A Basho, el célebre poeta japonés, le gustaba conversar con los amigos sobre su pasión por las semejanzas.
—Los pétalos de las rosas son como los labios de una mujer.
Los amigos se reían de sus ocurrencias y, en algunas ocasiones, especialmente cuando habían consumido altas cantidades de sake, agregaban en broma sus propios comentarios.
—Las mujeres tienen muchos pétalos secretos.
Basho se mantenía en silencio. Es sabido que nunca se embriagaba y podía pasar largas horas con una taza entre sus manos bebiéndola a sorbos insignificantes.
—Los rayos del sol son espadas de luz.
El poeta cargaba un pequeño cuaderno en donde escribía sus ocurrencias e iba coleccionando frases de otros escritores relacionadas con el tema de las semejanzas.
—Oigan este poema que encontré en una antología compilada por Fushimini. Pongan atención: “Me he pasado la vida afilando la espada. Y ahora, cuando me enfrento a la muerte, la desenvaino, y he aquí que la hoja está rota”.
Era común que Basho saliera con este tipo de reflexiones en medio de una conversación informal o que fracturara el discurrir de un tema de manera inesperada.
—¿No les parece una sorpresa esa relación de la vida con la espada?
Los amigos siempre quedaban atónitos con aquellas elucubraciones. Lo miraban largo tiempo esperando que él mismo respondiera esos interrogantes. Basho comprendía que sus frases no habían sido entendidas o que la situación no era la más indicada para pronunciarlas. Pasados unos minutos, la charla retornaba a asuntos banales o giraba alrededor de alguna anécdota del día.
—¿Cuándo tendremos la suerte de leer tu nuevo libro?
Ahora fue el poeta el sorprendido. Guardó la libreta de pasta negra e ingiriendo un pequeño sorbo de sake dijo que hacia finales de noviembre saldrían los primeros ejemplares.
—¿Y no nos puedes compartir un adelanto?
Basho dejó la pequeña taza sobre la mesa. Miró al grupo de contertulios con un gesto de complicidad fraterna. Poniéndose de pie entonó muy pausadamente uno de sus versos: “Las flores que caen de los árboles son como mariposas muertas”.
Los aplausos de los amigos retumbaron fuertes en el pequeño salón. Basho intentó sentarse pero varias manos se lo impidieron. ¡Otro más!, poeta, otro más!, exclamó al unísono el pequeño grupo.
—“Los pájaros enjaulados tienen la misma tristeza del viento silencioso”.
Mientras el poeta volvía a su postura inicial los amigos levantaron las manos y las pequeñas tazas con sake en un brindis entusiasta: “¡Salud!”, gritaban. “¡Por la poesía!”, “¡Por el nuevo libro!”
—¿Qué título le pusiste? —preguntó animado Oshida, el más joven del grupo.
—“Manchas de voces” —respondió Basho.
—Entonces: “¡Por Manchas de voces!” —dijeron en coro los amigos, haciendo sonar las tazas de porcelana en un nuevo brindis.
*
Cierta noche, después de haber compartido una abundante cena en la que Basho había dicho que las ventosas eran los redondos dedos de los pulpos, y en la que había hecho de manera continua no menos de quince comparaciones mientras ingerían un plato de estos moluscos, esa noche de luna llena, el grupo de amigos decidió salir a caminar por las angostas calles de Kioto.
—Los faroles son luciérnagas encerradas en papel de seda —dijo el poeta señalando un chouchin colgante.
Kitamura, uno de los amigos más cercanos de Basho, a manera de réplica le preguntó al poeta por qué eran tan importantes para él las semejanzas.
El poeta sonrío, y parándose debajo del farol se colocó en el centro del grupo. Levantó sus brazos y entretejiendo las manos empezó una larga exposición de motivos, apenas interrumpida por el ladrido lejano de los perros.
—Las cosas no están desligadas. El universo es un conjunto de relaciones. Los cielos y la tierra se alimentan mutuamente. Por eso me habéis escuchado decir que “con el néctar de las flores la mariposa se perfuma” y también que “los ojos de los peces son lágrimas congeladas al ver partir la primavera”. Todo está conectado. El cosmos infinito es una música de equivalencias y correspondencias. Lo que pasa, amigos míos —las manos de Basho se convirtieron en puños encontrados— es que vosotros percibís el mundo de manera enfrentada y como entidades sueltas. Mi gran maestro Yoshitada me decía: “las estrellas gobiernan a los hombres y los hombres con sus actos afectan el movimiento de los astros”. Vosotros debéis haber oído una de sus frases más famosas: “el aleteo de una mariposa en algún lugar cambia el mundo”.
La voz de Basho sonaba clarísima. El frío de la noche parecía no tocarle la garganta. Estaba ensimismado en su discurso. Aunque parecía hablarle a cada uno de los tres amigos, lo cierto era que el poeta estaba en uno de sus trances meditativos. Levantó su cara hacia el cielo y con el brazo derecho señaló la luna. Por cierto que esa noche el cielo estaba profundamente despejado.
Fíjense por un momento en la luna. En nada parece que ese círculo plateado afectara al gigantesco mar o al vientre de las mujeres. Pero sus cambios tienen réplicas en las mareas y en los ciclos femeninos. Todo está relacionado, a veces de manera imperceptible o de forma indirecta y misteriosa. Por eso me habéis oído insistir en la necesidad de cualificar nuestros sentidos para sentir o percibir la armonía presente en el universo o para descubrir las analogías entre las cosas. Miren la luna. Su redondez me hace pensar en el iris de nuestros ojos y en las formas del taiko, nuestro tambor sagrado.
—Pero para eso se necesita tener espíritu de poeta —lo interrumpió Oshida.
—O aprender a detenerse y mirar con cuidado y perspicacia la vida. ¿En verdad habéis observado la luna? ¿Qué es la luna?, os pregunto.
El cuestionamiento tomó por sorpresa a los tres amigos. Kitamura se atrevió a dar una respuesta:
—La luna es el sol de la noche.
Basho lo miró de reojo, sin dejar de mantener su cabeza levantada hacia el astro refulgente.
—Todo lo redondo está contenido en la luna; todo lo circular está convocado por su forma. El yin y el yang le son inevitables, como también la tierra misma en que habitamos. Todo lo circular es atraído e irradiado por la luna. Todo lo perfecto que está en continuo movimiento. La luna se asemeja al anillo, al cinturón y a la corona. Y también a la rueda, y la rueda lo sabéis desde niños, está asociada íntimamente con el tiempo…
—La luna es un queso gigante servido por las noches en el cielo.
Los amigos rieron de buena gana con el apunte de Saikaku. El maestro apenas se percató del bromista del grupo.
—Cuántas cosas sabríamos si aprendiéramos a mirar la luna. Cuánto entenderíamos a los dementes y develaríamos algunas costumbres de los lobos. ¿Por qué los lobos le aúllan a la luna?, ¿qué saben los lobos de la luna que nosotros no sepamos?
El grupo de amigos empezó a caminar de nuevo. Kitamura tomó suavemente del hombro a Basho, invitándolo a seguir el recorrido. El poeta proseguía musitando palabras, como si estuviera pronunciando para sí una oración sintoísta:
—“Por ser plateada la luna es semejante a la pureza y la pureza se relaciona con el loto y el loto que sale de la oscuridad está vinculado con la luz espiritual…”
Héctor dijo:
Cerré los ojos después de la lectura, me fue fácil caminar a lado de Basho y sus amigos, en tertulia a la luz de una luna iluminada…, la enseñanza del sensei -el maestro- para despertar la creatividad, pudiera describirse en tres pasos: Encontrarse con el silencio; mirar con cuidado y perspicacia la vida y buscar la semejanza…manos a la obra
Gracias Maestro.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Héctor, gracias por tu comentario. Me parece muy atinada y necesaria tu síntesis para despertar la creatividad.
Germán Diego Castro C. dijo:
En verdad es la poesía lo que mueve a Basho y a los grandes poetas. Pensar en semejanzas, ver el mundo como una inmensa analogía. Qué bella la idea según la cual todo está conectado, entonces el poeta sería un profeta, un adivino desde la seña del lenguaje. Saber que asistimos a un perpetuo misterio, a un continuo encuentro de redes, que todo está develado desde el comienzo y el universo no es más que un texto a descubrir. Rescatar las caminatas que el poeta realiza a través de las cuales su espíritu poético va engrandeciendo el universo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Germán Diego, gracias por tu comentario.
marcia moreno borda dijo:
Pienso que que el poema es muy interesante ,el maestro de maneja mucho la imaginación y la creatividad para dar a conocer lo que quiere enseñar o mostrar acerca de como todo está relacionado , y la forma en que describe la luna, llevando a las personas que lo escuchan a transportarse a otros lugares y momentos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Marica, gracias por tu comentario.
