Colombia está frente al mundo. El fútbol es el escenario y la tribuna que convoca multitudes; pero, más que eso, es la imagen del país ante otros territorios y otras gentes. En el fútbol, lo individual, o la negación de la solidaridad se deshacen frente a la sensación del patriotismo, el fervor y la identidad de un pueblo.
Un Mundial es un punto de encuentro. Cada partido, cada espectáculo representan la armonía de muchas naciones unidas. Cada raza, pueblo o país se reúnen en torno del juego y, simultáneamente, constituyen un sólo género: el género de la diversidad. La reunión de tantas culturas en torno del fútbol constituye un espacio que permite el juego del pluralismo, que da lugar al abanico de lo heterogéneo y consigue un consenso universal sobre un único punto: la convivencia pacífica.
La coyuntura de este Mundial también nos puede ayudar a pensar lo fundamental que es el trabajo en equipo. Sirva de ejemplo la colaboración entre un estratega experimentado como Pékerman, la preciosa armonía de los pases de James, la velocidad impredecible de Cuadrado y las atajadas imposibles de Ospina. El Mundial nos sirve para valorar la importancia de un proyecto en común, de un sueño en el cual es tan importante el buen arquero, la defensa segura, la ofensiva eficaz, como el mediocampo organizador y oxigenado.
Colombia está en los cuartos de final; en Fortaleza, Brasil, bajo el clamor de mil banderas, con la camiseta en alto, el sudor en el cuerpo y su fútbol festivo, allí estará nuestra selección. Y de igual manera estaremos cada uno de nosotros, acompañándolos, siguiendo de cerca cada jugada, cada toque y cada avance, cada gol de esos que llenan las calles de nuestro país en un júbilo que a todos nos torna hermanos; un gol de esos que nos permite volver a abrazar al vecino, dialogar con aquellos otros que apenas saludábamos, compartir una bebida olvidándonos de las pequeñas diferencias cotidianas.
Ojalá los días del Mundial sean un tiempo y un espacio propicios para recibir y generar más alegría, para ser más solidarios, para tener una sonrisa a la mano. Un tiempo para reconquistar la tolerancia y la confianza hacia los otros. !Sí, sí, Colombia!..
Cecilia Bustamante dijo:
Maestro mmm que “exquisito” tema propusiste.
Qué mundial, que jugadas, que goles, que patriotismo, que emoción. Todo lo anterior junto nos lleva a experimentar que de nuevo existimos para el mundo, a sentir que se oxigena nuestro cuerpo con un aire nuevo, a disfrutar de ese toque toque con el balón que ha caracterizado las pasadas de los jugadores Colombianos, pero sobre todo a ver nuevamente como se concretan las jugadas, porque Colombia siempre ha tenido un buen fútbol pero de aquello nada (el gol no llegaba) ahora están nuestros jóvenes pasando por un muy buen momento futbolístico; James sin duda la figura por esos goles tan espectaculares y oportunos pero, todos con ese juego de conjunto han hecho la diferencia frente a otros grandes equipos que tienen juego y además historia.
Importa dejar constancia de que nuestros deportistas nos señalan como debe ser el trabajo en equipo. Aquí se ven personas comprometidas con la tarea, cada uno trasciende las fronteras que su mentor le ha marcado, re-define el sentido del aprendizaje, hay más acuerdos que desacuerdos, no se ve la actuación egoísta, hay diversos sentimientos generados, esfuerzos individuales que se vuelven grupales, sin descartar el magnífico lugar que tiene la imaginación en esos momentos nada predecibles.
Hay que mencionar además que el desarrollo de estrategias de relación social, le confiere mayor autonomía y pertinencia a cada uno de sus participantes. Si pensamos en lo que ha venido haciendo James podemos ver claramente que, el “estilo de aprendizaje “es un factor primordial en la construcción de los aprendizajes significativos a través del trabajo colaborativo. Como producto de esas dinámicas y de esa interacción se generan procesos capaces de transformar la realidad.
No podemos evitar expresar que, un sentimiento de placer nos embarga en este momento; hay gritos de júbilo, lágrimas de alegría, saltos de victoria, abrazos de reconciliación, canciones creativas como la de: Jamés me imaginé que… (Escuchémosla es bonita para reír en serio), suspiros de suspenso… ¿qué pasará el viernes?. ¡Lo mejor! estoy segura. Con jugadores como: James, Cuadrado, Armero, Yapes, Guarín, Martínez, Quintero, Gutiérrez, Zúñiga, Ramos y todos los demás también buenos jugadores, tendremos la FORTALEZA de triunfar. Tocó comprar la camiseta roja. No era fácil para el equipo jugar sin su estrella Radamel Falcao pero, a veces las adversidades permiten nuevas oportunidades. ¡Animo! Vamos para cuartos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Cecilia, gracias por tu comentario.
Francia Lozano dijo:
La emoción,la alegría y la esperanza, nos embargan a todos los colombianos, llegar a nuevas instancias, nos permiten creer que los sueños son posibles y es mas fácil si se trabaja en equipo, celebro la habilidad del maestro Fernando, para generar un escrito a partir de cualquier realidad,
fernandovasquezrodriguez dijo:
Francia, gracias por tu comentario.
Ariadna dijo:
Compartir con el espíritu henchido de emoción, la alegría, la pasión… Todo a flor de piel. Es tiempo de esperanza y de victoria!
Sin la sabiduría del maestro, su experiencia, su compostura, hubiera sido difícil estructurar el equipo… Esa es nuestra pauta!
Mucha felicidad, demasiado orgullo, qué maravilloso tiempo este… Gracias por tu publicación.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ariadna, gracias por tu comentario.