No pienso que la lectura sea sólo un conjunto de habilidades, ni me parece que leer sea una mera decodificación de signos. Tampoco comparto la opinión, según la cual, la lectura –de manera un tanto gratuita– es un “libre y fantasioso” juego de interpretaciones. Me gusta más entender la lectura como un proceso –como un acto o una actividad– de abducción. Como un “trabajo” de indicios y de hipótesis progresivas.
Expliquémonos. La comprensión lectora no es un “algo” exterior al lector; tampoco es un “sentido” que el lector guarda en su interior y que se devela cuando lee un texto; mucho menos es algo que uno –azarosamente– se encuentra en el viaje textual. No. Leer es sobre todo un ejercicio de conjetura. Es una capacidad para ir formulando continuas hipótesis sobre un “sentido posible”. La lectura es una construcción progresiva. Semiosis. Leer es apostar en la posibilidad de sentido.
El ejemplo del detective podría iluminar un tanto lo que estoy diciendo. La escena del crimen está repleta de indicios. Por supuesto, tales pistas no son “legibles” sino para alguien capacitado. Para los demás, no hay ni huellas, ni trayectoria de la bala, ni indicios de distinta índole. Así sucede con los textos: cada uno de ellos podría denominarse un crimen. Y como crimen que es posee una serie de pistas, de marcas, de índices sobre el culpable o responsable del delito. Por lo mismo, es el detective el que puede ir formulando hipótesis a partir de lo que va encontrando; allí una colilla, más allá un pañuelo, en ese otro lugar un vaso con un poco de licor. O siguiendo con la analogía: allí un verbo en infinitivo, más allá tres veces la misma palabra, en ese otro sitio una mayúscula en negrilla. Leer es ir recorriendo o reconstruyendo la escena del crimen, la escena del sentido.
Si el ejercicio de lectura ya no es inductivo –de lo particular a lo general, de la parte al todo–, ni es deductivo –de lo general a lo particular, del todo a la parte–, será, muy seguramente, una actividad de permanente abducción. Procediendo de un índice a otro, de una apuesta de sentido a otra, de una hipótesis a otro campo de posibilidad. Como quien dice, leer desde esta perspectiva es mantenerse en la cuerda floja del sentido; es avalar un sentido funambulario, en permanente divagar, en constante búsqueda. Por lo mismo, el texto no guarda un sentido único, mítico, “original”; tampoco es el lector el que tiene escondido –en un esquema– el sentido del texto. Más bien es desde la “reconstrucción” del crimen, desde las declaraciones de los distintos testigos, desde esas pistas, como se va desenredando el sentido. Quizá el sentido sea un momento o un estado en el cual –así sea momentáneamente– se logra evidenciar alguna relación o algún punto de convergencia. Quizá el sentido no sea sino la enorme variabilidad de los juegos de lenguaje.
La conjetura se valida en su permanente búsqueda. No hay una “única verdad” de los textos; tampoco “cualquier verdad”. Lo que se va develando, es que la verdad de un texto responde a la manera como el lector organiza las distintas pistas, los distintos indicios subyacentes, las distintas “huellas”. Conjeturar es construir diversos posibles sentidos. Por supuesto, sin dejar ningún indicio “por fuera”, sin “inventarse otros inexistentes”, sin “inflar” algunas de las evidencias, sin “minimizar” ninguna señal. Conjeturar –en cuanto propuesta de lectura– es sopesar dos fuerzas, dos referentes igualmente complejos e importantes: el texto y el lector. Conjeturar es mantener una constante “vigilancia” sobre la relación de un sujeto con un objeto. Es, como piensa Paul Ricoeur, mantener a la par de una “voluntad de escucha”, también una “voluntad de sospecha”.
Esto en cuanto a la lectura. Cabe ahora señalar algunas ideas sobre la enseñanza o el aprendizaje de la lectura y su relación con la educación. Empecemos afirmando que los distintos métodos de enseñanza contienen distintas opciones de vida y de cultura; las metodologías sobre o alrededor de la lectura corresponden a las diversas concepciones sobre la Escuela, sobre el Estado o sobre la Vida misma. Cuando se opta por uno u otro método lo que en el fondo hacemos es avalar un “orden de cosas”, una “genealogía”, una “moral” y un “proyecto del hombre”. Los métodos son como la evidencia de una decisión anterior, son como la parte explícita del pensamiento. Aunque parezca exagerado, cuando se enseña –o se aprende– a leer y escribir lo que estamos haciendo es permitir o cercenar el acceso del niño a un territorio humanizado. Es desarrollar ciertas “zonas” de nuestra cognición, ciertas estructuras de pensamiento. Mejor: si alguien nos enseña a leer –o con ese alguien aprendemos–, lo que hace es abrirnos o cerrarnos la relación con la Cultura.
