¿Qué podemos hacer los educadores frente a la creciente irracionalidad de nuestros estudiantes?, ¿cómo ayudarlos a cualificar la toma de sus decisiones vitales y prevenirlos del entreguismo a las demandas del consumo y la alienación farandulera de la televisión? ¿Cuál es el camino para sacarlos de la pasividad y el conformismo, el mermado espíritu crítico, el fanatismo y la falta de juicio al momento de elegir a sus futuros gobernantes?
Desde luego, son varias las cosas que podemos hacer los maestros. Pero una de las más importantes es la de contribuir al desarrollo de su pensamiento. John Dewey, precisamente, ya había advertido de esta labor prioritaria de los centros educativos: aquella de activar la actitud reflexiva, la curiosidad, la inferencia y la comprensión. Si deseamos que nuestros alumnos pasen de lo concreto a lo abstracto tendremos que enfocar nuestro quehacer docente al análisis, el juicio y el trabajo con conceptos. No es favorable para los educandos y para la sociedad seguir subrayando una formación centrada en los contenidos y poco en la resolución de problemas y el dinamismo del preguntar.
Ahora bien, desarrollar el pensar en nuestras aulas implica, entre otras cosas, formar a las nuevas generaciones en la escucha activa hacia asuntos que el mundo de hoy trata por todos los medios de hacérselas parecer secundarias o poco relevantes: un proyecto de vida, el discernimiento, la prudencia, la diferencia entre lo esencial y lo accidental, la profundidad de su existencia. Si en verdad anhelamos que el pensar sea habitual en nuestras clases es fundamental luchar contra la indiferencia. Esa fue la lección mayor de Heidegger al advertirnos que “si nada nos preocupa muy difícilmente desarrollaremos nuestro pensar”. No podemos dejar, entonces, que los estudiantes le den la espalda a la lógica en sus argumentaciones, a la fortaleza o fragilidad de sus percepciones o creencias o a los procesos de pensamiento que posibilitan ir más allá del sentido común y la frivolidad individualista de los tiempos posmodernos.
Es irresponsabilidad de los educadores continuar siendo cómplices de la soñolencia intelectual y la flojera académica. Por el contrario, nuestras aulas deben ser un lugar en el que la reflexión continuada, la meditación y los elementos de juicio lleven a que los discípulos sospechen, proyecten, recapaciten, examinen, relacionen lo que les pasa y sucede a su alrededor. Por lo mismo, tendremos que enseñar también la introspección y la atención focalizada. Cómo no recordar ahora a Matthew Lipman, su programa de filosofía para niños y sus propuestas para el pensamiento crítico y creativo; Lipman que nos dio luces sobre la importancia de tener criterios –esos “factores que guían nuestras vidas”– y nos evitan la “servidumbre cognitiva”.
De otra parte, si deseamos fortalecer el pensar en nuestras escuelas, es urgente cambiar nuestras metodologías de enseñanza. Necesitamos darle más protagonismo a las pedagogías activas, fortalecer las estrategias y métodos en los que las hablas plurales (el debate, el panel, el foro) dinamicen la conversación argumentada y la variedad tópica contenida en la retórica clásica. El familiarizar a nuestros educandos con los dilemas morales es otra vía para favorecer el juicio y el discernimiento sobre asuntos éticos en los que entran a jugar los valores y el responsable ejercicio de la libertad. Si queremos que el pensar esté en primera línea de nuestra enseñanza debemos también promover más la investigación y menos la simple recolección de información; hacer que la corrección de un trabajo o una tarea sea un objetivo importante de nuestra ruta de enseñanza. De igual manera, preparar frecuentemente ejercicios metacognitivos para que el aprendiz descubra que la planeación, la regulación y la evaluación son recursos indispensables si quiere ser más consciente y autónomo en sus procesos de pensamiento.
Y como el pensar está íntimamente relacionado con asimilar y potenciar una tradición, es vital que los educadores ideemos mecanismos para que la información recibida sea sometida a la réplica, el contraste, el análisis, la transposición o la derivación. Los alumnos no deben quedar enmudecidos ante las voces del pasado, sino –por el contrario– estar animados para contrapuntear ese legado expresado en diferentes fuentes. Lo peor es el silencio o el desentendimiento de nuestros discípulos. Si se pierde de vista que estudiar es, de alguna forma, un escenario intelectual para debatir ideas, el pensar de los estudiantes seguirá anquilosado o manteniendo la limitada y pasiva mentalidad de los receptores resignados e indiferentes.
