parte, el maestro, se alista, debe romper con ciertos paradigmas y prepararse para el viaje. Así, en las diferentes etapas de la vida, a las que aboca como puertos, pondera lo mejor de sus bodegas. Intenta dejar en la mente de sus estudiantes las huellas de su propia alma, los rastros de su propia piel. Irá ganando confianza con el transcurrir de su quehacer; en la medida en que a nuevas situaciones se someta. Como el navegante, el maestro dispone de herramientas, o modelos pedagógicos. Sabe que algunos no estaban afinados o definitivamente, no le son confiables. Será el viaje el que lo hará experto.
Es así, como se verá obligado a desbaratar estos modelos y al mirar las piezas sueltas decisiones tomará papa volverse a arrumbar. El navegante construirá y reconstruirá sus propias herramientas. Después de someterse a uno u otro bandazo, virará. Con esta misma actitud, el maestro sus herramientas revisará. Luego de intentos fallidos, quizás las cambiará. El navegante recurrirá a adecuarlas a sus olas, a su nave, a su viaje. Será muchas veces el centro de careña, aún a riesgo de zozobrar. Enfrentando obstáculos, el maestro, soportará y se adaptará a la realidad a pesar del fracaso. Afrontará el navegante, tiempos de bruma o que suelen aborrascarse. Ante ello deberá abrigarse y abrumarse para capear el temporal. También el maestro navegará en días no tan claros y fáciles, en busca de mejores tiempos. Pendiente siempre del barlovento y balizas; el navegante costeará. Sin olvidar la meta, el maestro observará las señales de buen tiempo, de peligro o los puntos de interés. Su objetivo es ganar la experiencia y convertirse en navegante y maestro avezados. Siendo esta, condición obligante para llegar a rumbo seguro. Ninguno a las dificultades temerá porque tienen la certeza de su propia capacidad ante los retos, frente a nuevas oportunidades.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Muy bien.
DianaC Prieto dijo:
Buen día, mi primer intento un poco más tarde de lo acostumbrado, pero aquí va:
El maestro como un general
El maestro impulsa a sus estudiantes a participar en clase, el general lidera a sus soldados en el campo de batalla. El maestro posibilita espacios para el desarrollo de las capacidades en el colegio; el general crea estrategias para que exista el menor número de bajas en combate. El maestro inspira a sus pupilos a aprender cada día más; el general anima a sus tropas frente a la adversidad. El maestro reconoce el desempeño de sus estudiantes, el general felicita a sus soldados frente al éxito en batalla. El maestro sabe que con paciencia y empeño, los logros se verán reflejados en los procesos de cada uno de sus estudiantes. El general por su parte, posee la sabiduría para tomar la decisión correcta con el fin de obtener el triunfo. El campo de batalla del maestro es el aula, el del general donde sea necesario establecer el orden y la seguridad nacional. El maestro velará por sus estudiantes para que no abandonen la ruta del saber, el general estará al pendiente para que sus soldados sigan con vida después de cada enfrentamiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diana, gracias por tu comentario. Muy bien. ¿Que será el tema de la evaluación para el general?
Diana Carolina Prieto Parrado dijo:
Buenos días, segundo intento, completando el ejercicio anterior:
El maestro como un general
El maestro impulsa a sus estudiantes a participar en clase, el general lidera a sus soldados en el campo de batalla. El maestro posibilita espacios para el desarrollo de las capacidades dentro y fuera del aula; el general crea estrategias para que exista el menor número de bajas en combate. El maestro inspira a sus pupilos a aprender cada día más; el general anima a sus tropas frente a la adversidad. El maestro reconoce el desempeño de sus estudiantes, el general felicita a sus soldados frente al éxito en batalla. El maestro sabe que con paciencia y empeño, los logros se verán reflejados en los procesos de cada uno de sus estudiantes. El general por su parte, posee la sabiduría para tomar la decisión correcta con el fin de obtener el triunfo. El maestro evalúa lo aprendido en cada área del conocimiento, teniendo en cuenta fortalezas y dificultades de cada niño. El general inspecciona cómo fue el desempeño en batalla, para hacer los ajustes necesarios, de este modo, refuerza lo positivo, corrige las falencias y genera diferentes estrategias para un nuevo accionar. El campo de batalla del maestro es el aula, el del general donde sea necesario establecer el orden y la seguridad nacional. El maestro velará por sus estudiantes para que no abandonen la ruta del saber, el general estará al pendiente para que sus soldados sigan con vida después de cada enfrentamiento.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenas noches! Le envío mi segundo intento con el minero para someterlo a su acertada revisión. Gracias.
EL MAESTRO COMO MINERO
El oficio realizado por el minero es difícil, él taladra la roca con picas y palas o con herramientas eléctricas para extraer el mineral, en este sentido, el maestro se prepara, estudia, se actualiza para así llevar a cabo su misión. Es tarea del minero asegurar los túneles con soportes de madera y así impedir derrumbes, el maestro resuelve inquietudes, está a la vanguardia de lo novedoso, lo innovador.
