
“Deseo y la bestia” de la pintora Emilia Castañeda Martínez.
Cuando Neftalí Ricardo Reyes no era aún Pablo Neruda y firmaba sus poemas de manera anónima, publicó un conjunto de versos titulado Los versos del Capitán. De ese pequeño libro, dividido en cinco secciones, me ha cautivado siempre la segunda parte denominada “El deseo”. Mediante tres analogías el poeta logra develarnos las variadas manifestaciones de la pasión amorosa.
Veamos cómo Neruda saca provecho de estas comparaciones para describir el encuentro entre los amantes apasionados. Empecemos por la más feroz de las facetas:
El tigre
Soy el tigre.
Te acecho entre las hojas
anchas como lingotes
de mineral mojado.
El río blanco crece
Bajo la niebla. Llegas.
Desnuda te sumerges.
Espero.
Entonces en un salto
de fuego, sangre, dientes,
de un zarpazo derribo
tu pecho, tus caderas.
Bebo tu sangre, rompo
tus miembros uno a uno.
Y me quedo velando
por años en la selva
tus huesos, tu ceniza,
inmóvil, lejos
del odio y de la cólera,
desarmado en tu muerte,
cruzado por las lianas
inmóvil en la lluvia,
centinela implacable
de mi amor asesino.
La analogía es poderosa para simbolizar la fuerza, la locura proveniente de la necesidad de otra piel. El itinerario comienza en la espera sigilosa, en el acecho a la desnudez; enseguida, viene el lance, el derribar la presa objeto de nuestra obsesión. El encuentro no da tiempo para las caricias porque es la sangre la que gobierna las voluntades. El apetito desenfrenado convierte las manos en zarpazos y las ansias tumban pechos y caderas como si fueran gacelas huidizas. Después de este impulso salvaje lo que sigue es la contemplación de la víctima amada, la velación del fruto del “amor asesino”. El amante cazador se torna centinela.
La segunda analogía tiene como motivo a un ave.
El cóndor
Yo soy el cóndor, vuelo
sobre ti que caminas
y de pronto en un ruedo
de viento, pluma, garras,
te asalto y te levanto
en un ciclón silbante
de huracanado frío.
Y a mi torre de nieve,
a mi guarida negra
te llevo y sola vives,
y te llenas de plumas
y vuelas sobre el mundo,
inmóvil en la altura.
Hembra cóndor, saltemos
sobre esta presa roja,
desgarremos la vida
que pasa palpitando
y levantemos juntos
nuestro vuelo salvaje.
En este caso, ya no se acecha al ser que amamos; lo oteamos desde el aire y súbitamente descendemos sobre él para raptarlo. El asalto, al igual que la anterior analogía, no es tranquilo, sino lleno de aires huracanados y garras deseantes. Pero lo nuevo ahora es que, a diferencia del tigre, cargamos nuestra presa al sitio donde vivimos. Allí, “echa plumas”, la convertimos en cómplice, en “hembra cóndor” de nuestra misma condición. El poeta transforma el asalto inicial en una invitación a ser pareja, a compartir el mismo anhelo, a surcar los aires compartiendo la vida.
La última analogía es realmente una construcción exquisita. Neruda recurre al animal más insignificante para darnos otra cara del deseo amoroso.
El insecto
De tus caderas a tus pies
quiero hacer un largo viaje.
Soy más pequeño que un insecto.
Voy por estas colinas,
son de color de avena,
tienen delgadas huellas
que sólo yo conozco,
centímetros quemados,
pálidas perspectivas.
Aquí hay una montaña.
No saldré nunca de ella.
O qué musgo gigante!
Y un cráter, una rosa
de fuego humedecido!
Por tus piernas desciendo
hilando una espiral
o durmiendo en el viaje
y llego a tus rodillas
de redonda dureza
como a las cimas duras
de un claro continente.
Hacia tus pies resbalo,
a las ocho aberturas,
de tus dedos agudos,
lentos, peninsulares,
y de ellos al vacío
de la sábana blanca
caigo, buscando ciego
y hambriento tu contorno
de vasija quemante!