Toda esta propuesta por enseñar a pensar se convierte en una obligación en los estudios de educación superior. Quienes son estudiantes de posgrado tienen el compromiso de producir conocimiento. Para ello adelantan proyectos de investigación y tienen el deber de expresar sus ideas en textos escritos; y por eso sus clases son en seminario, como un medio estratégico para la conversación razonada y la lectura crítica de textos. A los alumnos de posgrado se les exige tener un método para alcanzar un objetivo, dominar distinciones conceptuales y tener un repertorio reflexivo con el cual puedan analizar su propia práctica y plantear alternativas de solución a un problema o una dificultad en su profesión. Un posgraduando, en suma, es alguien que ha adquirido las suficientes habilidades de pensamiento para redireccionar su actuar y transformar su entorno. Quizá allí estribe el sentido de cursar estudios superiores: el de asumir en serio los deberes de la mayoría de edad de nuestro pensar.
Marisol Avellaneda R. dijo:
Son tantas las preguntas que tenemos los maestros, no solo por hacernos sino por responder, resolver y buscar soluciones. John Dewey, con su filosofía, enseñó a través de ella, tener la vivencia y la experiencia y da como resultado un conocimiento más significativo, porque toca y palpa su ser, con su recuerdo. Esto logra que el estudiante no sea un repetidor como fue la escuela antigua, sino una persona que desarrolle la capacidad de análisis, que su conocimiento vaya más allá, sea capaz de pensar y de crear. La tarea es difícil pero hermoso asumir este reto, porque el estudiante se fortalece, se activa, se motiva hay que llevarlo hacia lo que le gusta, para que descubra sus potenciales, el creará su método sin darse cuenta y se reorientará y llevará su curso y así aprenda lo que es para la vida y lo que le gusta en la vida, haciéndolo entender que hay valores, que nada es fácil y que las cosas merecen sacrificio y este premia a quien lo vive.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Marisol, gracias por tu comentario.
Ana María Ronderos dijo:
Segunda versión del contrapunto.
Amplificación
“Nadie puede decir a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Si bien es cierto que no es posible imponer el deber ser del pensar, algunos caminos, cuyo fin sea el de lograr un razonamiento más adecuado, pueden ser indicados, revisados e inclusive ejercitados. Estos caminos han sido ya recorridos por otras personas, en otros tiempos y lugares, y han demostrado, con resultados, que ciertas maneras en que los hombres piensan pueden dar frutos provechosos para el individuo e incluso para la humanidad. Por tal motivo, es conveniente y aconsejable escuchar, leer y estudiar atentamente las experiencias de hombres y mujeres que hayan transitado el camino del “buen” pensar, y sobre todo, reconocer técnicas y estrategias utilizadas por los mismos, para adaptarlas a nuevas situaciones, personas y momentos de manera que surtan el efecto deseado, que no es otro que el de aprovechar el pensamiento para la generación de ideas importantes, novedosas y útiles.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana María, gracias por tu comentario. Muy buen logro.
YANETH TORRES MENDIVELSO dijo:
“Nadie puede decirle a otro cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”
Jhohn Dewey
(Ampliación.)
El autor manifiesta, que es imposible instaurar una serie de pautas para indicar cómo se piensa, se debe reflexionar entonces: que en el contexto de aprendizaje, se ha dado importancia a orientar diferentes habilidades para alcanzar procesos de Meta cognición.
Ahora bien cuando se habla de Meta cognición, se está haciendo énfasis a un ejercicio de pensamiento, ya que implica una reflexión, comparación y construcción de nuevos conocimientos. Este proceso supone una transformación a los esquemas que tienen los estudiantes; en otras palabras es adecuar nuevas estrategias a los procesos de aprendizaje, de modo que se puedan potenciar habilidades cognitivas, con la salvedad que no todas las personas alcanzan a desarrollar procesos de pensamiento al mismo nivel. Es decir que sí se puede enseñar a aprender a pensar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Yaneth, gracias por tu comentario. Puede resultar interesante contrapuntear la cita hablando de la metacognición. Sin embargo, busca una mejor forma de vincular la cita con tu texto, para que no parezca que estás hablando de otra cosa.