El minero dentro de su lugar de acción, está privado de la luz del sol, utiliza lámparas acopladas a su casco; su trabajo es sucio pues el polvo del mineral impregna la ropa, el cabello, la piel. La ignorancia, la falta de imaginación, de creatividad, oscurecen la labor del maestro, la lectura, la escritura, el estudio, son los elementos que le brindan iluminación; su quehacer requiere observación, análisis y pertinencia. Al interior de la mina, el minero excava pozos para facilitar la extracción, realizando un esfuerzo físico y recorriendo largas distancias inclinado de rodillas para alcanzar la veta; de esta forma el maestro tiene en cuenta la diversidad, evalúa y establece constantemente estrategias de trabajo para sus grupos, al alcanzar la veta extrae de ella los más finos y variados minerales: sus estudiantes, que observa, detalla y valora para llevarlos fuera de ahí: la vida.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Mucho mejor. Sigo percibiendo algunos rasgos un tanto “forzados” (lo de los “túneles”, por ejemplo). Analiza. ¿Qué sería la preparación de la clase para el minero?.
MAYERLI ARIZA dijo:
Buena noche maestro: envió mi primer intento.
Inicia el gran viaje del año escolar, la azafata espera en la puerta para ayudar a abordar como el maestro que tiende su mano e invita a pasar y desde ahora como el mejor de los tripulantes acompañara la gran aventura del aprendizaje que ha de comenzar.
Ese porte y elegancia que caracteriza a la azafata es como el ejemplo del buen maestro que hay que imitar.
Viajar no será fácil, encontraras frió, turbulencia y tempestad pero la azafata con su gran preparación, como el maestro ayudara a sortear los himpases al volar en el mundo de la educación.
Lo importante es que la azafata siempre tiene el valor y como el maestro te guiará, a encontrar la calma cuando en una precipitación te puedas encontrar.
Cuando el viaje termina y del avión tienes que bajar el maestro te dirá estas listo para continuar como la azafata, la escalera extenderá para que a un nuevo mundo puedas enfrentar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Mayerli, gracias por tu comentario. Hay puntos valiosos para tu analogía. Trabájalos más. ¿Qué sería la evaluación para la azafata?, ¿y la preparación de clase? No se trata de escribir párrafos como si fueran versos rimados. Analiza. Revisa la ortografía de “himpase”.
Silvia Arias dijo:
Buenas noches maestro, envío mi segundo intento. Revisé y modifiqué en algunas partes del texto como me recomendó los repetitivos “que”. Gracias por sus correcciones.
El maestro como orfebre:
El orfebre precisa dedicación y mucha paciencia para volver a empezar un proyecto cuando no le sale, al igual que el maestro cada día planteando y replanteando su quehacer, por ello, uno y otro deben basarse en la planeación y el diseño. No todas las personas sirven para la orfebrería o la enseñanza, pues ninguna de las dos se aprende de la noche a la mañana. Por ejemplo, un taller de joyero se puede comprar, mientras que uno de orfebre se hace, análogamente, un colegio se puede comprar, pero un maestro se hace. Y ¿con qué trabaja un orfebre? los más apreciados son el oro y la plata, no sólo por su valor económico sino por su calidad a la hora trabajar. Con estos materiales se pueden lograr las más finas láminas o hilos, pues los caracterizan la maleabilidad y la ductibilidad y ambos tienen la propiedad de brillar espléndidamente. Así el maestro trabaja con el más preciado elemento, el ser humano, que también puede ser conducido hacia la formación de finas láminas de hábitos y carácter constitutivos de la personalidad y puede brillar resplandecientemente desde su condición humana. Habría que pensar si todo es posible en la orfebrería y en la enseñanza, entonces se podría responder con una afirmación: en las dos se pueden lograr muchos objetivos, sin embargo, algunas cosas, cualidades o logros, llevan más trabajo en comparación con otros, pero nada es imposible. Ambos, el orfebre y el maestro deben poseer una singular característica, la paciencia. Esta característica hace una criba entre quienes valen para orfebre o maestro y quienes no. En uno y otro caso, se cree con frecuencia que con ciertas nociones se puede hacer todo, pero para dedicarse a ello, primero se debe haber aprendido de joyería o de pedagogía y luego seguir aprendiendo por varios años. Este aprendizaje y experiencia con el paso del tiempo dan la seguridad para lograr excelentes trabajos no sólo de creación sino también de restauración. Ambos oficios tienen futuro aunque cada vez más se hacen las cosas en el mundo de manera mecánica, el orfebre como el maestro seguirán trabajando de forma artesanal con la importancia que ello supone para quienes les encomienden un trabajo, porque cada obra realizada, tiene implícito su sello, por tanto al hacer su trabajo, cada uno imprime su estilo propio. Dicen que una joya es para siempre, así será el brillo que el maestro logra en sus estudiantes al forjar la inteligencia y la voluntad.
“El orfebre da valor artístico a ciertos metales conocidos como preciosos, el maestro templa el alma de sus estudiantes e inspira grandes logros humanos”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Silvia, gracias por tu comentario. Muy bien.