Pensándolo mejor, lo que se pone en juego cuando hablamos de lectura –y de escritura, para que el proceso sea completo– es el tipo de “programas” con el cual “trabajará” nuestro “computador”. Según esos programas básicos, así será su funcionamiento, así sus posibilidades de trabajo. La lectura y la escritura son actividades relacionadas con el pensamiento y, por ende, con el lenguaje; por lo mismo, aprender a leer es, en cierto sentido, aprender a pensar. Poblar a nuestra inteligencia o a nuestro ser de ciertas “estructuras” a partir de las cuales es posible elaborar o reelaborar el enorme entramado, el enorme texto de la Cultura. Si uno aprende a leer, si uno aprende bajo cierto punto de vista o cierta metodología de lectura, no sólo está aprendiendo a decir “mamá” o “iglesia”, lo que sucede, además, es que se empieza a desarrollar cierto tipo de juicio, cierto tipo de mentalidad. Y, también, deja por fuera otras opciones, otras posibilidades de “concepción del mundo y de la vida”. El tipo de lectura elegido marca o señala el tipo de pensamiento. Lo imposibilita o lo potencia.
(De mi libro Oficio de maestro, Javegraf, Bogotá, 2000, pp. 83-85)
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dana paola dijo:
buenos dias profesor tengo dos preguntas acerca del texto
¿Cómo argumenta el autor la tesis?
¿Cuáles son los conceptos o categorías que el autor utiliza para desarrollar su temática?
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Dana, gracias por tu comentario. ¿Tus inquietudes hacen parte de alguna tarea en particular?
Danielamp dijo:
Buenas noches Profesor, me quedó una pequeña confusión, en cuanto a los conceptos de Abducción y Conjetura, podría aclararme la diferencia por favor?
fernandovasquezrodriguez dijo:
Daniela, gracias por tu comentario. La abducción es un proceso de pensamiento que, a partir de indicios o pistas, nos permite formular hipótesis plausibles. Las conjeturas hacen parte de ese proceso. Sin embargo, también participan de la abducción la inferencia, la deducción, la perspicacia. Umberto Eco habla de diferente tipos de abducción: la hipercodificada, la hipocodificada y la creativa. Te invito a leer un libro de él: El signo de los tres…
Danielamp dijo:
Muchas gracias Profesor, me quedó bastante claro
Susana dijo:
Antes de leer se necesita escribir o viceversa?
fernandovasquezrodriguez dijo:
Susana, gracias por tu comentario. Empezamos leyendo… luego escribimos y al releer volvemos a escribir. Es una simbiosis interesante y productiva.
lizeth perdomo dijo:
¿Me pueden decir que es Abducción?, por fa, gracias.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Lizeth, gracias por tu comentario. La abducción es un proceso de pensamiento mediante el cual a partir de indicios (detalles mínimos) se pueden sacar conclusiones. Es un pensamiento probabilístico. Así procedía Sherlock Holmes.
Ana dijo:
hola profe buenos días, la manera como escribe me fascina, todos las temáticas son estupendas y de verdad que uno se entretiene leyendo sus libros y artículos. En que año publicaste la lectura, la abducción y el pensamiento??????????
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana, gracias por tu comentario. Ese ensayo, si mal no recuerdo, fue publicado en mi libro Oficio de maestro, editado por la Universidad Javeriana, en el año 2000.
daniela dijo:
profesor FERNANDO, buenos dias para mi es un gusto leer este tipo de texto ,son demasiado interesantes pero para mi edad son algo confusos , podria usted contestarme una serie de inquietudes al respecto de este?
1. cuales son las conclusiones que propone el texto.?
2.que relacion tiene el titulo con el contenido si se basa en hablar mas que todo en la lectura ?
3.que tipo de lenguaje esta utilizando en su tematica?
fernandovasquezrodriguez dijo:
Daniela, gracias por tu comentario. Las conclusiones están precisamente en los argumentos que expongo: más allá de que la lectura sea un conjunto de habilidades o una técnica, lo importante es entenderla como un ejercicio de inferencias, de trabajo abductivo. De ir recogiendo pistas a lo largo de la lectura. El título, precisamente, está en consonancia con lo dicho: hay una relación entre leer y ejercitar el pensamiento, no solo es cuestión de pasar los ojos por las hojas. El lenguaje es el propio de los textos argumentativos. Es decir, presentar una tesis e irla argumentado a lo largo del escrito.
laura hernandez dijo:
buenas tardes profesor su ensayo ha sido de todo mi agrado podria decirme cual es la tesis que expone en el.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Laura, gracias por tu comentario. La tesis está el primer párrafo. “Me gusta más entender la lectura como un proceso –como un acto o una actividad– de abducción. Como un “trabajo” de indicios y de hipótesis progresivas”.
Alejandro dijo:
Profe me facinan sus libros , tengo 17 años y los leo como nadie , hay veces que son algo confuzo , pero tienen grandes sentidos , quiciera que me de un concepto entendible de lo que es el lector y la lectura .
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alejandro, gracias por tu comentario. La lectura es muchas cosas: una actividad superior del pensamiento; una práctica social, es decir, un conjunto de ritos, actividades, interacciones y circulación de objetos; también es un placer y una forma de desarrollar nuestra imaginación. Y el lector es, de igual modo, un ser diverso: es alguien que va en busca de indicios en los libros; un ser que puede desarmar y reconstruir los signos con que se hacen los textos, un aventurero de los significados, una persona que goza de su soledad conversando con muchas voces del pasado.