Judith Torres dijo:
JUDITH TORRES B.
MAESTRANTE EN DOCENCIA –BOGOTA.
Jhon Dewey. Cómo pensamos.Paidos. Barcelona.2010,p.21
“Nadie puede decirle a otra persona como debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuales son las mejores maneras de pensar y porque son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Adicionalmente, se considera que pensar no es una tarea fácil de realizar, se pone en juego habilidades, destrezas, juicios valorativos y el espíritu reflexivo de cada uno con el cual pensamos , como fuimos preparados , que procesos cognitivos y de razonamiento guiaron nuestro aprendizaje que hoy en dia es parte de nuestro quehacer , pero , este es el reto de aprender a pensar junto a nuestros estudiantes para diseñar estrategias apropiadas que busquen eficacia de comprender su mundo, inquietudes, aspiraciones para que logren formular soluciones adecuadas a sus problemas cotidianos; con la sola inquietud de innovar su forma de ser y actuar. Así, considero que la profesión docente tendría más sentido e importancia al tomar conciencia de aportar al conocimiento y fortaleceleciendo estrategias que desarrollen pensamientos reflexivos, hábitos constructivos, competencias y habilidades que les sirvan ponerlas en contexto con su diario vivir. De esta manera se puede concluir que podemos modificar maneras de pensar para que resulte ser más eficaz. (Amplificación)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Judith, gracias por tu comentario. Centra la amplificación en un punto o aspecto ¿Cuál vas a elegir? Ten presente la tesis de Dewey.
Catherine Sánchez Torres dijo:
Catherine Sánchez- Nivelatorio Bogotá
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y porque son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. (Dewey, 2010).Por otra parte, cuando hablamos de pensamiento nos referimos también a ciertas capacidades cognitivas, ya sean innatas o adquiridas, que hemos desarrollado a través de las actividades practicas del aprendizaje, en los distintos ámbitos en que nos hemos relacionado como: la familia, la escuela y la sociedad. Estas capacidades son las que posibilitan que percibamos e interpretemos la realidad de manera precisa, es decir, con objetividad llevándonos a construir una manera propia de pensar, la cual determinara nuestras decisiones y nuestra calidad de vida; de aquí la importancia de redireccionarla y cimentarla en la autonomía hasta lograr la excelencia. (Amplificación)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Catherine, gracias por tu comentario. Es un poco difusa la amplificación. Revisa cuál es la tesis del autor.
Johana Clavijo Reyes dijo:
Maestría en Docencia. Bogotá.
Johana Clavijo Reyes
CONTRAPUNTO AMPLIFICAR
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Jhon Dewey. Cómo pensamos, Paidós, Barcelona. 2010, p. 21. A esto se añade, que cada persona es única, que su forma de pensar, de hablar y de actuar es propia, según su formación académica, su estilo, y su perspectiva de vida. Es por esto, que es necesario que se tengan puntos de vista diferentes, porque hacen de la comunicación y la interacción con la otra persona, espacios de dialogo, de confrontación y de discusión sobre temas, ideas o sencillamente sobre opiniones.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Johana, gracias por tu comentario. No es claro lo que deseas amplificar. Analiza la tesis del autor.
Luisa Marina Reyes Forero dijo:
Cordial saludo Profesor Fernando
Contrapunto Transposición
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Según lo dicho por Dewey, en el ámbito de la educación se podrían utilizar las diferentes formas de pensar como una herramienta metodológica, para potenciar las habilidades cognitivas de los estudiantes. En las Instituciones se ha hablado y trabajado sobre las inteligencias múltiples, las competencias, la reorganización curricular por ciclos etc. Todo en pro de mejorar la calidad educativa y apuntar a la excelencia académica con un mínimo de reprobación. Sin embargo, si se pensara en; ¿cómo establecer y clasificar las diferentes formas de pensar y procesar los conceptos de cada estudiante?, encontraríamos la solución a esta problemática y todas nuestras didácticas y dinámicas académicas irían enfocadas en como el estudiante puede aprender.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Luisa Marina, gracias por tu comentario. El tono, al inicio de tu contrapunto, es el indicado, pero luego se pierde la transposición. Analiza bien cuál es la tesis del autor.