Johana Aldana dijo:
Buenos días
Profesor Fernando, reenvió mi primer intento
Buenas noches maestro Fernando, luego de seguir los lineamientos para poder realizar la analogía, envió mi primer intento. agradezco su atención
.El maestro como carpintero, el que con sus manos y habilidades es capaz de transformar y entregar un buen producto. El maestro carpintero capaz de leer e interpretar los planos como aquel que preparar cada una de sus clases, como un acto de respeto en el cumplimiento de lo que se va a ensamblar. Tiene para realizar su trabajo un grupo de herramientas manuales y eléctricas que harán de su didáctica en el taller una expresión de formas y colores en beneficio del aprendizaje. Esas herramientas no realizan un trabajo aislado con los materiales a transformar, es decir, se promueve un trabajo colaborativo o en equipo aprovechando las bondades de cada uno en busca de un conocimiento colectivo. Así mismo nuestro maestro carpintero debe mantener en orden y aseo sus recursos como su aula generando un ambiente grato para llevar a sus alumnos a desarrollar de forma precisa cada una de las tareas en beneficio de la obtención y apropiación de diversos saberes. El maestro carpintero es creativo pues le da forma a los materiales de acuerdo con las necesidades del contexto, es decir, su creatividad le permite ajustar y sincronizar al máximo los ritmos de aprendizaje de sus educandos. Esos alumnos son como los diferentes tipos de materiales en los cuales moldeara sus diseños, unos frágiles que solo permitirán desarrollar formas sencillas y otros de una calidad inmejorable que permitirán representar la belleza de un tallado excepcional. El desarrollo de una clase es como los pasos para obtener y poder entregar cada obra u objeto que son solicitados para el bien de otros, es por esto que al finalizar cada año académico entregamos grupos de estudiantes que se promoverán de grado así como el término de cada obra. Los trabajos del carpintero se asimilan a los esquemas de los estudiantes, pues ambos buscan ordenar información, facilitar el aprendizaje, manejar espacios, comprender conceptos, ejemplo un esquema de cuadro se asemeja una biblioteca que permite ordenar en cada espacio los objetos necesarios. En cada momento de la labor se hacen anotaciones o calificaciones a los trabajos con el fin de poder ir evaluando los procesos que se llevan a cabo y así poder realizar los ajustes pertinentes y apropiados. El maestro carpintero aprovechara al máximo la diversidad de los materiales en busca de obtener resultados apropiados con sus obras u objetos en beneficio de la comunidad y de su progreso.
Gracias
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johanna, gracias por tu comentario. Bien el primer intento. Pule otro poco las ideas. Selecciona las más pertinentes para la analogía.
williamjarias dijo:
Buenos días profesor Fernando. Este es mi primer intento de analogía.
El maestro como un computador.
Esta analogía, aunque con tinte misantrópico, tiene como propósito, por el contrario, revelar al maestro en su condición de funcionario, la cual, considero, es actualmente su condición más observable, sobre la cual se ejercen más controles y de la que más se espera; ello con la inevitable aspiración de resaltar parte de su humanidad y de su ser que ha tenido que soportar una bruma que hace la suerte de agnosis.
Es el maestro, muchas veces, desde lo administrativo, visto como un equipo de cómputo, es decir, un objeto más del buró, y éste, algo más de la empresa. Los computadores son útiles, (ciertamente muchísimas labores de nuestra vida requieren impajaritablemente de estos), mientras que cumplan a cabalidad con las tareas solicitadas, cuando esto deja de ser así, por facilidad y economía, resulta urgente su reemplazo. La “proyectitis” que padecemos los maestros hace las veces de datos que deben ser ingresados al equipo, de afuera nos llega cualquier cantidad de aquellos, sin preguntar ni consultar, sólo se espera su receptividad sin fallos, el educador entonces procesa los datos – proyectos -, y entrega resultados. La capacidad de sortear estas labores, además de las propias de su quehacer pedagógico, al igual que el computador, depende del hardware, es decir, de su estructura interna, de su resistencia física, de su estabilidad mental y, así como el software, que es para el ordenador lo que brinda la diversidad de tareas que puede ejecutar, el profesor necesita (y es) aturase de saberes para responder con eficiencia a todo lo solicitado, muchos de estos saberes, como el software del computador, son momentáneos, otros sin utilidad, otros nunca empleados y otros incluso conllevan virus que causan desperfectos, enfermedades.
La multiplicidad de funciones que debemos cumplir actualmente los maestros es lo mismo que se espera de los más modernos computadores, que realicen a la vez variedad de tareas sin errores y sin demoras. Triste realidad del día a día del maestro a quien se le priva de construir saber pedagógico; de su condición de intelectual por encajar en el modelo que se le impone.
fernandovasquezrodriguez dijo:
William, gracias por tu comentario. Tienes elementos que pueden servirte para elaborar tu analogía. Elige bien los rasgos para que sean “pertinentes”. Pule las ideas.
William Javier Bayona dijo:
Maestro como dragón
Buen día apreciado maestro, la siguiente es una analogía que se sumerge en la búsqueda de la relación entre el maestro y el dragón.