Liliana Rojas dijo:
Buenas Noches,
Profesor
Este poema es muy hermoso, las semejanzas son profundas me llegan al alma el ritmo es suave y el final es muy interesante y analógico. Definitivamente la poesía traspasa frontera,imaginación, sentimientos, nos transporta a otra realidad soñada.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Liliana, gracias por tu comentario.
David Contreras dijo:
Buenas noches a todos:
Este es mi primer comentario que hago con respecto a este poema, espero que con su ayuda pueda mejorar mis escritos.
Desde que estamos en el vientre de nuestra madre, no sabemos que destino nos depara; cuando llegue la hora de ver la luz por primera vez reflejada en su rostro alegre y con algunas lagrimas que ruedan por sus mejillas, nos daremos cuenta el porque nacimos en este mundo; con su sabiduría, entrega, ternura y amor, hace que todos los días sean más hermosos.
Nuestra mamá se ha convertido en estos últimos tiempos, nuestra maestra, consejera y compañera, que con sus defectos y debilidades, siempre estará a nuestro lado. Como las plantas necesitan del agua para vivir, como los peses necesita del agua para respirar, es así como nuestra madre se convierte en nuestra maestra, que con su ejemplo de vida nos enseña a valorar lo que somos y a darle un significado a nuestra vida.
Es aquella que siempre velara nuestros sueños al caer la noche y en el silencio de esta; solo comprenderemos que tan importante es a ver nacido a su lado.
Solo así, cuando nos quedemos solos sabremos valorar que tan importante es tener alguien a nuestro lado, cuando esta ya no este.
Gracias por la atención prestada.
Atentamente:
mdavidcontreras.
fernandovasquezrodriguez dijo:
David, gracias por tu comentario. No entiendo si el objetivo de tu escrito es analogar la figura del maestro con la de la madre ¿Es eso? ¿O es un homenaje a la figura materna? En todo caso, cuida el uso de las tildes (“lagrimas”, “porque”, “peses”, “velara”, “a ver”, “este”…). Revisa y ajusta el uso del punto y coma.
Patricia Daza dijo:
Buenas tardes profe, espero que èste intento supere al anterior. Mil gracias por sus comentarios.
MAESTRO COMO BAILARIN
Tanto el maestro como el bailarín se parecen porque el bailarín con su expresión quinésica es capaz de transmitir sensaciones inspiradoras y admiración de quienes lo siguen, el maestro practica una y otra vez su discurso y argumentos necesarios para motivar a sus estudiantes por el aprendizaje. El bailarín debe mantener su postura agradando con cada paso que da, para lograr cautivar la atención de su audiencia, el maestro se encarga de generar asombro y a la vez permitir gestar construcción cultural con cada enunciado que da. El objetivo del bailarín es obtener deleite de su público entregándolo todo en el escenario, el maestro: crea, inventa e integra sus habilidades para adaptarse a diferentes contextos.
Para que el bailarín pueda hacer su trabajo más atractivo, debe contar con implementos que se vuelven parte de su cuerpo como cintas y talleres de expresión corporal, el maestro como utensilio extensivo de sus manos y su mente tiene el libro y el marcador que complementados al unísono, y sincronizados con sus pensamientos nos transportan a la creación de conceptos y nuevos conocimientos.
El producto del bailarín será inspirar en su público toda una gama de sensaciones que le permitan experimentar creaciones diarias, el del maestro será dar ejemplo con sus acciones y éstas deberán ser coherentes con las palabras melodiosas que salen de su voz.
Cuando el show del bailarín se acaba, no cesan los aplausos, sus seguidores se levantan de sus sillas maravillados con la presentación, cuando el año escolar para los estudiantes de undécimo está finalizando, los estudiantes en sus discursos de graduación despiden con gratitud a sus maestros dándoles gracias por lo mucho que aprendieron.
La reconstrucción cultural y la sensibilización por las artes, se las debemos a estas dos bellas profesiones: enseñar y bailar.
GERMAN GARCIA dijo:
Cordial saludo
Maestro y el payaso
El docente, el maestro, el profesor, labor que se genera desde la vocación de ayuda a la comunidad, el profesor enseña, del maestro se aprende, reza un adagio popular al igual que un payaso debe tener vocación hacia la comunidad; el payaso, puede ser acróbata, músico, malabarista, entrenador de animales, cantante, bailarín, cuenta chistes y, en fin, pueden desempeñar en el escenario toda suerte de acciones y presentaciones inimaginables que dependen, en buena parte, de las capacidades y, sobre todo, de la creatividad del propio payaso. el maestro como es sabido debe alistar, programar las clases, manejar contenidos, llenar formatos, planear actividades institucionales, un sin número de acciones o actividades que hacen de esta profesión algo compleja; el payaso repasa su rutina y desde ella busca innovar para centrar la atención de su público, el maestro llama la atención de su público (estudiantes) desde la innovación y recursividad temática, el payaso utiliza sus herramientas o útiles para hacer reír: bolas, lazos, moños, borlas, pimpones; el maestro lleva libros escuadras, reglas, borrador, lápices, hojas, portátil, para entrar en el escenario y así realizar su mejor labor.
Como todo ser humano el maestro y el payaso deben responden a sus obligaciones a pesar de los problemas o inconvenientes que se presentan dentro de su vida cotidiana, ante las circunstancias adversas de la vida… sonríe. “No puedo…soportar mi careta ante el mundo estoy riendo y dentro de mi pecho mi corazón hiriendo” (Javier Solís) todos los días tienen diferentes espectadores aunque pertenezcan al mismo circo.
Maria Teresa Olarte dijo:
Analogias de la docencia
El tiempo fluye sin parar como las aguas de un río, lo único permanente es el cambio…
En el pasado el maestro era la luz que iluminaba la mente sombría del alumno como aquella linterna que nos muestra el camino en la noche oscura, el maestro era el pastor y los estudiantes borregos, el proceso educativo era unidireccional y regido por estrictas jerarquías que como impulsadas por la fuerza de la invisible de la gravedad hacían que el conocimiento descendiera de los sabios a los legos, siempre condicionada por intereses teológicos, recordemos la ultima enseñanza de Sócrates, la cicuta no produce adicción…
Hoy la información parece un manantial al alcance de un click, la sombra del oscurantismo parece desvanecerse ante la luz de las pantallas, la ubicuidad de la biblioteca virtual desmaterializa el libro y lo convierte en un elemento cada vez mas lejano, en este contexto el educador busca su rol dentro de un ambiente donde la mayor parte de los estudiantes no leen ni el resumen del resumen y la mecánica del “copy – paste” se ha convertido en una practica cultural tan extendida que de forma insidiosa ha hecho que los estudiantes se alejen de la producción escrita de sus propios pensamientos.
Hoy los retos del docente lo llevan a asumir su rol en todo momento, debe ser capaz de transformarse según la situación, debe reinventarse con flexibilidad, siendo el padre que aprende de sus hijos, siendo el amigo que escucha y entendiendo que al hacer las preguntas correctas se enseña más que buscando transmitir las respuestas que solo se aprenden con la experiencia. El docente demuestra su grandeza siendo humilde, porque el verdadero maestro nunca termina de aprender.
Somos pasajeros de este flujo cambiante, todos vinimos para irnos, como una melodía tenemos un inexorable final, pero sé por propia experiencia que las personas perviven en sus ideas, en sus letras, en sus sueños, en sus enseñanzas, lo digo recordando a mi primera maestra: mi madre…
Maria Teresa Olarte
fernandovasquezrodriguez dijo:
María Teresa, gracias por tu comentario. Es un texto bien escrito y rico en semejanzas. Te invito a desarrollar en profundidad una de ellas.
Johanna E. Arias Ayala. dijo:
Buenas noches, este es mi ejercicio de analogía entre el maestro y el guerrero…
Las cualidades de un maestro y un guerrero son infinitas, ambos hacen de la vida una búsqueda incesante. El guerrero procura sacarle sentido a cada momento, valora la sabiduría y la compasión; al igual que el maestro quien busca encontrar un camino que le dé sentido a su quehacer, aprecia el conocimiento y la devoción. Así como el guerrero aprende a manejarse vital y existencialmente, es todo sagacidad y está libre de violencia; el maestro se construye trascendentalmente, es vivaz, lúcido y apacible. Es un guerrero el que entona el ánimo, no desfallece, saca inspiración de la tristeza, valora lo positivo y no se pierde en lo negativo. De la misma manera el maestro alienta, es persistente, se ilumina con la adversidad, reconoce la verdad y desecha la mentira. El guerrero es recto; procura ser ético, intenta no caer en sus propias trampas, semejante a él; es el maestro, integro, trata de ser ecuánime y de no perderse en sus reflexiones. Cada uno guerrero y maestro se dedican al cuidado de los demás, evitan el daño, promoviendo el bienestar entre quienes les rodean.