Laura Parra dijo:
Hola, buenas noches, una pregunta. la tesis no sería “la lectura y la escritura son actividades relacionadas con el pensamiento y, por ende, con el lenguaje; por lo mismo, aprender a leer es, en cierto sentido, aprender a pensar” recoge todos los temas y está de una manera general.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Laura, gracias por tu comentario. La tesis no debe ser tan extensa; tampoco es una explicación de lo que se va a hablar más adelante. Recogiendo tu idea, podría plantearse así: “La lectura es, en cierto sentido, aprender a pensar”. No obstante, esa no es la tesis de este ensayo.
alexandraacuna1 dijo:
Buenas noches profesor Fernando, en estos momentos me encuentro disfrutando de la lectura, entre otras cosas porque el Tesauro de los buenos lectores me ha enamorado de ella. Una humilde sugerencia profe, usted que utiliza figuras literarias en sus escritos, de tan envidiable manera, podría incluir y definir precisamente la palabra metáfora en su Tesauro? Me gustaría leer esa definición!!!!!! Gracias
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Interesante tu inquietud… En un próximo libro que publicaré este año encontrarás respuesta a tu inquietud. Se titula La palabra inesperada…
Claudia Patricia Leguízamo dijo:
Buenas tardes profe Fernando : Quiero empezar mi comentario manifestando mi admiración hacia su comprometida práctica lectora y escritora, al leer siempre siento una conexión con el texto y hasta ahora consideraba que la lectura era una dinámica que disfrutaba diariamente. Debo confesar que después de leerlo siento un encantamiento mágico que me transporta totalmente con cada palabra , El tesauro de los buenos lectores me hace reflexionar y desear lograr utilizar estas mágicas y acertadas palabras para emprender ese viaje maravilloso en los textos.
Le agradezco infinitamente que me oriente con su gran sabiduría para aprender la delicia que esta práctica significa y me siento muy bendecida por esta oportunidad que la vida me esta regalando.
Buena noche.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Claudia Patricia, gracias por tu comentario. Confío en que ese encantamiento te ayude a mantener viva la motivación a lo largo de toda tu maestría.
Marilyn González Mahecha dijo:
Quisiera dividir mi intervención frente a dos aspectos que me suscitaron durante la lectura, a nivel personal y a nivel teórico.
A nivel personal…
A partir de la lectura del capítulo “Tesauro de los buenos lectores”, me vino a colación un capítulo de un texto de Marina Colasanti, ¿Qué escritora sería yo si no hubiera leído?, ello me lleva a replantear y ante todo reconocer la lectura como una práctica social y cultural (Chartier, 1994, Rockwell, 1995) que está ligada a la tradición de un grupo social al respecto, a la forma como históricamente se ha relacionado dicho grupo con el mundo letrado y al lugar que ocupa esta práctica en sus diversos espacios.
Dada su naturaleza social, la lectura no está distribuida de manera homogénea en la sociedad, existen factores históricos, económicos, familiares y propios del contexto que interfieren en el acceso de los sujetos a la lectura.
Por supuesto, desde esta perspectiva es fundamental que la formación del hábito y del gusto de los sujetos por la lectura dependa de la cultura escrita dominante. No obstante, el aporte que han realizado diferentes entidades (Fundalectura, Asolectura, por mencionar algunas), han hecho un contribución muy valiosa, para que en este caso, una ciudad como Bogotá cuente con una política de lectura y un consejo distrital de lectura, cuyo objetivo manifiesta una preocupación clara por otorgarle a la lectura y al libro un lugar central en la construcción de la vida social.
A nivel teórico…
Quisiera hacer referencia a Graciela Montes (2001), ella nos hace una propuesta de lectura desde dos grados.
El grado cero permite al lector sentirse perplejo y desconcertado frente a un enigma, que en este caso sería el texto que va leer, y entonces, urgido por el enigma, el lector recoge indicios y construye sentidos, éste sería el grado uno.
Ello lo traigo a colación, pues me parece un buen tesauro como lo menciona el profesor Fernando en el momento de emprender una lectura.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Marilyn, gracias por tu comentario. Los aportes de Roger Chartier son fundamentales para una teoría e historia de la lectura. Distingo entre animación, promoción y enseñanza de la lectura. La lectura inferencial o abductiva puede ser de gran utilidad para iniciar a los más pequeños.
Ela Fernanda Oviedo Aldana dijo:
Buenas noches, profesor Fernando.
Antes de leer el artículo TESAURO DE LOS BUENOS LECTORES. En mi pensamiento estaba la relación de objetos indispensables para realizar la lectura, como el resaltador, el lápiz, la libreta de apuntes, las fotocopias o libros.
En el transcurso de la lectura me doy cuenta que “un buen lector”, debe estar previsto de una serie de elementos fundamentales para lograr la apreciación, la observación, la degustación, de textos.