El maestro dragón es aquel… Dotado de un misticismo milenario quien tras narraciones legendarias su sabiduría transmite de generación en generación, refugiado en la soledad reflexiona frente a su quehacer y los escenarios en los que converge; cubierto de un hálito que inspira respeto por esas llamaradas cual palabras rugen al momento de comunicar, un aprendizaje como flama que irradia el cielo y las mentes de aquellos que lo escuchan atentos a su resonar, tímidos, impávidos, curiosos o aventureros que miles de características le atribuyen a ese mitológico ser, quien luego de su jornada emprende vuelo a un viaje que le permitirá crecer para continuar con su trasegar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
William Javier, gracias por tu comentario. Tienes una idea en germen pero sin desarrollar. Relaciona rasgo a rasgo la comparación entre el maestro y el dragón. El ejercicio no consiste en usar epítetos para la tarea del educador.
MAGDA PILAR CASTILLO SANCHEZ dijo:
Profesor buenos días, de antemano mil disculpas por la ausencia. Estaba incapacitada. pero aquí estoy nuevamente retomando mis actividades y poniéndome al día con mis responsabilidades.
Esta es mi analogía: “El maestro y el medico”
El maestro recibe con agrado esa nueva vida que llega a la escuela, de igual manera el medico a un recién nacido, el maestro se convierte en medico en la medida que trata de salvar vidas pero de la ignorancia; el medico revisa, diagnostica y receta y en casos más graves opera; el maestro trata de ver en que estado se encuentran sus estudiantes, también hace diagnostico identificando quien necesita qué y en que medida, para saber que formula de aprendizaje es la que requiere cada estudiante para tratar su dolencia intelectual; el médico formula terapias cuando alguna parte del cuerpo requiere ejercitarse por algún motivo en especial; el maestro ejercita a través de actividades, a aquellos estudiantes que también tienen sus habilidades y capacidades dormidas, por que casi no hacen uso de ellas y trata hasta el último momento de salvar esa vida intelectual, utilizando un método y otro. pero igual que el médico, el maestro también siente tristeza e impotencia cuando hay una perdida a pesar de todos los tratamientos realizados.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Magda Pilar, gracias por tu comentario. Bien. Revisa la ausencia de tildes en algunas palabras (médico, “qué estado”, diagnóstico, quién, “qué medida”). Procura eliminar algunos repetitivos “que”. Algunas comas deberían ser puntos seguidos. Analiza. Ojalá tu salud mejore.
Magda Pilar Castillo Sanhez dijo:
Muchas gracias por sus recomendaciones y comentarios.
Esta es mi analogía: “El maestro y el médico”
El maestro recibe con agrado esa nueva vida que llega a la escuela, de igual manera el médico a un recién nacido.El maestro se convierte en médico en la medida que trata de salvar vidas pero de la ignorancia. El médico revisa, diagnóstica, receta y en casos más graves opera; el maestro trata de ver en qué estado se encuentran sus estudiantes, también hace diagnóstico identificando las necesidades de cada uno, identificando la formula de aprendizaje requerida para tratar su dolencia intelectual.
El médico formula terapias cuando alguna parte del cuerpo requiere ejercitarse por algún motivo en especial; el maestro ejercita a través de actividades, a aquellos estudiantes que también tienen sus habilidades y capacidades dormidas porque casi no hacen uso de ellas, tratando hasta el último momento de salvar esa vida intelectual, utilizando un método y otro. Para que el médico y el maestro tengan éxito en su labor, requieren inexorablemente que tanto sus pacientes como sus estudiantes asistan a la institución, sigan las recomendaciones y cumplan a cabalidad los tratamientos asignados; Porque igual que el médico, el maestro también siente tristeza e impotencia cuando hay una perdida a pesar de poner en práctica todos sus conocimientos.
Magda Pilar Castillo Sanhez dijo:
Profesor revisando me di cuenta que había escrito una palabra donde no corresponde. Este comentario ya va corregido.
Muchas gracias por sus recomendaciones y comentarios.
Esta es mi analogía: “El maestro y el médico”
El maestro recibe con agrado esa nueva vida que llega a la escuela, de igual manera el médico a un recién nacido.El maestro se convierte en médico en la medida que trata de salvar vidas pero de la ignorancia. El médico revisa, diagnóstica, receta y en casos más graves opera; el maestro trata de ver en qué estado se encuentran sus estudiantes, también hace diagnóstico identificando las necesidades de cada uno, seleccionando la formula de aprendizaje requerida para tratar su dolencia intelectual.
El médico formula terapias cuando alguna parte del cuerpo requiere ejercitarse por algún motivo en especial; el maestro ejercita a través de actividades, a aquellos estudiantes que también tienen sus habilidades y capacidades dormidas porque casi no hacen uso de ellas, tratando hasta el último momento de salvar esa vida intelectual, utilizando un método y otro. Para que el médico y el maestro tengan éxito en su labor, requieren inexorablemente que tanto sus pacientes como sus estudiantes asistan a la institución, sigan las recomendaciones y cumplan a cabalidad los tratamientos asignados; Porque igual que el médico, el maestro también siente tristeza e impotencia cuando hay una perdida a pesar de poner en práctica todos sus conocimientos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Magda Pilar, gracias por tu comentario. Muy bien.