Johanna Arias.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johanna, gracias por tu comentario. Aunque tienes aspectos que pueden servirte para lograr una buena analogía, algunos de esos rasgos son imprecisos (por ejemplo, que el guerrero “valore la sabiduría” o esté “libre de violencia”…) Revisa.
SAIRA E. FLOREZ ZAMBRANO dijo:
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN DOCENCIA – NIVELATORIO
SEXTA SESIÓN LA ANALOGÍA
MAESTRANTE: SAIRA FLÓREZ ZAMBRANO
Profe Fernando, aunque la verdad se me dificulta lo de las analogías, envió mi segundo intento. Sigo dándole vueltas al asunto. Gracias
La grandeza de la labor del maestro, al igual que la del campesino es poco reconocida. Mientras el campesino utiliza el arado para abrir la tierra, el maestro utiliza el libro para abrir todo un mundo de posibilidades por aprender. Del mismo como el campesino se vale del abono para que crezca la semilla, el maestro se vale del conocimiento para abonar el intelecto de la persona. Hay paridad en la forma como el campesino planta un árbol para que crezca fuerte y la forma como el maestro apoya el desarrollo de la personalidad de sus estudiantes. A la vez que el campesino cuida de su árbol, el maestro vela por sus estudiantes. Y, finalmente, al igual que el campesino recoge los frutos de su cosecha, el maestro siente satisfacción de haber plantado en sus estudiantes la semilla del conocimiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Saira, gracias por tu comentario. Mucho mejor tu segundo intento. Has captado bien de qué se trata hacer una analogía. Sugiero incluir otros elementos: por ejemplo, el tema de la evaluación.
BLANCA CUADROS dijo:
El maestro y el carpintero
La carpintería como el ser maestro son dos oficios muy antiguos, la carpintería ha desarrollado su trayectoria al o largo de todos estos siglos, a través de artesanos que adquirieron diversas técnicas, abriendo la artesanía original hasta constituirse en una verdadera, por su parte los maestros siempre han existido, el primero e insuperable Jesús quien impartió su enseñanza memorable y que ha perdurado a través de los años y de los siglos; el carpintero posee gran habilidad en su manos para manejar las máquinas y las herramientas, por su parte el profesor busca las mejores maneras de llegarle al estudiante a través de sus didácticas para que el conocimiento sea significativo; el carpintero es un oficio que se realiza en un taller donde se trabaja la madera y sus derivados con el objetivo de cambiar su forma física para crear objetos útiles al desarrollo humano como pueden ser muebles para el hogar, marcos de puertas, juguetes, escritorios de trabajo, etc. Por su parte el maestro dentro del recinto “el aula de clase” transmite sus saberes al alumno mediante diversos recursos, elementos, técnicas y herramientas de apoyo, y de esa manera moldearlos para que salgan a la vida teniendo herramientas útiles y puedan servir a la sociedad en su beneficio.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Blanca, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Adiciona otros elementos de las dos realidades. Usa el punto seguido (cambia algunos puntos y comas).
Ofir Andrea Roa Pulido dijo:
Profesor Fernando, Buenos días:
Le envío mi primer intento…ansiosa por recibir sus portes.
El pastor de ovejas y el profesor
La labor sencilla del profesor puede semejarse a la del pastor de ovejas, quien con sus cuidados alimenta y sacia a sus ovejas con los mejores pastos que encuentra a su paso; el maestro por su parte llena a sus estudiantes con sabrosos, preciosos y seleccionados conocimientos que logran saciar sus mentes, claro, por un momento; porque como ovejas, muchas veces los estudiantes son un tanto obstinados y olvidadizos, lo que obliga a su pastor encaminarlas nuevamente con ayuda de su cayado; en la misma forma, el profesor utiliza sus libros y los conocimientos que tiene de ellos cual cayado para hacer entrar en razón a sus esquivos y en ocasiones renuentes estudiantes.
Las vestiduras del pastor son sencillas, pues está dispuesto a entrar en cualquier lugar para rescatar a sus ovejas; el maestro está investido de conocimiento que puede llegar a ser tan sencillo como para aplicar cada teoría, por elevada que sea, a las situaciones más cotidianas que acaecen a sus estudiantes.
El pastor deambula por parajes recónditos buscando siempre los mejores pastos para sus ovejas, el profesor está en constante búsqueda de estrategias, herramientas, medios para hacer que sus estudiantes adquieran sus conocimientos de la forma más plácida y agradable.
El pastor utiliza su arpa o flauta para calmar a sus ovejas cundo se sienten atemorizadas por la oscura noche o los peligrosos animales, el maestro utiliza sabias palabras dotadas con altas dosis de amabilidad y sosiego para derribar miedos y enfrentar situaciones difíciles, empoderando a sus estudiantes con conocimientos prácticos aplicables a cada situación.
El pastor está siempre guiando a sus ovejas, las lleva de un lugar a otro, en caso de que alguna esté herida él la cura y la lleva en sus hombros; el maestro es capaz de despojarse de sus títulos para hacerse cómplice de sus estudiantes, para hacerse similar a ellos y en ocasiones los levanta, los lleva en sus hombros por los inhóspitos caminos del saber, aunque las valoraciones causen heridas, solo él es capaz de ayudar a sus estudiantes a sobrepasar sus dificultades con nuevas y diferentes explicaciones como aquella mezcla de vino y aceite con la que el pastor cura las heridas de sus ovejas.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ofir Andrea, gracias por tu comentario. Muy bien.
Doris Cabrera dijo:
Buenas noches profesor, agregué otras características compartidas en la analogía.
Analogía: profesor – guía turístico
Un profesor al igual que un guía de turismo es un profesional que se ha preparado durante varios años desarrollando habilidades y conocimientos que lo habilitan para desempeñar su labor. Ya en posesión de su cargo, tanto uno como otro, inician por hacer la planeación del itinerario, actividades y recursos requeridos para emprender su aventura. El pedagogo, tanto en su función, como en lo transitorio de su intervención sobre el grupo que recibe, se asimila al guía turístico. El educador, con un grupo heterogéneo de niños o jóvenes desconocidos, inicia su viaje de un año a través del cual se van conociéndose mutuamente, tal como sucede con el guía, cuando le encomiendan la misión de acompañar a un grupo de turistas durante su recorrido.
En este viaje el profesor, al igual que el guía, lleva al grupo por senderos desconocidos para ellos, en los cuales va mostrándoles todas esas maravillas del mundo que él bien conoce, y trata de transmitirles esa pasión y ese encanto que ha descubierto, como experto en su materia. De manera similar el guía lleva a su grupo por los lugares más espectaculares de la geografía, elige lo mejor de su repertorio para trasmitirles la información sobre hechos históricos, culturales y en general, las características relevantes que hacen de esos parajes algo digno de admirar.
Tanto como el guía, el docente hace su mejor esfuerzo para que todos los integrantes de su grupo, disfruten y se apasionen durante el viaje; para que accedan al conocimiento de aquello en lo cual él tiene un amplio bagaje; se esmeran para que nadie se quede por el camino, para que todos lleguen a su destino sin extraviarse. El maestro y el guía están atentos a resolver con prontitud las inquietudes de los miembros del equipo a su cargo. Cada integrante de sus grupos es igualmente importante, con sus particularidades, intereses, expectativas, opiniones, vivencias que enriquecen la experiencia compartida. Los dos reconocen en la diversidad la riqueza que alimentará la aventura que emprenden y de la cual unos y otros se beneficiaran.
Los dos profesionales tienen la misión de educar y desarrollar el sentido de responsabilidad con el ambiente para preservar los parajes visitados permitiendo que otros puedan disfrutarlos. Ambos son embajadores de la cultura y como tal se encargan de difundir conocimiento, buscando hacer del aprendizaje una aventura maravillosa y de la experiencia una fuente de conocimiento. Tanto en la experiencia educativa como en la turística se requiere realizar la evaluación de las actividades desarrolladas, evaluación que tiene como finalidad el mejoramiento continuo de los procesos a través de la retroalimentación. Para el guía educativo, al igual que para el guía turístico alcanzar la satisfacción de sus “clientes” (estudiantes y turistas respectivamente) es su objetivo y su mayor satisfacción y si al correr de los años algún integrante de los tantos grupos que acompañó, lo saluda con aprecio recordando algunas de sus enseñanzas, ese será el mejor pago de su esmerada labor.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Doris, gracias por tu comentario. Muy bien.