Acá ya no es la fuerza, no son las garras, no es el zarpazo asesino lo que prima; ahora es el deseo sutil, es un viajar por la piel de quien amamos. Todo el cuerpo es un paisaje que da rienda suelta a los ojos, a la imaginación y a la exploración de la sensibilidad. El insecto disfruta, descubre perspectivas inéditas, se queda en lugares, elogia atmósferas y zonas fantásticas. Sube, baja, desciende y busca, poco a poco, los accidentes de una geografía íntima, secreta. El poeta se convierte en descubridor del ser amado. Lo recorre en un largo viaje de caricias hasta caer en el lecho, y sigue buscando contener ese cuerpo que por sus mismas dimensiones le es imposible abarcar cabalmente. ¡Qué potente la imagen para señalar la ceguera de quien pretende poseer lo que apasionadamente lo rebosa! La última analogía pone al deseo o al amado hambriento en la búsqueda infinita.
Decía al inicio que Neruda en estos tres poemas pasa revista a tres manifestaciones del deseo amoroso (el asalto, el rapto, la caricia eterna), pero también es posible pensar que las tres analogías sean una triple expresión del mismo deseo. Desde aquella pasión desbordante y felina, pasando por ese estado de compartir un mismo sentimiento, hasta esa otra dimensión del deseo que es pura caricia, contemplación y goce detenido y minucioso. En todo caso, lo más llamativo de estos tres poemas es la habilidad del poeta para captar lo esencial de dichas manifestaciones de la pasión amorosa: el amor bestial, el vuelo salvaje, el hambre del contorno quemante. Tigre, cóndor, insecto: tres avatares de la pasión insaciable y desenfrenada.
Lina Marcela dijo:
Quién tuviera las palabras para describir cómo describe Neruda el sexo femenino ¿cráter? ¿Rosa?, solo a él se le ocurre tal genialidad.
Espero que la Palabra inesperada llegue prontamente y me ayude a pulir mis ejercicios de escritura.
Un abrazo profe, me encantó conocerlo, espero que sigamos en contacto.
Con cariño,
Lina Alvarado
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Lina Marcela, gracias por tu comentario. El sentimiento es mutuo. Pronto te haré llegar el libro de poesía.
profejesusolivo dijo:
Maestro, en hora buena, un abrazo fraterno desde la distancia.
Que bonita manera de urdir, de trenzar la interpretación de uno de los excelentes poetas de nuestra américa. Es un vivo ejemplo de lo que se puede hacer cuando se piensa en función de aportar al conocimiento. Seguir su blog es una buena manera de confirmar su tesis “Si se desea progresar en el escribir, es necesario aumentar nuestro apetito y gusto por leer”
(Vásquez, 2013). Cabe señalar, además, que en eso consiste tener algo que decir a la humanidad como intelectuales, para aportarle a la construcción del tejido social desde la escritura, por supuesto.
Un abrazo fraterno.
profejesusolivo dijo:
¡Enhorabuena!
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Profejesusolivo, gracias por tu comentario.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Profejesusolivo, gracias por tu comentario. Otro abrazo para ti.
Javier Giraldo dijo:
TERCER PÁRRAFO
TITULO: ROL DEL PROFESOR Y EL ESTUDIANTE PARA UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD
El profesor y el estudiante juegan un papel trascendental en la educación; por lo tanto es necesario que sus acciones tengan sentido, que enseñar y aprender permitan una educación de calidad. La educación debe generar un ambiente favorable en el que un estudiante se encuentre a gusto con lo que aprende, sentirse agradado en ir a la escuela siendo ésta el lugar donde las personas van aprender algo que más tarde les será de ayuda para la vida. DE TAL MANERA QUE EL ROL QUE DESEMPEÑE EL PROFESOR Y EL ESTUDIANTE DEBE AYUDAR AL MEJORAMIENTO DE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN.
Para ilustrar mejor Álvarez Méndez indica al profesor y el rol que desempeña como “una visión realista y con un compromiso moral coherente que atienda las necesidades reales del alumno, prestara mejores servicios a éste si dedica el tiempo y el esfuerzo propio y el de los alumnos en prepararlos para el éxito, en prepararlos el grado de excelencia ideal para que puedan triunfar” (Álvarez, 1995, pág. 177). Puedo, por lo tanto, definir también que el profesor debe ofrecer una educación horizontal, debe ser un motivador, acompaña, orienta y guía los procesos de enseñanza. Y además el profesor debe ser un transformador de la enseñanza y dejar el estereotipo de que es el transmisor de conceptos o conocimientos, hacer de promotor en la adquisición de ellos; así mismo el rol del profesor debe consistir en estar en una constante búsqueda, guiado por la el deseo de descubrir nuevas cosas, esta búsqueda la debe realizar con responsabilidad haciendo de su centro de trabajo “un escenario de sospechas” (Vásquez, 2007).