Los elementos representativos del texto apoyan los procesos de lectura y escritura y son pertinentes para un BUEN LECTOR, Me llama la atención del glosario la palabra GUSTO;”disposición de ánimo para entrar en relación con los textos”, debe haber una atracción por la lectura, un empezar con agrado, un caminar por las letras que llenan las páginas de los libros; esto se logra con la constancia, dedicación y enamoramiento por la lectura.
Como lo expresa el Prof., Fernando “los buenos lectores han llegado a serlo porque han tenido la suerte de contar con excelentes iniciadores”. No me enorgullezco de ser buena lectora, pero soy ORGULLOSA de mi hija de ser una excelente iniciadora en la lectura, la disfruta y para ella es una actividad placentera y enriquecedora; desde pequeña adquirió el sello de LECTORA, Y ella es un modelo a seguir, para mí y la familia.
Hoy en mí trabajo como docente con niños y niñas de segundo, lo primordial es la lectura; les inyecto cada día un poco de amor por las letras que conforman los cuentos, las fábulas, las narraciones, y los libros que tienen la mágicas palabras que enamoran a los niños.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ela Fernanda, gracias por tu comentario. Tal como lo dices, los buenos lectores deben tener a la mano unos útiles que les ayuden a discriminar y diferenciar la información que tienen en su manos. Los iniciadores son los genuinos animadores a la lectura, de allí su importancia y la sutileza que deben tener para provocar en otros la pasión y el gusto.
Wilman Valencia dijo:
Buena tarde profe. El capítulo Tesauro de los buenos lectores me parece muy interesante y acertado para este comienzo de la maestría , pues nos habla de las valiosas herramientas que debemos conservar y utilizar para llevar un proceso excelente en este nuevo proceso.
Dichas herramientas se refieren a la forma como debemos leer. Me llamó mucho la atención el leer el camello, porque en el pre grado había algunos textos que sólo al iniciarlos no me gustaban y por eso no los leía completos , me aburría , y saltaba capítulos. Pero esta herramienta de leer me pone en una perspectiva diferente, porque a veces los textos son complicados y no por eso hay que desertar, sino por el contrario tratar de descifrarlos , leer palabra a palabra , dedicarle tiempo , hacer fichas bibliográficas , esquemas, subrayar, etc.
En las pocas clases que he tenido hasta el momento, esta forma de lectura me ha ayudado a encontrar el sentido de los textos, aunque me demoro mucho más tiempo, a nivel personal me siento mejor al adquirir el mayor conocimiento posible de las diferentes lecturas.
Pienso que el éxito de la maestría se encuentra en utilizar estas herramientas , para mejorar la lectura y la escritura ,siento que debo volver a las bibliotecas no sólo a solicitar libros prestados, sino para aprovechar ese espacio de calma , leer y consultar bibliografías y lo más importante, dedicar el mayor tiempo posible a la maestría. Gracias por el libro, está muy interesante
fernandovasquezrodriguez dijo:
Wilman, gracias por tu comentario. Muy interesante tu reflexión sobre las ventajas de ser un lector camello…
Damaris Rincón Prada dijo:
Profesor Fernando: “Tesauro de los buenos lectores me ha permitido realizar una mirada introspectiva para revaluar mis prácticas lectoras y escriturales. Si bien es cierto que mi labor como docente me permite tener un “lugar privilegiado” en este ejercicio; evidencio que hay muchos elementos que a pesar de conocerlos no les doy la importancia que se merecen o el uso práctico y adecuado.
La manera en que usted se refiere a términos como: biblioteca, diccionario, gusto, noche, vacaciones; entre otros, hace que en este contexto tomen otro sentido para mi, pues en su escritura percibo tanto deleite y pasión; que además de despertar mi interés e inquietud logra que le profese una profunda admiración.
Espero aprovechar al máximo sus enseñanzas y sabiduría en este gran paso que estoy dando en mi formación personal y profesional.
Gracias,
Damaris Rincón Prada – I semestre – grupo 02
fernandovasquezrodriguez dijo:
Damaris, gracias por tu comentario. Efectivamente, dado el “lugar privilegiado” de la docencia es mucho lo que tenemos que revisar en nosotros mismos para así, después, lograr cualificar las prácticas lectoras de nuestros estudiantes.