Silvia Arias dijo:
Buen día maestro, envío mi primer intento
El maestro como orfebre:
El orfebre precisa dedicación y mucha paciencia para volver a empezar un proyecto cuando no le sale, al igual que el maestro cada día planteando y replanteando su quehacer, por ello, uno y otro deben basarse en la planeación y el diseño. No todas las personas sirven para la orfebrería o la enseñanza, ya que ninguna de las dos se aprende de la noche a la mañana. Por ejemplo, un taller de joyero se puede comprar, mientras que uno de orfebre se hace, análogamente, un colegio se puede comprar, pero un maestro se hace. Y ¿con qué trabaja un orfebre? los más apreciados son el oro y la plata, no sólo por su valor económico sino por la calidad a la hora de poder trabajar. Con estos materiales se puede hacer lo que se quiera, finas láminas o hilos, ya que los caracterizan la maleabilidad y la ductibilidad y ambas tienen la propiedad de brillar espléndidamente. Así el maestro trabaja con el más preciado elemento, el ser humano, que también puede ser conducido hacia la formación de finas láminas de hábitos y carácter que forman la personalidad y puede brillar resplandecientemente desde su condición humana. Habría que pensar si es todo posible en la orfebrería, al igual que en la enseñanza, y se podría decir que sí, en ambas, se pueden lograr muchos objetivos, lo que ocurre es que hay cosas, cualidades, logros, que llevan más trabajo que otras, pero nada es imposible. Ambos, el orfebre y el maestro deben poseer una singular característica, la paciencia. Esta característica hace una criba entre las personas que valen para orfebre o maestro y las que no. En ambos casos, hay quienes creen que con ciertas nociones pueden hacer todo, pero para dedicarse a ello, primero se debe haber aprendido de joyería o de pedagogía y luego seguir aprendiendo varios años. Lo que con el paso del tiempo da la seguridad para lograr excelentes trabajos no sólo de creación sino también de restauración. Ambos oficios tienen futuro aunque cada vez más se hacen las cosas en el mundo de manera mecánica, el orfebre como el maestro seguirán trabajando de forma artesanal con la importancia que eso supone para quienes tendrán en ellos a las personas que puedan hacer trabajos personalizados y de manera artesanal. Ya que cada obra que realizan, tiene implícito su sello, pues al hacer su trabajo, cada uno imprime su estilo propio. Dicen que una joya es para siempre, así será el brillo que el maestro logra en sus estudiantes al forjar la inteligencia y la voluntad.
“El orfebre da valor artístico a ciertos metales conocidos como preciosos, el maestro templa el alma de un sus estudiantes e inspira grandes logros humanos”.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Silvia, gracias por tu comentario. Muy bien. Elimina algunos de los repetitivos “que”. Sé más directa en tus ideas. Revisa “templa el alma de un sus…”
Johana Aldana dijo:
Buenas noches maestro Fernando, luego de seguir los lineamientos para poder realizar la analogía, envió mi primer intento. agradezco su atención
.El maestro como carpintero, el que con sus manos y habilidades es capaz de transformar y entregar un buen producto. El maestro carpintero capaz de leer e interpretar los planos como aquel que preparar cada una de sus clases, como un acto de respeto en el cumplimiento de lo que se va a ensamblar. Tiene para realizar su trabajo un grupo de herramientas manuales y eléctricas que harán de su didáctica en el taller una expresión de formas y colores en beneficio del aprendizaje. Esas herramientas no realizan un trabajo aislado con los materiales a transformar, es decir, se promueve un trabajo colaborativo o en equipo aprovechando las bondades de cada uno en busca de un conocimiento colectivo. Así mismo nuestro maestro carpintero debe mantener en orden y aseo sus recursos como su aula generando un ambiente grato para llevar a sus alumnos a desarrollar de forma precisa cada una de las tareas en beneficio de la obtención y apropiación de diversos saberes. El maestro carpintero es creativo pues le da forma a los materiales de acuerdo con las necesidades del contexto, es decir, su creatividad le permite ajustar y sincronizar al máximo los ritmos de aprendizaje de sus educandos. Esos alumnos son como los diferentes tipos de materiales en los cuales moldeara sus diseños, unos frágiles que solo permitirán desarrollar formas sencillas y otros de una calidad inmejorable que permitirán representar la belleza de un tallado excepcional. El desarrollo de una clase es como los pasos para obtener y poder entregar cada obra u objeto que son solicitados para el bien de otros, es por esto que al finalizar cada año académico entregamos grupos de estudiantes que se promoverán de grado así como el término de cada obra. Los trabajos del carpintero se asimilan a los esquemas de los estudiantes, pues ambos buscan ordenar información, facilitar el aprendizaje, manejar espacios, comprender conceptos, ejemplo un esquema de cuadro se asemeja una biblioteca que permite ordenar en cada espacio los objetos necesarios. En cada momento de la labor se hacen anotaciones o calificaciones a los trabajos con el fin de poder ir evaluando los procesos que se llevan a cabo y así poder realizar los ajustes pertinentes y apropiados. El maestro carpintero aprovechara al máximo la diversidad de los materiales en busca de obtener resultados apropiados con sus obras u objetos en beneficio de la comunidad y de su progreso.