Boris Camilo Dimate Reyes dijo:
Boris Camilo Dimate R.
Maestría en Docencia Bogotá
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razonas por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son las mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar el mejor trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”(Dewey, 2010). Por consiguiente, uno de los rasgos de la inteligencia está en la capacidad de adaptar rápida y selectivamente el pensamiento, para dar respuesta a circunstancias particulares, dependiendo de las motivaciones y los objetivos que se pretendan alcanzar. Eso explica por qué algunas personas pueden desempeñarse mejor que otras, frente a similares situaciones problemáticas. Cuando un individuo se encasilla en determinadas formas de pensamiento, las posibilidades de encontrar respuestas y brindar soluciones, también serán limitadas. –derivar-
fernandovasquezrodriguez dijo:
Boris, gracias por tu comentario. No es clara la derivación. Revisa bien la tesis de la cita.
Alexander Zambrano dijo:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Además, el pensamiento al igual que la huella de una persona es único e irrepetible. Por lo tanto no hay verdad absoluta o certeza, para refutar la ideología de otra persona. Siendo la mejor manera de pensar, aquella idea que se realiza desde nuestro interior, la cual atraviesa una serie de procedimientos propios del pensamiento, para ser analizados una y otra vez, hacia un propósito eficaz. –Amplificar-
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexander, gracias por tu comentario. No es clara la amplificación. Revisa cuál es la tesis de Dewey.
Ana Carolina Torres Rojas dijo:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia” Examinemos ahora, como para John Dewey, el pensamiento reflexivo, se asemeja a un tránsito de cosas que pasan por la mente, con una ordenación que implica no solo la secuencia de ideas. El pensamiento tiene un propósito que trasciende y la mejor manera de pensar, es darle vueltas en la cabeza y tomárselo enserio con todas sus consecuencias. (Analizar)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana Carolina, gracias por tu comentario. No tienes aún un análisis. Haces una perífrasis de la cita base. Ese “como” del inicio debería ir tildado. Revisa.
FANNY MORENO dijo:
COMO PENSAMOS.
REPLICA
“Nadie puede decirle a otra persona como debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuales son las mejores maneras de pensar y porqué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”.
No recordamos cuando comenzamos a pensar, nadie nos enseñó a pensar, como aprendimos a caminar o a correr, fue innato, casi involuntario, proceso lógico y natural. Cuando se nos – dijo que ¡pensáramos¡ era lo que menos hacíamos; pero cuando nos dejaron solos, lo hicimos sin proponérnoslo. Nuestros padres querían que pensáramos como ellos, pero no lo hacíamos porque, no pensamos como ellos, ni ellos como nosotros, aprendimos a hacerlo y no sabemos cómo ni cuándo. Pensamos de manera personal, única e intransferible, sin poder descifrar el mundo incomprensible del pensamiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Fanny, gracias por tu comentario. Este contrapunto no es una réplica. Analiza cuál es la tesis de Dewey.
Wilmar Fabricio Herrera Suaterna dijo:
Buenas Noches Doctor Vásquez. Aquí mi contrapunto:
“Nadie puede decir a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Creo indiscutible la relación expuesta por Dewey que “Nadie puede decir a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre”. Agregando a lo anterior, una de las razones por que se da tal relación, es debido a que son actividades totalmente involuntarias. A pesar de que podamos inferir algún tipo de influencia hacia ellas, la respiración, la circulación y el pensamiento, son actividades que realizamos de manera natural. (amplificación)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Wilmar Fabricio, gracias por tu comentario. No es clara la amplificación. Revisa bien la tesis del autor.
Wilmar Fabricio Herrera Suaterna dijo:
Buena tarde Doctor Vásquez. Gracias por la Observación, aquí esta mi versión 2.0
“Nadie puede decir a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Todas estas observaciones se relacionan también con el Amor; así como nadie puede decir a otra persona como debe pensar, igualmente, nadie puede decir a otra persona como debe amar. El amor es un sentimiento distinto para cada uno, unas maneras de amar son mejores que otras; pero solo aquellos que pueden llegar a reconocer su singularidad y el amor propio, pueden llegar a amar a su prójimo de una mejor manera. Pensar y amar son dos funciones involuntarias del ser, que con el tiempo pueden cambiar, pero su esencia siempre se mantendrá. (Transposición)
Yenni Patricia Rincón Pinilla dijo:
Buenas noches Dr. Fernando, envío contrapuntos.