ANDREA DIAZ dijo:
PROFESOR FERNANDO: Gracias a la lectura de este capítulo se evidencia el gran tesoro que guarda para sí un “Buen lector”, pareciese en ocasiones que ser lector se limitara a cifrar frases y líneas o a establecer un dialogo continuo con un sinnúmero de textos sin ir más allá, sin trascender; la verdad con lo que pude leer y extraer siento que un buen lector es un cofre mágico que encierra dentro de sí miles de riquezas y joyas, pero no es un tesoro encantado y hallado sino un tesoro construido y enriquecido día a día con esfuerzo, con dedicación con amos hacia lo que se lee y se escribe, con una mirada no solo de niño, por su ser curioso, creativo, capaz de maravillarse, sino también de león capaz de atrapar de ese mundo misterioso la magia inmersa en él, capaz además de deleitarse con el dulce sabor, con el aroma, con el misterio, con la fantasía, la incertidumbre, la duda, la búsqueda y la melancolía, capaz de adentrarse durante una noche fría en las páginas infinitas de un cuento, un texto o una hermosa poesía.Ser un buen lector alude entonces a un ser capaz pasar de la lectura de una bibliografía a la búsqueda constante de ella en una biblioteca o una librería, es poder dedicar algunos minutos del día a ese encuentro tan allegado, tan personal con ese texto que debemos abordar. Me parece interesante que como docentes acerquemos y enamoremos a nuestros niños y estudiantes a ese encantador mundo de la lectura, que no lo tomen como una obligación sino que lo hagan con amor, con gusto, con un interés por ir y explorar más allá, para que en un mañana podamos encontrarnos en el camino muchos de estos “BUENOS LECTORES”. Gracias por sugerirnos esta lectura, pues nos brinda muchas herramientas para iniciarnos como lectores ya que es evidente que estamos lejos de ser “Buenos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Andrea, gracias por tu comentario. Has hecho una buena síntesis de mi texto. Destaco que el logro de convertirse en un buen lector es algo “construido y enriquecido día a día con esfuerzo”.
mariahelena14 dijo:
Buen día profesor Fernando, me es grato saludarle y realizar mas que un comentario un dialogo sobre las lecturas ” Tesauro de los buenos lectores”,” la lectura, la abducción y el pensamiento” . Al realizar estas lecturas evoque de inmediato el texto de Paulo Freire” la importancia del acto de leer” el cual me aporto bastante al proyecto pedagógico que realice en mi pregrado sobre la formación lectora , y relacione las dos lecturas porque leer es un proceso en el que no solo se decodifica, sino en el que se da significado a las palabras desde nuestras vivencias y experiencias como lo dice Freire ” la lectura del mundo precede a la la lectura de la palabra” y para Fernando Vasquez <> Para mi formación lectora y la de mis estudiantes es de gran importancia relacionar la palabra con algo que me signifique y que les signifique porque así el comprender y dar sentido a un texto implica una relación estrecha entre texto (lo escrito) y contexto ( mi mundo, lo que me significa) .Te agradezco la oportunidad de compartir estas cortas ideas y en este espacio nuevo para mi como es el blog, un espacio que nos permite avanzar en el camino de ser BUENOS LECTORES.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Maria Helena, gracias por tu comentario. Bien traída a cuento la cita de Freire.
profepatico1 dijo:
Buena tarde profe Fernando: considero que la lectura “tesauro de los buenos lectores” me lleva a pensar en el papel que empiezo a cumplir en este proceso de maestría , en donde las lecturas que debo abordar en lo posible queden en mi interior. Por tal razón las diferentes acepciones que usted desglosa me permiten hacer de estas lecturas algo placentero y ademas de tener los limites claros para poder hacer las lecturas con precisión.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Profepatico, gracias por tu comentario. Ese parece ser uno de los objetivos de mi texto: ofrecer herramientas para que lo leído a lo largo de la maestría sea aprehendido con rigor y apasionamiento.
María Teresa Maldonado M.. dijo:
Doctor Fernando Vásquez
Buenos Dias
Leyendo y aterrizando nuevamente en lo relacionado a ser un buen lector, tengo el siguiente comentario.
La lectura es el hilo conductor, el eje de nuestro quehacer en educación.
El texto “Tesauro de los buenos lectores” nos convoca a hacer un análisis, a realizar una mirada exhaustiva hacía el empoderamiento que tenemos con la lectura, como mundo que se rige por unas pautas complejas, relacionadas entre sí ,que no permiten verse de manera aislada porque cada una de ellas tiene una función determinante en la construcción de significado. el buen lector o quien hace de la lectura su cómplice, no desfallece, no se conforma, se confronta con su realidad.
El texto también hace una inmersión muy didáctica hacía los aspectos claves o líneas de acción para lograr ser mejores lectores, comprometidos y transformadores del mundo. El lenguaje figurado del que se vale el autor, permite el asombro y el deleite ante una sencilla pero no simple enunciación de significados.
fernandovasquezrodriguez dijo:
María Teresa, gracias por tu comentario. Me gusta como das cuenta de la lectura. Subrayo: “el buen lector o quien hace de la lectura su cómplice, no desfallece, no se conforma, se confronta con su realidad”.
José Iván Castaño Gómez dijo:
En verdad el ser buen lector es un arte, un arte que implica, como lo expresa el texto en cada uno de los términos, la compenetración del que lee con la obra.
Teniendo en cuenta lo expuesto en el tesauro, puedo evaluarme como un lector al cual le falta las verdaderas estrategias para hacer de la lectura un apasionante gusto.