LUZ DARY VALENCIA PINZÓN dijo:
profe buenas noches. voy por mi tercer intento
ANALOGIA ENTRE MAESTRO Y ARTISTA
El artista siente el Arte en su ser así mismo el maestro vive el Saber, El artista con su lienzo en blanco a la espera de quien le va a dar vida, el maestro con su estudiante, quien aguarda de manera curiosa y atenta la sorpresa; el artista es sensible a la naturaleza de donde extrae temas para sus obras, del mismo modo el maestro ve las necesidades e intereres de los niños y parte de ahí para escoger los saberes de sus clases; el artista tiene una galería de arte donde expone sus obras así como el maestro tiene el salón de clase donde vive diversas experiencias con el grupo escolar que ese año tiene la fortuna de acompañar. El artista prepara con minuciosidad sus materiales porque sabe que de eso depende la calidad de su obra de arte, si se compara, sería lo mismo cuando el maestro con dedicación prepara su clase porque sabe que a eso obedece el éxito de su enseñanza; mientras el artista afianza su técnica para que el producto final sea el esperado el maestro implementa novedosas didácticas que le permitirán a sus estudiante comprender y disfrutar mientras aprenden. El artista es versátil algo similar sucede con el maestro; cuando se adapta a las diversas situaciones que se le puedan presentar. La composición de una obra de arte es primordial para que el cuadro del artista se vea armónico e impacte a quien lo ve, de la misma manera el maestro crea escenarios intencionados, contextos y ambientes pedagógicos que hacen que los estudiantes aprendan, mientras que, sueñan e imaginan entre cuentos y fantasía. Pero tanto el artista como el maestro AMAN lo que hacen.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Dary, gracias por tu comentario. Celebro tu tercera versión. Muy bien. Sigues teniendo problemas con la puntuación (analiza: la coma después de “saber”; la coma después de “dar vida”; el punto y coma después de “la sorpresa”…).
Angélica Vergara dijo:
Buenas noches, profe. Esta es mi presentación de analogía. Gracias por revisarlo.
Maestro como poeta
El maestro como el poeta busca su mejor vocabulario, el lenguaje adecuado para llevar su mensaje a su audiencia. Lo busca, lo prepara, busca inspiración propia y motivada por sabiduría, sentimientos y vivencias, cualidades que hacen fuerte su discurso, su expresión y por ende su finalidad. El poeta y el maestro se hacen fuertes estudiando, preparándose y viviendo; su intención es maravillar, sorprender, iluminar, crear sentimientos de inquietud, mostrar el mundo desde su perspectiva particular; y viven en un continuo intento de alimentar mente y espíritu sin olvidar que aquel del otro lado va a tener una reacción personal; y entonces desea con su ser formativo y bondadoso y hasta ambicioso que su mensaje llegue y sea bien recibido y también transmitido aún más allá, que sea progresivo, que tenga futuro. Nuestra didáctica incluye el acto de mostrar caminos, problemas y valores cotidianos, de mostrar belleza de formas novedosas, de hacer que nos cuestionemos y busquemos continuamente un nuevo universo en el que nuestros pensamientos e ideas se conecten, una ambiente de aprendizaje donde podamos expresarnos individualmente y como parte de un grupo o sociedad.Incluye también una prosa recursiva, que entone con el lenguaje y con un contexto real, y a veces imaginario. La temática no tiene barreras: la naturaleza y sus fenómenos, el hombre y su historia, el arte… Nuestra evaluación, no es solo del mensaje recibido y de cómo es recibido, sino también de nosotros como dadores de ese mensaje. Y los dos, poeta y maestro, queremos ese éxito.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Angélica, gracias por tu comentario. Bien por el primer intento. Analiza tu texto para que no termines cualificando al poeta. Toma cada rasgo de las dos realidades y has la comparación respectiva. Revisa desde “nuestra didáctica…” (el tono y la persona gramatical es diferente)
Martha Lucía dijo:
Buenas tardes Maestro:
Primer intento
La labor del sastre y la de maestro son muy importantes en la sociedad, los dos ejercen una loable profesión son dueños de saberes que entre sus manos se vuelven realidades, por ejemplo el sastre extiende la tela completamente sobre la mesa de corte, para recrearse en sus colores y visualizar su obra antes de empezarla, el maestro observa atentamente a los estudiantes de su grupo al inicio de cada clase y admirar en sus rostros el deseo de aprender algo nuevo.
Cada uno planea antes de empezar cual será la secuencia para lograr su más reciente creación. El sastre hace un molde de papel y con el dibujara las formas sobre la tela que cortara cuidadosamente. El maestro por su parte planea cuidadosamente su clase, sus estrategias didácticas y enseñanzas antes de llegar al aula. Durante la elaboración del traje, el sastre combina fantásticamente el diseño que ha tomado con elementos originales que brotan de su inspiración, el maestro en el aula emplea estrategias y habilidades propias que solo el momento del acto educativo requiere y así moldear la actitud del aprendiz hacia el conocimiento.
Ambos artistas de la vida, se consolidan y crecen a partir de la experiencia, pues, ponen arte a cada diseño, lo perfeccionan y admiran. El sastre pone sus trajes a prueba una y otra vez antes de entregar el producto final y el maestro aplica instrumentos de evaluación para verificar el aprendizaje de sus estudiantes.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Martha Lucía, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Revisa el uso de la puntuación (algunas comas son, en verdad, puntos y comas. Ten cuidado con las tildes (“dibujara”, “cortara”…)
oscar perez dijo:
Cordial saludo maestro Fernando, en busca del “Muy bien” sin ningún complemento de corrección, envío este que espero sea el intento final. Mil gracias.
Maestro como guitarrista acústico; Ambos personajes deleitan con su conocimiento a un público particular, su virtuosismo lo construyen con la práctica y estudio permanente, y su mayor pasión es hacer cada día su ejecución con la mayor limpieza posible. El guitarrista, presto al alistamiento, gira las clavijas buscando construir una serie de relaciones de frecuencia vibratoria que dan lugar a las notas de una escala; Del mismo modo el maestro prepara sus instrumentos, realiza un ajuste en la preparación de la clase, procurando dar el mejor tono y pertinencia a las enseñanzas que desea desarrollar, presupuesta unas ayudas didácticas, “afina” la calidad de la exposición temática de la sesión con sus estudiantes. Y bueno, tras el alistamiento o preparación, la guitarra y el guitarrista comienzan un diálogo atravesado por la sutilidad y precisión, por el amplio conocimiento de su instrumento, pues aunque el guitarrista pudiese interactuar con otro tipo de instrumento de cuerda, como la lira o la cítara, se debe ser conscientes y esperar el máximo de calidad en la interpretación con su especialidad, la guitarra clásica o acústica. Igualmente el maestro al culminar su preparación, inicia el desarrollo de clase, la conversación con sus estudiantes, y si bien es necesario que éste posea un conocimiento amplio, un bagaje cultural, que sea permeado por las generalidades de muchas disciplinas, él debe ser fuerte en el dominio de su disciplina, el manejo del tema, del área de conocimiento, debe ser tan poderoso como la magistral presentación de un guitarrista clásico consagrado. Ahora, el maestro como el guitarrista que presionando cada cuerda en su respectivo traste, moderando las velocidades, articulando acordes, aplicando la técnica musical en busca de las más grandiosas melodías, desarrolla su clase efectuando su metodología, dando engrane a las etapas de la sesión, su inicio, la contextualización, la explicación, la práctica o ejercitación, el cierre y evaluación, como si cada una de estas fuera un traste del mástil y fuese tocado en un tiempo determinado de la sonora clase. Todo esto bajo un modelo pedagógico que se asemejaría a la técnica del intérprete del instrumento de cuerda. Luego, si detallamos cómo en la caja de resonancia, allí en su centro agujerado por donde mágicamente – o por efectos físicos – sale el sonido que se traduce como obra musical aplaudida por muchos, se asemeja a la voz del maestro, su discurso, la fuerza de enseñanza, donde el conocimiento cobra vida a través de su retórica, y hace que sus estudiantes no aplaudan, pero sí aprendan.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Excelente.