Quedo atenta a sus comentarios:
(Amplificar):
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Estas afirmaciones, permiten meditar en cuanto a que el pensamiento es trascendente, es decir dependen de factores como el individuo mismo, su cultura, sus costumbres, el entorno en el que se rodea, entre otros. Para lo cual, podrá darle una aplicación asertiva dando uso a los niveles cognitivos que ha desarrollado. El pensamiento, la forma de pensar, el qué se piensa y el cómo se piensa es sin duda alguna un proceso evolutivo, pues entre más se ejercite mejores serán las respuestas y resultados para lograr un pensamiento reflexivo.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Yenni Patricia, gracias por tu comentario. No es claro qué es lo que deseas amplificar. Revisa bien la tesis de Dewey.
ANYELA LOZANO dijo:
Anyela Lozano
Maestrante en Docencia
(Analizar)
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo de cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Se comprende así que, el pensar es una acción natural que proviene del organismo en relación con una situación particular, lo cual permite hacer de este proceso algo único, no repetitivo, porque del pensamiento surgen diferentes alternativas sobre una misma realidad; sólo depende de cada uno saber cómo elegir el pensamiento más adecuado o pertinente, sin perder de vista que es un ejercicio autónomo, en el cual salen a flote cualidades como, la creatividad, la espontaneidad, la ingenuidad, la confianza y la sencillez de lo que está en nuestro interior.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Anyela, gracias por tu comentario. No es claro el contrapunto por análisis. Revisa bien la tesis de Dewey.
John Amaya B. dijo:
Buenas noches doctor Fernando, envío el contrapunto:
Contrapunto (análisis):
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Obsérvese la analogía presentada por Dewey al inicio, sugiriendo que el pensar es inherente al ser humano y por ende surge de forma natural y espontánea. Aún así, el pensamiento puede orientarse o ser influenciado por otros, del mismo modo que los científicos han desarrollado artefactos o medicinas que ayudan a respirar o mejorar la circulación de la sangre. Pensar, entonces, es una responsabilidad del hombre, quien la utiliza como un potente transformador de la realidad, dependiendo de sus intereses, motivaciones y deseos, en cuyo proceso busca encontrar una luz que desaparezca la intranquilidad o la insatisfacción y permita el encuentro de respuestas, verdades o certezas. Pensar supone un elemento para vivir y dotar de sentido a las aspiraciones, para nutrir el alma y oxigenar el espíritu.
fernandovasquezrodriguez dijo:
John, gracias por tu comentario. Revisa bien cuál es la tesis de Dewey. Partes de una comprensión errada de la cita.
clarita275 dijo:
Doctor Fernando, envío mi contrapunto.
Transposición:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”.
Este planteamiento de Dewey, lo podemos aplicar en el entorno escolar teniendo en cuenta que los estudiantes nacen con la habilidad de pensar, no aprenden ni se les enseña a pensar pero si, se les puede generar condiciones que les permitan aprender cómo pensar bien o adquirir hábitos para pensar reflexivamente. Muchas veces se pasa de una cosa a otra de manera insensible, sin reflexionarla, por lo tanto es importante que estas experiencias despierten en los estudiantes la capacidad de observación, curiosidad por indagar lo que les gusta, tener en cuenta todo aquello que da que pensar y les proporciona un significado.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Clarita275, gracias por tu comentario. No es clara la transposición. Analiza bien cuál es la tesis de Dewey.
Claudia Santamaría dijo:
Claudia Santamaría
Maestría en Docencia Bogotá
Jhon Dewey. Cómo pensamos, Paidós, Barcelona. 2010, p. 21
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y porque son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. A esto se añade que no todas las personas desarrollan habilidades de pensamiento que garanticen una buena manera de pensar, lo que implica la necesidad de aprender a hacerlo, buscar técnicas para poder realizar este ejercicio, debido a que es todo un proceso que requiere tiempo y maduración, al igual que elaboración de un buen vino para el que se tiene en cuenta desde el tipo de uva hasta las barricas en donde se madura. Y al igual que el vino después de años este pensamiento sea un bouquet exquisito del intelecto que satisfaga la labor docente que se realiza en el aula.(Amplificación)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Claudia, gracias por tu comentario. Sobre qué aspecto de la cita deseas amplificar. Revisa. No es claro. Fíjate bien en la tesis de Dewey.
