Me gusta que lleguen las fiestas navideñas, me encanta ese colorido que va destellando en las casas o en los almacenes comerciales, me conmueve la fraternidad que abunda en los hogares. Y qué mejor manera de exaltar dicha alegría interior que elaborar un libro centrado en esta temática, teniendo como eje el ritual de las novenas y sus símbolos adyacentes. De eso trata, entonces, mi nueva obra Es tiempo de navidad.
El libro está organizado en cuatro partes. La primera de ellas, incluye reflexiones sobre los significados de la novena, las consideraciones y las peticiones que allí se realizan; no desde una perspectiva histórica, sino explorando en su significación cotidiana y en los sentidos de este ritual familiar que renueva los vínculos afectivos. La segunda parte del libro, la más abundante, contiene 32 pequeñas “consideraciones” que pueden leerse durante el novenario o convertirse en motivo de conversación para que la celebración de la novena sea, en verdad, un modo de propiciar el diálogo y el encuentro alrededor de esta tradición compartida. Entre la variedad de consideraciones se abordan asuntos como el agradecimiento, la reconciliación, el cuidado, la amistad, la fragilidad, el respeto, la confianza, la sencillez, la comprensión o la paz. Cada persona o cada grupo familiar sabrá elegir cuáles de esas consideraciones son las más necesarias para cada día de la novena o usarlas como motivo para la “meditación” posterior al evento. La tercera parte se ocupa de algunos de los símbolos propios de la Navidad: el pesebre, el árbol, la cena, los mensajes de felicitación, la estrella de Belén. Una vez más, el objetivo de estas meditaciones es indagar en su significado profundo o en lo que tienen de fuerza trascendente. La cuarta parte de la obra recoge un quinteto de aproximaciones que ha hecho la poesía a la época navideña, destacando en cada caso un evento, un objeto o un sentimiento. El libro se cierra con un cuento que recoge y recrea la costumbre infantil de esperar los regalos del niño Dios.
Decía que esta obra es un homenaje a la Navidad y, muy especialmente, a los ritos, costumbres y simbolismos de un tiempo en el que la concordia y la alegría impregnan con su entusiasmo el corazón de las personas y aviva el fuego en los hogares de las familias. El conjunto de textos desea ofrecer un mensaje optimista y esperanzador en una época en la que todo parece llevar al pesimismo, la desesperanza y a una desvertebración de los vínculos humanos. Lo que me ha animado a escribirlos responde a una convicción: no podemos dejarnos derrotar por las múltiples manifestaciones de la muerte, por el odio o por una banalidad reinante que le quita a nuestro corazón la posibilidad de lo posible o lo maravilloso. De allí que el libro refrende la importancia del núcleo familiar e intente ampliar nuestros brazos de lo fraterno hasta tocar al vecino o a ese desconocido del cual sólo sabemos su necesidad o su gesto adolorido.
Y si bien el motivo principal de las reflexiones proviene del ritual de la novena de aguinaldos, lo cierto es que he pretendido celebrar con esta obra, no solo la fuerza sagrada de una devoción, sino refrendar de igual modo los lazos de la fraternidad y exaltar la magia proveniente de los prodigios cotidianos, sin la cual es imposible que aflore el milagro y la renovación de la vida. Por eso también he subrayado en muchas páginas las bondades del dar, la satisfacción interior que produce la hospitalidad y la importancia de disponer el corazón para “ser sembradores de luz” y permitirnos recuperar, al menos durante un tiempo, el asombro de la infancia.
Este libro continúa la serie de publicaciones sobre el tema del cuidado. En este sentido, puede emplearse como una serie de meditaciones para revisar nuestra existencia desde la perspectiva del simbolismo de la fiesta, lo sagrado y los ritos familiares o un medio para “hacer una pausa” y enaltecer cosas cotidianas como una cena, un reencuentro, un humilde regalo o una visita inesperada. Aunque de igual modo, considero que este libro resulta ser un significativo obsequio de lectura mediante el cual se invite a otras personas a contrarrestar el apabullante pesimismo, convertir en realidad la sensibilidad social, y renovar en sus corazones la generosa actitud de la alegría del espíritu.
profejesusolivo dijo:
Buen día, querido y siempre apreciado, maestro
Quiero celebrar la obra que hoy pone en manos y ojos de muchos lectores, estoy convencido. Parece perfectamente claro que “es tiempo de navidad” un título que guarda detrás de las líneas un fino detalle de nacimiento, es una exhortación, un llamado al lector o a quién se acerque, a que puede empezar de nuevo. Es decir, ¡oiga!, ¡usted!, es tiempo de nacer, de reivindicarse, de retomar los hilos de su vida, de volver, como lo señala su etimología, nacimiento, un comenzar; desde luego, esta acción es un nacimiento, esos que tanto necesita un ser humano en la vida para no estar a la deriva. En últimas, es un espacio tiempo de reencontrarse con quienes quiere y darle un giro de transformación, de cambio, de nacimiento; un viaje por senderos maravillosos de las letras y que mejor que aprovechar estas reflexiones que están servidas como un manjar a la mesa del lector.
Un abrazo fraterno, se le quiere.
Una muy merecida feliz y dichosa navidad.
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Estimado Jesús Olivo, gracias por tu comentario. Retorno el abrazo con una fuerte fraternidad navideña.
LUIS CARLOS VILLAMIL JIMÉNEZ dijo:
Apreciado Fernando:
Al final del año miramos el camino recorrido, evaluamos las metas cumplidas, preparamos actividades y proyectos futuros, adquirimos otra mirada, la de dos momentos importantes que caracterizan ese escenario evaluativo, pero también esperanzador y emotivo: la navidad y el año nuevo, tiempos especiales para la reflexión, el agradecimiento, el reconocimiento, y el perdón. “Es tiempo de navidad” será la lectura obligada para esos días.
Gracias por compartir tus escritos y enseñanzas, pero sobre todo por tu amistad.
Un afectuoso abrazo,
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Estimado Luis Carlos, gracias por tu comentario. Recibo y retorno el afectuoso abrazo de amistad.
Jose Gustavo Sereno Herrera dijo:
Excelente estimado Fernando, tengo aún alma de niño y lo compraré; excelente noche!
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
José Gustavo, gracias por tu comentario.
Ana Rosa Parra dijo:
Cuánto cuesta el libro de la navidad y cómo lo puedo adquirir?
Fernando Vásquez Rodríguez dijo:
Ana Rosa, gracias por tu comentario. Cuesta $30.000 y, si estás en Bogotá, lo puedes adquirir en la librería Lerner.