LUZ DARY VALENCIA PINZÓN dijo:
Buen día profe va mi segundo intento
ANALOGIA ENTRE MAESTRO Y ARTISTA
El artista siente el Arte en su ser el maestro vive el Saber, El artista con su lienzo en blanco a la espera de quien le va a dar vida, el maestro con su estudiante, quien aguarda de manera curiosa y atenta la sorpresa; el artista es sensible a la naturaleza de donde extrae temas para sus obras, el maestro ve las necesidades e interés de los niños y parte de ahí para escoger los saberes de sus clases; el artista tiene una galería de arte donde expone sus obras, el maestro tiene el salón de clase donde vive diversas experiencias con el grupo escolar que ese año tiene la fortuna de acompañar; el artista prepara con minuciosidad sus materiales porque sabe que de eso depende la calidad de su obra de arte y el maestro con dedicación prepara su clase porque sabe que a eso obedece el éxito de su enseñanza; mientras el artista afianza su técnica para que el producto final sea el esperado el maestro implementa novedosas didácticas que le permitirán a sus estudiante comprender y disfrutar mientras aprenden; El artista es versátil y el maestro es adaptable a las diversas situaciones que se le puedan presentar, La composición de una obra de arte es primordial para que el cuadro del artista se vea armónico e impacte a quien lo ve, el maestro crea escenarios intencionados, contextos y ambientes pedagógicos que hacen que los estudiantes aprendan, mientras que, sueñan e imaginan entre cuentos y fantasía. Pero ante tanto el artista como el maestro AMAN lo que hacen.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luz Dary, gracias por tu comentario. Mucho mejor. Revisa el uso de la puntuación. Procura usar el punto seguido. Incluye conectores de relación.
LEONARDO BARRANTES dijo:
Buenas noches.
Amanece, comienza la jornada.
Camino al cultivo provisto de sus herramientas, la barra, la pica, el machete y el arado, el maestro en medio de un morral o una cartera, marcadores, guías, evaluaciones, trabajos y libros.
La sabiduría de un campesino trasmisión cultural de los ancestros, basta una mirada al cielo para pronosticar el clima, en la noche la luna señala los mejores días para el cultivo, a su vez, el maestro con un conjunto de saberes compuesto por teorías, métodos y didácticas son insuficientes, más allá de los títulos es su vocación el recurso pedagógico más preciado.
No importa el sol o la lluvia inclemente, su andamio la perseverancia, dedicación y esfuerzo, ¿quién fuera maestro si careciera de esto?
En el surco arrojando las semillas una a una, limpiando pacientemente, arar, abonar, desyerbar y velar por que el cultivo crezca, el salón el surco, las semillas los jóvenes y niños que el maestro entre sus manos debe orientar a buscar sus sueños, cultivando en su espíritu el carácter y autonomía, aunque para esto en ciertos momentos un regaño, un consejo.
En tiempos de sequía el riego se convierte en una labor ardua, en invierno una oración al altísimo para que apacigüen las tormentas, canales a pica y pala desahogan el plantío. En un mundo en crisis la labor del maestro es más difícil, la educación cambio de dueño, los medios, los círculos sociales y las creencias grupales se convirtieron en fuentes de conocimiento para moldear conciencias, una sociedad que exige al maestro apaciguar la tormenta, enamorar al estudiante, descubrir sus talentos para que sean verdaderamente ellos.
Llegan los días de cosecha, orgulloso se engalana para asistir al mercado, frutos frescos de color intenso, tubérculos para saciar el hambre, flores para cubrir de fragancias y colores los amores, yerbas medicinales cura de los más viejos. En día de grados la corbata, los trajes negros, vestimenta acorde a magnánimo evento, el maestro posa inquieto detrás de un lente las evidencias de su desempeño.
En medio del alborozo el día llega su final, anunciando una nueva cosecha, al terminar el festejo una nueva generación de estudiantes hacen fila en el colegio.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Leonardo, gracias por tu comentario. Muy bien. ¿Qué sería el tema de la evaluación para el campesino?
Martha Ruth Cruz Contreras dijo:
Buenas noches envió mi primer intento.
El jardinero al igual que el maestro lleva consigo una inmensa vocación para desempeñar su labor, mantienen una actitud reflexiva, consciente de su diaria labor, inmersos en su profesión pues la vocación es el motor que los lleva a entregar con el alma y el corazón lo mejor cada día. El jardinero escoge el terreno apropiado para sembrar su semilla, observa que las condiciones del suelo sean adecuadas, más aún que reciba tanto sol como sombra, así mismo al iniciar un año escolar el maestro organiza e idea su plan de estudios, programa las actividades pedagógicas teniendo en cuenta las facetas de los estudiantes y el contexto. Con la semilla plantada el jardinero no se conforma con esperar el retoño, por el contrario se levanta muy temprano cada día a regar la tierra, a quitar con sus manos la mala hierba que quiere apoderarse del terreno, a regar el abono que nutre suelo y semilla, una melodía matutina, unas palabras de afecto que los acerca, de manera semejante el maestro con su ejemplo inspira dedicación y empeño, su clase convierte en momentos de alegría y verdadero aprendizaje, enseñar es entregar lo mejor, sin falta una voz de aliento, un consejo o simplemente un abrazo como señal de cariño. Llega el amanecer y ansioso corre hacia el jardín, atónico queda al ver como su semilla ha crecido y brotado, vigorosa, sus raíces se han apoderado del terreno, en tiempos de grados el maestro orgulloso contempla al hombre y la mujer que recibiendo su diploma muestra de su gran esfuerzo, de valores y principios que en su interior yacerán por siempre.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Martha Ruth, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Busca enriquecer la analogía con otros elementos: ¿qué sería la evaluación para el jardinero?, ¿y la didáctica?
Elkin Ballesteros dijo:
Elkin Ballesteros Guerrero
Tercer intento (Correcciones ajustadas)
El maestro como Chef
Tanto el chef como es maestro se asemejan en cuanto ambos necesitan unos utensilios para ejercitar con excelencia su profesión. Así como el chef requiere de unos cuchillos de corte fino o especial para la preparación de una exquisita receta, el maestro necesita del conocimiento para deleitar con su sabiduría a sus discípulos y obtener una refinada clase.
El chef debe saber disfrutar de la cocina y soportar el calor ambiental, y el maestro debe saber regocijarse de las preguntas, inconsistencias y ruidos que acontecen en el aula de clase. Para el chef es necesario una gran variedad de tablas para cortar, el maestro ineludiblemente requiere de diversidad de diccionarios (Diccionario Ferrater Mora, diccionario de ciencias cognitivas y diccionario de métodos cualitativos en ciencias humanas y sociales…) para el desarrollo del ejercicio de su enseñanza. Es necesario que el chef posea ollas, mientras que el maestro tenga en su poder multiplicidad de libros (Literatura, filosofía, política, medicina…) que ilustren sus enseñanzas. También el chef debe poseer espátulas y cucharas, en cambio el maestro debe gozar de estrategias, didácticas y mediaciones de aprendizaje para que sea comprensible y digerible su enseñanza.
El maestro como chef debe tener mucha energía y pasión por lo que hace, además mantener la capacidad de conservar la calma bajo presión. Tanto el maestro como el chef deben tener creatividad e imaginación para concebir ideas, el primero para su enseñanza y el segundo para el menú y la presentación de sus platos.
Entonces, así como como el chef tiene unos utensilios para preparar deleitables platos, el maestro de igual manera tiene unos utensilios para hacer de su enseñanza algo exquisito.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Elkin, gracias por tu comentario. Muy bien.
oscar perez dijo:
Cordial saludo maestro, Merecido llamado de atención, procurare ser más riguroso con las tildes. Tercer intento en prueba.
Maestro como guitarrista acústico; Ambos personajes deleitan con su conocimiento a un público particular, su virtuosismo lo construyen con la práctica y estudio permanente, y su mayor pasión es hacer cada día su ejecución con la mayor limpieza posible. El guitarrista, presto al alistamiento, gira las clavijas buscando construir una serie de relaciones de frecuencia vibratoria que dan lugar a las notas de una escala; Del mismo modo el maestro prepara sus instrumentos, realiza un ajuste en la preparación de la clase, procurando dar el mejor tono y pertinencia a las enseñanzas que desea desarrollar, presupuesta unas ayudas didácticas, “afina” la calidad de la exposición temática de la sesión con sus estudiantes. Y bueno, tras el alistamiento o preparación, la guitarra y el guitarrista comienzan un diálogo atravesado por la sutilidad y precisión, por el amplio conocimiento de su instrumento, pues aunque el guitarrista pudiese interactuar con otro tipo de instrumento de cuerda, como la lira o la cítara, se debe ser conscientes y esperar el máximo de calidad en la interpretación con su especialidad, la guitarra clásica o acústica. Igualmente el maestro luego de su preparación, inicia el desarrollo de clase, la conversación con sus estudiantes, y si bien es necesario que éste posea un conocimiento amplio, un bagaje cultural, que sea permeado por las generalidades de muchas disciplinas, él debe ser fuerte en el dominio de su disciplina, el manejo del tema, del área de conocimiento, debe ser tan poderoso como la magistral presentación de un guitarrista clásico consagrado. Luego, el maestro como el guitarrista que presionando cada cuerda en su respectivo traste, moderando las velocidades, articulando acordes, aplicando la técnica musical en busca de las más grandiosas melodías, desarrolla su clase efectuando su metodología, dando engrane a las etapas de la sesión, su inicio, la contextualización, la explicación, la práctica o ejercitación, el cierre y evaluación, como si cada una de estas fuera un traste del mástil y fuese tocado en un tiempo determinado de la sonora clase. Todo esto bajo un modelo pedagógico que se asemejaría a la técnica del intérprete del instrumento de cuerda. Luego, si detallamos cómo en la caja de resonancia, allí en su centro agujerado por donde mágicamente – o por efectos físicos – sale el sonido que se traduce como obra musical aplaudida por muchos, se asemeja a la voz del maestro, su discurso, la fuerza de enseñanza, donde el conocimiento cobra vida a través de su retórica, y hace que sus estudiantes no aplaudan, pero sí aprendan.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Muy bien. Busca otros conectores alternativos al “luego”.