Ingrid Moreno Sanchez dijo:
Bogotá
Jhon Dewey. Cómo pensamos, Paidós, Barcelona. 2010, p. 21.
AMPLIFICAR:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas mane¬ras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien com¬prende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Adicionalmente, es importante tener en cuenta, la disposición presentada por la persona a quien va dirigida la observación frente a las diversas formas de pensar, y el deseo desenfrenado de conocerlas, apropiarlas y aplicarlas. Para de esta manera, lograr iniciar un ejercicio juicioso, implicando constantemente el desarrollo del pensamiento, lo cual, hará con el tiempo que esta habilidad fluya de forma natural. Permitiendo así, convertirse en un buen anfitrión de ideas. No obstante, el común de las personas se deriva en creer que lo evidente, no requiere de reflexión y esto nos lleva a saltarnos elementos esenciales, guiándonos permanentemente a actuar de forma deliberada antes de pensar, por el convencimiento equivoco de no haber nada más por aprender.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ingrid, gracias por tu comentario. No es claro lo que deseas amplificar. Mira bien cuál es la tesis de la cita de Dewey.
edgar fabian pulido dijo:
Profesor Fernando, cordial saludo. Dejo mi contrapunto y estoy atento a sus comentarios.
AMPLIFICAR:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. No cabe duda que el pensamiento es una actividad propia de todo hombre, actividad individual y emanada de la mente, la cual proporciona operaciones intelectuales como la reflexión, la creación, lo artístico y romántico. Estas acciones del pensamiento, actúan al momento de pensar las cosas reales que llegan por la experiencia de lo conocido y guardado por recuerdos, que cobran sentido al ser sacados del letargo de lo profundo de los mismos pensamientos. Pero una buena manera de enseñar al hombre a pensar, parte de la práctica del saber percibir lo que hay en su entorno y entenderse como ente, individuo capaz de transformar realidades y ejecutar lenguajes que hagan de él un ser superior frente a todo conocimiento, dejando toda superstición y alcanzando mayor objetividad en el arte de aprender a saber pensar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Edgar Fabián, gracias por tu comentario. Haces más una paráfrasis que un contrapunto por amplificación. Revisa la tesis de la cita.
Astolfo Oliveros Zambrano dijo:
Cordial saludo, envío tarea de contrapunto, quedo atento a sus valiosos comentarios.
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia. La mejor manera de pensar que se examinará en este libro se denomina pensamiento reflexivo; es decir, el tipo de pensamiento que consiste en darle vueltas a un tema en la cabeza y tomárselo en serio con todas sus consecuencias. Antes de ocuparnos de este tema fundamental, sin embargo, pasaremos brevemente revista a otros procesos mentales a los que a veces se da el nombre de pensamiento”. De acuerdo con la información enunciada anteriormente, comparto la afirmación que realiza Jhon Dewey acerca de que el pensamiento reflexivo resulta del análisis de una idea y de las consecuencias que ella conlleva. Este tipo de pensamiento permite encaminar las acciones humanas hacia un fin específico, en tanto que reconocemos los elementos que pueden facilitar o dificultar nuestro quehacer. Esta capacidad, la del pensamiento reflexivo, nos ayuda a tomar mejores y tal vez más sabias decisiones, partiendo del hecho de que podemos evitar inconvenientes relacionados con la impulsividad, aquella que nos lleva a actuar sin considerar a quiénes podríamos llegar a afectar. Por lo tanto, el ser humano debe asumir el pensamiento reflexivo como punto de partida hacia la construcción de una sociedad más crítica y tal vez más justa. (Amplificación)
fernandovasquezrodriguez dijo:
Astolfo, gracias por tu comentario. Revisa la extensión de la cita elegida (has agregado otra información). La cita base para el ejercicio va hasta “con la misma eficacia”.
Ana María Ronderos dijo:
Profesor Fernando envío el contrapunto.