Gracias
Ramiro Rico Martínez dijo:
saludos maestro Fernando
nuevo intento
EL MAESTRO COMO PSICÓLOGO.
El maestro como psicólogo es una guía para el alumno. El maestro dirige al alumno hacia un camino que debe construir y descubrir por sí mismo, asemeja al psicólogo que orienta por medio de preguntas la aparición de un darse cuenta. Es decir, los dos alientan procesos metacognitivos y metaemocionales. Aunque maestro y psicólogo por lo general saben hacia donde se dirige su hacer con alumno y paciente, el resultado depende únicamente del alumno Y del paciente. O sea, del ritmo de aprendizaje de cada quién y de un no hacer, o lo que es lo mismo, una nueva forma de hacer las cosas. El maestro como el psicólogo basan su hacer en la comunicación, por eso cuidan sus gestos y palabras, los dos deben escoger con sumo cuidado lo que dicen y como lo dicen, deben operar con precisión. Tanto maestro como psicólogo saben que deben producir un cambio, eso en el fondo, es lo más importante en la interacción con el alumno y con el paciente.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Valoro tu nuevo intento. Has comprendido bien de qué se trata la analogía. Sin embargo, revisa la esencia de la relación: ¿es el alumno semejante a un paciente?, ¿qué sería la “cura” para el estudiante?
LUZ DARY VALENCIA PINZÓN dijo:
buenas noches profe envío mi primer intento
ANALOGIA ENTRE MAESTRO Y ARTISTA
El artista con su lienzo en blanco a la espera de quien le va a dar vida, el maestro con su estudiante, quien aguarda de manera curiosa y atenta la sorpresa; el artista prepara con minuciosidad sus materiales porque sabe que de eso depende la calidad de su obra de arte y el maestro con dedicación prepara su clase porque sabe que a eso obedece el éxito de su enseñanza; mientras el artista afianza su técnica para que el producto final sea el esperado el maestro implementa novedosas didácticas que le permitirán a sus estudiantes comprender y disfrutar mientras aprenden, la composición de una obra de arte es primordial para que el cuadro del artista se vea armónica e impacte a quien lo ve, el maestro crea escenarios intencionados, contextos y ambientes pedagógicos que hacen que los estudiantes aprendan mientras que sueñan e imaginan entre cuentos y fantasía.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Dary, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Enriquécelo un poco más. ¿Qué sería, por ejemplo, el espacio de la galería para el estudiante? Revisa el cierre de tu texto. Usa el punto seguido.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando.
He aquí mi segundo intento.
Esta analogía busca establecer la relación que existe entre el navegante y el maestro. Ambos en un viaje imaginario que inician siendo inexpertos. Maestro navegante hipotético que leva sus anclas y debe enfrentar los mares de la Escuela para aventurarse en su travesía. De esta manera, el maestro guiado por su carta de navegación, define un rumbo y una brújula que le indique hacia donde se encuentra el norte. Arrancha para soltar sus amarras, zarpa y en las diferentes etapas de la vida, a las que aboca como puertos, pondera lo mejor de sus bodegas e intenta dejar en la mente de sus estudiantes, las huellas de su propia alma, los rastros de su propia piel. Dejará parte de sí mismo y tomará algo de aquellos que lo vieron arribar. Irá ganando confianza con el transcurrir de sus días en la mar; en la medida en que se someta a nuevas situaciones. Como el navegante, el maestro, comienza su viaje, dispone de muchas herramientas. Se da cuenta que algunos modelos pedagógicos quizá, no estaban afinados o definitivamente, no le son confiables, pero será el viaje el que lo hará experto. Es así, como se verá obligado a desbaratar sus instrumentos y al mirar las piezas sueltas tomará decisiones papa volverse a arrumbar.
Si es necesario, algunas veces, construirá y reconstruirá sus propias herramientas y después de someterse a uno u otro bandazo, virará. En otras ocasiones, recurrirá a adecuarlas a sus olas, a su nave, a su viaje, siendo muchas veces el centro de careña, aún bajo el riesgo de zozobrar. Afrontará tiempos de bruma o que suelen aborrascarse. Ante ello deberá abrigarse, abrumarse buscando anticiclones, usar su aparejo para navegar en bonanza o capear el temporal. Costeará, pendiente siempre del barlovento, correderas y balizas. Su objetivo es ganar la experiencia y convertirse en navegante avezado. Siendo esta, condición obligante para llegar a rumbo seguro. Lo hará porque tiene la certeza de su propia capacidad. No teme a las dificultades que pudiera hallar, pues sabe, que cada una de ellas es un reto y la oportunidad para llevar a buen término su viaje.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Celebro tu segundo intento. Mucho mejor. Toma cada rasgo, tanto del navegante como del maestro, y ve haciendo las comparaciones respectivas. Ejemplos: si el navegante tiene una carta de navegación, ¿qué tendrá entonces el maestro? Si el navegante va por el mar, ¿cuál será el medio usado por el maestro? Cuida el uso de la coma.
Alexandra dijo:
Buenas noches maestro: envío mi segundo intento.