Rodolfo Alberto López D+iaz dijo:
El tema antiguo y sabio: poetas y místicos lo saben. El tono escritural diferente: esta vez más pausado y rítmico, como la poesía. Hermosa analogía sobre el arte y la vida. Felicitaciones.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Rodolfo, gracias por tu comentario.
oscar yair perez rubiano dijo:
Cordial saludo,generoso maestro Fernando, en vista de lo “desafortunado” de mi primera analogía, (aunque no se precisamente por que), he construido un segundo intento.
Maestro como guitarrista acústico; Ambos personajes deleitan con su conocimiento a un público particular, su virtuosismo lo construyen con la práctica y estudio permanente, y su mayor pasión es hacer cada día su ejecución con la mayor limpieza posible. El guitarrista, presto al alistamiento, gira las clavijas buscando construir una serie de relaciones de frecuencia vibratoria que dan lugar a las notas de una escala; Del mismo modo el maestro prepara sus instrumentos, realiza un ajuste en la preparación de la clase, procurando dar el mejor tono y pertinencia a las enseñanzas que desea desarrollar, presupuesta unas ayudas didácticas, “afina” la calidad de la exposición temática de la sesión con sus estudiantes. Y bueno, tras el alistamiento o preparación, la guitarra y el guitarrista comienzan un dialogo atravesado por la sutilidad y precisión, por el amplio conocimiento de su instrumento, pues anuqué el guitarrista pudiese interactuar con otro tipo de instrumento de cuerda, como la lira o la citara, se debe ser conscientes y esperar el máximo de calidad en la interpretación con su especialidad, la guitarra clásica o acústica. Igualmente el maestro luego de su preparación, inicia el desarrollo de clase, la conversación con sus estudiantes, y si bien es necesario que este posea un conocimiento amplio, un bagaje cultural, que este permeado por las generalidades de muchas disciplinas, él debe ser fuerte en el dominio de su disciplina, el manejo del tema, del área de conocimiento, de la disciplina particular, debe ser tan poderoso como la magistral presentación de un guitarrista clásico consagrado. Luego, el maestro como el guitarrista que presionando cada cuerda en su respectivo traste, moderando las velocidades, articulando acordes, aplicando la técnica musical en busca de las más grandiosas melodías, desarrolla su clase efectuando su metodología, dando engrane a las etapas de la sesión, su inicio, la contextualización, la explicación, la practica o ejercitación, el cierre y evaluación, como si cada una de estas fuera un traste del mástil y fuese tocado en un tiempo determinado de la sonora clase. Todo esto bajo un modelo pedagógico que se asemejaría a la técnica del intérprete del instrumento de cuerda. Luego, si detallamos cómo en la caja de resonancia, allí en su centro agujerado por donde mágicamente – o por efectos físicos – sale el sonido que se traduce como obra musical aplaudida por muchos, se asemeja a la voz del maestro, su discurso, la fuerza de enseñanza, donde el conocimiento cobra vida a través de su retórica, y hace que sus estudiantes no aplaudan, pero sí aprendan.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Muy bien. Revisa la ortografía de varias palabras: “dialogo”, “anuqué”, “citara”, “este”, “practica”…
SAIRA E. FLOREZ ZAMBRANO dijo:
UNIVERSIDAD DE LA SALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN DOCENCIA – NIVELATORIO
SEXTA SESIÓN LA ANALOGÍA
MAESTRANTE: SAIRA FLÓREZ ZAMBRANO
Profe Fernando, aunque la verdad se me dificulta lo de las analogías, envió mi primer intento. La verdad es algo a lo que le he dado muchas vueltas.
La grandeza de la labor del maestro, al igual que la del campesino es poco reconocida. Mientras el campesino utiliza el azadón para arar la tierra, el maestro utiliza el tablero para abrir todo un mundo de posibilidades por aprender; del mismo como el campesino se vale del abono para que crezca la semilla, el maestro se vale del conocimiento para abonar el intelecto de la persona; hay paridad en la forma como el campesino planta un árbol para que crezca fuerte y la forma como el maestro apoya el desarrollo de la personalidad de sus estudiantes, a la vez que el campesino cuida de su árbol, el maestro vela por sus estudiantes. Y, finalmente, al igual que el campesino recoge los frutos de su cosecha, el maestro siente satisfacción de haber plantado en sus estudiantes la semilla del conocimiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Saira, gracias por tu comentario. No te desanimes. Tienes elementos pertinentes para redactar tu analogía. Analiza algunas de las relaciones (por ejemplo, la del azadón con el tablero). ¿Qué sería para el campesino el tema de la evaluación?Revisa la puntuación; usa el punto seguido.
FANNY DUQUE dijo:
Buenas noches maestro, me disculpo por la ausencia, pero me tomo mucho tiempo pensar el ejercicio, además de muchas otras cosas que se me presentaron:
El maestro como relojero:
El tiempo y el espacio son condiciones difícilmente manejables y entendibles, pero hay dos especialistas en el tema que los conocen con precisión y sabiduría, eso sí, cada uno desde su quehacer; mientras el maestro conoce cada dimensión del ser humano y trabaja en desarrollar a profundidad sus habilidades y superar sus dificultades, el relojero conoce a la perfección cada pieza del mecanismo general, su función y su potencial, según la referencia de la máquina. El relojero es dueño directo del tiempo, el maestro es dueño de la historia y de la memoria de los estudiantes; el relojero posee lentes especializados para facilitar el trabajo con las piezas pequeñas, el maestro observa detenidamente y sin prejuicios la realidad de cada estudiante, así mismo, conoce las habilidades y debilidades de ellos, mientras que el relojero identifica marcas, modelos y funciones de sus relojes; el relojero va de adentro hacia afuera, mientras perfecciona el mecanismo al interior, pule la mica para hacer más trasparente la óptica, el maestro hace lo mismo, perfecciona la razón, pule el alma y la voluntad, delinea la fe y el hacer. Por último, el relojero ajusta el pulso a la muñeca, el maestro ajusta la didáctica al contexto a la mano del estudiante. La precisión y la dedicación son características únicas de ambos y es la exactitud en la medida del tiempo y del espacio en relación con su disposición su riqueza y proximidad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Fanny, gracias por tu comentario. Hay rasgos valiosos que pueden llevarte a una buena analogía. Pule algunos de esos rasgos (por ejemplo el del “ajusta el pulso a la muñeca”). Revisa la puntuación (un caso: el punto y coma después de “su quehacer”).
noruan dijo:
hola mi profe, cambie la expresión pone a disposición,porque me generaba ruido, además se me fue esa mayúscula, que pena..
pero así quedó:
El maestro como oasis
La presente analogía parte de la idea de concebir al maestro como un lugar de abastecimiento de aquellos aprendices, que como viajeros, transitan por el camino del conocimiento. Esta característica de servir de proveedor consiste en brindar las herramientas necesarias para iniciar o continuar el difícil recorrido por las sendas inestables del saber pues los vientos de cambio que soplan determinan las condiciones del terreno por donde escasea la lluvia de la reflexión y del pensamiento académico. Este oasis dispone las frondes de sus palmeras de manera que actúan como una mano que se despliega para acoger a sus pupilos y así cumplir con la función de protegerlos de las inclemencias y adversidades del hostil medio que les rodea. Cuenta además, con manantiales de agua dulce para saciar la sed de los curiosos e inquietos exploradores que llegan allí por diferentes circunstancias del destino, por eso el maestro no está al servicio exclusivo de sus estudiantes sino de familiares, amigos, pares y otras personas que compartan con él la necesidad y el deseo de aprender. Este oasis es fuente de vida intelectual, quien llega a ese lugar jamás será el mismo.
Dependiendo de las condiciones en que desempeñe su labor, el maestro es valorado o señalado como un espejismo. Esto último se presenta cuando la sociedad, cansada y algunas veces cegada por la luz de la ignorancia, lo culpa del deterioro social en todas sus dimensiones; y que decir cuando en momentos de extrema sequía de raciocinio se le atribuye el fracaso del desarrollo de lo que debe ser la humanidad. En síntesis el maestro oasis promueve el cultivo de la subsistencia, en medio de oleadas de analfabetismo, de manera que se convierte en un medio de resguardo ante la adversidad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Muy bien.