Amplificiación:
“Nadie puede decir a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. A esto se añade que el pensar puede ser regulado tal como el pensamiento reflexivo. Este es un pensar en el cual el sujeto valora y pondera con seriedad todos los aspectos que tienen relevancia en una situación, incluidas sus consecuencias. Es un pensar que dedica tiempo sereno a organizar la gran cantidad de ideas que emanan del pensamiento. Este tipo de pensar puede ser enseñado y ejercitado en el tiempo con el fin de encontrar la mejor manera, la manera más útil de resolver situaciones.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Ana María, gracias por tu comentario. Revisa bien la tesis del autor. No es clara la amplificación. Aumenta la extensión de tu contrapunto (unas tres líneas más, para que armonice con la cita).
Franklin Lozano dijo:
Franklin Lozano Martínez – Nivelatorio
Doctor Fernando Vásquez
Contrapunto: Amplificación.
CITA: John Dewey. Cómo pensamos, Paidos, Barcelona, 2010, p. 21.
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante es imposible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se puede enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuales son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales, no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”.
Si bien, el pensar es un acto innato del ser humano que ocurre casi por completo en todas las actividades que realiza a diario, tal vez no se pueda decir a alguien como pensar, se puede dar o sugerir herramientas al individuo que permitan ordenar su pensamiento mediante las ideas puestas en contexto, produciendo una información, que sumada a la experiencia lleva a la producción del conocimiento y puesto en práctica podrá llevar a obtener la olvidada y a la vez tan anhelada sabiduría.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Franklin, gracias por tu comentario. Haces una paráfrasis y no un verdadero contrapunto. Fíjate bien el tesis de la cita. Va de nuevo.
BERNARDO AMAYA ARIAS dijo:
BERNARDO AMAYA ARIAS – NIVELATORIO BOGOTÁ.
Cordial saludo, doctor Fernando. Envío la primera versión del contrapunto.
CITA: John Dewey. Cómo pensamos, Paidos, Barcelona, 2010, p. 21.
AMPLIFICACIÓN.
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y porqué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”. Más aún, es importante advertir que la manera en que pesamos debe ser mediada por procesos pedagógicos que propendan por su continuo mejoramiento; lo que supone la existencia de una metodología de enseñanza y de aprendizaje apropiada para ello. Si en últimas lo que se busca es la eficacia de la manera de pensar, como lo plantea Dewey, es imprescindible que los docentes diseñemos e implementemos estrategias apropiadas para el desarrollo del pensamiento de los estudiantes. Por ejemplo, el fomento de la memoria relacional mediante el uso de analogías, símiles y metáforas, se puede constituir en un fuerte dispositivo didáctico capaz de modificar positivamente la manera de pensar. Si bien, “nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar”, sí puede enseñarle estrategias adecuadas que le ayuden a desarrollar una eficaz manera de hacerlo. Como consecuencia de lo anterior, se puede afirmar, sin temor a equivocaciones, que sí es posible enseñar y aprender a pensar.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Bernardo, gracias por tu comentario. Muy bien el conector y la amplificación. Revisa la extensión de tu contrapunto.
Sandra Yamile Garzon Paramo dijo:
Gracias infinitas, Maestro de maestros; al despertar conciencia, para gestar en el presente semillas de transformación colombiana, con la coherencia y pertinencia del pensamiento en acción humana
fernandovasquezrodriguez dijo:
Sandra Yamile, gracias por tu comentario.
Marcela Benavides dijo:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”.
(Amplificación)
Teniendo en cuenta el concepto que Dewey le da al pensamiento es interesante valorar en el texto que es un logro del individuo y lo fundamentan las propias creencias. Una persona con pensamiento reflexivo ata cabos, reconoce, experimenta y se arriesga con una explicación. Para lograrlo hay que poner en práctica las propias ideas. El pensamiento permite darle varios sentidos a un tema y a su vez no solo se conforma por encontrar una relación cualquiera sino que busca hasta que encuentra la relación más precisa que las condiciones permitan.
Pensar es una habilidad que diferencia al hombre de los animales, por esta razón actúa intencionalmente y encuentra significado a las cosas dadas de la experiencia. Concibiendo así, que la mejor manera de pensar es comprendiendo que nadie puede decirle como debe pensar, cuales son las mejores formas de hacerlo y practicando un pensamiento reflexivo. Hay algunas maneras de pensar que son mejores que otras pero siempre con la intención de resolver un problema o superar una dificultad. La eficacia conlleva a facilitar la actividad del pensamiento.