Lo que hace el maestro con su saber, innovación, reflexión y compromiso social, podría compararse con las cualidades de un artista para lograr signar de estatus su obra. La consolidación del artista. Su búsqueda: cuántos días y noches entregado a su creación artística y a su realidad. Capaz de aportar nuevos elementos y técnicas a su arte por medio del empleo de la creatividad, pero es el maestro quién contribuye al desarrollo del pensamiento crítico, al desarrollo de estrategias, de relaciones y de sujetos activos en una sociedad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Valoro tu segundo intento. Pon en un cuadro de dos columnas la figura del maestro y la figura del artista. Ve analizando cada rasgo con su respectiva correspondencia. Luego redacta el texto de acuerdo a esos diferentes aspectos.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: He aquí mi segundo intento del maestro como lluvia.
EL MAESTRO COMO LLUVIA
La lluvia es un fenómeno común del medio ambiente y uno de los más admirables, esencial para la vida en la tierra; el maestro un portento social, fundamental para la vida en la escuela. Así como las gotas de agua que la forman son capturadas por la vegetación y aprovechadas por algunos animales, las enseñanzas del maestro son retenidas por sus estudiantes y utilizadas por los padres de familia.
El maestro como lluvia produce fertilidad cuando permite el desarrollo de la creatividad, la expresión, el pensamiento, evitando la sequía, representada por la pereza, la desidia, la inconstancia; enriquece fuentes de agua cuando a través de su ejemplo, se convierte en un modelo a seguir. Se disfruta de la lluvia como del maestro cuando se aprovecha su elocuencia y su pericia.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Creo que tiene más posibilidades la analogía del minero.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenas noches! Estoy trabajando en la analogía del maestro como la lluvia, sin embargo realicé un escrito en otra escala, le solicito el favor revisar esta nueva partitura y brindarme su opinión.
Gracias.
EL MAESTRO COMO MINERO
El oficio realizado por el minero es difícil, él taladra la roca con picas y palas o con herramientas eléctricas para extraer el mineral, en este sentido, el maestro utiliza la indagación para escudriñar los conocimientos previos de sus estudiantes y la evaluación para obtener las respuestas del proceso de asimilación. Es tarea del minero asegurar los túneles con soportes de madera y así impedir derrumbes, el maestro relaciona lo visto con situaciones cotidianas para facilitar la construcción del conocimiento.
El minero requiere esfuerzo físico, recorrer largas distancias inclinado de rodillas para alcanzar la veta, el afán del maestro es capacitarse, estudiar para llenar las expectativas de sus educandos. El minero dentro de su lugar de acción, está privado de la luz del sol, utiliza lámparas acopladas a su casco; su trabajo es sucio pues el polvo del mineral impregna la ropa, el cabello, la piel. La lectura, la escritura, el estudio, son los elementos de iluminación del maestro; su quehacer requiere observación, análisis y pertinencia.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Mucho mejor esta opción que la de la lluvia. Complementa tu analogía incluyendo otros elementos. Si el maestro es el minero, ¿qué serían los estudiantes? Afina algunas de las relaciones, especialmente las referidas a la luz.
SONIA YANNETH OLAYA VEGA dijo:
Profesor Fernando: ¡Buenos días!. Le envío mi primer escrito para que a través de su melodiosa sinfonía le brinde unas notas sonoras a mi aún desentonante escrito.
EL MAESTRO COMO LLUVIA
La lluvia es un fenómeno común del medio ambiente y uno de los más admirables, el maestro un portento social. Al caer, la lluvia se distribuye en diferentes partes: es aprovechada por las plantas, enriquece fuentes de agua, se infiltra en el suelo formando aguas subterráneas y se evapora formando nubes. En esta medida el maestro como la lluvia, es manantial de conocimiento, penetra con su esencia y su ser en la vida de sus estudiantes, permaneciendo siempre su recuerdo aún cuando ya no esté.
La lluvia se disfruta cuando se permite que toque la piel y resbale recorriendo el cuerpo, el gozo en el maestro aparece cuando de él se aprovecha el acompañamiento, la elocuencia, la pericia. Es así como la lluvia puede cambiar para bien o para mal la existencia de los seres vivos, el maestro al incidir sobre sus estudiantes puede ser ejemplo a seguir o recuerdo a olvidar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sonia Yanneth, gracias por tu comentario. Tienes elementos que pueden aprovecharse para tu analogía. Precisa qué rasgos de una y otra realidad son los que va a analogar. Ten cuidado en confundir la analogía con la atribución de epítetos al maestro.
Alexandra dijo:
Maestro Fernando, envío mi primer intento de analogía
Lo que hace el maestro con su imaginación, innovación, reflexión y compromiso, podría compararse con las cualidades de un artista para lograr signar de estatus su obra. No es un acontecimiento fortuito que el maestro sea inquieto y constante, como el orfebre minucioso que cautiva con sus estilos, son sus cualidades que lo hacen inconfundible.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Precisa con qué vas a analogar la figura del maestro: ¿con el artista?, ¿con el orfebre? Hecho esto procede a desarrollar argumentativamente la analogía.