Elkin Ballesteros dijo:
Elkin Ballesteros Guerero
Segundo intento.
El maestro como Chef
Tanto el chef como es maestro se asemejan en cuanto ambos necesitan unos utensilios para ejercitar con excelencia su profesión. Así como el chef requiere de unos cuchillos de corte fino o especial para la preparación de una exquisita receta, el maestro necesita del conocimiento para deleitar con su sabiduría a sus discípulos y obtener una refinada clase.
El chef debe saber disfrutar de la cocina y soportar el calor ambiental, y el maestro debe saber regocijarse de las preguntas, inconsistencias y ruidos que acontecen en el aula de clase. Para el chef es necesario una gran variedad de tablas de distintos tamaños para cortar, el maestro ineludiblemente requiere de diversidad de diccionarios (Diccionario Ferrater Mora, diccionario de ciencias cognitivas y diccionario de métodos cualitativos en ciencias humanas y sociales…) para el desarrollo del ejercicio de su enseñanza. Es necesario que el chef posea ollas antiadherentes, ollas en acero pulido y acero inoxidable, mientras que el maestro debe tener multiplicidad de libros (Literatura, filosofía, política, medicina…) que ilustren sus enseñanzas. También el chef debe poseer espátulas de diferentes funcionalidades como la espátula con orificio utilinea bambo, o la espátula fritura entre otras muchas, en cambio el maestro utiliza las estrategias, didácticas y mediaciones de aprendizaje para que sea comprensible y digerible su enseñanza.
El maestro como chef debe tener mucha energía y pasión por lo que hace, además mantener la capacidad de conservar la calma bajo presión. Tanto el maestro como el chef deben tener creatividad e imaginación para concebir ideas, el primero para su enseñanza y el segundo para el menú y la presentación de sus platos.
Entonces, así como como el chef tiene unos utensilios para preparar deleitables platos, el maestro de igual manera tiene unos utensilios para hacer de su enseñanza algo exquisito.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Elkin, gracias por tu comentario. Mucho mejor. Algunos de los rasgos relacionados me parecen “forzados” (lo de “las tablas de distinto tamaño” o las “ollas antiadherentes”…)Revisa.
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando, cordial saludo. Envío la cuarta versión después de realizar los cambios sugeridos. Gracias
La labor de maestro se asemeja a la labor de un cirujano pues ambos tienen en sus manos vidas humanas. El parecido entre estas dos profesiones se puede observar desde diversas perspectivas como la personal, del espacio físico y las patologías. En cuanto a la primera perspectiva podríamos observar que: así como el cirujano debe desarrollar y ejercer su criterio permitiéndole tomar decisiones acertadas ante imprevistos, del mismo modo el maestro debe aplicar sus criterios para actuar cuando se presenten complicaciones; de igual manera que el cirujano debe trabajar con orden y minuciosidad debiendo haber previsto con anterioridad todos los elementos para utilizar durante el acto quirúrgico, el maestro debe ser organizado y detallista cuando realiza su labor habiendo planeado el acto educativo; Desde la segunda perspectiva se puede mirar lo siguiente: el quirófano es análogo al aula de clase pues ambos recintos deben ser respetados y deben contener excelentes condiciones para el desarrollo de cada práctica en busca de obtener los mejores resultados. Así como el quirófano debe estar dotado de buen instrumental, lencería suficiente, adecuada anestesia y óptima iluminación, el aula de clase debe estar rodeada de un adecuado material didáctico, buena iluminación y espacios necesarios. Oteando desde el tercer punto de vista, si el cirujano debe conocer la patología biológica que impide al cuerpo del paciente funcionar correctamente para aplicar la técnica adecuada que logre la curación del enfermo, entonces el maestro debe estar al tanto de las emociones y conocimientos del estudiante para actuar en consecuencia y lograr tanto el desarrollo intelectual como el personal de este. Es evidente entonces la semejanza entre la profesión de cirujano y de maestro. Por último para reforzar la analogía se puede considerar cómo ambos deben estar en continua preparación para estar a la altura del desarrollo en la investigación de la medicina y de la pedagogía.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Muy bien.
Laura Cruz dijo:
Buenas tardes profesor Fernando,
El maestro y el jardinero
Cuando se abren las puertas de la escuela el maestro recibe con amor todas aquellas semillitas sedientas de conocimiento. Antes de empezar a cultivar, el maestro verifica que la tierra este en perfecto estado para recibir todos los nutrientes. Al igual que el jardinero, el maestro cuida de sus retoños día a día, tiene en cuenta el clima y las necesidades del terreno, de ese modo, al final del proceso se podrán recoger hermosos frutos.
El jardinero pone más dedicación en aquellas planticas que son delicadas y merecen mucha atención. De modo similar, el maestro sabe que hay unos estudiante que crecen y florecen solos, mientras que hay otros que necesitan un acompañamiento constante y ritmos diferentes.
Al maestro y al jardinero los caracterizan muchas cosas: la paciencia, la constancia y la entrega. Pero sobre todo, su lucha diaria para darle alegría y amor al mundo, sembrando todos los días esperanza, luz y vida.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Laura, gracias por tu comentario. Bien. Agrega otros rasgos entre las dos realidades. Por ejemplo, ¿qué sería la evaluación para el jardinero? Por momentos parece que estás analogando al maestro con un agricultor. Revisa.
Doris Cabrera dijo:
Buenas tardes profesor Fernando, esta es mi composición analógica.
Analogía: profesor – guía turístico
Un profesor al igual que un guía de turismo es un profesional que se ha preparado durante varios años desarrollando habilidades y conocimientos que lo habilitan para desempeñar su labor. Ya en posesión de su cargo, tanto uno como otro, inician por hacer la planeación del itinerario, actividades y recursos requeridos para emprender su aventura. El pedagogo, tanto en su función, como en lo transitorio de su intervención sobre el grupo que recibe, se asimila al guía turístico. El educador, con un grupo heterogéneo de niños o jóvenes desconocidos, inicia su viaje de un año a través del cual se van conociéndose mutuamente, tal como sucede con el guía, cuando le encomiendan la misión de acompañar a un grupo de turistas durante su recorrido.
En este viaje el profesor, al igual que el guía, lleva al grupo por senderos desconocidos para ellos, en los cuales va mostrándoles todas esas maravillas del mundo que él bien conoce, y trata de transmitirles esa pasión y ese encanto que ha descubierto, como experto en su materia. De manera similar el guía lleva a su grupo por los lugares más espectaculares de la geografía, elige lo mejor de su repertorio para trasmitirles la información sobre hechos históricos, culturales y en general, las características relevantes que hacen de esos parajes algo digno de admirar.
Tanto como el guía, el docente hace su mejor esfuerzo para que todos los integrantes de su grupo, disfruten y se apasionen durante el viaje; para que accedan al conocimiento de aquello en lo cual él tiene un amplio bagaje; se esmeran para que nadie se quede por el camino, para que todos lleguen a su destino sin extraviarse. El maestro y el guía están atentos a resolver con prontitud las inquietudes de los miembros del equipo a su cargo. Cada integrante de sus grupos es igualmente importante, con sus particularidades, intereses, expectativas, opiniones, vivencias que enriquecen la experiencia compartida. Los dos reconocen en la diversidad la riqueza que alimentará la aventura que emprenden y de la cual unos y otros se beneficiaran.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Doris, gracias por tu comentario. Bien tu propuesta. Te sugiero agregar otros rasgos: ¿cómo sería el rasgo de la evaluación? Revisa: tienes ideas repetidas.