Aunque algunos términos reforzaron lo que hago a la hora de leer, muchos de ellos me enseñaron el cómo seguir adentrándome con mucha más eficacia en el basto mundo de la lectura.
fernandovasquezrodriguez dijo:
José Iván, gracias por tu comentario.
alexandraacuna1 dijo:
Buenas noches profesor Fernando, al “releer” el Tesauro de los buenos lectores recordé que hace algún tiempo llegó a mis manos un texto de una entrevista realizada en 1985 al maestro Estanislao Zuleta (a quien usted hace referencia varias veces) titulada La educación , un campo de combate, comparto una pequeña parte que es pertinente para quienes trabajamos como docentes:……….”lo que se enseña no tiene muchas veces relación alguna con el pensamiento del estudiante, en otros términos no se lo respeta, ni se le reconoce como un pensador. La definición de Freud hay que repetirla una y mil veces: el niño es un investigador; si lo reprimen y lo ponen a repetir y a aprender cosas que no le interesan y que él no puede investigar, a eso no se le puede llamar educar.”………………
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexandra, gracias por tu comentario. Muy bien traída a cuento la cita del maestro Estanislao Zuleta.
Luis Antonio Niño dijo:
Fernando el tesauro de los buenos lectores nos presenta como debe realizarse una buena lectura, confirmo que no soy para nada un buen lector, pero lo bueno es que existen obras como estas que le dan pautas al lector sin hacer sentir vergüenza alguna, sino ánimo por seguir leyendo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luis Antonio, gracias por tu comentario. Ese es el propósito de estas lecturas. Proveerles de estrategias y ánimo para seguir adelante en su maestría.
Yovanni Palacio Arias dijo:
Profesor Fernando, al leer el capítulo “Tesauro de los buenos lectores”, encuentro muchas cosas para recordar y otras tantas para trabajar. Uno de esos recuerdos, esté en la época escolar, cuando el profesor de filosofía en su afán de mostrar la obra de Friedrih Nietzsche escribió 42 paginas en hojas tamaño oficio, con su máquina de escribir, sobre sus grandes ideas, entre ellas la visión del camello, el león y el niño, que en su época (1992) ilusiono a un grupo de estudiantes con la lectura de textos filosóficos y el debate de los mismo, no solo en el salón de clase, sino en los pasillo del colegio o camino a casa.
Pero también de trabajar estrategias de lectura para recuperar algo de ese espíritu de lectura que con los años y la rutina del trabajo se ha perdido, es por esto que el texto del Tesauro se convierte en un gran motivante para el trabajo de la maestría, más aun da un significado diferente a términos cotidianos biblioteca o noche, donde se encuentra el espacio ó momento para leer y encontrar la transcendencia del autor y de su obra.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Yovanni, gracias por tu comentario. Qué bueno que mi texto te haya llevado a recordar a tu profesor de filosofía. De igual forma confío en que las diferentes lecturas te ayuden a recuperar “tu espíritu de lectura”.
Joham Becerra dijo:
Hola Fernando, buenos días quiero empezar saludándote a través de estos medios tecnológicos que ofrece nuestra era y agradeciéndote por tratar de despertar en nosotros el interés de nuevo en la lectura, en lo personal estoy muy expectante de esta maestría y de todo lo que conlleva la misma; en esta ocasión me refiero a ti para dialogar un poco respecto del libro “Educar con Maestria” ya que pertenezco al grupo de aprendices tuyos este semestre en la universidad de la Salle; quisiera hacerte partícipe de una pequeña interrogante que me surgió leyendo el capítulo de
“Tesauro de los buenos lectores” pensaba yo que posibilidades habría, así como mencionas tú que existen lectores clásicos los cuales tienen “que beber de las fuentes de las obras clásicas” que existiera tal vez algún arquetipo de lo que podríamos llamar “lector moderno” alguien que quizá elabore y desarrolle su gusto por la lectura, información y conocimiento a través de una series de lecturas modernas, aún informativas que vayan más de la mano con sus intereses y particularidades, en dicho caso como lo llamaríamos? Lograría cumplir con los requisitos y características mínimas para formar parte de este Tesauro? ….. Por otra parte quiero congratular tu recursos de oratoria Y de argumentación, creyendo que en nuestras sesiones de clase se generará una atmósfera de agrado intelectual lo
cual estoy seguro propenderá en beneficio de todos gracias.
Cordialmente,
Joham Becerra
Un abrazo Virtual y Bendiciones
fernandovasquezrodriguez dijo:
Joham, gracias por tu comentario. Es probable que haya ese tipo de lector al cual te refieres. Si te queda un tiempo revisa el libro: Libros, lecturas y lectores en la Edad Moderna de Roger Chartier. Celebro tu alto grado de expectativa.
Edison Lombana Chaparro dijo:
Buenos días, inicio mi comentario con la aprehensión que hizo en mi el capítulo del Tesauro de los bueno lectores del libro Educar con Maestría, ya que es un motivante de practicar la forma correcta de leer, en donde mediante un glosario plantea las estrategias, métodos y necesidades de acercamientos del lector a los textos tal y como lo promulgó Nietzsche y capitalizado por Estanislao Zuleta, en donde implica leer como camello con trabajo y dedicación; como león en donde se confronta y se interpreta el texto para convertirlo en una practica activa, y, como niño dejándonos asombrar guiados por la curiosidad para alcanzar el más alto grado de la lectura: El tan ansiado estado de placer.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Edison, gracias por tu comentario. Aunque parecen semejantes un glosario es distinto a un tesauro. El glosario es un “catálogo de las palabras dudosas de un texto, con una explicación”, el tesauro (que es otra forma de decir tesoro) es un diccionario centrado en una temática específica.
