Por una ventana lateral entra un rayo de luz que, al ser pasado por un prisma, permite iluminar o poder ver mejor la figura de una mujer lechuza que pinta aves con colores provenientes de una retorta, la cual toma sus pigmentos de otra ventana que está a la espalda de esa artista alada. Las creaciones salen del papel y comienzan a volar; emprenden su huída hacia otra ventana. Vuelven transformadas a su lugar de inicio. La mirada del ave creadora es de absoluta felicidad. Cabe decir también que el pincel que usa está conectado a un violín que le sirve de collar.
En ese cuadro de Remedios Varo está simbolizada la tarea del escritor: retomar algo de la exterioridad para someterlo a un prisma, para reconfigurarlo o darle otra forma; las herramientas que emplea tienen una doble característica; de un lado, son materias que partiendo de un afuera, han sido transformadas o transmutadas también por el lento paso de la sedimentación, la decantación o el tamizaje. Antes de convertirse en un color, sufren varias mutaciones, sendos cambios. La materia misma con la que trabaja el escritor, las palabras, son de por sí un sustancia transformada, destilada o sometida a diversas fuerzas y diferentes temperaturas. De otro lado, el otro útil del escritor es su pluma; pero ésta debe estar conectada a un pecho, a una sensibilidad de cuerdas; el que escribe debe estar atento a las sutilezas o los acordes de su propio corazón. Con esas dos herramientas el artista, que algo debe tener de ave para soñar o poder volar, y de búho o lechuza para estar vigilante o al acecho, puede crear sus obras. Esas criaturas van saliendo de sus páginas con ánimos de volar, de buscar el espacio primero o su ambiente original. Esas aves van en busca de un lector. Otras de las creaciones, pocas, prefieren quedarse a acompañar al ave creadora; son esas historias o esas obras que siguen en remojo, que aún esperan algún aire propicio, algún retoque, para emprender el vuelo. No sobra advertir que el escritor alado está descalzo. Como quien dice, nada de simulaciones o ropajes; ante todo, la autenticidad. Porque de eso se trata en últimas, cuando se es escritor, de decirse sin ambages, sin afeites o falsificaciones.
Cabría agregar, por último, que dicha tarea se hace en soledad. Tal vez la lechuza creadora conoce el riesgo de mover el prisma o desenfocar la luz; de pronto la lechuza escritora sabe del riesgo de mutilar o gestar la vida; es posible que los búhos escritores comprendan que su labor es un oficio alado, una tarea de vértigos y abismos, de vientos y gravedades. Entonces, ese acto de escribir o de delinear nuevos seres, demanda a los escritores una atención y un cuidado supremos; los invita a encerrarse en ese estudio alquímico para que las experiencias o los eventos pasajeros de la vida, hechos con sudor y sangre, sean transformados en relatos o cuentos, en historias elaboradas con colores y plumas. Sólo así la pesadez de la existencia puede ser comprendida y soliviada por la levedad del arte.
figarocasel dijo:
https://culturacolectiva.com/arte/como-distinguir-entre-la-pintura-de-remedios-varo-y-leonora-carrington/
Gracias Maestro Fernando. Sus clases han inspirado las mías.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Figarocasel, gracias por tu comentario. Me alegra saber que la semilla ha generado los mejores frutos.
figarocasel dijo:
Maestro Fernando. Gracias. En mi blog he dejado un espacio para usted.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Figarocasel, gracias por tu comentario y por el espacio en tu blog.
Yesenia Ledezma dijo:
Leer esta nota me convenció q justo este es el cuadro que debe estar acompañandome en mi oficina, gracias!
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Yesenia, gracias por tu comentario. Homenaje compartido a Remedios Varo.
Raúl dijo:
Mi estimado, ha tenido un pequeño error. la pintura es obra de Leonora Carrington.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Raúl, gracias por tu comentario.
Lucas Sevilla dijo:
Por supuesto que no, esta es en definitiva una obra de Remedios Varo
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Lucas, gracias por tu comentario.
Rosa Amparo dijo:
“La creación de las aves”, pintura fantástica, que invita a repensar en detalle la tarea del escritor; escenario puntual para considerar: el valor de la autenticidad (legitimidad), la sensibilidad (sentir), el esmero y la delicadeza al producir textos escritos innovadores. En medio del aislamiento necesario para ello.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Rosa Amparo, gracias por tu comentario.
Edwin Rodríguez Trochez dijo:
Maestro: El título fue muy atrayente para mí y me invito a realizar una lectura pausada de la imagen que antepone al texto, imagen que es muy sugestiva. Mientras sacaba mis propias conclusiones de la pintura me vi limitado por entender dos cosas: primero el aparato que tenía en la mano izquierda la alada, y el segundo el aparato que producía los colores. Después de haber realizado la lectura de la aquella imagen, y prosiguiendo con el texto comprendí que en algunas ocasiones el escritor necesita hacer evidentemente los contenidos para ayudar al futuro lector, o sino es posible que aparezca un vacío de información en el lector. Así pues, cabe la posibilidad que no se realice una buena comprensión de aquello que el escritor intenta manifestar a través de su escrito.
En relación con lo anterior la tarea del escritor contiene una serie de actividades, pero también de atributos. Por lo tanto el reconocer las herramientas propuestas en la imagen como: el prisma, la retorta, el pincel, etc., me permitió comprender sus diferentes usos, con las implicaciones que tienen al configurar o dar formar, en este caso a la pintura. Trasladándome en el campo de la escritura me lleva a buscar por aquellos utensilios que me permitirán cernir las palabras, otorgarles valor y sentimientos, con el objetivo de luego plasmarlas. Otros rasgos de la tarea del escritor corresponden a ciertos adjetivos, tales como: reconocer que escribir es una tarea que se realiza en la soledad y que requiere, así mismo, producir con autenticidad, sin ambages o falsificaciones.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Edwin, gracias por tu comentario. El conocimiento y la elección de los útiles es un asunto fundamental para el aprendiz de escritor.
Edwin Rodríguez Trochez dijo:
Muchas gracias por sus consejos maestro, claro que les tendré en cuenta.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Edwin, gracias por tu comentario.
Ulpiano Ulloa Fernández dijo:
Profesor Fernando : He decidido retomar sus escritos para buscar fortaleza y de alguna manera intentar emular su ejercicio. Escribir, definitivamente no ha sido mi fuerte, pues tal vez he dado más importancia al hacer que al pensar. No sé el motivo, tal vez sean mis ideas esas aves que no han encontrado el viento preciso para volar y aún se encuentran en remojo, en espera de la oportunidad precisa.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ulpiano, gracias por tu comentario. Estos dos años de Maestría pueden ser una oportunidad para que, como lo dices, tus “ideas encuentren el viento preciso para volar”.