En cada visita a la Feria del libro de Bogotá busco, como un cazador esperanzado, libros álbum que por su historia o por la propuesta gráfica me parezcan innovadores, sugerentes o con amplias posibilidades formativas. Esta labor me obliga a estar alerta a las novedades editoriales pero también a escudriñar obras que habían permanecido escondidas o refundidas entre los mostradores de las editoriales.

Es común, entonces, que revise y observe varias veces lo que Kalandraka, Lóguez, Bárbara Fiore, Juventud, Ekaré, Fondo de Cultura Económica, Océano, Kókinos…, traigan o exhiban en sus estantes. Por supuesto, hago mi paseo consabido por Fundalectura y Babel, y con expectativa espero ver qué traen los países invitados. Estos múltiples recorridos arrojan casi siempre una buena cacería que luego, en mi casa, releo y detallo con sumo interés.

Como sé que varios lectores de este blog son maestros o padres de familia preocupados por animar a sus alumnos o sus hijos a la lectura, me ha parecido conveniente compartir parte de mis hallazgos. Reitero que aquí referencio una muestra de los libros álbum “abatidos” en esta versión 30 de la feria y, en una próxima oportunidad, daré cuenta de otros descubrimientos bibliográficos.

Una primera obra que he seleccionado es de Ediciones La Fragatina, titulada La vaca que leía libros (2016), con texto de Adélia Carvallo e ilustraciones de Till Charlier. Este es un libro álbum centrado en el gusto por la lectura y, especialmente, en el valor de mantener firme una pasión a pesar de los comentarios negativos de los demás.

La vaca que leía libros

“La vaca que leía libros” de Adélia Carvalho y Till Charlier.

El segundo libro elegido lleva como título Dos personas (2009), de la polaca Iwona Chmielewska, es editado por Océano. La obra es una magnífica propuesta tanto en el texto como en el trabajo gráfico. Su tesis, desarrollada a lo largo de las páginas es sencilla y contundente: “convivir con otra persona hace que la vida sea más fácil o más difícil”. Un texto de honda meditación sobre lo complejo de conformar una pareja.

Dos personas

“Dos personas” de Iwona Chmielewska.

Mi tercer hallazgo es de editorial Lóguez: Para siempre (2015) con texto de la pedagoga alemana Kai Lüftner e ilustrado por Katja Gehrmann. Esta es una delicada propuesta sobre la muerte de los seres queridos y de cómo, a pesar del tiempo, permanecen en nuestra memoria. La imagen y el texto dialogan creativamente sobre los “retrasados”; es decir, sobre aquellos “que han perdido a alguien para siempre”.

Para siempre

“Para siempre” de Kai Lüftner y Katja Gehrmann.

Un cuarto libro álbum, en el que prima la fuerza narrativa de la imagen sobre el poco texto, es Moletown. La ciudad de los topos (2015) del ilustrador alemán Torben Kuhlmann, publicado por Editorial Juventud. Kuhlmann toma como alegoría a los topos para presentar el ingente crecimiento de las ciudades y hace un llamado a la conciencia ecológica sobre nuestro planeta.

Moletown

“Moletown” de Torben Kuhlmann.

Mi última “presa bibliográfica” es el libro ganador del XVIII Concurso de álbum ilustrado A la orilla del viento (2015), del Fondo de Cultura Económica. Los ecuatorianos Roger Ycaza y María Fernanda Heredia son los autores de Los días raros. Tanto la ilustración como el texto crean una especie de atmósfera existencialista para mostrarnos esos días en que la angustia, la soledad o el aburrimiento pueblan nuestra vida. No obstante, es un texto con un final esperanzador.

Los días raros

“Los días raros” de Roger Ycaza y María Fernanda Heredia.

Miro y leo de nuevo estos libros álbum y confirmo que dichas obras no son únicamente para los más pequeños. Es un error suponer que son literatura menor o que están reservados para la enseñanza básica. Me reafirmo al degustarlos en otra cosa: la imagen tienes sus formas particulares de narrar y sirve de contrapunto, de amplificación o de metáfora a lo que los cortos textos comunican. Y los textos, han sido tan destilados, que guardan cierta semejanza con lo concentrado y preciso del lenguaje poético. En suma, una armoniosa conjugación expresiva para mover nuestras emociones y estimular el pensamiento.