Edison Lombana Chaparro dijo:
Muchas gracias profesor Fernando.
José Iván Castaño Gómez dijo:
Profesor Fernando. Podría ayudarme clarificando dos términos que me parecen muy parecidos en su definición: abducción y decifrar. Gracias.
fernandovasquezrodriguez dijo:
José Iván, gracias por tu comentario. La abducción puede ser un buen método para ayudar a descifrar un texto. No todo proceso de desciframiento es abductivo. La abducción le presta especial importancia a los detalles secundarios; el desciframiento toma en cuenta no sólo los detalles. La abducción sigue las huellas o los indicios para descubrir el sentido; el proceso de desciframiento hace legible los textos.
Camilo Javier Perilla Romero dijo:
Es realmente maravillosa la obra de María Moliner narrada por Gabriel García Márquez. Dos cosas quisiera resaltar: La primera, sus ganas de querer cumplir con su obra hasta afirmarse que emprendió una carrera de velocidad y resistencia contra la vida. La segunda, María Moliner pretendió agarrar al vuelo las palabras de la vida para construir su diccionario. Increíble Mujer. ¡Que hermosa historia!
fernandovasquezrodriguez dijo:
Camilo Javier, gracias por tu comentario. No sé si has leído la “Oda al diccionario” de Pablo Neruda… “Diccionario, no eres/ tumba, sepulcro, féretro/ túmulo, mausoleo,/ sino preservación, / fuego escondido, / plantación de rubíes, / perpetuidad viviente/ de la esencia, / granero del idioma…”
Camilo Javier Perilla Romero dijo:
Queda claro que no se hace una buena lectura si no se lee la Bibliografía. También entendí que leer como camello es hacer bien el camello, pues, al igual que con Rembrandt su obra quería transmitir algo pero puede que yo no logre llegar a conseguir una correcta apreciación.
Recurrí a la búsqueda del libro: “Así hablaba Zaratustra” y encontré que el camello es el espíritu sólido que hecha sobre si todas las cosas pesadas y corre cargado por el desierto, por su desierto.
Sobre los clásicos quisiera decir que todo tiempo pasado fue mejor y en ellos se puede encontrar la forma de estar en el mundo sin ser del mundo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Camilo Javier, gracias por tu comentario. Celebro tu búsqueda de los contextos al texto que estamos leyendo. Te invito a que consigas mi libro Oficio de Maestro y allí leas mi ensayo “Los lectores rumiantes de Nietzsche”, p. 87.
Camilo Javier Perilla Romero dijo:
Frente a lo que dice el texto sobre el Tesauro decía Antoine de Saint- exupery en su libro el principito una frase que nunca olvidaré: “Lo esencial es invisible a los ojos”. También recuerdo un libro que leí que se llama “El regreso del hijo pródigo”; meditaciones sobre un cuadro de Rembrandt de Henry J. Nouwen. En él , el autor hace un análisis sobre el cuadro en mención y que a simple vista no parece tan importante pero que es fundamental a la hora de reconocer la magnitud de la obra. ¿Puede ser que el método utilizado por el autor sea de abducción? ¿Solo en la lectura se puede hacer abducción?
fernandovasquezrodriguez dijo:
Camilo Javier, gracias por tu comentario. Por supuesto que el método abductivo no sólo puede aplicarse a los textos. Mira la nota a pie de página del término y encontrarás una bibliografía en la que la abducción se aplica a la pintura, al trabajo científico. Revisa en mi libro Educar con maestría el ensayo “Validar la experiencia. la intuición y lo marginal: tres aspectos de la abducción para el trabajo investigativo”, p. 163.
Clara Huérfano dijo:
Profe Fernando tengo que reconocer que la lectura que acabo de realizar fue más una autoevaluación concienzuda con un altibajo emocional correspondiente, pues la alegría de darme cuenta que mi supuesto hábito lo estaba consiguiendo de la mejor forma fue atropellada por el desconocimiento e ignorancia absoluta de estrategias, momentos, ejercicios, actividades, etc, que hubiesen podido en su momento presentarme el verdadero placer de la tarea, acabo de visualizar una oportunidad de mejoramiento que gracias a su ayuda con total seguridad favorecerá mi ejercicio.