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando corsialsaludo. Que pena mi version 3, me faltaba una tilde y quitar un que. Gracias
La labor de maestro se asemeja a la labor de un cirujano púes ambos tienen en sus manos vidas humanas. El parecido entre estas dos profesiones se puede observar desde diversas perspectivas como la personal, del espacio físico y las patologías. En cuanto a la primera perspectiva podríamos observar que: así como el cirujano debe desarrollar y ejercer su criterio permitiéndole tomar decisiones acertadas ante imprevistos, del mismo modo el maestro debe aplicar sus criterios para actuar cuando se presenten complicaciones; de igual manera que el cirujano debe trabajar con orden y minuciosidad debiendo haber previsto con anterioridad todos los elementos que utilizaría durante el acto quirúrgico, el maestro debe ser organizado y detallista cuando realiza su labor habiendo planeado el acto educativo; Desde la segunda perspectiva se puede mirar que: el quirófano es análogo al aula de clase pues ambos recintos deben ser respetados y deben contener excelentes condiciones para el desarrollo de cada práctica en busca de obtener los mejores resultados. Así como el quirófano debe estar dotado de buen instrumental, lencería suficiente, adecuada anestesia y óptima iluminación, el aula de clase debe estar rodeada de un adecuado material didáctico, buena iluminación y espacios necesarios. Oteando desde el tercer punto de vista, si el cirujano debe conocer la patología biológica que impide que el cuerpo del paciente funcione correctamente para aplicar la técnica adecuada que logre la curación del enfermo, entonces el maestro debe estar al tanto de las emociones y conocimientos del estudiante para actuar en consecuencia y lograr tanto el desarrollo intelectual como el personal de este. Es evidente entonces la semejanza entre la profesión de cirujano y de maestro. Por último para reforzar la analogía se puede considerar que ambos deben estar en continua preparación para estar a la altura del desarrollo en la investigación de la medicina y de la pedagogía.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Revisa mi respuesta anterior.
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando cordial saludo. Envío mi segunda versión, gracias.
La labor de maestro se asemeja a la labor de un cirujano púes ambos tienen en sus manos vidas humanas. El parecido entre estas dos profesiones se puede observar desde diversas perspectivas como la personal, del espacio físico y las patologías. En cuanto a la primera perspectiva podríamos observar que: así como el cirujano debe desarrollar y ejercer su criterio permitiendole tomar decisiones acertadas ante imprevistos, del mismo modo el maestro debe aplicar sus criterios para actuar cuando se presenten complicaciones; de igual manera que el cirujano debe trabajar con orden y minuciosidad debiendo haber previsto con anterioridad todos los elementos que utilizaría durante el acto quirúrgico, el maestro debe ser organizado y detallista cuando realiza su labor habiendo planeado el acto educativo; Desde la segunda perspectiva se puede mirar que: el quirófano es análogo al aula de clase pues ambos recintos deben ser respetados y deben contener excelentes condiciones para el desarrollo de cada práctica en busca de obtener los mejores resultados. Así como el quirófano debe estar dotado de buen instrumental, lencería suficiente, adecuada anestesia y óptima iluminación, el aula de clase debe estar rodeada de un adecuado material didáctico, buena iluminación y espacios necesarios. Oteando desde el tercer punto de vista, si el cirujano debe conocer la patología biológica que impide que el cuerpo del paciente funcione correctamente para aplicar la técnica adecuada que logre que el enfermo se cure, entonces el maestro debe estar al tanto de las emociones y conocimientos del estudiante para actuar en consecuencia y lograr el desarrollo intelectual como el personal de este. Es evidente entonces la semejanza entre la profesión de cirujano y de maestro. Por último para reforzar la analogía se puede considerar que ambos deben estar en continua preparación para estar a la altura del desarrollo en la investigación de la medicina y de la pedagogía.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Muy bien. Revisa la ortografía de “púes”. Intenta omitir algunos repetitivos “que”.
oscar perez dijo:
Cordial saludo, maestro Fernando, me disculpo por la tardanza en el envío de la analogía. Mi estado de salud no ha sido bueno en estos últimos días.
Sin desprecio alguno por la variedad de calzado que se le encargase, el maestro, al igual que el lustrador, acoge sin prejuicios los diferentes tipos de estudiantes que le son confiados. Con el objetivo de culminar con un zapato brillante, el lustrador organiza su sitio de trabajo y su útil caja de lustrar. Igual el maestro establece un ambiente adecuado para el proceso de enseñanza, y prepara sus herramientas académicas para que al terminar el resultado sea un estudiante pensante, instruido, lleno de aprendizajes y reflexiones. Lo primero, con su paño, quita el polvo y limpia para dejar la superficie libre de partículas que afecten la intención de sacarle brillo, así como el maestro al iniciar, deja clara las normas de trabajo, enfatiza en la metodología de clase con el objetivo de preparar al estudiante frente al desarrollo de las sesiones y de esta forma no hallan mal entendidos que entorpezcan el proceso de enseñanza aprendizaje. Luego de esto, el lustrador unta betún sobre todo el zapato, para lo cual hace uso de un cepillo que le ayuda a distribuir uniformemente sobre toda la superficie; Este momento es esencial, pues aquí el maestro suministra a los estudiantes la explicación, los datos, la exposición y reflexión sobre un tema utilizando, su pizarra, el texto guía o materiales multimedia, dejándolos así cubiertos de información. Posteriormente se debe quitar el exceso de betún mediante otro cepillo de cerdas más fuertes, es en este momento donde comienza a mostrarse el brillo anhelado, y es que el maestro de forma similar, mediante la ejercitación, la aplicación de pruebas, permitirá ir develando el aprendizaje deseado del estudiante, permitiéndole aclarar dudas, y afianzando aciertos. Ya casi termina el proceso, pero antes, un paño para poder suavizar el brillo del zapato, esto es equivalente al momento en que el maestro realiza la evaluación, haciendo una retroalimentación para pulir la adquisición de conocimientos, queriendo dejar en un término finalizado el siclo del proceso.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Oscar, gracias por tu comentario. Aunque has seguido los pasos de manera adecuada para obtener una buena analogía, no me parece tan “afortunada” la comparación. Intenta otra posibilidad. Espero que tu salud mejore.
Carlos Antonio Ramirez Agudelo dijo:
Profesor Fernando cordial saludo. Envió mi primer intento de analogía.
La labor de maestro se asemeja a la labor de un cirujano púes ambos tienen en sus manos vidas humanas. Así como el cirujano debe desarrollar y ejercer su criterio lo que le permite tomar decisiones acertadas ante imprevistos, del mismo modo el maestro debe aplicar sus criterios para actuar cuando se presenten complicaciones. De igual manera que el cirujano debe trabajar con orden y minuciosidad el maestro debe ser organizado y detallista cuando realiza su labor. Del mismo modo que el cirujano debe realizar una cirugía conociendo la patología y/o de técnica que debe aplicar en la operación, así mismo el maestro debe enseñar conociendo el nivel de sus estudiantes y el método apropiado que debe emplear para que se cumplan los objetivos planeados. Igualmente que cuando el cirujano trabaja rodeado de las mejores condiciones: buena luz, buen instrumental, lencería suficiente, adecuada anestesia y debiendo haber previsto con anterioridad todos los elementos que utilizaría durante el acto quirúrgico, el maestro debe trabajar rodeado de óptimas condiciones como: material didáctico pertinente, buena iluminación y haber planeado el acto educativo. Es evidente entonces la semejanza entre la profesión del cirujano y la de maestro, para reforzar esta semejanza se puede considerar que ambos deben estar en continua preparación para estar al nivel del desarrollo de la medicina y de la pedagogía.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Carlos Antonio, gracias por tu comentario. Bien tu primer intento. Enriquece tu analogía con otros elementos. ¿Qué tipo de patología tendría el estudiante?, ¿a qué sería análogo el quirófano?
noruan dijo:
El maestro como oasis. (Versión ajustada al compás de tu melodía)
La presente analogía parte de la idea de concebir al maestro como un lugar de abastecimiento de aquellos aprendices, que como viajeros, transitan por el camino del conocimiento. Esta característica de servir de proveedor consiste en brindar las herramientas necesarias para iniciar o continuar el difícil recorrido por las sendas inestables del saber pues los vientos de cambio que soplan, determinan las condiciones del terreno por donde escasea la lluvia de la reflexión y del pensamiento académico. Este oasis Pone a disposición las frondes de sus palmeras las cuales actúan como una mano que se despliega en toda su extensión para acoger a sus pupilos y así cumplir con la función de protección ante las inclemencias y adversidades del hostil medio que le rodea. Cuenta además con manantiales de agua dulce para saciar la sed de los curiosos e inquietos exploradores que llegan allí por diferentes circunstancias del destino, por eso el maestro no está al servicio exclusivo de sus estudiantes sino de familiares, amigos, pares y otras personas que compartan con él la necesidad y el deseo de aprender. Este oasis es fuente de vida intelectual, quien llega a ese lugar jamás será el mismo.
Dependiendo de las condiciones en que desempeñe su labor, el maestro es valorado o señalado como un espejismo. Esto último se presenta cuando la sociedad, cansada y algunas veces cegada por la luz de la ignorancia, lo culpa del deterioro social en todas sus dimensiones; y que decir cuando en momentos de extrema sequía de raciocinio se le atribuye el fracaso del desarrollo de lo que debe ser la humanidad. En síntesis el maestro oasis promueve el cultivo de la subsistencia, en medio de oleadas de analfabetismo, de manera que se convierte en un medio de resguardo ante la adversidad.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Noruan, gracias por tu comentario. Muy bien. Revisa el “Pone a disposición”.