Ahora bien al concebir el oficio de enseñar como una producción, como intervención y como transformación de algo, nos coloca en el lugar de educadores artesanales; entonces es el artesano quien esta pendiente de que sus obras queden perfectas, es detallado y siempre buscando la perfección, así mismo el profesor busca dar lo mejor para que sus estudiantes siempre alcancen los objetivos propuestos. En este orden de ideas el profesor es un artesano del conocimiento de cada uno de sus estudiantes y ellos se convertirán en su gran obra, la que deberán mostrar en aras de producto entregado a la sociedad; de esta manera serán medidos según sus el resultado de esta artesanía si es un aporte de a la calidad de la educación.
Referencias
Álvarez, J. M. (1995). Volver a pensar la educación. Madrid: Morata-Paideia.
Vásquez, F. (2007). Educar con maestría. Bogotá: Universidad de la Salle.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Javier, gracias por tu comentario. Envía el texto, con el tercer párrafo, a la profesora tutora del Nivelatorio.
rosileiunb dijo:
Texto maravilloso!
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Rosilei, gracias por tu comentario. Un fuerte abrazo.
EDITH SILVA dijo:
Versión 1
EL CONTEXTO SOCIO-CULTURAL INCIDE EN LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
Para que el estudiante reciba una verdadera educación de calidad, la cual contribuya a su formación integral y por ende a su participación activa en la sociedad, EL CONTEXTO SOCIO-CULTURAL DEBE SER ARTICULADO CON LA FUNCIÓN FORMATIVA DE LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
En este sentido el Ministerio de Educación Nacional-MEN (2011, p.3) afirma “la sociedad debe apoyar el progreso de las instituciones desde un enfoque inclusivo y participativo, a través de un plan transformador de la calidad de la escuela, contextualizado a partir de las capacidades de cada comunidad educativa”. Siendo coherentes con lo anterior las Instituciones Educativas deben articular sus proyectos curriculares partiendo del contexto de los estudiantes de tal suerte que les permita aplicar los conocimientos al desarrollo de su proyecto de vida y a la solución de conflictos en la sociedad en la cual se encuentra inmerso. A su vez la revista digital temas para la educación (2009, p.2) afirma que “las actividades de aprendizaje deben formar parte de las actividades sociales del alumnado y del entorno,…”, es por ello que La Institución Educativa debe implementar proyectos que involucren a la comunidad; en palabras de Delval (citado en Temas para la educación ,2009,p.4) “la escuela ha de armonizar esta sociedad y, desde ella, seguir trabajando activamente para la mejora de la vida personal y comunitaria.
Es por ello que tanto las Instituciones Educativas como la Iglesia desempeñan un papel importante en la sociedad; en conjunto ambas aportan a la formación del ser humano desde diferentes ópticas una desde contenidos académicos y la otra desde lo espiritual lo comportamental, las dos contribuyen a formar una mejor persona, un mejor ser humano con competencias y capacidad de discernir entre lo bueno y lo malo a partir de lo aprendido en el aula y reforzado en el templo, todo con el fin de permitirle un mejor desempeño en la sociedad. Un ser armado en valores, conocimientos que le han de ayudar a mejorar su calidad de vida, ya que estas dos instituciones tanto la educativa como la religiosa le brindan los instrumentos necesarios para que ponga en práctica su proyecto de vida guiado por los distintos encuentros semanales con maestros y sacerdotes ,quienes lo han instruido con una serie de argumentos de sabiduría que le permitirán sortear obstáculos que se puedan presentar más adelante, pero ante todo le permitirán ser una mejor persona con una calidad de vida tanto educativa como espiritual ,con proyección social incluyente.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Edith, gracias por tu comentario. Condensa la información. Pon las Referencias. ¿En qué versión vas del segundo párrafo?