Por otro lado quisiera me ayudara a comprender mejor la clave para trabajar el ojear y hacer la prelectura de un libro nuevo, es decir, frente a esta situación qué debo hacer primero.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Clara, gracias por tu comentario. En principio, subrayo que la lectura de mi texto sea “una oportunidad para tu mejoramiento”. En cuanto a lo segundo: el ojear es una estrategia de familiarización, una lectura “a vuelo de pájaro” de determinado texto; la prelectura es una tarea de contacto, de prestarle importancia a las marcas que le dan identidad al texto, como la portada, la editorial, sí es o no una traducción, la tipología textual a la cual corresponde, las secciones del libro…
Luis Antonio Niño dijo:
buenas noches apenas he comenzado la lectura del “tesauro de los buenos lectores” creo que al igual que muchos no conocía el termino, es importante saber leer, pero bien importante es que al leer aprendo cosan nuevas y me hago interrogantes que nunca me había hecho. rico leer y rico leer lo que a uno le llama la atención.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luis Antonio, gracias por tu comentario. Te invito a profundizar en la abducción. En el Tesauro, a pie de página, hay una bibliografía que podrías revisar…
José Iván Castaño Gómez dijo:
significativamente el término CAMELLO debemos aplicarlo al pie de la letra en este nuevo reto académico que hemos iniciado.
fernandovasquezrodriguez dijo:
José Iván, gracias por tu comentario. El lector camello, que es un aporte de Nietzsche, implica leer el texto línea a línea, párrafo a párrafo. Es un trabajo delicado, cuidadoso. Mirar el índice, el año, la editorial; saber si es una traducción o no; comprobar si es un capítulo independiente o apartes de un libro… En fin, el lector camello asume a cabalidad lo escrito en el texto.
José Iván Castaño Gómez dijo:
Abducción: para mi es un termino nuevo; con los ejemplos que lo explican en el tesauro y esta lectura complementaria, puedo comprender que no es más que la forma de leer, en la cual descubro todo aquello que entreteje el sentido del texto (pueden ser palabras, párrafos, detalles, imágenes, descripciones…)
fernandovasquezrodriguez dijo:
José Iván, gracias por tu comentario. Es un poco más de lo que afirmas. Tiene mucho que ver con la inferencia, con irse formulando hipótesis sobre lo que se va leyendo. Partir del texto pero sin quedarse en lo leído; es seguir las pistas del sentido que está en cada una de las palabras. Una lectura de cazador, de hilar indicios…
Diego Beltrán Alvarado dijo:
Profesor Fernando buen día. Inicié ayer la lectura del “Tesauro”, ¿Podría indicarme donde realizar los comentarios? Muchas gracias.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego, gracias por tu comentario. Podemos empezar a dialogar en esta entrada o en las próximas que haré relacionadas con la lectura. Precisamente este ensayo es una ampliación del término “Abducción”, el primer término del “Tesauro de los buenos lectores”.
Diego Beltrán Alvarado dijo:
Bueno Fernando, gracias por su respuesta. Por mi parte puedo decirle que ha sido delicioso el primer bocado del “Tesouro”, primero porque no tenía idea del significado de la palabra y empecé pensando que se trataba de una conjunción de las palabra tesoro y dinosaurio… obviamente al leer me dí cuenta de mi error con el dinosaurio.
Por otro lado debo confesar que me consideraba un buen lector, pero descubriendo el tesauro me di cuenta que apenas estoy en la transición del camello al león, (espero poder llegar a ser “niño”) pues sigo discutiendo con mis lecturas.
Continúo descubriendo en la lectura algunos hábitos olvidados y otros que creí propios y personales pero que con sorpresa veo son propios de los lectores como la familiaridad con la etimología, tal vez aprehendida de la costumbre de identificar los orígenes griegos y latinos de los nombres de mis amadas aves.
Seguiré adelante con la lectura, espero mejorar mis hábitos lectores y al fin poder llegar a disfrutar de las páginas como un verdadero niño,
Buen día.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Diego, gracias por tu comentario. Esa es la esperanza de los buenos lectores, al menos como lo entendía Nietzsche: la de leer como niños, en el sentido de poder captar lo original, lo inédito del texto. Si primero nos entregamos concienzudamente al texto y después peleamos críticamente con él, la etapa final es tomar distancia para descubrir el aporte, la novedad, el sentido original que está en sus líneas.
Camilo Javier Perilla Romero dijo:
Profesor Fernando. Voy a empezar la lectura de su libro Educar con Maestría en el capítulo Tesauro de los buenos lectores. Espero este sea el espacio en donde puedo dejar mis comentarios sobre la lectura para el nivelatorio. Mi nombre es Camilo Javier Perilla del primer semestre grupo 1.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Camilo Javier, gracias por tu comentario. Este puede ser un buen lugar para empezar nuestra conversación.
Armando Quintana dijo:
Profesor buen día, tengo una fuerte debate con varios colegas al dar respuesta a lo siguiente. En el enunciado “La comprensión lectora no es un “algo” exterior al lector; *tampoco* es un “sentido” que el lector guarda en su interior”, la palabra subrayada tiene la función de:
A) restringuir la información de la idea anterior
B) explicar lo anotado en la idea que le precede.
C) Señalar una oposición a lo anotado previamente
D) Ampliar la información de lo anotado previamente
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Armando, gracias por tu comentario. Me dices a qué texto en particular te refieres, para ayudarte a resolver tu inquietud.