MARCELA BENAVIDEZ I SEMESTRE BOGOTA
fernandovasquezrodriguez dijo:
Marcela, gracias por tu comentario. Haces más una paráfrasis a la cita que un contrapunto. Fíjate bien en la tesis del autor. Inténtalo de nuevo.
arh1974 dijo:
Muy buen documento Fernando, muy ilustrativo no solo para profesores y docentes, sino tambien para los padres de familia.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Arh1974, gracias por tu comentario.
ALEXANDER OROBIO MONTAÑO dijo:
¿Es posible enseñar a pensar?, el hombre están afortunado que sus experiencias lo conducen al alcance de una madurez intelectual, entonces, podría ser conveniente preguntarse, ¿cuales experiencias estimulan su pensamiento?. Seguramente, son numerables las experiencias significativas que educan el pensamiento del hombre, sin embargo, para aquellos que poco o nada conocemos de la anatomía del celebro, solo se nos ocurre que la interacción con los discursos estructurados, puede favorecer el pensamiento, yo diría que la lectura es lo más inmediato y prometedor. En conclusión, eterno es el problema, pues, muy pocos estudiantes leen, se podría esperar más de aquellos maestros en formación pos gradual, pero exigirles una lectura analítica puede resultar mas complejo que la lucha por superar la pobreza mundial. Los proyectos de investigación son un buen indicador, pues, no es difícil encontrar estudiantes de este nivel con menos de quince páginas de registro que requieren ser revisadas a fondo, luego de un año de estudio.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Alexander, gracias por tu comentario.
Blanca Edith Figueroa Botina dijo:
” El familiarizar a nuestros educandos con los dilemas morales es otra vía para favorecer el juicio y el discernimiento sobre asuntos éticos en los que entran a jugar los valores y el responsable ejercicio de la libertad.” Partamos de este principio, creo que como educadores debemos enseñarle a nuestros estudiantes a dudar de todo lo que les decimos, muchas veces, ellos creen todo lo que llevamos al aula, le preguntaba yo a mis estudiantes en una clase de Ética, viendo los dilemas morales, ustedes creen en todo lo que yo les digo?
Los estudiantes deben aprender a leer todo, todo lo que llega a sus manos y todo lo que pasa por sus vidas, esto los hará más competentes y pueden con facilidad adaptarse al contexto donde se encuentren.
Solo si ellos pueden llegar a expresar lo que sienten, ese día, nuestros estudiantes serán libres, serán capaces de crear pensamiento.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Blanca Edith, gracias por tu comentario.
Richar Adrián Rojas Alfonso dijo:
Respetuoso saludo:
“Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo que nadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. No obstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas mane¬ras en que los hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se pueden enunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son las mejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar su propia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor el trabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales no pueden llevar a cabo con la misma eficacia”.
Jhon Dewey. Cómo pensamos, Paidós, Barcelona. 2010, p. 21.
AMPLIFICANDO:
No cabe duda alguna que el pensamiento, según Dewey es una incontrolada corriente de ideas que pasan por nuestra mente de una manera automática e incontrolada, mejor aún, no es regulada a diferencia del pensamiento reflexivo; este es el prototipo de pensamiento que reside en darle vueltas a un tema en la cabeza y tomárselo en serio con todas sus derivaciones.
Planteada así la cuestión, pensar es una cadena que conlleva una sucesión de formas acerca de las cuales se reflexionan. A diferencia, la reflexión lleva a cabo una consecuencia, por ejemplo, cuando realizamos una acción que nos perturba y nos quedamos pensando si deberíamos haber hecho esto o aquello, por último nos damos cuenta que era mejor esto, por lo cual solo queda la experiencia y el intentarlo hacer mejor la próxima vez.
Referida a este contexto, las creencias de manera inconsciente se convierten en parte de nuestra estructura mental, los responsables de ella son la tradición, la instrucción y la imitación, estos son prejuicios no conclusiones, como deducciones de actividades mentales. Puede afirmarse entonces que la usual restricción del pensamiento es lo que no se percibe por los sentidos.
fernandovasquezrodriguez dijo:
Richar Adrián, gracias por tu comentario. Afina más en qué desea hacer el contrapunto por amplificación. Por momentos, divagas.