Ramiro Rico Martínez dijo:
Saludos maestro Fernando, espero sus comentarios.
El maestro como psicólogo.
El maestro como psicólogo apunta su ojo buscón para interpretar la realidad escolar y problematizarla. Para lograr este objetivo, debe hallar el punto exacto que detonara los centros bailarines del conocimiento. O sea, las estructuras o estadios mentales que recorren sus alumnos. De acuerdo con esto, el maestro moviliza su saber para integrar el conocimiento al aparato cognitivo del estudiante y promover constantes inquietudes acomodadas a nuevas formas de operar el mundo concreto distanciándose de éste, con niveles de abstracción cada vez más elaborados. De igual forma, el psicólogo, establece un puente entre miradas ancladas o echar velas a nuevos viajes. El maestro como psicólogo, promueve la reflexión un paso más allá de los alcances periféricos del estudiante, instaurando la interacción comunicativa. Lenguaje y cuerpo como unidad conducente al conocimiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ramiro, gracias por tu comentario. Te invito a repensar la realidad con la que vas analogar la figura del maestro. Elabora el cuadro comparativo para que puedas entrever y determinar los rasgos significativos.
Elkin Ballesteros G dijo:
Elkin Ballesteros Guerrero
Primer intento.
Maestro como D J Remix
Esta analogía es herencia del siglo XXI. El maestro D J Remix, el que ayuda a innovar; la posibilidad para que en la vida se cree y no se copie. No el maestro que es creador, sino el que incentiva a la imaginación y creatividad. El maestro D J Remix interactúa con el estudiante pero no se confunde. Él sabe apropiarse de su rol. Por consiguiente, el estudiante es receptivo e interpreta lo que recibe y crea desde su ímpetu de desentrañar. El maestro D J Remix cumple la función de ecualizador, es decir, mide el volumen, pero amplifica aquello que es importante. El D J Remix envuelto entre sonido, caja de ritmos, secuencias y ondas es capaz de forjar un ambiente de mezcla entre lo pasado y moderno, demostrando que lo antiguo es también importante en la medida que recrea una historia, y lo moderno se conecta con fibras ópticas de nuestro tiempo. Aunque no sobra advertir el riesgo que corre el maestro D J Remix: que al incentivar a las mezclas, al final no se consolide ninguna idea como propia.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Elkin, gracias por tu comentario. Piensa un poco más la realidad que vas a analogar con el trabajo del maestro. Me parece que es un tanto “forzado” el primer intento. Revisa.
Carmen Julia Izquierdo Castro dijo:
Buen día, profesor Fernando
Pongo a su consideración mi primer intento
Mil gracias.
Esta analogía busca establecer la relación que existe entre un viajero imaginario y un maestro en un viaje semejante también, a ese otro recorrido imaginario que inicia aquel viajero inexperto. Ese navegante hipotético que leva sus anclas y debe enfrentar los mares de la vida para aventurarse en su travesía. Irá ganando confianza con el transcurrir de sus días en la mar; en la medida en que se someta a nuevas situaciones. De igual forma, al arribar a cada puerto dejará parte de sí mismo y lo intercambiará por algo de otros, esos que lo vieron llegar y luego observan su partida. Su objetivo es ganar la experiencia y convertirse en navegante avezado. Siendo esta, condición obligante para llegar a su destino. No hay otra vía. Dispone de muchas herramientas, de muchos instrumentos pero será el viaje el que lo hará experto. Lo será, la manera como afronte días tormentosos o mares de tranquilidad.
También así, eso creo, pudiera ser el camino del maestro. En las diferentes etapas de la vida, como puertos a los que arriba; recibe los instrumentos. De esta manera, el maestro como “vendedor” en cada puerto, pondera lo mejor de sus bodegas e intenta dejar en la mente del “comprador”, las huellas de su propia alma, los rastros de su propia piel. Esto es lo único que le garantizará llevar a buen término su viaje. Una vez nuestro confiado y real navegante, el maestro, comienza su viaje, se da cuenta que algunos de aquellos instrumentos (modelos pedagógicos quizá) no estaban afinados o definitivamente, no le son confiables. Es así, como se verá obligado a desbaratarlos y al mirar las piezas sueltas tomar decisiones. Si es necesario, algunas veces, construirá y reconstruirá sus propias herramientas. En otras ocasiones, recurrirá a adecuarlas a sus olas, a su nave, a su viaje. Lo hará porque tiene la certeza de su propia capacidad y no le teme a las dificultades que pudiera hallar en el camino, pues sabe, que cada una de ellas es un reto y la oportunidad para el triunfo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carmen Julia, gracias por tu comentario. Aclara bien la relación. ¿Vas a analogar el maestro con un navegante? Precísalo desde el inicio. Ve haciendo la comparación de los diversos rasgos de las dos realidades de manera paralela. Busca incorporar de mejor forma el vocabulario propio de los navegantes.
Alfonso Cárdenas Páez dijo:
Andando por estos caminos me encontré con este cruce que nos abre muchas rutas hacia todas partes. ¡Qué buen desayuno para un cuerpo con buen apetito!
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alfonso, gracias por tu comentario. Los cruces persisten como continúa la amistad.